Cuando te encuentre

By Carol_Ney24

21.2K 1.5K 297

Volver a comenzar, redimir el pasado...decir "te amo" cuando es necesario. TaeMin todavía recordaba las pala... More

Capítulo 1: Así como es.
Capítulo 2: Ese dulce momento contigo.
Capítulo 3: Mentiras.
Capítulo 4: ¿Dónde está el amor?
Capítulo 5: Un maldito cobarde.
Capítulo 6: Dolor y fuerza.
Capítulo 7: El lobo y el cordero.
Capítulo 8: Tú eres.
Capítulo 9: La chica de ojos miel.
Capítulo 10: Buenos deseos.
Capítulo 11: Confianza.
Capítulo 12: ¿Me dejarías entrar?
Capítulo 13: La persona que amo y a quien debo amar.
Capítulo 14: Llegaste a mí.
Capítulo 15: Justo aquí.
Capítulo 16: Un lugar para tres
Capítulo 18: Una gran familia.
Capítulo 19:Estamos juntos, es lo que importa.
Capítulo 20: Detrás de las nubes grises está la luz del sol.

Capítulo 17: En realidad nunca te fuiste.

1.2K 85 34
By Carol_Ney24


MinHo podía decir que no tenía enemigos, con excepción de cierta persona, la cual fue causante de su separación con el amor de su vida...bien, si no lo contamos, entonces él no tiene enemigos que planeen venganzas o cosas por el estilo.

No se consideraba así mismo un temerario pero tampoco un cobarde, siempre procuraba ser respetuoso, en el trabajo, con la familia, con los amigos y sus familias...pero siempre que tenía que ir a esa casa tenía que tomar respiraciones profundas para no gritarle a la cabeza dela familia lo injusto que era con su propio hijo.

LuHan no era un hermano de sangre, pero era el hijo de uno de los amigos respetables de su padre. Él siempre supo que los hombres no eran exactamente así como viejos amigos o camaradas, quizás los años y las experiencias les ayudaron a conservar el respeto por ambas familias.

La familia de MinHo si bien no fue ni era perfecta, tampoco fue disfuncional, así que hacia todo lo posible por ser amable y condescendiente con LuHan, porque tener un padre tan estricto como el que él tenía seguramente no significaba una infancia feliz.

Pero todo eran suposiciones suyas.

Por eso, aunque LuHan solía ser un dolor en el trasero, sabía que no era un mal chico y por eso lo mantenía cerca de los Choi, donde era bien recibido y llenado de tanto amor que podría vomitarlo. La razón de este viaje no era solo por esto, LuHan haría una visita corta a su padre y madre, él tenía que hablar con sus padres de un tema de suma importancia.

Miró de reojo a un LuHan meditabundo en el asiento trasero del auto, hasta la noche anterior estaba igual de fastidioso que siempre, pero hoy en la mañana cuando partieron de Seúl a Jeonju ha tenido esa misma deprimida expresión que trataba de ocultar a toda costa.

Como si fuera tan tonto para no notarlo.

MinHo desvió la mirada hacia su hermanos mayor, su expresión relajada de siempre y ansioso por llegar a casa.

—Estás demasiado feliz, me das miedo —rompió el silencio, lo que hizo que LuHan les prestara atención y una sonrisa empezara a formarse de sus labios.

Bien, al menos ahora esta distraído con algo más que su padre controlador.

—A mí me sorprende que tú no lo estés, hace mucho que no vemos a nuestros padres.

—Tú siempre has sido el consentido, ¿qué caso tiene emocionarme?

—Aww mi pequeño hermano esta celoso —dijo quitando una mano del volante para revolverle el cabello. MinHo le dio un manotazo y su ceño fruncido.

—No empieces hyung.

—Nadie te va a ignorar MinHo, además estando el pequeño LuHan con nosotros nuestros padres incluso me desaparecerán a mí.

MinHo notó como las mejillas de LuHan se coloraban ligeramente y no dejaba de sonreír, se alegraba de que MinSeok también fuera consciente del asunto de LuHan y sus padres.

—Estoy ansioso por ver a sus padres —se acercó hasta sostenerse del asiento de MinSeok, su pequeña cabeza asomándose entre ellos—. Seguro hay comida deliciosa esperando en la mesa.

—Listillo —MinHo le sacudió el cabello tal cual lo hizo su hermano con él—. Eres un aprovechado.

Los ojos claros de LuHan lo fulminan y un puchero bastante infantil en sus labios los hace reír.

—Míralo, tan lindo —la voz tonta de su hermano logró que el chico se sonrojara aún más.

