Inesperado I

By gissellem007

201K 15.4K 3.7K

"Lo más importante no es el modelo de mujer, sino el valor que tenga de sí misma" 🎖Primer Lugar en PremiosN... More

SINOPSIS
Parte I
Protagonistas
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 3
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06
Capítulo 7
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
ATENCIÓN

Capítulo 24

2.4K 288 65
By gissellem007

"Mantén la cabeza arriba, mantén tu barbilla en alto, y lo más importante, mantén tu sonrisa, porque la vida es una cosa hermosa y hay mucho por lo cual sonreír".

Marilyn Monroe


Hoy se inaugura en el medio día la feria para que todos los diseñadores incluidos los que no pudieron ingresar al Fashion Week tengan su oportunidad de mostrar el gran talento que posee. Me alegro enormemente que estén emocionados todos por este innovador evento.

—Insisto en que deberías venir, Mille —dice Nelson mientras arregla unos últimos documentos que tiene que enviar por fax.

—Prefiero quedarme aquí para terminar ciertos pendientes y para mantenerte informado de cualquier novedad.

—Pero tú fuiste la visionaria de esto y el éxito que promete también es merecedor tuyo, por eso no me parece justo que no estés presente —insiste arrugando el ceño como si le molestara que no acepte.

—Te conozco tanto que estoy segura que en la inauguración vas a salir diciendo que la de la idea fui yo y hasta querrás que diga algunas palabras, o inducirás a otros para que lo hagan.

Ríe.

—Ay mujer, a veces me asusta pensar que me conoces tanto.

—Tienes que firmar estos últimos documentos —indico extendiéndoselos cuando llega a mí —. De ahí puedes irte tranquilo que yo me encargo de lo demás.

—Está bien —los toma y me da un beso corto en la boca.

Lo miro irritada, pero ni caso me hace así que mejor decido salir. ¡Ay este hombre! Salgo de su oficina y me dirijo donde Rodrigo para entregarle otros documentos, pero en mi caminata me fijo que Nicolle viene hacia mí y estoy segura que no vuela porque no tiene escoba.

—¡Eres una estúpida! —grita como desquiciada antes de acercarse a mí —. Reconoce que me tienes envidia. Te mueres por ser como yo.

Se frena frente a mí y miro a mi alrededor fijándome que algunas personas empiezan a mirarnos ante el escándalo de Nicolle. Así que no digo nada para no armar un griterío.

—No sé de qué hablas y no me interesa —digo de forma pausada con voz baja —. Si quieres hacer uno de tus dramas, ve a otro lugar, aquí estamos trabajando.

Trato de girarme para regresar a la oficina y me detiene del brazo. A lo que giro me encuentro que su mano se estrella en mi mejilla. El ardor aparece al instante, pero no me contengo y se la devuelvo. Se queda estática pasando su mano por mi marca y no le presto más atención y me regreso hacia la oficina. Para mi mala suerte sus tacones se perciben detrás de mí. Cierro con fuerza la puerta, pero la detiene.

—Hiciste que Guille, Erick y Leonard me rechazaran como su modelo principal. No modelaré sus diseños exclusivos, eres una malvada —expresa indignada. Su cara está casi del mismo color de su cabello por el enojo.

—Mira, Nicolle —digo de forma conciliadora para que se tranquilice —. Yo no tengo autoridad sobre Guillermo, Erick o Leonard. Ellos escogen las modelos para sus diseños. Quizás encontraron algún defecto en ti y no le eres útil.

Admito que esa última parte se lo he dicho con mala intención para herir su orgullo. Estoy harta de todas sus humillaciones. Quiero que lleve algo de su propia medicina. Inmediatamente me preparo por si se le ocurre darme algún golpe porque sus manos las tiene hecha un puño junto con su respiración acelerada. Tengo que admitir que a pesar de verse muy enojada no pierde la elegancia. Para mi sorpresa su semblante cambia a uno digno o casi inocente si no la conociera.

—La única defectuosa aquí, eres tú —me mira de arriba abajo con desprecio —. ¡Te has siquiera mirado a un espejo! Eres gorda, estás de más aquí. Reconoce que para encajar en este lugar necesitarías un cambio extremo. —Suelta una risa burlona cruzándose de brazos —. Aunque pensándolo bien ni un cambio extremo te ayudaría. Lo siento nena —finge tristeza —, ha de ser triste ser como tú.

No sé si hubiese preferido un golpe que sus hirientes palabras. Sabe que eso causan mayor efecto en mí porque desde que trabajo aquí se ha empeñado en hacerme sentir mal. Admito que no soy flaca, tampoco tan gorda como ella lo menciona y si lo fuera no me importara porque he aprendido a quererme como soy. Así que no le voy a dar el gusto de verme humillada.

