Diosa de La Luna

By KalexAF

94.6K 7.7K 492

En Londres, criaturas de apariencia humana, pero con poderes extraordinarios cohabitan con los mortales mante... More

1
2
3
4
5
6
7
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
Príncipe de Las Tinieblas
PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS 1
PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS 2
PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS 3
PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS 4
PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS 5
PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS 6

8

2.6K 307 13
By KalexAF

—¿Cuánto falta? —pregunta Solangel por cuarta vez, suspiro y muerdo el interior de mi mejilla para no contestar, porque no tengo nada bueno que decir—. ¿Podemos descansar unos minutos? —Ya nos hemos detenido dos veces, si seguimos con este paso, llegaremos a la cima para el amanecer.

—Nos estás retrasando, ¿eres consciente de eso? —mascullo malhumorada, incapaz de contenerme por más tiempo.

—Claro que lo sabe —secunda mi fiel amiga.

—No pensé que sería tan difícil escalar una montaña, ¿vale?

—Haberlo pensado mejor antes de autoinvitarte —contraataco.

—¡Ya entendí! —exclama con hastío—. De todos modos, podemos, por favor, tomar un bendito descanso.

—De acuerdo... —concedo, sin embargo, Arath se está moviendo en dirección a la rubia.

—No podemos perder más tiempo, venga, súbete a mi espalda —ofrece el vampiro—. Puedo llevarte por un rato —añade, Solangel sonríe victoriosa, a escondidas.

—Eso es muy amable por tu parte, Arath —comenta, con fingido agradecimiento—. Hermanita, ¿podrías sujetar esto por mí? No me parece justo que Arath deba llevar también mi equipaje. —La fulmino con la mirada y de mala gana cuelgo su pesada mochila en mi hombro, ¿qué tanto lleva ahí si ni siquiera vamos a acampar?

Me abstengo de hacer cualquier comentario, la paciencia pendiendo de un hilo, si dice una sola cosa más en mi dirección, perderé los estribos.

Y quedaré mal a los ojos de Arath.

De nuevo.

«¡Demonios! ¿Por qué siquiera me importa?».

Continuamos avanzando por el sendero bien iluminado por la luna. No recordaba lo divertido que era escalar, era muy pequeña cuando estuvimos aquí por última vez, es una experiencia que me gustaría repetir cuando no tengamos asuntos pendientes y pueda disfrutar del paisaje y la buena compañía. Espero que Braden se una la próxima ocasión.

Hace mucho frío, y eso que estoy cubierta de pies a cabeza, contengo los temblores porque lo último que necesito es convertirme en una quejica como mi hermana.

—Eh, cambia esa cara —exhorta Kya, ¿y qué cara, si la tengo tapada?—. Relájate, puedo percibir tu tensión desde aquí, y juro que puedo oler tus emociones negativas, chica. No permitas que arruine esta experiencia para ti —susurra. Arath se ha adelantado a nosotras por unos buenos metros y podemos hablar con libertad. Con la fuerza que sopla el viento aquí arriba, dudo que sea capaz de escucharnos a menos que gritemos—. Entonces... —Baja incluso más su tono de voz—. ¿De verdad que no te gusta Arath, ni un poquitín? —Río bajito, empezaba a encontrar extraño que dejara el tema de lado, sé que busca distraerme, aunque no sé si hablar sobre cierto vampiro mejore mi estado de ánimo, dado que él y Solangel son los que me tienen al borde desde que iniciamos este viaje.

—¿Me quieres atada a ti por todos lados? —pregunto en broma—. ¿No te basta con ser mi mejor amiga y próximamente la novia de mi hermano, también quieres ligarme al tuyo?

—Vamos, admite que harían buena pareja, los imagino y solo puedo suspirar. —Suena soñadora.

—Tienes que parar, no te hagas ilusiones. Apenas hablamos y no ha salido muy bien que digamos —admito.

—Dale tiempo. Y, por los Dioses, no cedas antes ella.

No tiene caso que responda, por mucho que a veces quiera hacerle frente a Solangel, una parte de mí se siente mal por ella. Cuando su aura entra en contacto con la mía, algo me susurra, es oscuro y triste al mismo tiempo, todavía no descubro qué es.

Hasta entonces, seguiré tolerándola... más o menos.

Mantenemos el silencio hasta que Arath baja a mi hermana repentinamente, entablan una conversación que la tiene alterada hasta que los alcanzamos y ninguno habla.

Mmm, extraño.

—Malditas brujas. —Oigo que Arath masculla unas cuantas maldiciones después de sacar algo de su mochila, la deja ahí tirada entre nosotras y se aleja como seis metros a velocidad vampírica. Lleva una bolsa de sangre a sus labios y se alimenta mientras escanea el entorno.

—¿Qué pasó? —demando a mi hermana con los ojos entrecerrados.

—¿A ti qué te importa, entrometida? Atiende tus asuntos y a mí déjame en paz.

—Vigila el tono, hermanita. —No altero mi voz, recordando a Kyanna instándome a ponerle un stop—. Respeta a tus mayores y mantén la calma.

