El bar me parece algo familiar. Tyler me dice que lo han estado renovando, incluso no hace mucho incluyeron en él la modalidad de karaoke. Al momento de entrar me recibe un agradable olor a pizza recién horneada, lo que me produce en mi un sutil apretón de estómago considerando que no había comido nada desde la hora de almuerzo donde mamá se esmeró en hacer su característico pastel de carne.
Al sentarnos una muy dulce chica con delantal amarrado a la cintura nos saluda y nos entrega una carta. Pedimos algo para comer y beber. Mentiría si dijera que odio beber. Cuando me doy un tiempo libre suelo beber una o dos copas de vino y aunque no las soporte muy bien, me agrada. Llegaría a pensar que es un modo de relajación.
Mientras esperamos que nuestros pedidos lleguen, Tyler se dirige al baño. Eso me hace desviar completamente mi atención hacia la muralla contigua a nuestra mesa y puedo ver notas y dedicatorias escritas en post-it color amarillo, algunas un tanto desteñidas por el tiempo pero que se puede leer aún. Admiro con descuido el bar completo y puedo reconocer ciertas características del antiguo restaurant de Mr. Schneider, puedo estar casi segura ya que son las mismas butacas grupales; un par de mesas delante de la mía en forma de sillones de color verde musgo traídos desde Alemania, lo sé porque papá trabajaba con él trayéndole la mercadería del mes y mamá estaba encaprichada con quererlos en su cocina.
Vuelvo hacia la pared contigua a mí delante mio una linda nota color celeste me llama la atención por completo: "Maddy J. y Brendan L." Puedo distinguir debajo de otra. Sonrío y tengo en mente sacar una fotografía para molestar mas adelante a Madd cuando regrese de sus vacaciones con su prometido. Levis es el peor ex novio que ha tenido en toda su vida y no soporta escuchar de él. No es que la llegara a maltratar ni nada por el estilo, es solo que el pobre chico era un patán por donde se le mirada.
"Gabriel W. y Jeannette W. 27 Agosto, 2012" Leo en otra, un par de centímetros desde donde se encontraba la notita celeste. Este si que me deja sin aliento cuando me doy cuenta que comparten apellidos, por ende pueden una pareja de casado pero, ¿Serían los mismos de la escuela?, la mayoría de las parejas casadas se concretan en secundaria o mucho antes. No me sorprendería para nada, considerando todo lo que Jean hostigaba a Gabriel en secundaria.
- ¿Qué tanto lees?- dice Tyler haciendo que me sobresalte por su entromición tan repentina. Le sonrió de lado y acomodo un mechón de cabello para quitar de mi vista la nota de la pareja.
-Buscaba nombres conocidos- Expliqué mientras la camarera acomodaba las pizzas en la mesa. Olían tan grandiosamente que el apetito volvió a apoderarse de mí creando un quejido en mi estómago algo incómodo.
- ¿Alguno en especial?-
- No la verdad- Miento, quedando con esa pequeña duda de si sería su antigua ex novia y el chico que anduvo atrás de mi a fines de primaria. Sería divertido ya que después de aquella pelea con Jeannette en el patio de la escuela no la volví a ver más cerca, ni a Gabriel. Aunque había veces en secundaria cuando Jean no estaba colgada de su cuello, me sonreía a modo de saludo.
Pasamos el tiempo en colocarnos al día una ve más. Tyler me explica que el local efectivamente era de Mr. Schneider pero que al volver a Europa lo vendió dejando todo, incluso sus característicos sillones.
- Al parecer tenías un poco de hambre- Me dice de forma burlona mientras apoya su mentón sobre sus nudillos. Me da tanta vergüenza que se haya dando cuenta que solo insto a encogerme de hombros.
- Mamá se demoró en hacer el almuerzo de hoy y me aburrí de esperar, así que solo almorcé ensalada- Digo con hastío al recordar el desorden que Victoria tenía en la pobre cocina de papá. Solo por estar embarazada no dije nada.
Volvemos a conversar de las cosas que nos pasaron en todos estos años y aunque creo que no son muchas, con el pasar del tiempo me doy cuenta que son demasiadas al punto en que Tyler no paraba de conservarme sobre su trabajo y lo que de verdad le gustaba hacer, aparte de manejar su mini empresa. Temí por preguntarle el por que nunca había considerado la posibilidad de seguir una carrera artística, mas allá de componer un par de canciones y venderlas a algunas bandas (entre las que se encontraba la de Joshua) y manejar un sello discográfico pequeño. Sentía que ese era un tema para otro día, tenía un presentimiento que no era muy alegre de responder.
