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-¿Estás bien?- me pregunta mientras me ayuda a colocarme de pie.
-Supongo que sí.- respondo, colocando mis brazos alrededor de mi espalda.
Kiet mira hacia uno de mis costados y exaspera.
-Parece que tenemos un nuevo problema.- señala detrás mio.
Giro y entiendo a lo que se refería.
Había un gran puñado de rocas obstruyendo el camino.
Habíamos quedado divididos.
Me acerco hasta las grandes rocas e intento sonar lo más fuerte que mis pulmones me lo permiten.
-¡Chicos!- los llamo.
-¿Nos escuchan?- prosigo.
Tardan un poco en responder, pero finalmente lo hacen.
-¡Aquí estamos!-
Antes de poder decir algo, Kiet se adelanta.
-¿Se encuentran bien?- inquiere.
-¡Estamos bien!- afirma Cloe.
Suspiro de alivio, al menos ambos se encontraban con vida todavía.
-Debemos de quitar estas rocas.- dice Kiet.
-¿Cómo pretendes hacerlo?- inquiero.
-Utilizaré la onda-geo-sen.- se aleja un poco. -Servirá de algo.-
-¡Espera!- lo freno de golpe. -No podemos arriesgarnos a ocasionar otro derrumbe.- explico. -Los cimientos están demasiado débiles, cualquier impacto podría ocasionar otra avalancha.-
>> -Y una mucho mas grande.- recalco.
-¿Siguen ahí?- pregunta Cloe.
-¡Aquí estamos!- respondo.
-¡Intenten utilizar los comunicadores!- pide Zak.
Hago lo que dice y lo prendo, tratando de ver si aún funcionaba.
-¿Hola?-
Pero nadie respondía nada.
-¡Lo tengo!- exclama Kiet a mi costado.
-Creo que solo funciona el tuyo.- señalo.
-¿Zak me escuchas?- comprueba él.
Comienzo a mover el dichoso aparato con movimientos bruscos. Si los deslizadores sirvieron a base de malos golpes de Kiet, el comunicador debía de ser del mismo modo.
-¿Qué rayos haces?- inquiere Kiet.
-Arreglando esta cosa.- digo como puedo mientras lo zarandeo de un lado a otro.
