Ya habían pasado unas semanas desde la fiesta en el castillo Joker, los aldeanos ya se habían mudado al pueblo cerca de este.
Los Jokers jóvenes de sangre, estaban arreglando las salas faltantes, era extraño ver tantas habitaciones sin uso ya que estaban acostumbrados a vivir en un lugar con pocas de estas.
Ahora, todos tenían habitaciones distintas, no como antes que tenían que compartir dos personas cada habitación. El acostumbrarse a esto le tardó un poco a algunos, especialmente a Freddy. Este muchas veces se pasaba de habitación para charlar con Fred antes de irse a dormir. Le parecía raro no hablar con el antes de acostarse, desde chicos lo hacían, todas las noches que dormían juntos terminaban hablando o contando chistes, historias o cualquier cosa que se les ocurra hacer, hasta que estuvieran cansados y se durmieran. Era como su rutina, o algo por el estilo.
Aunque pensándolo bien, tener cuartos distintos también tenía cosas buenas. No solo tenían más privacidad si no que también podía hacer con la habitación todo lo que el quería. Ahora, ese lugar era para el y nadie más.
Se escucharon dos golpes en la puerta, Freddy los ignoro, no quería levantarse a abrir la puerta.
Otros dos golpes se escucharon, esta vez más fuertes. Freddy agarro una almohada que tenía cerca y se tapo los oídos con ella.
Los golpes desaparecieron después de unos minutos.
Hasta que la puerta de abrió de golpe, asustando a Freddy. Allí se encontraba Mai, parecía enojada, pero seguía teniendo su sonrisa traviesa de siempre.
-¡Freddy! Los a... AUCH- en esto la chica salto y empezó a flotar, dejando más confundido al chico, este se paro para ver lo que pasaba, pero la chica volvió a gritar- EL PISO PARECE LAVA,¿NO LO NOTAS?
El chico movió un poco sus pies, no sentía nada, y eso es lo no tenía nada en los pies. No lo sentía.
El se quedó en silencio, concentrado en sentir aquello.
Le parecía raro, o capaz que el era el raro...
De la nada una risa se empezó a escuchar. Mai se reía mientras descendía despacio.
-Tranquilo Freddy, ¡era una broma!- Decía mai entre risas- no te preocupes
El moreno miraba a la albina, seguía mirándola de la misma forma que antes, confundido, no la entendía para nada.
-Fy, hay que bajar, los abuelos vendrán y querrán que los cuatro los recibamos.- el menor se puso nervioso. Los abuelos de las gemelas eran justo como ellas. Extraños, divertidos y alocados, pero cuando era necesario, eran lo más terrorífico del mundo. Eran tan poderosos que podían derrotar, o mejor dicho, matar a cualquiera con solo la mirada.
El de ojos de estrella de 5 puntas asintió y se acercó a la mayor.
Cuando llegaron al piso de abajo, se encontraron con Fred y Puppet charlando. Estaban relajados, o al menos parecían. Fred estaba jugando con su cabello oscuro, el cual, estaba suelto. Este le llegaba hasta los hombros, no era normal verlo con los cabellos sueltos, era muy extraño y solo ocurría en ocasiones especiales.
-Me alegra que hayas bajado a tiempo...- Puppet sonrío poniéndose al lado de su alumno- Los abuelos están apunto de llegar
-Llegaron- Freddy respondió, y a los pocos segundos, las puertas del castillo se abrieron en par.
Dos figuras aparecieron, eran bajos y con el cabello despeinado. Los ancianos de piel morena se acercaron a los 4 jóvenes. Los analizaron de pies a cabeza, y mientras que ellos estaban quietos y llenos de nervios.
Uno de ellos levanto su mano y golpeó suavemente a Freddy.
-veo que has bajado de peso- Comentó la mujer adulta.-Antes eras una bola, ahora ya casi no tienes ni barriga.
En eso el otro anciano se acercó a Fred y le dio una segunda mirada de pies a cabeza antes de abrir la boca.
