Hola, ¿qué tal están? Espero que muy bien, necesito que se queden hasta el final para leer la nota que les he dejado. Es importante. ;)
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Mientras ella dormía cubierta por las sabanas de la cama de Ron, el chico la miraba, se había sentado en el piso de su cuarto, se había colocado sus jeans y estaba descalzo y sin remera, miraba a su chica dormir mientras pensaba.
Lo que sucedió entre ellos la noche anterior lo había perturbado terriblemente, en el momento su deseo y su pasión lo dejaban desprender de su cabeza todas sus fantasías, pero luego se torturaba mentalmente pensando que era un desquiciado, la chica le provocaba un deseo irrefrenable, un deseo profundo y oscuro, por otro lado, la amaba, la quería con todo su corazón.
Ella estaba grabada en cada poro de su piel, grabada a fuego. Ron todavía no podía explicarse por qué ella le provocaba esos deseos incontenibles, mientras ella dormía y él la miraba, pensaba que no podía ser una persona normal, imaginaba que algo estaba mal en él, la amaba y la deseaba constantemente, hacerle el amor le hacía sentir que era su dueño, lo hacía sentirse poderoso y a la vez vulnerable.
Por estar con ella en la madriguera había mentido en el colegio y a sus padres, se preguntaba cuantas cosas más haría por pasar más tiempo con ella, la veía dormir con su cabello sobre el rostro y su corazón se enterneció.
-Eres tan bella.-Murmuró en un susurro.
Estaba seguro de que haría cualquier cosa por ella, recordó nuevamente la tarde anterior, recordó la forma en la que se complacían y se amaban, haberla visto tan expuesta y vulnerable lo excitaba, lo enloquecía la forma en la que ella se entregaba a él, se le brindaba sin reparos, se dejaba besar, poseer, saborear, se acercó a ella lentamente y desde el suelo estiró su cuello para darle un suave beso en los labios, la chica se movió suavemente y abrió los ojos, su mirada descubrió al momento los celestes y profundos ojos del pelirrojo, él le corrió el cabello del rostro y se lo acomodó detrás de las orejas.
-¿Quieres desayunar?
Hermione se estiró en la cama, feliz asintió con la cabeza, el chico intentó ponerse de pie para ocuparse del desayuno, pero ella no lo dejó, lo tomó de la mano y lo retuvo.
-¿Por qué estás fuera de la cama?-Ron se mordió el labio, no sabía cómo explicarle que se había despertado y que no podía contener sus ganas de besarla.
-Estabas muy dormida y yo no quería molestarte.
-¿Molestarme? ¿Estás loco?-Le dijo la chica sorprendida.
-Puede ser...-contestó él con tono coqueto.
La chica tiró de la mano de Ron para que éste se acerara, cuando lo tuvo lo suficientemente cerca, lo rodeó del cuello y lo besó.
-¿Cómo podrías molestarme?-Le dijo suave en el oído.
El chico cerró los ojos y escuchó el murmullo de su voz en su oído, fue tal la sensación que se le erizaron los vellos de la nuca.
-Vamos a... desayunar.-susurró el chico con voz entre cortada.
-No quiero desayunar.
-¿No tienes hambre?
-Si, tengo hambre de ti...-Le contestó la chica con voz seductora.
La chica nuevamente comenzó a besarlo, pasó su lengua sedosa sobre los labios de su novio, Ron la tomó del rostro con las manos, se dejó acariciar tan dulcemente por esa boca que lo perdía, luego se separó unos centímetros de ella.
-¿Por qué me provocas así?, ¿No te das cuenta de que no puedo oponerme?
Ella abrió sus enormes ojos castaños y le habló:
-¿Qué te asusta, mi amor? A veces, siento que te alejas de mí...
-¿Alejarme? No, claro que no, es que... yo...
-¿Tú qué, Ron?, ¿Qué pasa?
El pelirrojo la tomó con más fuerzas del rostro y comenzó a besarla salvajemente.
-Me provocas, me gustas tanto.-Le decía mientras jadeaba. Después continúo hablándole.-No puedo alejarme de ti, no quiero que te canses nunca de mis besos, de mi cuerpo...
Hermione se quedó muda unos segundos, lo tomó del cuello y obligó a subir a la cama, él se recostó sobre ella.
-Nunca, jamás me cansaría de ti, todo en ti me atrae, te amo, ¿No te das cuenta? me encanta que me beses, que me toques, que me sientas, quiero sentirte en mí a cada momento.