—Para tu información estoy trabajando en este lugar donde no encajo gracias a mi cerebro y capacidades —trato de fingir serenidad —, así que deberías de ir ejercitando la única neurona que posees para que en el futuro cuando no puedas usar tu cuerpo para impulsar tu carrera, por lo menos te sirva para pensar lo que harás por tu vida.

—¡Que me tratas de decir, idiota! —expone enojándose otra vez.

—Sin lugar a dudas tienes que usar el cerebro con mayor frecuencia, pero te lo voy a explicar porque te aprecio mucho. Escúchame bien Nicolle: El cuerpo con los años cambia y los hombres con el tiempo ya no se sentirán atraídos hacia ti, ni sentirán placer por tu cuerpo y terminarás perdiendo todos los favores de trabajo que recibes a cambio porque vendrán otras modelos más jóvenes que ocuparán tu privilegiado espacio.

—Eres una desgraciada, pareces mosca muerta por eso tienes engañados a todos aquí aparentando bondad. Si supieran lo zorra que eres.

—Siento mucho que mi vida te moleste, pero no puedo hacer nada por ti ―digo esperando que se vaya.

Nicolle hace sacar todo lo malo de mí y disfruto verla enojada y al mismo tiempo desesperada. Está enfurecida porque sabe que siendo modelo de los tres diseñadores más importantes va a conseguir puntos para ella y aparecerá más en revistas y noticieros.

—A mí no me engañas con tu cara de idiota. Sé que estas detrás de todo esto, quieres arruinar mi carrera, gorda envidiosa. Pero te voy a dejar claro algo: Me la vas a pagar de eso no hay duda alguna. Eres una...

—¿Se puede saber qué está pasando aquí? Los gritos se escuchan hasta mi oficina —dice Nelson tras de mí.

Me sorprende que no haya salido antes de tiempo ante nuestra discusión.

—Pasa que... —solloza Nicolle en un intento de hacer otro de sus dramas —...que ésta quiere arruinar mi carrera de años, Nelson. Todo aquello que he conseguido a base de sacrificios. Tú más que nadie lo sabes.

Pongo los ojos en blanco al escucharla, ya me imagino la clase de sacrificios que ha tenido que hacer. No entiendo como Nelson puede estar con ella.

—Nicolle, ven a la oficina por favor —dice mientras pasa sobre mí para tomarla del brazo y llevársela consigo.

Me quedo parada mirando hacia la nada mientras escucho cerrar la puerta. Pensé que iba a exigir una explicación y no que se la fuese a llevar a la oficina a solas. Es en este momento cuando agradezco no estar relacionada en nada sentimental ni físico con Nelson, porque sea lo que sea al final ella sale ganando. No importa los berrinches que haga, sigue siendo la hermosa, consentida y perfecta modelo, no solo de la Agencia sino a nivel del país e incluso hasta medios internacionales le han nombrado en uno que otro momento. Tiene motivos de ser orgullosa de ella misma porque siempre la farándula menciona que su belleza es de nacimiento, no tienen ninguna cirugía ni retoques. Nelson lo ratifica porque la conoce desde antes de ser modelo porque él la lanzó al mundo de la pasarela. Él la llama una modelo innata. Desde que ha modelado todos los diseñadores buscan que modele sus creaciones.

Luego de hacer algún documento miro el reloj una vez más confirmando que llevan demasiado tiempo en la oficina, me molesta que eso cause malestar en mi interior. Mis ojos se llenan de lágrimas, pero evito que alguna ruede para que no pueda sentir mi debilidad. Quisiera irlos a interrumpir con la excusa de entregarle unos correos que han llegado, pero al mismo tiempo no quiero darle ese lujo a ella. Imagino que Nelson está consolando a la niña bonita o ella está haciendo "méritos" para que hable con los diseñadores y cambien de opinión.

Se supone que Nelson debía de haberse marchado al Centro de Convenciones para cuando inicie la inauguración, pero no le interesa eso con tal de estar prestándole atención a Nicolle. Me alegro no haberme entregado a él, estaría más dolida que ahora. Lo odio. Decido mejor ir a ver cómo le está yendo al equipo de modelos y casting, así les doy tiempo a los amantes en la oficina.

Me alegra encontrar a Rodrigo en este lugar, pero puedo notar que sus miradas constantemente se fijan en mí. Me sorprende que todavía no me haya dicho nada, seguramente porque está ocupado.

—A ti te pasa algo ¿verdad? La cara de decepción se te nota a kilómetros. ¿Qué te ha ocurrido? ―pregunta después de un tiempo.

Le termino comentando de forma breve la discusión con Nicolle y como me siento al ver que la prefirió a ella y lo peor es saber que aún siguen allí dentro.

—Ya se me hacía raro que Nelson te soltara y verte por estos lados. —Sonríe ofreciéndome un chocolate que saca de una gaveta de su escritorio —. Dicen que el chocolate cura las heridas, dicho por las propias mujeres, por eso si debe ser efectivo.