Siguieron así el resto del trayecto, todo era risas y juegos, una hora más tarde, todos bajaban del auto, estirando las piernas y más relajados, el sol se estaba poniendo.

La casa que habitaba la familia Choi era un casa grande, no tanto como una mansión pero lo suficiente para alberga a toda la descendencia actual, se situaba a la entrada del centro de Jeonju, aquí siempre había gente, pero era relativamente tranquilo. Cruzaron la reja de madera y caminaron hasta la entrada con las pequeñas bolsas donde cargaban sus pertenencias. Solo se quedarían el fin de semana, así que no tenía sentido cargar mucho.

MinSeok tocó la gruesa puerta de madera, un minuto más tarde YunGyeom se asomó y una sonrisa se formaba en su boca.

— ¿Pero mira nada más lo que trajo el viento?

El hombre tiró de sus hijos y los apretó hasta donde sus brazos le permitieron, después fijó su mirada en LuHan quien permanecía de pie al margen de todo, dándole espacio a la familia. Pero su espacio personal fue invadido por un apretado abrazo que lo hizo soltar su bolsa de viaje al suelo.

—Señor Choi...esta asfixiándome —su voz sonaba realmente ahogada.

—Lo siento muchacho, olvido que eres más delgado que mis hijos.

—No se preocupe —seguramente estaba adolorido pero no parecía importarle, a él le gustaba ser abrazado de esa forma.

—Vamos, su madre esta atrás en el jardín haciendo Dios sabe qué.

Los chicos dejaron sus bolsas a un lado en el pasillo, siguieron al hombre por el corredor hasta la parte trasera, cuando se asomaron una pequeña mujer con un sombrero en la cabeza arrancaba la yerba mientras platicaba con una chica morena que cargaba a un bebé.

Yuri, la esposa de su primo Siwon.

Cuando ambas mujeres se percataron de su presencia, más sonrisas los recibieron. Su madre, se levantó del suelo y fue directo hacia ellos, abrazándolos a todos, acariciándolos y besuqueándolos, esto era casi como un ritual, la familia Choi se decía cuando se amaban con abrazos de oso.

Terminando los apretones, MinHo pidió un momento a solas con sus padres, estaba ansioso por hablar con ellos, pero Siwon apareció y otra ronda de abrazos se hizo, diez minutos más tarde ya los tenía a los dos en las sillas del jardín.

—Te vez radiante —Hye, su madre, le acarició la mejilla con ternura.

—Ha pasado algo, ¿cierto? —continuó su padre, había mucha curiosidad en su tono de voz.

MinHo asintió con la cabeza, esperanzado porque lo que estaba a punto de decirles no terminara en suficientes regaños y terminara rompiendo la felicidad de su llegada. Solo iba a contarles lo necesario, porque ellos tenían que saber, y sea cual sea la respuesta, no abandonaría su segunda oportunidad con TaeMin.

—Madre, ¿recuerdas al chico castaño que siempre confundías con una chica?

*

LuHan acababa de instalarse en la habitación de huéspedes, no había mucho que desempacar, arrojó su bolsa en la cama y se dirigió hasta la ventana, desde el segundo piso observó a MinHo charlar con sus padres, una sonrisa se extendió al verlo agitar las manos de un lado a otro, seguramente queriendo enfatizar un punto, soltó un suspiro apoyando la frente en el cristal de la ventana.

—Se dará cuenta algún día —dijo una voz detrás de él, no necesitó voltear, ya sabía quién era.

—No sé de lo que hablas ­—su aliento formando humedad en el cristal.

—LuHan, no es sano que estés sintiéndote así por algo que nunca vas a conseguir.

MinSeok se acercó despacio hasta quedar de pie a su lado, mirando a su hermano menor, frunciendo el ceño por algo que dijo su padre.

—MinHo no está disponible para nadie.

—Lo dices por el chico que trabaja con HyoYeon noona.

No lo preguntaba, fue una rotunda afirmación.

—Sí. Es por él.

—Es lindo, bastante atractivo. Entiendo que MinHo hyung esté rondándolo.

MinSeok, cerró los ojos con fuerza, miró a LuHan, que no apartaba la mirada de su hermano. Le dolía tener que hacerlo, pero alguien tenía que decirle acerca de su relación con TaeMin, y no permitiría que se enterara por alguien más, decidió ser quien cargara con la culpa de ello.

Tenía que decirle, matarle las esperanzas, así como el propio TaeMin lo hizo con él.

—LuHan, MinHo no está rondándolo, ellos están saliendo y van muy en serio.

El menor no hizo alguna reacción, lentamente volteó y se confronto con MinSeok.

—Eso no importa.

