Miro mi reflejo sobre el espejo, bufo y con toda la pereza del mundo comienzo a cepillar mi cabello, para atarlo en una coleta e intentar acomodarlo de la mejor manera.
Tenía demasiado sueño.
Y el hecho de solo haber dormido cinco horas no ayudaba en lo absoluto.
Todo esto se debía al entrenamiento de estos últimos días, ya que ha estado bastante reñido, diría yo. Tampö ha hablado con cada uno de nosotros, y hemos llegado a la conclusión de que la única manera de estar preparados para el ataque de la nueva era, sería dando el doble de esfuerzo que de por sí, ya se requería.
-¡Cloe, baja a desayunar!- exclama mi madre desde la planta baja.
Me desconcierto un poco al principio, pero después recuerdo que su turno comienza tarde.
-¡Voy!- digo a la vez que enciendo la pantalla de mi celular revisando mis notificaciones.
Me dirijo al apartado de mensajes, y presiono sobre el contacto de Lon.
Hey!
¿Por qué no has ido estos días?
¿Lon? :(
¡Necesitamos hablar!
Pasaron lo que fueron varios minutos, pero seguía sin siquiera ver aquellos mensajes, justo cuando estaba por rendirme, recibí su respuesta.
Lon: Después de clases, en el patio del instituto.
Lon: También necesito decirte algo.
Una pequeña sonrisa se posa sobre mis labios, satisfecha, guardo el pequeño aparto en la bolsa de mis pantalones.
-¡Cloe!- vuelve a gritar mi madre. -¡Necesito que bajes ahora mismo!-
-¡Perdona!- digo a la vez que tomo mi mochila y bajo rápidamente.
-¿Por qué has tardado tanto?- me inquiere ella.
-Asuntos personales.- respondo. –Nada importante.- añado al ver la confusión en su rostro.
–Tengo que irme ya, desayuna antes de irte.- me ordena mientras se pone de pie y toma su bolso.
-Está bien.-
-Te veré después.- se despide mí. –Hasta luego Ana.-
-Hasta luego.- se despide ella.
¿Asuntos personales?- me pregunta Ana, mientras me sirve un plato de huevo con tocino.
-Sí.- miento mirando la comida servida en mi plato.
-¿Segura?-
-Ajam.- reitero, dirigiendo un trozo de comida a mi boca.
Ana me sigue mirando no muy convencida a lo que decido responder.
Bajo los hombros completamente rendida. -Lon no a ido al instituto estos días.- admito.
-Estas preocupada por él, ¿no es así?- alza una ceja.
Asiento. -Quedamos en vernos después de clases.-
-Seguramente existe una explicación lógica para todo este embrollo.- dice, dándome una cálida sonrisa.
Y eso era lo que yo esperaba.
∞
Las clases transcurrieron con normalidad, admito que esta bastante ansiosa.
Lo suficiente como para que mi apetito desapareciera...
-Llevas veinte minutos observando ese tazón de uvas.- dice Fenzy. -Si tú no las comes, me temo decir que tendré que intervenir.- advierte.
-Todas tuyas.- digo señalado el tazón.
Alza ambos hombros y las toma.
-Por cierto.- capta mi atención. -¿Dónde se a metido Lon estos días?- me pregunta.
-Créeme que también desearía saberlo.-
-¿Estas preocupada por él?- me pregunta.
Asiento, girando mi vista hacia un costado.
Pero, mi mirada cae sobre Zak, quien se encontraba no muy lejos de mí, platicando con sus amigos.
Soy consciente de lo que hago, así que rápidamente vuelvo a mirar a Fenzy.
-¿Te quedarás al taller?- pregunta de repente.
-No.- respondo. -Debo ir a hacer unas cosas.- excuso.
Miro la pantalla de mi celular, ya era hora de ir a encontrarme con Lon.
-Debo irme.- digo, comenzando a guardar mis cosas.
Tomo mi mochila, y antes de poder colocarme de pie, los brazaletes comienzan a brillar.
Fenzy me mira, y sé que estoy en problemas.
-Vamos.- me dice ella.
-No, no puedo.- respondo comenzando a avanzar hacia el lado contrario.
>>-Realmente tengo que ir.- admito.
Ella suspira y asiente. -Inventaré una excusa, no tardes.-
Asiento y comienzo a correr hacia el patio central.
∞
Llego al lugar, pero no visualizo a Lon por ningún lado.
Busco mi celular, y decido marcar su número, pero antes de poder hacerlo, lo veo, no muy lejos de mí.
Sonrió y avanzo hasta él.
Por inercia lo abrazo, él tarda en corresponderme, pero lo hace. Me separo de él y lo miro por algunos segundos.
Algo andaba mal.
Al ver que no hablaba, decidí comenzar. -¿Sucede algo?-
>>-¿Me has escuchado?- pregunté, realmente confundida.
Pero nuevamente no contesto.
>>-¿Por qué has faltado estos...-
-Cloe...- comienza, y sé que lo siguiente que dirá, no me agradara en lo absoluto. -Yo...- suspira. - No podré venir más.-
Estaba segura de que no quería escuchar lo siguiente, pero aun así decidí quedarme.
-No podre volver por un largo tiempo.- irrumpe de golpe. -Mi padre...- dice, dejando la oración en el aire.
Inevitablemente un nudo se instala en mi garganta.
-¿Por qué no me lo dijiste antes?- inquiero, a sabiendas de que él sabía acerca de aquello, y nunca decidido contarme la verdad.
-No quería.- habla, distante. -No sabía cómo...-
-¡Si tu propósito era abandonarme lo hubieses dicho!- estallo de golpe, sin poder contenerme un segundo más.
