"Eres mi amante herida, que me mantiene caminando sobre un alambre, no sé cuando vas a volar, así que voy en puntillas a través de tu mina desencadenada, peleas conmigo pero estoy de tu lado, derrotada, estoy en retirada, ¿Por qué estás tratando de hacerme tu enemiga? Todo lo que realmente necesito es un poco de paz, solo quiero ser tu amante, oh, esto no es una competencia, así que cariño ¿Por qué la munición? No quiero ser la última en quedar en pie"
Houston, Estados Unidos
Terminé de arreglar los últimos detalles de la nueva edición de la revista para después sonreír orgullosa, había quedado bastante bien.
Tomé mi teléfono y observé la hora solo para darme cuenta de que Destiny saldría de la escuela en menos de 20 minutos, tenía que ir a buscarla.
Me levanté y después de cerrar mi laptop tomé mi chaqueta, mi cartera y caminé fuera de mi oficina.
-Dinah, iré por Destiny, estás a cargo hasta que vuelva.- le avisé a mi rubia amiga y ella asintió mientras veía la hora.
-¿Vas a almorzar con ella?.- preguntó y yo asentí.
-Si, vuelvo después de dejarla en casa de mis Padres, nos vemos.- le lancé un beso para después caminar hacia el ascensor.
Entré y presioné el botón de la primera planta, las puertas se cerraron y yo me recargue en la pared tipo espejo para después suspirar.
Pasé una mano por mi rostro y busqué una menta en mi cartera, la metí en mi boca para después tomar mi teléfono, revisé las llamadas y mensajes recientes pero no había nada de Camila, bufé por lo bajo.
No quería discutir con ella así que preferí no llamarla, últimamente está insoportable y no quería amargarme el día por su culpa.
Llegué a la primera planta y después de despedirme de algunos empleados salí del edificio para caminar directamente a mi estacionamiento privado.
Después de quitarle la alarma a mi camioneta me subí en el lado del conductor, coloqué en marcha el vehículo y salí rápidamente del recinto.
La escuela de mi hija estaba a menos de cinco minutos en auto así que el viaje no era tan largo, podría tomarme un pequeño tiempo mientras esperaba a Destiny.
Me estacioné y bajé para después colocar la alarma, busqué un cigarrillo, lo encendí y lo llevé a mis labios, después de haberme terminado la pequeña menta.
Le di una calada profunda para después expulsar el humo, me sentí inmediatamente en paz conmigo misma, el peso sobre mis hombros desapareció completamente.
Miré nuevamente la hora y me cerciore de que aún faltaran unos 10 minutos para que Destiny saliera, a mi hija no le gustaba verme fumando.
Mi teléfono sonó y yo elevé una ceja por la sorpresa, acepté la llamada y llevé el aparato a mi oreja.
-Camila.- dije simplemente para después llevar nuevamente el cigarrillo a mis labios.
-¿Estás en tu hora de almuerzo?.- preguntó simplemente y yo rodé los ojos.
-Si, estoy esperando a Destiny para llevarla a comer.- murmuré sintiendo su respiración a través del teléfono.
-Genial, hoy voy a llegar más tarde, solo llamaba para avisarte.- contó y yo asentí aunque no pudiera verme.
-No tienes que avisarme si últimamente haces lo que se te de la gana.- respondí de malhumor mientras me recargaba en mi camioneta.
-¿Vas a comenzar otra vez? Vamos Lauren, trato de llevar esto en paz.- se quejó y yo fruncí el ceño.
-¿En paz? Camila, tú eres la que comenzó con esto, tú y tu carácter de mierda, tu malhumor, tu forma de desquitarte conmigo, no es justo.- susurré molesta mientras miraba a mi alrededor.
-No quiero discutir contigo por teléfono, hablamos más tarde.- dijo simplemente para después cortar la llamada.
Miré incrédula la pantalla de mi teléfono y después de bufar lo guardé, Camila solo me provocaba estrés y dolores de cabeza, no soportaba esta situación.
Presioné suavemente mis dedos en mi frente para después suspirar, le di una calada al cigarrillo y dejé escapar el humo lentamente mientras cerraba los ojos.
El timbre que anunciaba el término de la jornada escolar sonó y yo lancé lo que me quedaba de cigarrillo al suelo, lo aplasté con mi zapato para después meter una nueva menta en mi boca.
Me acerqué a la enorme puerta y sonreí al ver a Destiny de la mano de su profesora, me agache y ella corrió para abrazarme.