—LuHan...

— ¿Por qué estás diciéndome esto? —le interrumpió—. ¿Por qué preocuparse por decirme?

—He notado como lo miras, tan solo...solo estoy ahorrándote un poco de humillación.

Bien, no eran las palabras adecuadas, pero las había dicho y no había manera de que LuHan no las entendiera. Por largo rato le dedicó su ceño fruncido, pero luego su expresión pareció relajarse.

—Estabas... ¿preocupado o algo así?

—Sí, demonios. Es decir, no quiero que esto te rompa el corazón.

—No lo hará.

—Lu.

— ¡Basta! No sabes lo que de verdad quiero, así que no digas palabras de las que puedas arrepentirte.

MinSeok intentó seguir discutiendo, pero LuHan no quería. Soltó un suspiro y asintió. Su voz más calmada.

—Siempre contarás conmigo. Si necesitas algo, ve a mí.

LuHan no dijo nada. MinSeok se fue, cerrando la puerta tras él. Regresó su mirada hacia MinHo.

—Tonto.

Y no selo dijo precisamente al Choi Menor.

*

Era miércoles por la tarde, nada parecía inusual, había mucho trabajo como siempre, estaba cansado y un poco triste, MinHo se hubo ido desde la semana pasada y no había regresado de su viaje, se supone que solo se iría por el fin de semana pero al parecer tuvo que atender un asunto de importancia por petición de Jonghyun ya que está cerca de ese lugar. MinHo lo llamó el domingo por la noche, diciéndole que no regresaría hasta días después.

Qué más podría decirle, tan solo le pidió que se cuidara y que lo esperaba en casa.

Lo había extrañado tanto y solo habían pasado seis días. ¡Seis días y sentía que le hacía falta una parte importante de él! Como si le hubieran quitado un brazo o algo así.

Incluso SooJin estuvo preguntando insistentemente por MinHo. Demonios, se habían acostumbrado tanto que para padre eh hija era insoportable tenerlo lejos.

Con un puchero en los labios se dijo a si mismo que fuera paciente, cuando él regresara hablarían, específicamente del cumpleaños de su pequeña, tenía muchas cosas planeadas, este año sería muy especial, obviamente porque la familia estaba completa, por fin eran ellos tres.

Así que TaeMin estaba impaciente, emocionado y frustrado. Tener ese tipo de sentimientos a la vez era desagradable. La fiesta sería sencilla, con los padres de TaeMin, Kibum y...bueno MinSeok también estaba en la lista.

—Hola guapo.

SooYoung llegó de la nada, una sonrisa adornando su lindo rostro robando toda su atención.

—Hola noona.

—Ya casi es hora del almuerzo, así que pensé que sería bueno si comemos en la cafetería del piso de abajo.

TaeMin se echó a reír, ella frunció el ceño.

— ¿Qué? —colocó las manos en las caderas.

—Ahora que tu jefe no está te estás dando muchas libertades.

— ¡Claro que no!

—Saliste dos veces ayer, nadie sabea donde pero todos te vimos pasar apresurada por los pasillos.

—Tenía cosas importantes que hacer.

— ¿Cómo correr a los brazos de un lindo chico?

Ella se ruborizó.

—Necesitaba verlo, en un día normal de trabajo apenas tengo tiempo entre comidas, y él trabaja cerca.

TaeMin se levantó, cerrando su sesión en la computadora. Tomó su celular metiéndolo en el bolsillo de su pantalón y caminó al lado de SooYoung mientras le platicaba sobre su novio y las muy escasas ocasiones en las que les era posible almorzar juntos y por eso ella salió rápida y emocionada de la oficina en su encuentro.

Bajaron un piso y salieron por donde había una cafetería instalada para los trabajadores, entraron y se sentaron a cerca de una ventana.

—Ahora...que te he contado sobre mi chico, ¿me contarías sobre el tuyo?

Las largas pestañas de SooYoung abanicaron en su dirección, sonrió nervioso, no quería mentir, pero decirle la verdad, no era una opción por el momento. Así que se debatió sobre lo que podía decir.

— ¿Qué te hace pensar que hay un chico?

—Vamos —hizo un puchero—. No me veas la cara de tonta, sé que hay alguien.

Bien, sabía que este momento llegaría, y le diría, porque si no lo hacía no lo dejaría en paz, aunque por el momento omitiría muchos detalles, terminó contándole sobre una expareja que regresó y sobre su hija, y que ellos estaban bien por ahora. No pareció satisfecha con ello, pero captó que no iba a decir más.