-Si sigues dejando tu cabello crecer terminaras pareciendo mujer, ya tienes el físico de princesa, ¿no es así Alfred?- El hombre hablaba con un tono gracioso, pero no tardó mucho al escuchar al menor hablar.
-Es Fred.- El aprendiz de magia oscura hablo muy bajo y con nervios.-No Alfred. Llámame por mi nombre...
-Bueno, si tú quieres, ¿Alfredo está bien?
-Es Fred, ni Alfred o Alfredo, solo Fred.
Todos se quedaron en silencio. El anciano lo miro con sus típicas miradas terroríficas intentándolo asustar. Pero no lo logró, Fred le devolvió la mirada. Era la primera vez que alguien lo hacía. El anciano sonrío, le gustaba la nueva actitud de Fred, había cambiado mucho desde la última vez que lo vio.
-Abuelos- Puppet hablo, cortando la guerra de miradas del aprendiz de su hermana y su abuelo. - ¿Por qué vinieron tan inesperadamente? Lo suyo no son la visitas.
-Pues ya nos conoces, nos justa ser impredecibles- Comentó la mujer- Además, queríamos ver el nuevo castillo y fijarnos si tiene todo lo necesario para el entrenamiento de los dos jóvenes-
-Si si, si quieren ser maestras. Necesitan saber el potencian de sus alumnos y conseguirles lo mejor para ellos- La pareja de la mujer hablo y al terminar apuntó a los gemelos- Y ya viéndolos se puede ver que esconden un gran potencial, justo como ustedes antes.
Puppet y Mai se miraron entre sí, y luego miraron a sus aprendices. No veían nada en ellos. Ademas, nadie sabía cómo habían conseguido la magia, ninguno de sus padres o de su familia tenía sangre joker. Así que era imposible.
-Confíen en nosotros, ellos son una caja de sorpresas- La abuela le susurró a las gemelas.-¡Bueno! Enséñenos el castillo, quiero ver que cambios le hicieron. -La vieja las apartó bruscamente, y les hizo una seña para que empezaran a mover
-Ehhh, ¿ok?.
-Fred,Freddy- Mai llamo la atención de los menores- ¿Pueden pedirle a los reyes de diamante si pueden practicar en su sala de entrenamiento? Puppet y yo queremos que entrenen, pero aún no lo podrán hacer en la sala de este castillo, sigue en arreglo.
Los aprendices asintieron. Ellos sabían que Golden y Chica los dejarían entrenar. Así que se aprontaron y se fueron para Diamantes.
En la mitad del camino Fred se dio cuenta de que su hermano estaba extraño. Se acercó a él y tomo su brazo. El de mayor altura bajo su vista para encontrarse con los ojos oscuros de su hermano, este le sonrió, mas el otro no le devolvió la sonrisa como siempre. Allí fue cuando se dio cuenta de que su hermano no estaba bien.
-¿Quieres contarme qué pasa?
-...
-Juro no burlarme
-Sigo teniendo el mismo sueño, pero, la última vez, hubo un pequeño cambio en el...
-¿Qué cambio?- Fred estaba nervioso, que Freddy siguiera teniendo el mismo sueño no significaba nada bueno
-Estábamos en el castillo... y tú no estabas en ningún lugar...
Fred no entendía de que le estaba hablando, no sabia como era el sueño. No sabía que ocurría en el. Pero decidió seguirle la corriente.
-Capaz que estaba en otro reino... ya me conoces, siempre estoy en cualquier lugar- Los nervios se apoderaban de el, pero se tenía que mostrar fuerte, si el se ponía nervioso, Freddy se pondría peor.
-Capaz... Pero igual, tengo miedo
-Mira, no va a pasar nada-El de mayor edad(por unos minutos)apoyo la mano en la espalda del otro.-Si quieres te aviso en donde estoy todo el tiempo, así no tienes que preocuparte por mí.