Ron la besó nuevamente, pero esta vez con más pasión, si es que cabía más en su cuerpo, se quitó el pantalón y se metió bajo las sabanas.
-Te amo, Herms.
Bajó con su lengua por el cuello de la chica haciendo que ésta se enloqueciera.
-Quiero sentirte, mi amor-Le respondía ella.
Él no podía negarse, no quería, nuevamente lo inundaba esa sensación de poder, de ser su dueño, bajó sus manos por sobre la piel de la joven y acarició sus pechos suaves, se estremeció al sentir sus pezones erguidos, bajó con su boca y los saboreó, su deseo aumentó vertiginosamente, succionaba con sus labios esa zona tan dulce de su novia, mordía suavemente sus pezones enloqueciéndola por completo, ella arqueó la espalda y él aprovecho esto para morder su cuello, le separó las piernas y la penetró.
Se movió lentamente dentro de ella para disfrutarla, la chica jadeaba y se entregaba por completo, el muchacho estaba enloquecido y sabía que no soportaría por mucho más ese deseo furioso de satisfacerse, salió de su interior y bajó con su lengua recorriendo su cuerpo, bajó por su vientre hasta llegar a su sexo, ella arqueó más la espalda sabiendo lo que le esperaba.
Ron comenzó a besar su intimidad saboreándola y provocándole placeres indescriptibles, cuando ella no pudo más y gritó de deseo, él nuevamente se acomodó entre sus piernas, la penetró con fuerzas y se movió salvajemente dentro de ella, se tomaron de las manos entrelazando sus dedos, ella abrió la boca para gemir y él le hundió la lengua enloquecido, al término de unos segundos, la esencia furiosa del chico salió de su cuerpo dándole el alivio que tanto necesitaba.
Después de un baño necesario tomaron un desayuno rápido y acomodaron la casa, el almuerzo los sorprendió entre mimos y besos dulces, caricias suaves y palabras de amor. Mientras Hermione se aseguraba del orden en la cocina, Ron estaba en el sillón escribiendo algo sobre un pergamino, ella lo miró de pronto y preguntó:
-¿Qué haces?
El chico le sonrió.
-Es una sorpresa.
Cuando terminó su exhaustiva revisión en la cocina la chica fue hasta el sillón donde estaba su novio.
-¿Me mostrarás la sorpresa?
El volvió a reír.
-Luego, ahora no.-Le respondió divertido.
Guardó la nota en su bolsillo y la tomó de la mano, se recostaron en el sillón y se besaron, sin darse cuenta se durmieron abrazados y tranquilos. Al rato el chico abrió los ojos, no sabía cuánto tiempo había pasado desde que ese habían quedado dormidos, giró su cabeza y vio que la chica no estaba, la buscó en la planta baja pero no la encontró, subió hasta su cuarto y empujó la puerta con cuidado, tampoco estaba, fue hasta el baño y la llamó:
-¿Herms, estás ahí?
Nadie respondió, buscó en la habitación de Ginny y tampoco la encontró, su corazón se agitó aún más.
-¡Hermione!-Gritó mientras bajaba la escaleras.
Era en vano, nadie le respondía, salió de la casa y miró el paisaje, no veía por ningún lado el cabello castaño de su novia.
-¡Hermione!-Gritó de nuevo.
Se llevó las manos al rostro y se desesperó, miró hacia el establo y observó que las puertas estaban abiertas, corrió atravesando el huerto que cultivaba su madre, tomó la ancha de madera con su mano e hizo fuerza para abrirla, primero asomó su cabeza y miró a su chica que estaba sentada en la paja amarilla alimentando unas gallinas, entró en silencio y se le quedó mirando.
-¿Qué haces aquí?
-No quise despertarte, te veías muy bien durmiendo.-Le confesó la chica con una sonrisa coqueta.
-No vuelvas a hacer eso, me preocupe por ti.-Le respondió el chico con tono molesto.
-Lo siento, no quise asustarte, pero no te preocupes, no pasa nada.
-Bueno, pero no puedes irte así.
El chico estaba algo molesto pero ella no estaba dispuesta a discutir con él por algo tan tonto. Se puso de pie y camino hasta Ron, lo tomó del rostro y lo besó.
-Bien, lo siento.-Le dijo finalmente, el pelirrojo le quitó del cabello una paja seca y la dejó caer, el establo no era grande, pero tenía unos pilones de alfalfa y varios montículos de paja desparramada, de los techos de madera colgaban palas, tijeras de jardín, rastrillos y monturas de caballos.