La curiosidad estaba escrita en su rostro, pero para su fortuna su almuerzo llegó y terminaron hablando de otra cosa. Luego regresaron a trabajo, TaeMin tratando de sacar de su cabeza el hecho de que pronto su relación no sería ya un misterio.

Se sumergió en el trabajo, era mejor, todo se daría a conocer a su debido tiempo y no tenía que preocuparse por ello. Cuando llegó la hora de la salida, su cuerpo estaba molido y tenía un ligero dolor de cabeza. Se despidió del guardia cuando se acercaba a las enormes puertas de cristal, pero se detuvo de inmediato cuando notó un conocido auto negro.

El auto de MinHo.

Una sonrisa se formó de sus labios y abrió la puerta, ansioso por correr hacia él, y lo hubiera hecho, solo que tuvo que frenar sus pasos cuando vio salir, no solo a MinHo, sino también a LuHan, colgado de su cintura cuando ambos estaban fuera del auto a unos cuantos pasos.

Demasiado pegajoso.

TaeMin sonrió, más bien una mueca que intentó ser una sonrisa, se sentía tan ridículo, pero no podía ignorar la punzada de celos que sintió recorrerle el cuerpo. Si hubiese sido cualquier otra persona, hasta una mujer, realmente no se hubiera sentido tan descolocado, pero tenía que ser LuHan.

El amigo de la familia y el chico que siempre ha estado apegado a los hermanos Choi. El que podría estar aparentemente interesado en alguno de ellos.

Desvió la mirada, tratando de recomponerse, la puerta fue empujada repentinamente, un empleado le miró con el ceño fruncido cuando salió del edificio, recordó que estaba bloqueando las puertas de la entrada principal.

Rápidamente salió e inevitablemente fue capturado por la enorme sonrisa de su novio.

— ¡TaeMin! —caminó rápidamente hacia él y lo abrazó. El castaño miró a su alrededor, había poca gente la cual no ponía mucha atención hacia ellos, no le importaba que susurraran de él, lo que no quería era causarle alguna incomodidad a MinHo

Pero, inevitablemente durante su inspección, se encontró con los ojos claros de LuHan.

El chico estaba mirándolo sin mucha expresión en su rostro, pero claramente evaluando la situación. Si era lo bastante intuitivo, como imaginaba que era, no tendría problemas en entender lo que sucedía.

—Me alegra a verte visto antes de que fueras a casa.

TaeMin quitó su atención de LuHan, sonriendo para MinHo e instintivamente llevando una mano a su rosto para acariciar su mejilla. Había cosas que no podía detener y una de esas cosas era demostrarle cariño a su novio.

—Entonces has tenido un montón de suerte.

Santo cielo, tenía tantas ganas de besarlo ahí mismo y por mirada ansiosa de MinHo supo que él también lo deseaba.

MinHo se inclinó y le susurro:

—Te he extrañado muchísimo. Quiero comerte.

Las mejillas de TaMin se coloraron, dio un paso atrás marcando un poco de distancia, sintiendo como la emoción aumentaba. Se mordió el labio y sonrió con malicia.

—Esa no es la manera de tratar a sus empleados señor Choi —dijo como algo más que un susurro, lo suficiente para ser escuchado solo por el alto y que captara su interés.

—Te vas a casa conmigo —ordenó, y claro que iría con él.

—Hyung.

Cierto, MinHo no llegó solo, por un breve momento olvidó por completo a LuHan.

MinHo suspiró, la emoción drenándose de su cuerpo.

—Correcto, primero con Jonghyun —dijo desanimado—. Luhan, recuerdas a TaeMin, ¿cierto?

—Por supuesto, ya lo había visto varias veces en la oficina de HyoYeon noona.

TaeMin notó cierto... ¿desprecio?, no podría definir lo que la mirada fría que le dedicó el chico al saludarlo significaba.

—También lo recuerdo— dijo formal, aunque LuHan fuera más joven, seguía siendo una especie de superior.

—Tengo que ir con Jonghyun, es importante, mañana pasaré por tu departamento —le dijo, claramente disculpándose por no poder irse con él.

—Está bien —sonrió.

—Te veré luego —le dejó un beso rápido en la mejilla.

MinHo se fue, con LuHan a su lado, ambos entraron al edificio, sus figuras desapareciendo. TaeMin se dirigió hacia la parada de autobuses, pensando en esa sensación extraña que LuHan no se preocupaba de ocultar.

Al final pensó que estaba siendo un inmaduro por preocuparse por tonterías, LuHan obviamente estaba encaprichado con MinHo, sentimientos que era normal que un chico joven experimentaba, además, TaeMin era el novio de MinHo, no pasaron cuatro dolorosos años separados para estar finalmente juntos, solo para preocuparse por el comportamiento pegajoso de un chico.