-Cloe...- llama, en tono de advertencia.
-Lo prometiste.- le recuerdo, sintiendo como una lágrima desciende a lo largo de mi mejilla.
-¿Crees que esto es mi decisión?- me mira. -¿Crees que sería capaz de abandonarte?-
-Es lo que parece.- respondo firme.
-¿Piensas que soy como él?- inquiere con amargura.
-No lo metas, porque no tiene nada que ver en todo esto.- advierto.
-¿Acaso crees que me gusta ver como estas sufriendo?-
-Tu más que nadie conoce mi situación.- digo, dejando que las lágrimas corran por mí rostro.
>>-Lon, no puedes simplemente irte.- murmuro. -Eres mi mejor amigo.- expreso, conteniendo un sollozo.
Nadie dice nada, y en un intento de detenerlo, digo.
-Te necesito...- admito, tomando su mano.
-Debo irme.- corta de golpe.
Lo miro, aun con los ojos llenos de lágrimas. -Lon...-
-No puedes impedir esto, Cloe.- dice. -Solo venia avisarte, no quería que supieras por otra persona que no fuera yo.- explica.
>>-Tengo que irme.- se suelta de mi agarre. -Adiós.- da media vuelta y comienza a alejarse.
Una gran impotencia se apodera por completo de mí, y sin pensarlo, exclamo...
-¡Sí eres como él!- grito con dificultad, viendo como desaparece de mi campo de visión.
Y sin siquiera saberlo, aquel día sería el último en que sabría de aquella persona...
Aquella que solía ser llamado mi mejor amigo.
∞
Corro hacia la colina lo más rápido que mis pies me lo permiten, sabía que llegaría tarde, pero aún así tenía que hacer el intento.
Debía ir a ese entrenamiento quisiera o no.
Al llegar, no tardo mucho en teletransportame, caigo, pero rápidamente me coloco de pie y comienzo a avanzar hacia el campo de entrenamiento.
Miro hacia todas partes, pero no veo a nadie.
-Sabía que era demasiado bueno para ser verdad.- dicen a mis espaldas.
Por inercia giro, y veo a Zak con los brazos cruzados junto a los chicos.
Fenzy me mira, y sé que lo siguiente no será nada bueno.
-Lamento llegar tarde.- hablo. -Pero, surgió alg...-
-Puedes ahorrarte las excusas.- me responde tajantemente.
>>-Si no estas dispuesta a comprometerte con el entrenamiento, entonces lo mejor, será que abandones el equipo.-
-Ni si quiera sabes lo que sucedió.- respondo, tratando de mantener la compostura.
-¿Me crees acaso idiota?- inquiere, y sé de sobra que esta furioso.
-¡Ni si quiera me has dado la oportunidad de explicarte!- exclamo.
-¡No tendría porque hacerlo!- dice, comenzando a avanzar hacia mí.
>>-¡Sé perfectamente lo que hiciste!-
-¡No digas cosas solo porque sí!-
-¡Fuiste a arrastrarte hacia los brazos de Lon!- grita, acercándose hacia mí.
Un nudo se forma en mi garganta y quedo atónita por su comentario.
-No sabes lo que estas diciendo.- advierto en un murmuro.
-¡Créeme que sé de sobra como son las cosas!- estalla. -¡Todos aquí sabemos que es lo mejor que sabes hacer!-
Lo miro sorprendida.
Todo a nuestro alrededor queda en silencio, corto la poca distancia que quedaba entre ambos, y mi mano se estampa sobre su mejilla.
Él me mira sorprendido, asimilando lo que acaba de suceder.
Una lagrima desciende sobre mis mejillas, la retiro rápidamente y sin decir nada más corro hasta el portal y regreso a la tierra.
∞
Desciendo de la colina, y corro lo más lejos posible de allí.
No tenía porque soportar aquello.
No quería volver a casa, sabría que por más que quisiera ocultarlo no podría.
Camino hasta el único lugar que viene a mi mente, el parque.
Corro hasta allí, me siento sobre una banca, y no pasa mucho para que todo mi ser se desmorone.
Me era imposible poder contener las lagrimas, estaba segura de que mis sollozos se escuchaban, pero era lo que menos me importaba en estos momentos.
Ahora más que nunca, estaba completamente sola.
∞
Miro hacia el portal, tratando de sumirme en mis propios pensamientos.
Sabía lo que acababa de hacer.
-No tenías porque ser así con ella.- dice Fenzy, obstruyendo mi campo de visión.
La ignoro, y comienzo a avanzar.
Ríe por lo bajo y se coloca a mi lado. -Sigues siendo la misma persona arrogante de siempre, no tiene caso hablar contigo.- dicho eso, se aleja.
Miro como desaparece en el portal, y me quedo quieto durante algunos minutos.
Una mano se coloca sobre mi hombro, y veo a Kiet.
-Entiendo tus razones.- dice. -Pero no dejes que el enojo te ciegue.- dicho eso, avanza hasta el portal y desaparece, dejándome completamente solo.
Comienzo a avanzar hacia el portal, y después de un rato, me teletransporto hacia la tierra.
Camino por la colina, y mi mirada comienza a divagar por los lados.
El trayecto hasta mi casa fue largo, pero cuando por fin estoy frente a ella, instintivamente giro y miro hacia arriba.
Aun no había llegado.
Saco el celular de mis pantalones, y veo que es tarde.
Suspiro y me siento sobre la calle.
Sabía lo que estaba sucediendo, pero era demasiado cobarde como para admitirlo.
∞