-Okay... gracias
-No es nada hermanito, ¡oh mira! Llegamos.
Los gemelos se acercaron a la puerta y golpearon.
Un chico de cabellos anaranjados apareció.
-Buenas tardes Town-Saludo el aprendiz de magia negra-¿Podríamos saber si los reyes se encuentran?
-buenas tardes- el as de diamantes sonrío, tenía la típica sonrisa de lerdo- Los reyes de encuentran en el patio, ya les aviso que...
-No, tú tranquilo, no les avises, nosotros vamos, no gastes tu tiempo.
Al decir eso, los gemelos se fueron en una nube de color violeta dejando al as completamente confundió. En eso, salió el Jack y lo quedo mirando dudoso.
-¿Qué pasó?
-No, Nada nada.
-¿Okay? Entra qué hay que seguir trabajando.
En el jardín del reino se encontraban dos rubios tomando café, todo era tranquilidad y paz hasta que unos brazos aparecieron atrás de uno de los rubios rodeando sus hombros logrando que este se asustara y tirara su café.
-Awwww, ¿la rubia se asusto?- Una pequeña risa se escucho.
Fred se estaba riendo de la reacción de su amigo, después chica y Freddy se empezaron a reír junto a él. Golden seguía sorprendido, odiaba que lo asustaran, pero conociendo a fred nunca dejaría de asustarlo, así que se debería acostumbrar.
-Buenas Freddy. Buenas Fred- La rubia dejo de reírse pero la sonrisa seguía allí. - ¿Que los trae por aquí?
-Pues nos preguntábamos si nos dejaban usar su sala de entrenamiento. Fred y yo necesitamos practicar nuestros poderes y el del castillo de los Jokers sigue en reparación.
-Claro claro claro, pueden usar el nuestro, no hay ningún problema.-El rey le sonrió al otro, el moreno lo miro y le devolvió la sonrisa junto a un pequeño "gracias".- bueno, vengan, les mostraremos donde queda la sala.
Los cuatro empezaron a caminar, recorrieron toda la planta de abajo del castillo. Golden y Fred iban adelante hablando tranquilamente, mientras que Freddy y Chica iban atrás. Golden sentía como la mirada del Joker de magia blanca se clavaba en el de vez en cuando, esto lo ponía nervioso.
Ellos llegaron a la sala en la cual no había nadie. Los Jokers entraron allí y colocaron algunas de sus pertenencias en el suelo. Fred ato su cabello suelto en una coleta de caballo. Sabía que practicar con el pelo suelto no era buena idea. Freddy solo estiraba, voltio su mirada a los reyes y los vio a los dos con cara de niños a punto de ir a un circo. Llenos de emoción.
-¿Quieren quedarse a ver?
Los rubios asintieron a la vez, amaban la magia. Pero nunca vieron cómo era usada en momentos de batalla, y ahora tenían la chance de ver como era. Era una oportunidad que no podían perderse.
Sin aviso previo Freddy movió un dedo encerrando a Chica y Golden en una burbuja y elevándolos del suelo. El empezó a flotar junto a ellos y al ver sus caras llenas de confusión decidió explicarles.
- No querrán estar cerca del suelo de pasó de que nosotros entrenemos. Oh, también, no se muevan mucho, estás burbujas son resistentes pero hay que tener cuidado.
Los de diamante asistieron, seguían procesando la información de que verían a los Jokers usando su magia seriamente. Estaban muy pero muy alegres y entusiasmados.
-¡Freddy!-Fred grito de abajo- ¡estoy listo!
El nombrado sonrío, y estiro y levanto sus brazos. En el suelo, empezaron a aparecer algo parecido a personas. Estás, no tenían ningún otro rasgo humano más que la silueta ya que su rostro no se veía. Estos tenían una luz de color azul oscuro y otros azul claro. Eran muchos, lo más seguro más de 100 o 200.
Eran todos ellos contra una sola persona.
Fred.