Tonterías.

*

Estaban viendo una película, abrazados en el sofá de su sala, el brazo de MinHo dándole ligeras caricias en su cuello y su mano sobre el muslo del alto. Eran pasadsa las diez de la noche y SooJin ya estaba dormida. Una película conocida terminaba y TaeMin se estaba durmiendo de lo cómodo que se sentía estar acurrucado de esa manera.

—Tienes sueño —MinHo le peinó el flequillo hacia atrás, inclinándose y besando sus labios.

— ¿Tú no tienes sueño? —sus parpados pesaban, no había duda de que se veía adormilado.

—Un poco —sabían que su tiempo juntos no tardaría, un una hora cuando mucho MinHo se tendría que ir. Pero TaeMin no quería y no lo dejaría.

—Min, quédate.

MinHo le sonrió un poco inseguro—. Crees...que...

—Yo creo que han pasado...que ya ha pasado un tiempo considerable.

—Casi tres meses.

—Yo creo que es suficiente, además —se incorporó, sentándose derecho—. No creo que SooJin de verdad se sienta extraña contigo durmiendo en el departamento, algunas veces por la mañana me pregunta por ti, y tengo que decirle que te has regresado a casa para dormir en tu propia cama, ella responde: entonces que duerma aquí, le puedo prestar la mía.

Los ojos de MinHo se agrandaron, obviamente no esperaba enterarse de su pequeña lo extrañara tanto y pidiera por él.

Su corazón latía aceleradamente en su pecho.

— ¡En serio! —dijo con total emoción.

TaeMin asintió. Eso sucedió hace dos semanas, cuando SooJin era arropada por MinHo por la noche, era al último que veía y sabía que se quedaba con TaeMin cuando la dejaba en la cama para dormir.

Entonces a la mañana siguiente, al no verlo por el departamento le preguntaba al castaño donde estaba MinHo, obviando que había pasado la noche ahí con ellos.

La primera vez que sucedió TaeMin había reaccionado de esa misma manera. Enamorado y emocionado con los actos de su hija.

—Muy en serio. Entonces, ¿Te quedarás?

Era viernes por la noche, y a menos que MinHo tuviera un compromiso de trabajo en la mañana, no había motivos para decirle que no.

—Solo déjame ir por algunas cosas a mi departamento. No creo que tu pijama me quede.

El castaño sonrió de oreja a oreja, se le lanzó al cuello, odiando dejarlo ir aunque sea por ropa, pero tenía que sus playeras más grandes incluso le quedaban ajustadas al alto.

MinHo se fue de inmediato, media hora más tarde regresó con una pequeña bolsa de viaje, algo de ropa en ella y artículos personales de limpieza. Para ese entonces TaeMin ya tenía preparado su habitación, aunque era pequeña, hizo lo posible por que parezca espaciosa, movió algunos muebles y apiló cosas, después pensaría como reacomodar.

Al momento de dormir, ninguno pudo evitar poner las manos encima del otro, hicieron el amor, tan silencioso como pudieron, aunque TaeMin no evitó que se le escapara uno que otro gemido de satisfacción. Y después de eso, de sentir que había dado un paso más en su relación, durmieron al fin uno junto al otro toda la noche.

*

MinHo abrió los ojos lentamente, la habitación estaba iluminada por el sol de la mañana. Se sentía tan bien, envuelto en la comodidad, sabiendo donde estaba y al lado de quien. Respiró hondo, deleitándose del olor natural de TaeMin, olía a maravilloso, dulce y salado, su piel tersa, con algunos moretones que dejaban un bello recuerdo de su noche juntos y de lo que vendría después.

Una mañana de sábado nunca fue tan buena como esta.

—Hola —una voz soñolienta le dijo.

—Hola —se inclinó para besarle los labios.

TaeMin yacía enredado a su cuerpo, un brazo sobre su torso y una pierna sobre el muslo, ambos completamente desnudos. El cabello castaño de TaeMin estaba desordenado, sus mejillas y boca sonrosadas y en el cuello una marca roja, recordaba a la perfección esa marca y en qué momento la puso ahí.

Si sus mañanas iba a ser así de ahora en adelante, tenía que apresurarse y decirle a su novio sobre la casa que compró para ellos.

—Te ves adorable —susurró, girando el cuerpo para que quedaran uno frente al otro.

—Y tú muy sexy —TaeMin se enroscó en él, su pene despierto saludando el muslo de MinHo.

Se besaron, primero con adoración, luego con hambre. Al no querer detenerse hicieron el amor nuevamente, celebrando que MinHo, partir de ese momento no los dejaría, no lo dijeron con palabras, pero lo sabían.

