—mira Simón, allá tú si me crees o no. Nos vemos luego. -digo y camino al auto, Ya en el auto recibí varias llamadas de Simón, pero ninguna la respondí.
Una Semana después...
Las cosas no han cambiado mucho desde la semana pasada, Jazmín acepto que yo saliera con Simón y nos volvimos a hablar. Entre Simón y yo las cosas no van bien, desde aquel día en el Blake está enojado, y como no me han levantado el castigo no he podido ir al Jam.
—¿A dónde vas? -pregunta mi madrina desde el living. —ya paso la semana, y estoy harta de estar encerrada, quiero ir a patinar.
—bien, no vuelvas tarde. Ah y no olvides que no te quiero cerca de ese muchacho. -jamm como si eso fuera a pasar, pienso y salgo de la casa, en donde me esperaban Delfi y Jazmín.
—al fin tu madrina te levanto el castigo. -dice Delfi sentándose en la gradería de la pista.
—menos mal porque ya me había hartado del encierro de ese lugar. -me quede en silencio viendo hacia la pista, en donde solo patinaban dos chicos desconocidos para mí, que trataban de impresionarnos.
—son muy buenos. -dice Jazmín y me saca de mis más profundos pensamientos. -Jazmín tiene razón, pero nunca los había visto. -responde Delfi entusiasmada.
—¿a ti que te parecen Ambar? -pregunta Jaz sin quitarles la mirada.
—son buenos, no tanto como yo, pero lo hacen bien. -me quede en silencio, hasta que el chico de cabello castaño se acercó a nosotras.
—hola mi nombre es Manuel, ¿quieres patinar? -pregunta estirando su mano hacia mí. —lo pensé por un momento, tal vez patinar con un desconocido no sea una buena idea, pero hace una semana que mis patines no pisan la pista así que decidí aceptar.
—si porque no. -acepte su mano y me levante. Las chicas me miraban incrédulas.
Entre a la pista y empezamos a patinar, después de varios saltos, comenzamos a improvisar una coreografía juntos, y finalizamos con una pose mirándonos.
—Ambar, ¿Qué estás haciendo? -dirijo mi vista hacia Simón, quien está frente a mí con el ceño fruncido. —estaba patinando que no la viste, es una diosa en patines.
—gracias Manuel. -digo mirandolo. —creí que tendrías un poquito más de respeto por nuestra relación Ambar. -y este quien se cree, para venir a hacerme una escena de celos, acaso se le ha olvidado que todo es actuación pura.
—lo dice el chico, que no fue capaz de escribirme en toda la semana, por una simple llamada. No tienes ningún derecho de reclamarme. -digo molesta. —nosotros nos tenemos que ir, fue lindo conocerte Ambar. No quería crearte un problema con tu novio. -dice Manuel y se va junto con su amigo.
Ignoro a Simón y me acerco a las chicas, ahí es cuando noto la presencia de Luna en la entrada de la pista.
—espera Ambar, quiero pedirte una disculpa. Creí que estabas muy enojada conmigo, por eso no te escribí. Lo siento.
—hay Ambar, perdónalo parece arrepentido. -dice Delfi, mientras que yo intercambio miradas con él.