-Hola mi amor ¿Qué tal tu día?.- pregunté para después besar su frente y tomar su mochila, despidiéndome con la mano de su profesora.
-Bien, estoy aprendiendo a leer, la profesora dijo que soy muy rápida e inteligente.- me contó mientras tomaba mi mano y me miraba desde abajo.
Sonreí ante sus palabras para después seguir caminando, mi hija era mi motivo para seguir siendo fuerte, para continuar esta batalla.
"Elige Tus Batallas, cariño, entonces ganarás la guerra, deja de cavar tu propia tumba, hay mucho por qué vivir, elige tus batallas, cariño, porque yo no estoy luchando más, no estoy luchando más"
-Vendré por ti apenas salga del trabajo ¿Bueno?.- le aseguré a Destiny mientras le colocaba su beanie.
-Okay, te voy a estar esperando.- sonrió mostrando sus pequeños dientes y yo besé su mejilla.
-No le des problemas a tu abuela, cariño, te voy a extrañar.- sonreí de lado mientras me levantaba.
-También yo, Mami.- agitó su mano y yo suspiré para después despedirme de mi Madre.
-Gracias.- dije simplemente y ella negó con la cabeza.
-No es nada, sabes lo que Destiny significa para nosotros.- respondió y yo sonreí para después alejarme.
Era muy apegada a Destiny, por eso nuestras despedidas momentáneas me hacían mal, me costaba dejarla pero sabía que estaba en buenas manos.
En menos de media hora ya estaba de vuelta en mi oficina, revisando algunos detalles de las columnas nuevas, corregí algunos detalles y cambié otros para que quedara perfecto, estaba tan sumergida en mi trabajo que no sentí cuando la puerta se abrió.
-¿Se puede?.- la voz de Normani me sacó del trabajo y yo simplemente asentí.
Mi amiga cerró la puerta y yo me quité mis gafas para después recargarme en mi silla esperando que se sentara frente a mi.
-¿Sucede algo?.- pregunté después de unos segundos de silencio.
-¿Mucho trabajo? Estás metida en la oficina últimamente.- murmuró mientras elevaba una ceja.
-No necesito tus sesiones de psicología ahora, Mani.- aseguré y ella rodó los ojos.
-Estamos preocupados por ti, últimamente estás bastante tensa.- habló seriamente y yo me hundí en mi asiento.
-Mucho trabajo... Solo eso.- respondí después de aclarar mi garganta.
-No me mientas, puedes engañar a cualquiera menos a mi.- aseguró y yo suspiré.
-Está bien... Las cosas en mi hogar no andan bien, llevo unas semanas peleando con Camila, literalmente estallamos por cualquier cosa, estoy algo cansada.- reconocí y ella asintió con una sonrisa triste.
-Lo supuse... ¿Qué hay de Destiny?.- preguntó y yo negué con la cabeza.
-No se da cuenta... No lo hacemos frente a ella, no queremos preocuparla con nuestra situación.- jugué con un lápiz para evitar la mirada de Normani.
-Es solo una crisis, ya verás que todo se va a arreglar, trata de hablar con ella.- aconsejó y yo bufé.
-¿Crees que no lo he hecho? Camila es una cabezota, además de terca, no hay soluciones de su parte.- me quejé y ella hizo una mueca.
-Deja que las cosas se calmen entre ustedes, no hagas una pelea innecesaria cada vez que tengas la oportunidad, trata de que todo sea civilizado otra vez.- dijo mientras entrelazaba sus manos.
-Bien... Lo intentaré, pero si Camila no está comprometida con esto ¿Qué caso tiene?.- pregunté y ella suspiró.
-Coloca de tu parte y ve la reacción de Camila, esa mujer puede ser lo que quieras pero lo mucho que te ama no lo debes dudar.- aseguró y yo asentí lentamente con la cabeza.
-Gracias Normani, necesitaba que alguien me diera un poco de luz en esta situación.- agradecí sinceramente y ella sonrió.
-Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites.- tomó mi mano y le dio un ligero apretón logrando que sonriera suavemente.
"Trato de quitar tus banderas rojas, pero bailando sobre vidrio roto, tus juegos mentales golpean como pegamento, tu curso son como los Kennedy, pero de alguna manera me pongo de rodillas, derrotada, no retirada, ¿Por qué estás tratando de hacerme tu enemiga? Todo lo que realmente necesito es un poco de paz, solo quiero ser tu amante, oh, esto no es una competencia, así que cariño ¿Por qué la munición? No quiero ser la última en quedar en pie"
-Mami ¿Por qué Mamá Camila no cenó con nosotras?.- preguntó mi hija mientras yo acariciaba su cabello.