Con el pasar de las horas no soy capaz de contar cuentas copas llevo bebidas, pero no me preocupo mucho, el ambiente es coronado por una suave melodía, como esos que colocan en los ascensores para cortar el silencio abrumador y me relaja al punto de querer cerrar los ojos y pensar solamente el mar, por que es lo primero a lo que se me viene a la mente cuando escucho música lenta.
Pero de pronto todo cambia. Un tipo algo pasado de peso anuncia por un micrófono la hora de karaoke. Reviso a la rápida la hora desde mi celular y ya son la 1:30 de la mañana. El chico con ánimo pide que la gente se inscriba a un costado para organizar las canciones. Yo solo pido que a Tyler no se le ocurra sacarme a cantar, sería lo peor para mí, sobretodo con un par de copas de más en mi cuerpo.
A medida que avanzar las canciones nos ponemos a criticar con gracia a la gente que se atreve a subir al escenario, algunos lo hacen bien y son ovacionados por lo demás, incluso una linda chica canta Best of you de Foo Fighters y le aplaudo con emoción por que le sale muy hermoso y es mi canción favorita de esa banda por lo que puedo dar un buen veredicto.
El chico gordo vuelve a subir al escenario después de despedir a la chica algo sonrojada y toma el micrófono.
- ¡¿Cómo lo han pasado?!- Grita con entusiasmo creando una automática respuesta de parte de todos con gritos y chiflidos. - Creo que bien- Arroja luego haciendo que algunos rieran entre ellos Tyler. - Ahora, es momento de dejar en este pequeño y humilde escenario un gran cantante y que muchos conocemos ya que no hay día en que no mueva su trasero de acá- Eso si me hace gracia pero mi total atención va directo hacia Joseph quien se para del asiento y toma la misteriosa maleta caminando hacia donde estaba el chico en el escenario.
Pienso en llamar por su nombre y que me diga que estaba haciendo pero en el exacto momento en que decido a hacerlo lo veo sacar desde el estuche un muy lindo ukelele de madera color caoba intenso. Saluda a George (En ese momento se como se llama el tipo parado arriba del escenario) con un apretón de mano y abrazo, acomoda el micrófono que el macizo chico le entrega. Arregla un poco las cuerdas de aquel minúsculo instrumento y eleva su vista encontrándose con la mía y me sonríe de forma amplia mostrando sus imperfectos dientes y se la devuelvo con una pequeña sonrisa ladina.
- ¿Están todos bien?- Pregunta desde el micrófono y obtiene como respuesta un gran ¡SI! de la gente. - George dice que no saco mi trasero de acá pero no estoy de acuerdo con él, ¿saben por qué? porque fue él quien hoy me llamo rogando que dejara mis vacaciones de lado y viniera a dar un pequeño show acá, a ustedes- Comenta con simpleza bajando su mirada hacia el ukelele y lo veo sonreír una vez más. Si pudiera estar a su lado diría que estaba algo nervioso ya que es un típico movimiento que hace él cuando está algo alterado internamente. - Hoy vine con alguien especial y ojalá le agrade la sorpresa.
Vuelve a sonreír hacia mi dirección y no puedo evitar devolverle la misma sonrisa de boba.
Afina una vez más las cuerdas y lo veo comenzar a rasgar las cuerdas con fuerza.
- I won't take much of your time, I just want you to see what I have made inside these lines. It's as good as I can be... It's as good as I can be. This is all that I can be... this is all that I can be. All that I can be. - Es una melodia tranquila y dulce. Siento la necesidad de cerrar los ojos y sentir más allá de todo, pero no puedo debido a que sostiene mi mirada con fuerza casi como si tuviera un imán sobre mi ser y no pudiera hacer nada. Eso es lo que logro sentir cada vez que estoy al lado de él y no me molesta mucho, tiende a ser casi un escudo contra los demás. - Save me, save me, save me, save me, save me, save me... -
La sensación del alcohol sobre mi comienza a hacer efecto y puedo sentir como mis dedos cosquillean y todo a mi alrededor es mezclado donde de una lavadora. Aún así sostengo mi postura y trato de no parecer afectada del todo, aun que con aquella hermosa canción sonando y con su voz no puedo controlar una nueva sensación, me equivoco... no es nueva del todo, es una que estuvo hace muchos años y que reprimí el día en que me alejé de esta ciudad y de todos, sobre todo de él.
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¡CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!
Lo siento por la demora, y no tengo como escusa que la Universidad me esta absorbiendo la vida. Estoy trabajando y haciendo prácticas que me faltan para terminar el año y no tengo tiempo ni para sentarme en la mesa a escribir en el computador, con suerte tomo el celular xd.
Las amoooooo <3