Veinte minutos después, luego de más besos y una ducha, estaban de regreso en la habitación, TaeMin fue a comprobar a SooJin.

Estando solo, MinHo miró a su alrededor, a la pequeña habitación ya completamente iluminada por la luz que entraba por la ventana. En ocasiones anteriores no se había detenido a mirar con detalle este lugar.

Había el mismo escritorio con una lámpara de noche, la última vez que la vio había un montón de fotocopias, libros y una lapicera, donde se supone que TaeMin se pasaba sus horas estudiando cuando no trabajaba o cuidaba de SooJin. Ahora ese escritorio esta ordenado, sin más que unos libros apilados en una esquina y una lapicera casi vacía.

Miró más allá, en el mueble gastado donde TaeMin guardaba su ropa, miró las paredes, un par de cuadros lo adornaban, cuadros que eran seguramente de SooJin, y no había nada más.

El resto de la habitación tenía unas cuantas cajas apiladas, un ventilador y la cama en la que apenas cabían.

MinHo ya sabía que TaeMin no la tuvo fácil criando solo a una hija, pero mirar la realidad tan cerca era otra cosa.

—Sigue dormida —el castaño entró llamando su atención—. Eso me da tiempo de preparar el desayuno.

Fue hacia la cómoda a abriendo el primer cajón y sacando un peine, tomó la silla de su escritorio y se sentó en ella, quedando a un lado de MinHo.

El alto lo observó, le sorprendió como ellos estaban tan cómodos en tan poco tiempo y como un acto tan cotidiano como despertarse juntos se sentía tan maravilloso. No podía quitarle la vista de encima, él, era simplemente lo mejor que le había pasado en su vida.

Y por qué lo amaba, deseaba hacer y darle las cosas que no ha podido lograr.

—Tae... ¿te gustaría regresar a la universidad?

TaeMin detuvo sus movimientos de inmediato. Giró sobre la silla, sus manos sobre sus muslos y su mirada de franca sorpresa.

—Claro que me gustaría —hizo una mueca—. Pero no..

Lo estaba mirando con curiosidad y MinHo supo que estaba preguntándose cómo pudo preguntarle algo así, de la nada.

La verdad era...que estuvo pensando mucho en ello, desde la vez que Jonghyun lo entrevistó en su oficina, saber que tuvo que sacrificar tanto para poder darle lo mejor a SooJin lo hizo sentirse orgulloso, pero a la vez triste.

—Entonces déjame ayudarte —estiró la mano, el castaño la tomó de inmediato, lo halo hacia él, era bueno que tuviera una silla de ruedas, eso facilitó el arrastre.

— ¿Cómo? —Frunció el ceño—. La razón por la que abandoné fue porque no me alcanzaba para las matrículas y porque tenía que trabajar.

— ¿Nunca le pediste ayuda a tus padres?

TaeMin negó con la cabeza—. Ellos me ofrecieron ayuda siempre, pero la rechacé, sentí que era abusar mucho de ellos, les hubiera quitado el dinero que probablemente ellos necesitarían para cualquier...cualquier cosa, la despensa, ir al doctor. Además, logré auto sustentarme por un año, sostenernos solos...bueno, hasta que simplemente no pude.

Hubo, un muy corto momento de silencio, MinHo tomó la palabra.

—Entiendo que no querías colgarte de tus padres, pero un poco de ayuda te hubiera servido.

—Ya me ayudaban lo suficiente cuidando de SooJin mientras estaba en la escuela y trabajaba.

MinHo quería desaparecer esa tristeza en el rostro de TaeMin, no lo soportaba.

—Oye —le acarició la mejilla—. Pero estoy aquí, no quiero parecer un macho controlador, ni hacerte sentir menos si pago tu escuela, no —le dijo cuándo TaeMin iba a rebatir—, pero realmente quiero ayudarte en esto, quiero que vayas a la escuela, termina la carrera, divierte, es mi turno de cuidar de nuestra hija.

—Pero tú trabajo...

—Si tú pudiste hacerlo yo también puedo —se acercó y besó dulcemente sus labios—. No es como si me la llevara lejos, tan solo te ayudaré a que no sea tan difícil para ti estudiar. Déjame hacerlo.

—MinHo llevo apenas medio año trabajando con Jonghyun.

—Si quieres esperar a completar un año no importa, tampoco voy a obligarte, pero de verdad, quiero ayudarte, déjame hacer esto por ti.

TaeMin parpadeó, pensando, él quería retomar su carrera, pero la sola idea de dejar que MinHo le pagara todo le dejaba un sensación extraña, todo este tiempo él solo y ahora...todo parecía tan fácil.