La cubrí un poco más con sus mantas para después sonreír, dejé un beso en su frente y roce nuestras narices provocando la risa de la menor.
-Porque Mamá está bastante ocupada con el trabajo, pero mañana vendrá a darte los buenos días y te llevará a la escuela.- aseguré y ella asintió lentamente.
-Hace días que no me lee un cuento.- susurró triste y yo trague saliva con fuerza.
-Sabes que no es su intención, mi amor, ella adora leer para ti, pero está teniendo mucho trabajo, debemos entenderla.- respondí más para mi misma que para ella.
-Está bien.- dijo simplemente y yo sonreí.
-Descansa mi amor, mañana es un nuevo día.- besé nuevamente su mejilla para después levantarme.
-Buenas noches Mami.- murmuró con la voz adormilada y yo reí suavemente para después apagar la luz.
-Buenas noches princesa.- susurré para después levantarme y salir de su habitación.
Cerré la puerta y caminé por el pasillo hasta llegar al living, un bostezo se escapó de mis labios y fruncí el ceño, aún era temprano y yo ya tenía sueño.
Decidí ir a darme una ducha para después colocarme mi pijama, vería algo en la televisión y después me iría a dormir.
Media hora después yo ya estaba lista y acostada en el sillón mientras veía una película cualquiera en la televisión con una fuente de palomitas.
Pasó un rato y mis ojos comenzaron a pesarme, un nuevo bostezo salió de mis labios y decidí irme a la cama, había sido un largo día.
Apagué la televisión y cuando estaba caminando con dirección a la habitación sentí como la puerta principal se abría.
Camila entró y cerró la puerta lentamente para después quitarse su chaqueta y colgarla en el perchero, suspiró y yo aclaré mi garganta.
-Buenas noches, la cena está en microondas.- dije simplemente para después continuar mi camino.
Abrí la puerta y caminé rápidamente hasta la cama, abrí las mantas y me acosté para después cerrar los ojos.
La puerta se cerró y yo abrí los ojos, la latina se acercó a la cama y se sentó mi lado, me miró por unos segundos para después agachar la mirada.
-Lamento mucho todo esto... No lo estoy pasando bien.- susurró y yo cerré los ojos por unos segundos.
-Yo tampoco Camila.- respondí y ella hizo una mueca.
-Me estoy comportando como una idiota contigo.- dijo lo obvio y yo asentí.
-¿Por qué estás tratando de hacerme tu enemiga? Solo quiero paz, estar tranquila, tú no me das esa tranquilidad.- solté sintiéndome increíblemente sincera.
-Lo siento mucho... De verdad, estoy tan estresada con el trabajo... No dimensione que estaba haciéndole daño a mi familia.- aceptó derrotada y yo formé una línea con mis labios.
-Solo... No lastimes a Destiny, ella está notando tu ausencia, no quiero que se decepcione de ti.- pedí sinceramente para después acomodarme en la cama y cerrar los ojos.
Camila suspiró y mi corazón comenzó a latir rápidamente cuando sentí sus labios en mi cabeza, se alejó y el sonido de sus pasos me indicaron que iba al baño.
Limpié una lágrima que se había deslizado por mi mejilla para después suspirar, esto era demasiado, este intento de arreglar las cosas solo me rompía más.
"Si quieres irte, entonces vete, si quieres quedarte, entonces quédate, porque yo no quiero pelear más, cariño, no estoy luchando más, si quieres irte, entonces vete, si quieres quedarte, entonces quédate, porque yo no quiero pelear más, de todas formas, no estoy luchando más"
-Llevas tres cigarrillos en menos de veinte minutos ¿No crees que es mucho?.- preguntó Dinah y yo bufé.
-Lo siento, estoy ansiosa, no lo puedo controlar.- respondí y ella suspiró.
-Deja eso un rato.- me quitó el cigarrillo y lo apagó rápidamente para después cruzarse de brazos.
-Mierda Dinah, mi familia está rota.- caí en la cruda realidad sintiendo mis ojos húmedos.
-No digas eso, sabes que no todo está perdido.- aseguró pero yo negué con la cabeza.
-Después de la breve conversación con Camila la otra noche, pensé que solucionaríamos algo, pero no fue así, Camila sigue con su humor de mierda.- le conté y ella hizo una mueca de tristeza.
-Lo siento tanto, no mereces esto.- susurró y yo trague saliva con fuerza.
