14-Peleas

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Ya habían pasado unas semanas desde la fiesta en el castillo Joker, los aldeanos ya se habían mudado al pueblo cerca de este.
Los Jokers jóvenes de sangre, estaban arreglando las salas faltantes, era extraño ver tantas habitaciones sin uso ya que estaban acostumbrados a vivir en un lugar con pocas de estas.
Ahora, todos tenían habitaciones distintas, no como antes que tenían que compartir dos personas cada habitación. El acostumbrarse a esto le tardó un poco a algunos, especialmente a Freddy. Este muchas veces se pasaba de habitación para charlar con Fred antes de irse a dormir. Le parecía raro no hablar con el antes de acostarse, desde chicos lo hacían, todas las noches que dormían juntos terminaban hablando o contando chistes, historias o cualquier cosa que se les ocurra hacer, hasta que estuvieran cansados y se durmieran. Era como su rutina, o algo por el estilo.

Aunque pensándolo bien, tener cuartos distintos también tenía cosas buenas. No solo tenían más privacidad si no que también podía hacer con la habitación todo lo que el quería. Ahora, ese lugar era para el y nadie más.

Se escucharon dos golpes en la puerta, Freddy los ignoro, no quería levantarse a abrir la puerta.
Otros dos golpes se escucharon, esta vez más fuertes. Freddy agarro una almohada que tenía cerca y se tapo los oídos con ella.
Los golpes desaparecieron después de unos minutos.
Hasta que la puerta de abrió de golpe, asustando a Freddy. Allí se encontraba Mai, parecía enojada, pero seguía teniendo su sonrisa traviesa de siempre.

-¡Freddy! Los a... AUCH- en esto la chica salto y empezó a flotar, dejando más confundido al chico, este se paro para ver lo que pasaba, pero la chica volvió a gritar- EL PISO PARECE LAVA,¿NO LO NOTAS?

El chico movió un poco sus pies, no sentía nada, y eso es lo no tenía nada en los pies. No lo sentía.
El se quedó en silencio, concentrado en sentir aquello.
Le parecía raro, o capaz que el era el raro...

De la nada una risa se empezó a escuchar. Mai se reía mientras descendía despacio.

-Tranquilo Freddy, ¡era una broma!- Decía mai entre risas- no te preocupes

El moreno miraba a la albina, seguía mirándola de la misma forma que antes, confundido, no la entendía para nada.

-Fy, hay que bajar, los abuelos vendrán y querrán que los cuatro los recibamos.- el menor se puso nervioso. Los abuelos de las gemelas eran justo como ellas. Extraños, divertidos y alocados, pero cuando era necesario, eran lo más terrorífico del mundo. Eran tan poderosos que podían derrotar, o mejor dicho, matar a cualquiera con solo la mirada.

El de ojos de estrella de 5 puntas asintió y se acercó a la mayor.

Cuando llegaron al piso de abajo, se encontraron con Fred y Puppet charlando. Estaban relajados, o al menos parecían. Fred estaba jugando con su cabello oscuro, el cual, estaba suelto. Este le llegaba hasta los hombros, no era normal verlo con los cabellos sueltos, era muy extraño y solo ocurría en ocasiones especiales.

-Me alegra que hayas bajado a tiempo...- Puppet sonrío poniéndose al lado de su alumno- Los abuelos están apunto de llegar

-Llegaron- Freddy respondió, y a los pocos segundos, las puertas del castillo se abrieron en par.

Dos figuras aparecieron, eran bajos y con el cabello despeinado. Los ancianos de piel morena se acercaron a los 4 jóvenes. Los analizaron de pies a cabeza, y mientras que ellos estaban quietos y llenos de nervios.
Uno de ellos levanto su mano y golpeó suavemente a Freddy.

-veo que has bajado de peso- Comentó la mujer adulta.-Antes eras una bola, ahora ya casi no tienes ni barriga.

En eso el otro anciano se acercó a Fred y le dio una segunda mirada de pies a cabeza antes de abrir la boca.

[C A N C E L A D A] Los Cuatro Reinos -FNAFHS-Where stories live. Discover now