Lo Inevitable #PremiosObsesió...

By MacaGarcia3

192K 14.1K 613

Yo había erigido muros. Él, en cambio, había construido puentes para llegar a mi corazón. ***** Hola! les tr... More

Besos robados.
Un pedacito de mí.
Quiero más de ti.
Encuentro inesperado.
He llegado.
Buscando.
Tenso silencio.
Bandera blanca.
Problemas.
Sorprendidos
Expuesta
Perdidos
Caos
Es solo el comienzo.
Planes
Nos pertenecemos
En tus brazos
Familia
Señor y señora
No mires atrás.
Segunda temporada
De nuestro inicio
De nuestro inicio (parte 2)
Una tarde juntos
Cosas cotidianas
Es confiar
Demasiado lejos
Cuando un corazón se rompe
Lo que callamos
Hablándole a la luna
Volando al sol
Adicto a ti.
Culpables
Rechazo
Resistir
Caímos.
Besos robados
No te vayas.
Lo que pasó después.
Final

Nueva vida.

5.4K 384 8
By MacaGarcia3

Pov Christian 

Definitivamente podría acostumbrarme a esto, estar tumbado y relajado con mi mujer y mis hijos a mi lado, recibiendo el sol de las costas francesas y sin preocupaciones. Llevamos casi tres semanas dando vueltas por toda Francia y justo nos quedan dos días para disfrutar de todo lo que nos puede dar la Costa. 

- Te vas a quemar, no te duermas amor.- la voz de mi mujer se cuela en mis pensamientos y sonrío antes de abrir mis ojos. 

- ¿No te gustan bronceados?- pregunto mientras me giro para verla toda sensual en su conjunto de dos piezas color blanco que apenas cubre lo necesario. 

- No, pero me refiero a que esta noche no podremos hacer nada si estás todo ardido.- murmura desde la comodidad de su silla plegable.

- Siempre puedo arder de otras formas.- declaro insinuando una infinidad de posibilidades para esta noche. Obtengo una risita opacada por su mano y un suave empujón de su parte. 

Me acomodo lo suficientemente sentado para poder leer un poco mientras cuido de ella y de mis pequeños que juegan y duermen en el entoldado que tenemos justo a mi derecha. A Ted le ha fascinado la arena y juega con ella desde que llegamos a la playa, mientras que mi pequeñita descansa en su carriola después de haber jugado con nosotros y su hermano y con el estómago lleno. Ahora, mi hijo está concentrado a más no poder en la construcción de una fortaleza alrededor del carro de su hermana y sonrío al ver con que cuidado, de no hacer ruido o tirarle arena, trabaja. 

Se que estaos seguros, la playa es privada en esta zona y solo unos pocos afortunados la recorren mientras que tengo por lo menos a cinco guardas a mi alrededor muy bien camuflados para que mi esposa no se moleste. Suena tan bien decirlo, mi esposa. Sueño con los ojos abiertos recordando como lucía con esa diminuta pieza de lencería que le regalé para que usara debajo de su vestido de novia. De inmediato obtengo una reacción por ahí abajo. 

Miro a mi izquierda y me percato que su culo luce delicioso desde este punto de vista, de inmediato me siento un hombre afortunado. Ella es mucho más que un culo bonito, pero también lo tiene y a cada momento me parece más perfecta. 

- Deja de mirar mi trasero.- masculla. -Sé que lo estás haciendo Grey.- 

- Es mio también, desde hace exactamente tres semanas.- contesto, ella y su lengua inteligente, y todo lo que puede hacer ahora son míos, de la misma forma en que le pertenezco completamente. 

- Pareciera que ha pasado toda una vida desde entonces... no quiero volver aún.- un pequeño puchero con sus labios y  quiero tenerla para mi solo en nuestro camarote del yate que he alquilado. 

Ana me mira a través de sus lentes de sol y sonríe con nostalgia, se que quiere lo mejor de la luna de miel y nuestra nueva vida en Seattle, pero por desgracia, lo que puedo darle no llega a trasladar la costa francesa a nuestro muelle en el Sound. 

- Siempre podremos volver, tal vez cuando los niños crezcan un poco podremos dejarles en casa y venir los dos solos.- eso suena a una promesa que quiero cumplir cuanto antes. 