-No creo que todo vuelva a ser como antes... Destiny se comporta de forma tímida cuando está Camila, como si no quisiera molestarla.- mordí mi labio inferior para después suspirar.
-Esto ya se salió de control, debes hablar urgentemente con Camila y hacer lo que creas conveniente.- aconsejó y yo la miré por unos segundos.
-¿Qué crees que sería lo conveniente?.- pregunté y ella se removió incómoda.
-No lo sé, eso debes pensarlo tú.-dijo simplemente y yo bufé.
-Debo irme... Tengo una reunión con la profesora de Destiny... Te hablo más tarde.- me levanté y besé su mejilla para después tomar mi cartera.
-Suerte.- me gritó y yo levanté mi dedo pulgar.
*Rato después*
-Tome asiento, señora Jauregui.- habló la profesora y yo asentí mientras me sentaba frente a ella.
-¿Qué sucede? ¿Pasó algo con Destiny?.- pregunté preocupada y ella asintió.
-Destiny se ve bastante desanimada últimamente... No tiene la misma energía que antes y se ve triste ¿Algo anda mal en su hogar, señora Jauregui?.- preguntó directamente y yo trague saliva con fuerza.
-Me siento pésimo por esto, no quiero que esto afecte a mi hija... Estoy teniendo problemas con mi esposa.- respondí y ella me miró con tristeza.
-Ayer le pedimos a los niños que dibujaran a sus familias... Y Destiny hizo algo bastante particular.- murmuró mientras buscaba algo en su cajón.
Me entregó un dibujo y mi corazón dolió al ver una versión en palitos de ambas, yo sostenía su mano y ella tenía una mueca triste, al otro lado del papel estaba Camila con el ceño fruncido, una lágrima se deslizó por mi mejilla y la limpié rápidamente.
-Lamento esto... Mi hija no se lo merece.- sollocé y la mujer frente a mi tomó mi mano.
-Los niños son más inteligentes de lo que uno cree... Hable con su esposa y traten de tener una mejor relación... O hacer algo al respecto, usted no merece esto tampoco.- habló sinceramente y yo sonreí ligeramente.
-Gracias por ponerme al tanto de lo que sucede con Destiny, lo valoro muchísimo.- aseguré mientras me levantaba.
-Es mi deber como educadora.- se encogió de hombros y yo suspiré para después regalarle una pequeña pero significativa sonrisa.
(...)
-Mira esto y dime que piensas.- entré a la oficina de Camila sin tocar para después colocarle el dibujo sobre su escritorio.
La morena dejó de mirar su laptop para tomar el dibujo entre sus manos, frunció el ceño para después abrir los ojos realmente sorprendida.
-¿Destiny hizo esto?.- preguntó en voz baja y yo rodé los ojos.
-¿No te das cuenta del daño que le estás haciendo a nuestra hija? Eres una insensible.- solté molesta mientras daba vueltas por su oficina.
-Hablaré con ella, no quería que esto sucediera, te lo juro.- aseguró y yo la miré incrédula.
-Tus palabras son vacías para mi, solo quiero que pares esto y no lastimes más a Destiny, es lo único que me importa.- respondí para después pasar una mano por mi rostro.
-¡No soy la única culpable de esto Lauren!.- levantó la voz y yo la miré sintiendo mis ojos húmedos.
-¡Elige tus malditas batallas Camila! ¿Contra quién estás peleando? ¿Qué guerra quieres ganar?.- pregunté alterada mientras me acercaba a ella.
-No digas eso, no hay ninguna competencia.- respondió y yo simplemente negué con la cabeza.
-¡Vete entonces! Si tanto te cuesta tratar de arreglar esta familia... Vete, si te quieres ir entonces vete, si te quieres quedar, quédate... Pero te juro que yo no pelearé más.- grité sintiendo como las lágrimas de impotencia se deslizaban por mis mejillas.
Camila se levantó y me abrazó con fuerza y aunque traté de alejarme de ella no pude, estaba débil y vulnerable.
-No me digas esto... No quiero que sigamos así, esta vez voy a dar todo de mi para reconstruir esta familia... Te lo demostraré con hechos, es mi juramento para ti y para Destiny.- susurró contra mi frente y yo mordí mi labio inferior.
-Quiero que esto funcione, no quiero ser la última en quedar de pie.- respondí rendida mientras la abrazaba con fuerza.
-Estoy contigo... Te lo juro, haré que esto funcione.- besó suavemente mis labios y yo sonreí ligeramente, mi confianza estaba depositada en esta última oportunidad.
"(...) Elige tus batallas, cariño, porque yo no estoy luchando más"