Capítulo 8: Poderes.

1.4K 109 80
                                    

¿Alguna vez se han puesto a pensar que la capacidad del ser humano para cometer estupideces es realmente impresionante?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Alguna vez se han puesto a pensar que la capacidad del ser humano para cometer estupideces es realmente impresionante?

Yo no, pero ahora lo sé.

Esto me ha quedado comprobado con tan solo ver a una persona.

Kassidy.

A quien no solo le basto cometer un drama total por un simple rasguño, si no que por poco incendia la escuela por completo. 

Cuando en mi lugar, era casi aplastada por una ola de estudiantes eufóricos dispuestos a salvar sus vidas a como diera lugar.

Y digo casi, porque sigo viva.

Gracias a Zak.

Sin si quiera darme tiempo de reaccionar, todos comienzan a correr en dirección a la salida, ocasionando que me desconcierte y pierda el equilibrio, cayendo automáticamente al suelo.

Reaccione e intente ponerme de pie, pero debido a la gran cantidad de personas corriendo en dirección contraria, me resultaba imposible poder lograrlo.

Justo cuando pensé que realmente era mi fin, por qué técnicamente era imposible sobrevivir a todo este caos, alguien me toma del ante brazo y lo jala hacia arriba. 

Nada amable por cierto.

-¿Se puede saber qué diablos hacías en el suelo?- pregunta molesto. 

Lo miro por algunos segundos, tratando de asimilar lo que acababa de suceder.

>>-¿Qué acaso no vez a toda la gente corriendo a nuestro alrededor?- vuelve a decir.

Mi ceño se frunce, miro su agarre y me deshago de el. 

-Lo siento, pero el suelo estaba triste y decidí venir a darle un abrazo.- solté irónicamente. 

>>–Es más que obvio que me caí, Zak.-

-Como sea, tenemos que salir de aquí ya.- me ordenó. 

Abrí mi boca, totalmente ofendida. 

-Eso hubiéramos hecho desde un inicio.- solté. -No preguntar cosas que ya son obvias.- 

-¡Solo avanza!- grita.

-Entonces, ¡deja de discutir!- exclamé.

-¿Yo?- preguntó sarcásticamente. –Tú eres la que está discutiendo.-

-¡Pues entonces deja de hacerlo y vayámonos!-

-¡Pues vamos!- me dijo él.

Ahora, me encuentro sentada debajo de un pequeño árbol, escuchando los lamentos de Kassidy, las quejas de Zak, las posibles conspiraciones de Kiet y las maldiciones de Fenzy.

Has cambiado࿓ Zaloe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora