Inesperado I

By gissellem007

201K 15.4K 3.7K

"Lo más importante no es el modelo de mujer, sino el valor que tenga de sí misma" 🎖Primer Lugar en PremiosN... More

SINOPSIS
Parte I
Protagonistas
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 3
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06
Capítulo 7
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
ATENCIÓN

Capítulo 23

2.5K 298 43
By gissellem007

"Quiero ser la persona que se siente muy bien en su cuerpo y que pueda decir que lo ama sin cambiar nada"

Emma Watson


Me remuevo de mi lugar aun sin abrir los ojos al sentir unas manos envolviendo mi cintura al mismo tiempo que unos besos cálidos y placenteros recorren mi cuello. Debería intentar quitármelos de encima, pero muevo mi cuello para darle mayor acceso. Inmediatamente me imagino sus besos abarcan toda mi piel expuesta mientras sus manos aprietan con más fuerza mi cintura y expulso una especie de jadeo.

—Despierta dormilona —susurra por mi oído logrando erizarme la piel con esa voz tan familiar que no logro definirla. Intento abrir mis ojos, pero estoy demasiado cansada para hacerlo. Prefiero seguir disfrutando de sus caricias.

—Mille —vuelve a susurrar en mi oído. Automáticamente abro mis ojos al darme cuenta al encontrarle dueño a esa voz. Me levanto de sobre mi escritorio y al hacerlo me duelen los brazos y el cuello. Mis ojos se encandilan con la luz y me doy cuenta que estoy en la oficina y que me he quedado dormida. Miro la hora que me indica la computadora y son las siete de la noche.

—Te quedaste dormida, Mille. Pensé que no había nadie porque estaban las luces apagadas y al llegar me encuentro con la Bella durmiente.

Lo miro y está recostado en la pared a escasos un metro de donde estoy sentada. Acaricio mi cuello y muevo la cabeza despacio para que desaparezca un poco la leve molestia por quedarme dormida en esa posición.

—Me he quedado dormida esperándote.

—Lo sé, gracias. Ven, he traído comida china —señala los recipientes en la mesa donde están las sillas de recibidor.

Me levanto para ir al baño y lavarme las manos, miro en el espejo mi rostro y por lo menos tengo mi cara decente con el leve maquillaje en su lugar. Así que me encamino hacia su oficina esperando que los besos y caricias hayan sido una jugada de mis pensamientos cuando me llamaba. Al entrar lo veo sentado en su silla y la comida justo al frente de él, enseguida me siento y abro los recipientes, me muero de hambre.

—¿Y para ti? —pregunto al ver comida para una persona.

—Yo comí allá, la reunión se extendió hasta mucho más de lo que pensaba y, como el resto me comunicó que no iban a quedarse traje solo para ti, aún con dudas porque no pensé encontrarte —dice con su rostro cansado, pero sin dejar de hablarme y mirarme con atención.

—Entiendo. Me quedé por si necesitabas algo, pero el sueño me venció —hablo mientras continúo comiendo.

—Así vi, lo bueno que ya falta poco. Hoy adelantaremos lo suficiente para no desperdiciar la noche.

No digo nada y me dedico a comer, mientras lo hago veo que lleva el asiento hacia atrás para retroceder en el asiento y cerrar los ojos. Me quito los zapatos y subo los pies al escritorio para comer más cómodamente. Luego de comer me levanto para ir a dejar los recipientes a la basura, él se levanta para ir al baño luego que yo lo hago.

Casi al instante nos envolvemos en trabajar arduamente sin fijarnos en la hora.

—Sé que este acontecimiento es el más importante para nosotros, pero necesito dormir, debo irme a mi casa, estoy agotada —confieso mientras coloco mis brazos en el escritorio para que hagan de almohada.

—No te quejes —reprocha mientras se percibe que firma los documento —. Tú mismo quisiste que nos quedáramos hasta terminar lo que faltaba.

—Pero no pensé que íbamos a tardar tanto —digo mientras mantengo mi cabeza en el escritorio con los ojos cerrados.

—Pero si aún son las tres de la madrugada —responde tan tranquilo como si estuviese anocheciendo. Levanto la cabeza para fulminarlo con la mirada, pero en lugar de aniquilarlo le provoco una carcajada.

—No te enojes —dice entre risas —. Ayer nos fuimos a casa más tarde.

—Por esa razón es que quiero irme, necesito descansar por lo menos unas horas. Estos meses han sido agotadores para mí, ya ni Timoteo me conoce —exteriorizo y vuelve a soltar otra carcajada al escuchar mis lamentos, parece que disfrutase verme sufrir.

—Por eso les he ofrecido a los dos que vengan a vivir conmigo. De ese modo no tendríamos que quedarnos hasta tarde aquí en la oficina. Mira —me señala —, hasta estoy dispuesto a no decir nada al encontrar pelos de gato en todo mi departamento. Debiste con gusto aceptar mi oferta y en este momento no te estarías quejando.