—Si eso es cierto apenas salga de aquí compraré muchos kilos de ellos. Aunque no me conviene —digo mientras lo abro y como un pedazo.

—Mira, sé que siempre te he dicho que no caigas en las garras de Nelson porque saldrás lastimada y esto es solo una muestra. Pero también sé que él es un buen hombre, lo conozco de años y es de esos que están en el momento que más se los necesita.

—Lo sé y admito que eso es lo que me gusta de él. Sus cualidades son mayores que su apariencia. Sabe que es irresistible, pero aun así no se aprovecha de eso y, aunque no lo pretenda ser, es uno de los solteros más cotizados.

—Vaya, qué gran descripción acerca de él y eso que no estás enamorada. Me da curiosidad porque desde que "somos novios", solo trata estrictamente conmigo cosas de trabajo y cuando me refiero a ti, cambia el tema. Pobre.

—¿Estás diciendo que hablan de mí? —pregunto y arrugo la nariz al escucharlo.

Ríe.

—Ay Millena, te sorprendería conocer las cosas que hablamos los hombres. Pero en lo referente a ti, nunca es nada malo, todo lo contrario.

Ese es otro de los motivos que no me he acostado aún con nadie. No me gustaría estar en las conversaciones de los hombres, hay unos que se llenan la boca diciendo tonterías que nunca ocurrieron respecto a una mujer, o simplemente no les importa hablar de una después que han tenido sexo. Al ser mi papá mecánico sin querer escuchaba la conversación que algunos sostenían mientras esperaban sus reparaciones. Algunas veces resultaba que conocía de quien hablaban. Luego cuando me encontraba a la chica en cuestión no podía evitar pensar en lo que los hombres habían hablado de ella. Era ridículo escuchar cuando comenzaban una batalla campal sobre quién era el macho dominante cuando resultaba que ambos se habían acostado con la misma mujer.

No niego que llegué a odiar el género masculino por un tiempo, así que decidí dedicarme a cosas más importantes. No soportaría la idea que mi nombre estuviera en la boca de uno de esos llamados "hombres". Por lo tanto, comprendí que uno como mujer debe saber con quién tiene sexo y preferí no hacerlo hasta que me encontré con quien decía amarme y resultó ser igual o peor.

—Bueno, lo que si voy a decirte es que a veces, aunque uno no quiera las mujeres se meten por nuestros ojos. Es cierto que cuando uno desea no se hace caso, pero a veces ya no se puede, Mille.

—¡Hombres! —ruedo los ojos y ríe —. Todo el tiempo justificándose para no parecer infieles.

—Pero mira, ahora que estoy con Belén, me siento más tranquilo y feliz. Le he sido fiel hasta ahora, aunque ella a veces lo duda.

Sonrío al escucharlo.

—Me alegro, espero que lo sigas siendo. —Me acerco y lo beso en la mejilla.

Al mirar su escritorio veo otros chocolates y los tomo.

—¡Hey! —grita cuando ve lo que hago.

—Solo me besaste para robarme. Eres una desalmada. Te las cobraré y solo será gritando en mi cama, ese será el precio.

—¡Oh claro! —Salgo de la oficina —. Le diré a Belén entonces para que te azote.

—¡Espera! —grita.

—Lo siento cariño —le digo y le enseño mi móvil donde muestra a Nelson llamándome —. El trabajo llama, novio.

Bufa. Salgo de la oficina con un mejor estado de ánimo. Miro el reloj y Nelson está atrasado. Camino más rápido mientras me sigue llamando. Frente a mi veo caminar a Nicolle y cuando me ve sonríe. Ahora sí la odio. Va deteniendo el paso para encontrarme.

—No hay nada que un buen sexo y otras cosillas no solucionen, querida —dice a mi oído mientras pasa por mi lado.

Miro hacia atrás y sonríe pasando la lengua por sus labios y mordiéndose el labio inferior. Me guiña el ojo y da media vuelta para seguir caminando. Por un momento me quedo paralizada y una punzada de dolor atraviesa mi cuerpo. La realidad me golpea otra vez.

Continue Reading

You'll Also Like

1.4M 136K 74
Acostumbrados a obtener todo lo que desean, dos almas tan siniguales como iguales se embarcan en la travesia de conseguir aquello que el universo se...
2.7M 176K 73
"La vida no suele darte una segunda oportunidad, pero a él le ha dado dos semanas" Para Jill Jones pedir ayuda al padre de su hija nunca fue una opc...
3M 156K 62
Ada hace dos años se había enamorado como nunca, ella creía que Alexander era su verdadero amor.Pero como casi siempre pasa el la uso y la engaño...
485K 50.7K 27
Candy tiene su propia pastelería, sueña con escribir su propio libro de recetas, con que su negocio prospere y sueña con él. De hecho su postre más f...