-¿Tienes un caballo?-Preguntó la chica tomado una correa de cuero.
-Teníamos uno, pero mi padre se lo envió a un primo.
La chica caminaba por el lugar aspirando ese olor tan particular de un establo, Ron la miraba sorprendido, para él siempre había sido un lugar común, pero ella lo miraba como si fuera el más bello de los lugares de su casa. La chica se veía feliz y radiante, a él no se le escapó esto, la observaba caminar con su vestido suelto y su pelo atado en una cola de caballo.
-Eres preciosa.-Le murmuró casi inconscientemente, ella se giró y llevó su mano a su cabello, se quitó la banda de goma que sostenía su pelo y lo dejó caer por sobre sus hombros, luego se llevó las manos a la parte delantera del vestido y comenzó a desabotonárselo lentamente.
El chico simplemente no lo podía creer, la miraba con los ojos abiertos queriendo saber a dónde llegaría, pasaron solo unos segundos cuando la chica ya tenía tres de sus botones abiertos, sus pechos se asomaron, morenos, turgentes, llamativos, Ron caminó hacia ella y la tomó de la cintura, ella lo rodeó del cuello y le besó el rostro muy cerca del oído.
-Quiero sentirte.
El pelirrojo imaginó que estaba soñando, ella nuevamente se le entregaba, lo deseaba, él no podía ni quería negarse, sabía que al día siguiente, el quinto día debían regresar, no podía perder la oportunidad de tenerla una vez más, de hacerla suya, mientras la besaba suavemente en su cabeza pasaban varias imágenes de la castaña, recordó la imagen salvaje de ella besando su sexo hasta saciarlo, su cuerpo desnudo sobre la mesa de la cocina, la escena de ella con los ojos vendados sobre su cama, se apartó de ella bruscamente.
-No te muevas de aquí.
Hermione se mordía el labio estaba algo nerviosa, no comprendía como él podía haberse marchado justo en ese momento. A los minutos regreso el pelirrojo, entro en el establo y cerro las puertas asegurándolas con una madera que la atravesaba de lado a lado, luego camino hasta su novia que lo esperaba deseosa, metió la mano en el bolsillo de su pantalón y saco de el un pañuelo largo y negro, la chica lo reconoció pero no dijo nada, se quedo parada mirándolo, tratando de adivinar que quería su chico con eso, Ron tomo el pañuelo y le vendo los ojos, ella abrió los labios con la intención de decir algo, pero él no la dejo.
-Shhh, no digas nada.-Luego la besó con pasión ardiente.
Le hundió la lengua en la boca buscando la de la chica, acariciando y sintiendo cada parte de su suave y calida boca, luego se apartó de ella y la miró, Hermione seguía quieta y el chico notó que temblaba levemente.
-Desvístete.-Le ordenó con voz suave pero segura, la idea perturbó la cabeza de la chica, a pesar de no comprender bien lo que pasaba, fue obediente una vez más con él, se quitó lentamente el vestido frente a la atenta mirada de Ron, ella dejó caer su vestido y el se quitó la camiseta quedando con el torso desnudo.
-Quítate el sostén.-Ella lo hizo mientras Ron respiraba agitadamente, no sabía lo que hacía ni por qué lo hacía, pero verla así de vulnerable lo excitaba, se sentía nuevamente poderoso, su dueño...
Caminó hasta su novia y la besó, le daba suaves besos en los labios, pasaba suavemente su lengua sobre los labios hinchados de la chica, de pronto se apartaba de ella dejándola con la boca abierta y jadeante, luego regresaba a besarla provocándole un deseo más agudo, la tomó de la cintura y la obligó a dar varios pasos hacia atrás, finalmente ella quedó apoyada en un tronco de madera que se elevaba en el medio del establo y servía de columna y sostén del techo.
-Quédate quieta.-Le susurró en el oído.
Ron caminó lentamente alrededor de ella, la observaba y la contemplaba con los ojos brillantes de deseo, tomó las cuerdas de cuero de la montura del caballo y se acercó, se paró justo detrás de la chica, detrás del poste de madera, llevó sus manos a los senos de la chica, ella sintió las manos de su novio apoderarse de ellos mientras las finas cuerdas de cuero caían sobre su vientre, una corriente eléctrica le recorrió el cuerpo.