- Ya lo estoy deseando, pero no se si sería capaz de hacerlo, no quiero dejarles.- contesta mirando a donde nuestros hijos están a salvo del sol. 

- Veremos que dices en un par de años, cuando tengamos tres hijos más y quieras un descanso de todos ellos.- digo imaginando nuestra casa llena de pequeños corriendo por todas partes y a Phoebe enojada por ser la única niña. Todos estarían para defenderla, sería la princesa perfecta.

- No tendremos tres hijos más Christian, ya estoy lo suficientemente grande como para cargar con mas niños y ni hablar de ti. ¿Te imaginas a los cincuenta y con un bebé? No podrías y sería peligroso para el niño.- Ok eso no lo había pensado, pero no me frenaría quería un hijo más.

¿Me veo pareciendo más un abuelo que un padre? No, en absoluto. No podría, soy demasiado controlador, un presidente de una empresa multimillonaria, no podría dejar todo y simplemente salir corriendo cuando Ana o las niñeras me llamaran porque mis niños estaban en problemas ¿O si? Ya lo había hecho una vez.

- Tienes razón, pero al menos me gustaría cambiar pañales una vez más. Luego dejaremos ese negocio solo para nuestro placer nena.- ella se sonroja y se que no es por el sol. 


Seattle es frío y húmedo, es demasiado diferente a lo que pasamos en Francia. Teddy está molesto porque ha tenido que dejar su castillo de arena antes de poder terminarlo y no hay nada que lo haga entender que es algo que no podemos cambiar. Por lo pronto, le queda un mes de vacaciones antes de empezar su nueva escuela, y tan solo faltan tres meses más para su cumpleaños, solo espero que no quiera algo como una nave espacial o un elefante, porque a pesar de poder comprarlos, Ana me mataría si intentara meterlos en la casa.

Phoebe, en cambio, al igual que mi esposa, está radiante. Ambas han conseguido que toda la tripulación de mi avión quedara encantada y los nuevos guardaespaldas no han podido evitar hacer muecas y caras raras cuando la pequeña Grey les miraba sonriente con sus grandes ojos. ¿Celoso? tal vez, pero esos ojitos me miran a mi antes de dormirse en mis brazos y me molesta que tenga una particular afinidad a los brazos masculinos. 

Ana luce realmente hermosa en ese traje de dos piezas que lleva para ir al trabajo, desde el tenue bronceado hasta el color que ha tomado su cabello, luce perfecta y joder si eso o me gusta. Ahora, vamos tomados de la mano en el auto hasta lo que se convirtió en Grey House y su propia oficina desde donde controla la editorial que ha pasado a llamarse Grey Publishing. 

Siento en sus dedos las argollas de compromiso y de matrimonio, una manía que he tomado cada vez que la tomo de la mano, y jugueteo con ellas hasta que llegamos a la empresa. Tenemos que evitar a la prensa por lo que avanzamos hasta el subsuelo en donde están los autos de un selecto grupo dentro de la empresa y donde, por supuesto, se ha habilitado un lugar para el suyo justo al lado del mío. 

Es el día en que nos reincorporamos al trabajo y francamente esperaba más reacciones de las que obtenemos. Algunos saludos de personas audaces que se cruzan en nuestro camino, cientos de miradas y la eficiencia de Andrea que nos recibe en nuestro piso. Hemos cosechado una par de felicitaciones y buenos deseos, pero no soy tonto, todos quieren lo que es mío y muchas envidian lo que ahora le pertenece. Supongo que dentro de todo, ha sido leve. 

- Señor tiene una llamada de Taiwán, sobre el contrato de hace tres meses, parece que no están conformes los obreros y quieren que se solucione o regularice su situación, Ross ha dejado sobre su escritorio los informes de lo que ha estado haciendo en estos meses, tiene en otra pila y resaltado en azul lo que se envía de recursos humanos, ya estamos en época de reclutar.- La perorata de Andrea me estresa y acabo de llegar a la oficina, va a ser una semana larga en lo que nos adaptamos al ritmo casi olvidado de llevar un imperio.