Vuelvo a hundir mi cabeza en el escritorio, pero esta vez lo hago porque mis mejillas que arden al recordar su proposición de mudarme a su departamento mientras duraban los preparativos para el evento. ¿Es que acaso él no sabe lo que provoca una proposición de esas en una mujer? Sobre todo, viniendo de él.

¿Pero a quien engaño?, no acepté su propuesta porque cedería fácilmente a él. Cuando me lo propuso por mi piel atravesó esa sensación de deseo y placer. Por tal motivo decliné su oferta. En seguida me obligo a levantar la cabeza una vez que siento que mi color del rostro ha vuelto a la normalidad.

—No creo en tus buenas intenciones, lo único que quieres es tener una asistente-esclava a tu disposición los veinticuatros horas del día.

—¿Sabes qué? —dice aun con su rostro de burla —. Apenas llegues a casa, ten la bondad de dormir para ver si se te quita lo malhumorada

—¿Ahora resulta que pedir descansar por lo menos dos horas diarias, o no querer ser esclava me convierte en malhumorada? Por lo menos no me has dicho ogro.

—No te enojes, Mille —habla conciliador—. En caso de convertirte en un ogro que no lo dudo, serías el ogro más bonito del mundo.

Hago mala cara y decido poner fin a la pelea, no voy a ganar. Siempre sus palabras crean un efecto en mi por muy insignificantes que sean. Eso es malo o quizá no. En fin, sea lo que sea debo de pensar bien las cosas.

—Ay Mille —dice de repente quejándose mientras se va sentando luego de ir al baño. Recuesta su cabeza otra vez en el respaldo de su asiento. Se ve agotado, pero aun así se ve tan atractivo, su incipiente barba se ve hermosa en él —. Estoy agotado, he tenido tres reuniones y ha sido fatal a pesar de los buenos resultados y ahora trabajando hasta esta hora. Es terrible.

—Me imagino —me acerco a ofrecerle un café —. Toma, para ver si te recompones un poco. Además, ya debemos irnos, veo que terminaste de firmas lo último que faltaba.

—Ven aquí mejor —levanta su mano, haciendo un ademán para que vaya hacia él. Lo miro con detenimiento sin moverme. Levanta la cabeza y me mira —. Ven, necesito un masaje. Por favor.

Sigo mirándolo sin moverme y no es que no confíe en él, sino que no estoy de acuerdo en hacerle un masaje. El contacto con su piel, aunque sea sobre su camisa me afectaría más de lo que debería.

—Debiste de ir a un Spa antes de venir acá, no soy buena para los masajes. Una taza de café te va mejor —vuelvo a ofrecérsela.

—Pues no conozco uno que atienda a la hora que regresaba, al lugar que voy cierran a las cinco. Ven, no seas así, alivia un poco mi tensión. Sé buena.

Miro nuevamente su cara y no parece tener otras intenciones, al parecer de verdad solo quiere un masaje, pero con Nelson nunca se sabe. «Debo ser cautelosa» me digo mientras camino hacia él. Se ha quitado la corbata y tiene algunos de los botones de su camisa sueltos. Mientras me dirijo hacia él se acomoda en su puesto para que pueda tener acceso y cierra los ojos.

—Pues yo también necesito un masaje, también estoy estresada —comento mientras me posesiono a su espalda.

—Pues no hay problema —comenta —. Apenas termines de hacer el mío, te haré un rico masaje en compensación de tu generosidad.

—No hace falta —me tenso —. Solo necesito descansar. Así que te hago el masaje y nos vamos.

Muevo mis manos por sus hombros, cuello y espaldas en un vano intento de hacer pasar mis torpes movimientos por masaje, pero al parecer a él no le molesta porque no dice nada y jadea por placer. Así que repito una y otra vez esos movimientos mientras pienso en otra cosa, no quiero perturbarme y lanzarme en sus brazos.

—Para ser un ogro lo haces muy bien —expresa en un intento de habla que al final sale como un gemido.

—No te burles —digo al quitar mis manos de sus brazos para marcharme.

Mientras intento dar un paso fuera de su alcance me toma de la mano y me hala hacia él con tanta fuerza que tambaleo y termino sentada en sus piernas. Pasa sus manos por mi espalda y me presiona con fuerza hacia su cuerpo. No puedo moverme y quedo paralizada. Pasa su nariz por mi oreja y baja lentamente a mi cuello, deja un beso allí y mi piel se eriza en el acto

—Nelson...yo...—intento decir algo o siquiera moverme, pero no puedo.