El más chico de altura cerró los ojos y al abrirlos estos eran completamente negros. Su boca formó una sonrisa confiada y en sus manos unas clases de llamas rojas empezaron a formarse.
Fred se empezó a mover rápidamente, lanzando la magia a cualquiera que se le interpusiera en el camino.
Una de sus grandes ventajas era su agilidad. Era veloz y ágil, y al controlar bien el poder de teletransportación, engañar al enemigo era fácil para el. Lo único que tenía que hacer era lograr que dos o más de ellos quieran atacarlo y cuando sea el momento justo, teletransportarse, logrando que los enemigos se mataran entre si.
Así fue derrotando uno a uno. Algunos era usando esa táctica, otros usando magia común y otros con lucha de cuerpo contra cuerpo, a golpes y patadas.
Llego un rato en el que fred pensó que ya no habían más oponentes. Pero estaba equivocado, había uno. Este iba directo a Fred para atacarlo, este se quedó quieto en su lugar. No sabía que venía.
Pero de la nada, una circunferencia de de color blanco empezó a nacer alrededor de Fred. No era muy visible, cualquiera lo ignoraría, justo como aquel oponente. Este se acercaba despacio, para que el peli negro no lo sintiera.
El soldado se acercó y al hacerlo, uno de sus pies entraron a la circunferencia una pared blanca se levanto partiendo a la mitad al "holograma".
Todos se quedaron callados. Era la primera vez que veían ese hechizo, la primera vez de todos. Ni siquiera Fred sabía que era capaz de hacer ello.
El que acababa de pelear perdió un poco el equilibrio, estiro sus brazos para intentar recobrarlo y no caerse. Y lo logró.
Su hermano bajo y se paró a su lado. Tenía una sonrisa de oreja a oreja. Estaba feliz e impresionado de las habilidades que su hermano mayor tenía.
-¡Eso fue impresionante!¿Como lo hiciste? Enséñame a hacerlo. ¡Por todos los cielos! ¡Eres genial!
Los halagos seguían y seguían. Escuchar aquello ponía feliz a Fred, adoraba ver cómo su hermano se ponía al verlo pelear.
-N No se como lo hice... Pero gracias igual. -Fred tomo a Freddy por los hombros y lo llevo al centro de la sala.- Bueno, es tu turno de pelear. Vamos grandulon, que empieza la fiesta. Avisa cuando empiezo.
Freddy se acomodo en el lugar, arreglo sus guantes azules y al terminar le chiflo a Fred. Esa era la señal, la señal para que empiece la pelea.
Fred hizo lo mismo que Freddy. Creo soldados, estos tenían colores distintos a los de Freddy, eran rojos oscuros y claros.
Fred se alejó, para irse con los reyes y dejo a Freddy solo peleando.
-¡No sabías que controlabas tan bien la magia Fred!- Chica estaba emocionada, no veía a sus amigos posible de ello
-¡Gracias Chica! Siendo honesto yo tampoco lo sabía
-umm Fred-Golden intento interrumpir, pero ninguno de sus amigos lo escucho.
-Pensé que controlabas magia negra, ¿Como es possible que tú último hechizo haya sido con magia blanca?
-¿Chicos?
-Pues las gemelas dicen que todos los Jokers pueden usar los dos tipos de magia, pero se especifican en solo uno
-Hablando de eso, me parece raro nunca haber visto a las gemelas usar el otro tipo de magia- Una voz apareció atrás de ellos, Freddy se encontraba allí flotando a su lado.
No parecía estar sudado ni cansado justo como Fred, cosa que sorprendió a los demás.
Los reyes y el pelinegro miraron para la sala, no había rastro de ningún soldado, Freddy los había vencido a todos. Había vencido a 200 o más soldados en menos de un par de minutos.
-¿Como?
-Vamos Fred, se que la puedes complicar más. Házmela difícil.