Me acomodo en mi sillón de presidente y me entrego por completo a mi trabajo, ya he llevado a Ana a su nueva oficina y también tiene una pila de cosas por hacer y que requieren su completa atención, por lo que estaremos reuniéndonos para comer y llamar a los niños que están con su tía casi a mediodía y luego volveremos a encerrarnos hasta las ocho. No quiero que esto nos quite tiempo en familia, por esta semana extenderemos los horarios, pero luego espero poder hacer que coincidamos para cenar con ellos y poder compartir tiempo de calidad antes de acostarlos. 

Cerca de las once tengo frente a mi escritorio a mi jefe de prensa redactando una declaración para aquellos que forman parte de las principales cadenas de prensa, tenemos que sacarnos de encima cuanto antes a estos malditos, par que cuando Ted empiece la escuela no se vea asediado ni rodeado por tanta gente peligrosa.

- Termina eso y agrega los detalles que escribió mi esposa, quiero antes de las once y media esto en mi correo terminado para obtener mi aprobación.- Digo para terminar esta charla y ponerme a firmar los últimos documentos correspondientes, por la tarde iré de reunión en reunión para ponerme al día. Por algo tengo a los mejores, es casi innecesario esto, pero es mi empresa y lo controlo todo. 

Cuando finalmente estoy cerrando todo para ir a recoger a mi esposa, me encuentro con que ella ya está esperando mientras charla con mi asistente. 

- Señor.- se excusa Andrea cuando me ve llegar y deja a Ana sola. 

- Hola amor.- susurra ella dejando un beso en mi boca y haciendo que mi día mejore completamente. 

- ¿Vamos a comer?- pregunto tratando de retomar la calma y no abalanzarme sobre ella. 

- Claro, muero de hambre.- y tomados de la mano nos encaminamos al elevador que ya espera abierto a por nosotros. 

- Hoy he tenido que firmar como si la vida dependiera de ello, espero no tener que ausentarme un año nunca más.- comenta mientras recarga su cabeza en mi hombro y envuelve mi manos con las suyas. 

- Solo de vez en cuando nos iremos con los niños, espero tampoco tener que irme mucho tiempo nunca más.- beso su cabeza y me siento a gusto en el elevador y sosteniendo a mi esposa. 

El llegar al lobby de la empresa me encuentro con que ya está Taylor esperando junto Sawyer pero esta vez quiero conducir yo, así que les indico que me sigan en la camioneta mientras manejo mi audi. Es de esperar que haya un par de reporteros que amenazo con aplastar y parecen entender porque de inmediato se apartan asustados.

-Algún día me daré el gusto de golpear alguno.- mascullo y obtengo un apretón en mi pierna mientras que Ana ríe. 

- Tenemos una reservación en mi restaurante favorito, luego podremos ir probando hasta que descubras el tuyo y alternar si quieres.- comento para que sepa donde vamos, pero omito el hecho de que mi favorito es en donde la conocí hace ya muchos años. 

No tardamos más de veinte minutos en llegar y ella parece reconocer el lugar que ahora me pertenece y que mantiene su forma original solo porque me recuerda ese momento. Aparco en mi lugar reservado y la veo sonreír cuando desabrocha su cinturón. 

Es reconfortante entrar a su lado y que las personas volteen a vernos sin mayor interés que el de terminar sus almuerzos. Este es un lugar al que acostumbro a venir cuando todo está complicado en la empresa y es lo suficientemente alejado de la ciudad como para que sea común ver a personas salir de sus oficinas pero nadie realmente importante. Lo cual me da ese toque de anonimato que eventualmente se rompe cuando alguien parece reconocerme, pero no hace nada por ello.

Esta vez si noto que nos reconocen, como no hacerlo si hemos estado en las titulares de las revistas de chisme por nuestra boda y ahora porque hemos vuelto, seguramente las cámaras esperan apuntando el vientre de Ana cada vez que se aparece con alguno de sus vestidos o faldas ajustadas. ¿Me molesta? Si ¿Cuanto? demasiado, si llego a ver que alguien lo hace soy capaz de romperle la cara con la cámara que utilice. 