Cuando entendió que hacer un enredo de esto no valía la pena, se dejó estar. Abrazó a MinHo, TaeMin quería seguir estudiando y MinHo lo ayudaría, no iba a rechazar esta muestra de amor.

—Lo haré, no ahora, primero tengo que organizar...bueno el resto de mi vida. Gracias.

MinHo le acarició la espalda, contento porque el castaño accedió. Ahora debía venir la noticia de la casa nueva, pero la voz aguda de su pequeña lo interrumpió.

—Buenos días papi —SooJin se acercó todavía medio adormilada, pero cuando se dio cuenta de que MinHo estaba ahí, sus ojos se ampliaron y corrió hacia la cama, trepándose como pudo—. ¡Señor MinHo!

SooJin se unió al abrazo, TaeMin solo reía, todos reían y en un momento de lucha, MinHo se dejó caer en el colchón, padre e hija cayeron sobre él, TaeMin le besó en los labios y SooJin en la mejilla.

MinHo ya no iba a poder vivir sin esto.

*

Era la primera vez que desayunaban juntos y para MinHo fue algo tan feliz, no sabría describir como se sentía que al fin pudiera compartir la mesa con las dos personas que más amaba en el mundo. Aunque tenían que trabajar con la manera en que su pequeña se refería hacia él, "señor MinHo", SooJin se mostraba en total confianza con su presencia, básicamente ya actuaban como padre e hija, ahora solo había que empezar a guiarla.

Quería ser llamado papá. Lo deseaba con todo el corazón.

Cuando el desayuno terminó, se le permitió a la pequeña ir a ver un poco de televisión, ellos permanecieron en la cocina y desde ahí se pudo escuchar las voces del televisor como un murmullo.

—Min —TaeMin halo la silla vacía para sentarse a su lado, le tomó la mano suavemente.

Santo cielo, le miraba con tanto amor.

—Quería hablarte de algo, es que...pronto será el cumpleaños de SooJin y bueno...yo ya estoy planeando su fiesta...

— ¿Su cumpleaños?—le interrumpió, al darse cuenta de lo tonto que sonó repitiendo las palabras del castaño rio—. ¿Cuándo será?

—El 25 de este mes, disculpa que no te hubiera dicho, pero cuando pensé en hacerlo te fuiste casi una semana...

—Está bien —le habló con voz suave. TaeMin parecía escandalizado por no haberle dicho—. Estamos a tiempo para organizar todo, ella se merece lo mejor... ¿Deberíamos...cuantas personas estarán con nosotros? ¿Deberíamos buscar un lugar?

—Siempre lo hacemos aquí —frunció el ceño.

—Amor, creo que deberíamos buscar algo más — se detuvo, no quería decir algo que pudiera ofender al castaño—. Espacioso.

El ceño de TaeMin se profundizó, parpadeó desviando la mirada antes de volver a él.

—Mi departamento es lo suficiente espacioso para su fiesta de cumpleaños.

—No quise molestarte, es solo que quiero que ella tenga una enorme fiesta....yo no he celebrado ninguna con ella —se rascó la parte posterior de la cabeza.

Estaba metiendo la pata, ahora TaeMin estaba visiblemente incómodo, tal vez recordando cosas que no debe de su pasado.

—MinHo ya nos has ayudado bastante, nos compras cosas...le compras cosas a SooJin.

"cosas que no puedo darle" iba a decirle, pero cerró la boca.

—...y encima me ayudarás con la escuela. Todo este tiempo solo hemos sido cuatro, mis padres, KiBum y yo —enumeró a cada uno con un dedo de la mano—. Sus cumpleaños han sido...modestos...—se encogió de hombros.

MinHo entendió lo que quería decir, esto se trata de dinero.

Con la escuela, el trabajo y sus gastos no podían exigirse más aunque pudiera. TaeMin le enseñó a SooJin que tener poco no era significado de ser poca persona, pero los niños eran siempre inconscientes de que no siempre se podía obtener todo.

MinHo pensó en todas las ocasiones que TaeMin tuvo que decirle a su hija que No a alguna cosa, hasta ahora no había presenciado algo como eso, pero seguro que lo haría, SooJin podía ser una chica inteligente, pero seguía siendo una niña con sueños y deseos.

Una niña que quería cosas.

Se sintió como idiota, había soltado su lengua sin pensar en cuanto dañaría a su novio.

—Oye ­—le acarició la mejilla con la yema de los dedos—. Lo siento, soy un tonto por no pensar un poco en ti.