Fred cerro los ojos y apretó sus puños. Un humo rojo empezó a salir de sus manos. Fred abrió los ojos, eran completamente negros, y en ese momento Golden pudo darse cuenta de algo. Fred tenía la misma marca que su hermano en el día de la fiesta. Una marca casi igual, solo que esta se encontraba en el cachete izquierdo y era de color rojo.
Alrededor de Freddy volvieron a salir soldados. Estos no solo eran más, si no que tambien parecían ser mucho más fuertes. Freddy sonrío, esto era una pelea de verdad.
Los soldados empezaron a atacarle. Su forma de pelear era mas cuerpo a cuerpo gracias a sus huesos grandes, tenía más fuerza que el otro. Pero por eso no podía ser ni tan veloz ni ágil como Fred.
Ya había derribado a 100 soldados con esa técnica de pelea. Aun quedaban 200 más. Ya se podían visualizad algunas gotas de sudor en su rostro, se estaba cansando. Fred al verlo bajo un poco para ayudarlo y derribar a algunos soldados.
Mala idea, muy mala idea.
Uno de los soldados lo tomo de los pies al intentar descender y lo atacó, tirándolo al suelo. Ese golpe hizo que Freddy parara de pelear por unos segundos. Miro con sus ojos totalmente negros para donde estaba su hermano, el estaba tirado en el suelo el cual estaba roto por el impacto.
Freddy se fue acercando hacia el lugar. Cada soldado que se le acercara se moría.
El miro al soldado que había lastimado al otro. Lo tomo del cuello y lo levanto del suelo. Freddy impulso su brazo para hacer como si le fuera a pegar, pero al llevarlo al frente para pegarlo, su mano no toco al soldado. Si no que una clase de tentáculo negro apareció, atravesando el estómago de aquel holograma.
Freddy se giró y vio a los demás soldados, tentáculos negros empezaron a parecer por todo el suelo, cada uno agarraba a los soldados y los estrangulaba hasta que desaparecieran.
Golden y chica se quedaron asombrados, no creían lo que veían. El rubio se movió un poco para ver mejor, ese pequeño movimiento causó que su burbuja explotara y lo tiró directamente al suelo.
El moreno se dio cuenta de ello, y al terminar con los soldados se le acercó. Tenía intenciones de atacarlo, era más que obvio. Levantó uno de los tentáculos para lastimarlo y lo lanzó hacia el.
Golden sabía que no podía hacer nada, así que solo se intentó proteger con sus brazos.
El tentáculo paro a unos centímetros de Golden. El rubio tembloroso miro al otro. Sus miradas cruzaron por unos segundos hasta que el moreno dio la vuelta y se fue con su hermano el cual ya se estaba sentando.
Al estar cerca de el, se desmayo. Fred lo pudo agarrar a tiempo para que no se golpeara.
Golden se paro del suelo y fue junto a Fred. Este descendió la burbuja en la cual estaba Chica . Ella corrió hacia ellos y se fijó si ninguno de los 3 se había lastimado gravemente. Por suerte, ninguno de los 3 presentaba alguna herida así.
-Creo que es mejor llevarlo adentro, para que descanse.-La reina sugirió con tranquilidad y preocupación- Puede quedarse en el cuarto de huéspedes... o en el de Golden, ese está más limpio y ordenado.
-Cualquiera está bien, mientas que el tenga un qlugar cómodo para descansar esta bien...
-Puede ir a mi habitación, no me molesta.-Golden comentó abriendo la puerta del castillo- Y Fred, creo que tú también podrías descansar, te esforzaste mucho
-Estoy bien, tú tranquilo, solo necesito un poco de tranquilidad... y café, eso siempre funciona.-Ese comentario logró hacer que los 3 se rieran.
Entraron al castillo y fueron directo a la habitación de Golden. Allí dejaron a Freddy, el cual estaba siendo cargado por Fred, en la cama del rubio. Después de ello, se dirigieron al jardín para que Fred estuviera tranquilo y descansará al aire libre, mientras que esperaban que sus cafés llegarán.