—No digas nada —susurra aun en mi cuello mientras pasa sus suaves manos por mis piernas. Su respiración caliente y pequeños besos que apenas tocan mi piel del cuello junto con su lascivo toque subiendo por mi entrepierna logra dejarme estática, provocando que haga conmigo lo que quiera. Muerde y pasa su lengua por mi oreja mandando una descarga en todo mi cuerpo erizándolo más, no puedo evitar gemir.

—Hueles tan bien, siempre hueles bien, me gusta tu olor —comenta mientras sigo con mis ojos cerrados dejándome llevar por su voz tan seductora.

Sus labios se acercan a mi boca muy despacio haciendo larga mi espera hasta que empieza a besarme. El contacto de su boca en la mía provoca ese hormigueo en mi estómago y en otras partes. Pareciera que con su beso intentara saborear toda mi boca al mismo tiempo que su lengua la despliega suavemente por mi cavidad encontrándose con la mía que al instante acompaña al mismo ritmo. No necesita sujetar mi espalda porque me incorporo un poco para pasear mis manos por sus hombros y cuello. Incrementa el ritmo del beso obligándome a sujetar su camisa. Un pequeño gemido sale de mi boca logrando que me avergüence y me separe de él enseguida. Accede a alejarse de mi boca, pero sin soltarme.

Me atrevo a abrir los ojos tratando que mi respiración acelerada llegue a la normalidad y lo miro enseguida fijándome en que sus ojos rebosan excitación. Sin pensarlo más vuelve a besarme, pero con más fogosidad como si su lengua anhelara llegar hacia el lugar más recóndito de mi boca, provocando que la mía le responda de igual forma. Empieza a acariciar mi espalda y cintura, su mano sube a mi pecho y acaricia mis senos tocándolos con suavidad. Arqueo mi espalda dándole mayor acceso a ellos, sus dedos ágiles van rosando la fina tela de mi blusa mientras va aflojando los botones uno a uno con lentitud. Mis manos se introducen por el cuello de su camisa y mis dedos temblorosos se apresuran para tocar su piel.

Siento como sus manos van desabotonando los botones hasta debajo de mi pecho. Me pierdo en su toque cuando baja la blusa por mi hombro. Sus manos aprietan mi piel expuesta, su boca abandona la mía para bajar hacia mi cuello, su fina y rasposa barba me va excitando mientras va bajando hacia mi hombro desnudo. Con sus dientes baja el tirante de mi sujetador y enseguida siento el peso de mis senos y su recorrido hacia ellos. Sin perder el tiempo deja mis hombros libres y mis senos quedan a su alcance momento que aprovecha para empezar a besarlos por la parte que sobresale del sujetador. Sube a besar mis labios y empieza a amasar mis pechos, no puedo evitar jadear y removerme más. Siento su mano que invade mi espalda desnuda con intenciones de soltar el broche. Quiero hacerlo, pero no aquí. Por más que intento no puedo evitar pensar en todas esas modelos que han entrado aquí teniendo sexo y seguro en este mismo lugar. No quiero convertirme en una de las que he criticado tanto. Por eso, por muy doloroso que sea debo detenerme, además estoy en mi periodo y eso sería imposible. ¡Qué patética mi vida!

—No, Nelson —me intento levantar —. Esto no está bien.

—Lo sé —suspira derrotado. Empieza a abotonarme los botones de mi blusa.

Me levanto de sus piernas y busco enseguida mis zapatos para colocármelos.

—Vamos —extiende su mano y enseguida correspondo. Así que caminamos juntos tomados de la mano hasta salir de la Agencia y entrar al auto. Enciende el motor y se queda mirando al frente para luego mirarme.

—Me gusta cómo eres, jamás te presionaría para que hagas algo que no deseas. Pero no descansaré hasta que seas completamente mía, porque sé que en ese corazón hay un gran espacio para mí. —Toma mi mano y la besa.

No digo nada porque no tengo que decir. No sé si de verdad es tan perfecto o simplemente lo veo así. No decimos nada en el trayecto, solo la música como siempre nos acompaña.

Continue Reading

You'll Also Like

4.1M 274K 74
Una mujer, que por miedo a no tener a quien amaba junto a ella, oculto su verdadera identidad. Hace cuatro años , Alexander abandono en un descampado...
3.3M 210K 70
Destacada del mes de MARZO-ABRIL DE CHICK-LIT ES Libro 1 de la Saga Tough Bianca Santoro tiene el matrimonio perfecto, o eso creía, después de meses...
3M 156K 62
Ada hace dos años se había enamorado como nunca, ella creía que Alexander era su verdadero amor.Pero como casi siempre pasa el la uso y la engaño...
2.8M 195K 58
¿Cómo arruinar una amistad de muchos años en solo una noche? Simple , con una fiesta y alcohol...Mucho alcohol. Chase Macdaniel y Blue Mitchell l...