-Te amo.-Le susurro él sin dejar de apretar sus pezones, caminó nuevamente bordeándola hasta que se paró delante de la chica, la tomó de las manos y la recostó en la paja seca, ella quedó con la punta de su cabeza a unos 30 centímetros del poste de madera, Ron tomó ambas manos de la chica y la obligó con delicadeza a llevar sus manos hacia atrás estirando sus brazos, con cuidado, le ato las manos al tronco de madera, ella jadeaba y se contorsionaba de deseo, todo era excitante y provocador, se sentía vulnerable, poseída... Dominada.
Ron la tomó de las caderas y jaló su ropa interior dejándola desnuda, expuesta, pasó sus dedos varoniles sobre su sexo y la sintió húmeda, acarició con ternura esa zona y ella gemía a cada caricia, el muchacho reclinó su cuerpo sobre ella y besó sus pechos tibios, mordisqueó sus pezones, pero esta vez, lo hizo con más fuerza, ella sintió un leve ardor pero no se quejó, era totalmente soportable, el placer era más intenso que el ardor, el pelirrojo describía círculos con la punta de su lengua en las aureolas de la chica mientras ella gemía mas fuerte.
-Te deseo, Ron.
Se montó sobre ella, la tomó del rostro para besarla, Hermione abría su boca con desesperación para recibirlo, el chico seguía masajeado sus pechos colmándola de un deseo incontenible.
-Te deseo...-Repetía ella.-Quiero sentirte, por favor, mi amor.-Ron estaba fuera de sí, ella le suplicaba que la penetrara y él disfrutaba ese ruego.
Se sintió poderoso y sobrecargado de deseo, le besó el cuello y le habló al oído.
-Separa las piernas, cariño.
El chico se quitó su pantalón y bóxer rápido como un rayo, la tomó de las caderas y la miró una vez más, ella con los ojos vendados y las manos atadas, entregada a él, la penetró con fuerzas mientras un gemido profundo se le escapaba de su garganta, se clavaba en ella profundamente sintiéndola hasta al fondo de su ser, ella gemía y se retorcía, arqueaba la espalda y jadeaba con la respiración entre cortada.
-Siénteme, Ron.-El chico se enloquecía al escucharla tan excitada y dispuesta, se movía frenéticamente disfrutándola, besó su cuello, sus hombros, bajó con su lengua hasta sus pechos, los mordió, los mamo con pasión mientras arremetía contra ella.
El pelirrojo vio como su novia se contorsionaba tensando las facciones de su cara, la chica gritaba y arqueaba la espalda, Ron entornó lo ojos y movió sus caderas con más fuerzas.
-Te amo, Herms.-Le dijo con la voz enloquecida, ella gimió con fuerza y el chico sintió que sus fuerzas lo abandonaban.
Apoyó las palmas de la mano sobre la paja seca y arqueó la espalda elevando su cuerpo para sentirla más profundamente aun, con un grito largo y agudo, se desplomó. La chica temblaba como una hoja, él también temblaba, él volvió en si y desató las manos de su novia, ella bajó lentamente los brazos y lo rodeó del cuello, Ron le quitó la venda y ella apenas pudo abrir los ojos, su vista estaba nublada.
-Yo, oh, Herms, lo siento, me dejé llevar...-Ron sentía que sus actos eran horrendos.
-No digas nada, Ron, me encanta todo lo que haces, te amo, puedes hacer lo que quieras, soy tuya, mi amor, tuya...-Le murmuró la chica apoyando su cabeza en el pecho pecoso del joven, Ron quería decirle mil cosas pero no sabía por donde empezar, sus fantasías eran extrañas y no podía definirlas con palabras, de todas maneras, cada día que pasaban juntos, avanzaban otro peldaño en el camino de su placer, él quería jugar este juego extraño y ella no se resistiría.
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Todo el rollo de yo soy tuya y tú eres mío no es mi tipo, y creo que era mejor retirar algunas de estas escenas, eran pesadas e irrelevantes.
Espero que les haya gustado, después de tanto tiempo...
Un saludo para GelbertTorresGarcs y LuciaaaMartinezz, que pidieron este cap, muchas gracias por el apoyo en la historia.
Y pues, como sé que no revisan mi muro (u_u) les dejó el trailer de "Cuestión de suerte.", La nueva historia Romione AU que tengo en la cuenta. Espero que les guste y comenten su opinión, sería muy lindo de su parte.
Un beso, y hasta pronto.
Att: LauraHillón ✏.