- Es genial que nadie se quede mirando mientras comemos, hoy he tenido suficiente.- Ana se relaja en su asiento, el lugar conserva lo suyo pero tiene un toque de clase que no lo hace parecer cualquier lugar de comidas. 

- Entonces hice bien mi trabajo, es una de las muchas cosas por las que este lugar es mi favorito.- me levanto para ir a pedir nuestras bandejas de comida no sin antes preguntarle que es lo que quiere, me sorprendo cuando elije una hamburguesa con patatas fritas. 

- Hace años que no como una de esas y este es el mejor lugar para hacerlo.- dice justificándose y encogiéndose de hombros. 

Me agrada compartir estos momentos en los que somos simples esposos que comparte un almuerzo mientras escapan del trabajo, es lo que nos mantiene felices y juntos a pesar de que seguramente se acercan momentos con mucha mierda y llegará el momento en que finalmente terminemos por explotar. 

Le consigo su hamburguesa y me permito una también, soy más de la comida saludable, pero una vez no va a matarnos. En las pantallas que rodean el lugar están transmitiendo las noticias junto con el tráfico y el clima, es todo tan normal que me siento como si perteneciera aquí, es como mi hogar. Una reportera anuncia las noticias relevantes del mundo mientras obtengo una bandeja con comida chatarra para nosotros, que estamos hambrientos y algo apresurados para volver a la oficina y hacer una llamada a Ted, aunque no creo que quiera hablar con nosotros si es que está en casa de mis padres y con mi hermana. 

Cuando llego a la mesa y Ana me recibe con una sonrisa, tengo la visión de un paparazzi que está tomando fotos de nosotros desde la vereda que está frente al local. 

- No puede ser...- es todo lo que digo mientras tomo asiento y Ana me mira preocupada. 

- ¿Que ocurre Christian?- pregunta y mira alrededor nuestro hasta encontrar el responsable de mi cambio de humor. 

-No puedo creer que nos estuvieran siguiendo. Voy a matar a Taylor por esto.- Ahora ya no me apetece esta grasienta hamburguesa ni la posibilidad de un almuerzo agradable con mi mujer, quiero irme a mi casa o a mi oficina y cortar cabezas hasta que algo me calme. 

- No te enojes.- dice acariciando mi mano y haciendo que mi furia baje unos diez puntos. - En todo caso les demostremos que somos felices, que podemos con todo.- La miro esperando una explicación a lo que acaba de decir. -Ellos tienen que tener un titulo, así funciona, les demos el que nosotros queramos que no nos importe lo que digan.- 

- Ana ellos nos van a destruir si quieren y vamos a tener que ir recogiendo los pedazos de nuestras empresas, piensa en nuestros hijos.- No puedo arriesgar tanto por no preocuparme. 

- Para todo el mundo ya soy la zorra que le ha quitado el marido a su mejor amiga, no lo van a cambiar simplemente porque eres millonario... Prefiero que hablen de cuanto nos amamos a que hablen mal de nosotros.- Ella acaricia mi mejilla y no puedo evitar pensar que es verdad lo que dice, siempre será quien ha traicionado a Megan, no hablarán de mi, lo harán de ella. 

- Tienes razón, como siempre.- concedo y tomo su mano con sus anillos para entrelazar sus dedos con los míos. 

- Lo se.- contesta en una pose que es inevitable que me haga reír, y es tan liberador hacerlo que terminamos los dos riendo absurdamente. 

Me siento dando la espalda a la ventana y justo a su lado para tenerla más cerca, necesito de ella y parece entenderlo, porque de pronto tengo su labios en los míos. Es un beso pequeño que significa miles de cosas a la vez, y me doy cuenta de que quiero que todo el mundo sepa que esta maravillosa mujer es mía y que no me importa nada porque soy completamente feliz a su lado. 

Es sin dudas el mejor almuerzo que he podido compartir en años y se que vendrán cientos de ellos y estaremos juntos haciendo de cada momento el mejor. 

Continue Reading

You'll Also Like

17.9K 974 49
*Antes que nada, quiero decir, que esta historia no es 100% mia, debo dar creditos tambien _aby1d mayoga004 , y grace_murillo28 que ellas tambien con...
607K 81.3K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
884K 131K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
518K 53.2K 133
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...