TaeMin negó con la cabeza, no supo cómo interpretar aquello, no hasta que el castaño habló.

—Creo...que me enfadé por nada —sonrió.

—No, no lo hiciste y por favor no dejes de hacerme ver cuando me estoy pasando. Esta nueva vida con ustedes me tiene muy feliz y emocionado, muchas veces ni te pregunto sobre los dulces que le doy a SooJin.

Ambos rieron.

—La vas a malcriar —suspiró derrotado.

—Sí, lo voy a hacer, pero me debes detener cuando este sobrepasando los límites de padre mal criador.

—Lo haré.

—Pero sigo con la idea de buscar un lugar más grande —cuando TaeMin lo miró confundido se apresuró a aclarar: —. Probablemente este año no solo seamos nosotros, tus padres y KiBum.

TaeMinl ladeó la cabeza.

— ¿Qué quieres decir?

—Yo bueno...quisiera que al menos mis padres estuvieran con nosotros...si tú me lo permites.

TaeMin no entendió sus palabras de inmediato, pero cuando lo hizo abrió los ojos dejando descubierto todo el iris.

— ¡Tus padres saben de nosotros!

—Sip —se mordió el labio para no reírse de las expresiones de TaeMin, solo conseguiría un golpe en la cabeza si lo hacía, pero su sonrisa se fue cuando se percató de algo—. Sé que es sorpresivo, pero les dije la semana pasada fui con mi hermano y con LuHan a visitarlos. Yo les conté todo.

TaseMin se levantó de la silla como un resorte cuando escuchó aquello.

—Tae...—MinHo estaba evidentemente preocupado.

—No...está bien, yo sobre reaccioné de nuevo —tomó asiento—. Es solo que...nunca fui un asunto evidente para tu familia, además, si HyoYeon noona no sabía...

MinHo suspiró.

—Estaba buscando el momento adecuado, y no quería decirles a todos por teléfono. No eres algo que pudiera explicar en una llamada.

—Y...ellos...

—Estaban un poco confundidos al inicio, pero con ayuda de MinSeok...terminaron por querer conocerte de inmediato.

— ¿Qué tan de inmediato? —se mordió el labio inferior.

—La próxima semana.

A TaeMin inhaló.

—MinHo...no voy a mentirte...estoy nervioso, nosotros nunca...antes, Dios —exhaló el aire de sus pulmones.

—Confía en mí cuando te digo, que no tienes nada de qué preocuparte, ellos te aceptaran y aunque no lo hicieran, no sería importante, te tengo a ti y a SooJin, los demás pueden hacer lo que quieran.

—Es tu familia.

—Tú también eres mi familia, y te voy a preferir a ti, siempre.

El castaño no quería que dijera ese tipo de cosas, a menos que fueran malas personas no habría manera de ponerlo sobre su familia. Pero tenía que admitir, que esas palabras le dieron bastante confianza para aceptar un encuentro con la familia Choi.

Además, si MinHo fue directamente a hablarle a su familia de él, tenía que corresponder el gesto, por mucho que lo asustara.

—La próxima semana está bien.

MinHo sonrió.

—Gracias TaeMin.

—Pero...mañana podemos ir con mis padres, de hecho ellos...ya me pidieron que fuéramos a comer.

MinHo se congeló un segundo, seguro que no esperaba esa invitación. Pero su tensión fue sustituida por una sonrisa.

—Puedo intuir que tus padres ya sabían de nosotros.

­—SooJin es un poco habladora.

MinHo se acercó, lo besó en los labios, un beso lento y lleno de amor.

—Me encantaría ir con tu familia TaeMin.

El castaño sonrió, le besó de nuevo.

—Ellos también son tu familia.

Le regresaron sus palabras.

MinHo sintió una calidez recorrerle el cuerpo, lo tomó en sus brazos hasta sentarlo en su regazo, lo besó y lo besó, sin ganas de soltarlo en...bueno, mucho tiempo.

—Te amo —le susurró al oído.

TaeMin se estremeció con el aliento del alto en su piel.

—Te amo —le respondió.


Continue Reading

You'll Also Like

11.9K 1.5K 14
♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡ 🩷 Adaptación sin fines de lucro 🍼 Autora original: Beau B. Todos los créditos correspondi...
6.8K 659 14
♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡.⁠。⁠*⁠♡ 🏡 Adaptación sin fines de lucro 👨‍👨‍👦 Autora original: EXO_AL Todos los créditos corres...
334K 49.9K 38
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
4.8K 639 28
Después de vivir durante varios siglos, SeungHyun desdeña la moralidad de la humanidad actual, extraña la elegancia de antaño. Vive su existencia ab...