—Pareces olvidar quién tiene el nivel más alto —señala la bruja rubia, respiro profundo, es tan inmaduro de su parte sacarlo a relucir.

—No estoy sobrepasando tu rango, te estoy hablando como tu hermana mayor, no confundas las cosas y dime qué sucedió con Arath.

—No es de tu incumbencia, ya te lo dije. Sigamos y terminemos con esto, cuanto antes volvamos a casa, más pronto estaré lejos de ustedes —arremete como si fuéramos una molestia. Desisto de hacerla entrar en razón.

Al menos lo intenté.

¿Cierto?

Le devuelvo bruscamente su equipaje, pegándolo a su pecho y haciendo que retroceda varios pasos, la mirada de muerte que me obsequia no me asusta ni un poquito. Paso junto a ella y recojo del suelo el pequeño bolso de Arath, que aún no ha vuelto, Kyanna me sigue sin discutir. No me preocupo por dejar atrás al vampiro, será sencillo para él encontrarnos si nos alejamos demasiado.

He dado apenas cinco pasos cuando un grito femenino resuena detrás de nosotras, instintivamente pienso "¿ahora qué?". Es evidente que ha sido Solangel, giro con la intención de llamarle nuevamente la atención, pero la rubia de ojos verdes no está por ningún lado.

Miro a Kya, preocupada, sin segundos pensamientos comenzamos a buscarla alrededor, pero no hay ni rastro de ella. Probamos vociferando su nombre y no hay respuesta. Estaría asustada si no pudiera sentir su presencia, adivino que está aquí en algún lado, oculta; más le vale que no sea una treta para retrasarnos y enojarme por lo de antes. Es extraño que desapareciera así de improvisto y que todavía sea capaz de percibir su aura.

—¿Por qué demonios hacen tanto ruido? —Arath acaba de unirse a nosotras—. ¿Dónde está Solangel?

—No lo sabemos. Hace un momento estaba aquí y cuando pretendimos retomar el camino escuchamos un grito, se esfumó en el aire —explica Kyanna, por mi parte intento concentrarme al cerrar los ojos, canalizando la energía suficiente para hacer un hechizo localizador. Gracias a que se trata de alguien con quien comparto lazos sanguíneos, es innecesario facilitar el proceso utilizando algún objeto personal.

De mi bolso, extraigo un frasquito con un polvo gris en su interior, retiro el tapón y esparzo el contenido formando un círculo a mi alrededor.

Vríko. —Las cenizas de Majuelo se elevan y caen de golpe, corren sobre la nieve de un lado a otro hasta formar de nuevo el círculo—. ¡Infiernos! —me quejo.

—¿Qué está mal? —inquiere Kya.

—Sigue aquí con nosotros, pero no la podemos ver ni oír.

—Si me preguntan, no lo encuentro tan terrible —comenta la loba.

—¿Se encuentra bien? —la pregunta viene de Arath.

—Ahora lo sabré —contesto, escarbando nuevamente en mi bolso y sacando un libro en tamaño miniatura. Cuando lo sostengo entre mis palmas, murmuro "drapetévo" que significa liberar, en griego. Al instante, el grimorio se redimensiona a su medida original, con mil novecientos ochenta y tres páginas. Busco el capítulo once, donde habla acerca de conocer el estado físico, mental y emocional de una persona. Repito cuatro veces el conjuro que muestra la página, prestando especial atención a la pronunciación, puedes llegar a transformar un hechizo completamente con cambiar una letra o dos, hay que tener cuidado.

Se me dificulta conectar mi aura a la suya, ya que estas se repelen como si fueran agua y aceite, o más específicamente, luna y sol. Los cuales, si lograran unirse por una vez, formarían el más perfecto eclipse de poder, aunque podría ser peligroso si una de las dos no es capaz de soportar el torrente de energía mítica que produce tal acontecimiento.

Finalmente confirmo que está bien, tuerzo ligeramente el hechizo para hacer contacto con ella, no es más que un roce, pero al menos sabrá que no está sola. En cuanto terminemos lo que vinimos a hacer, buscaré una solución a su problema.

—Podemos continuar —aviso—. Deberá permanecer aquí, ya que algo la mantiene atada a este espacio.

—¿Hay forma de conectarme con ella? —Mi mejor amiga se ve genuinamente preocupada, es que por muy mal que te caiga una persona, si eres puro de corazón, sentirás empatía—. Si de alguna forma puedo estar al tanto de su estado, me quedaré mientras ustedes continúan —ofrece.

—Es una buena idea, de hecho —halago con una sonrisa, seguido me dispongo a encontrar un objeto personal entre las cosas de mi hermana, me sorprendo al hallar una pluma de fénix blanco, un ave legendaria y rara vez vista, fue mi regalo de graduación para ella. Me extraña que la lleve consigo, me hace pensar que de alguna manera le importo y eso no es posible. No con esa actitud borde y egoísta—. Esto servirá si la ha llevado consigo a menudo. —Kyanna acepta la pluma con delicadeza—. Puede que sientas un ligero mareo y mucho frío, el hechizo se alimentará de tu energía —informo.

—Puedo cambiar parcialmente, ayudará a soportar el viento gélido.

—Bien.

La transformación ocurre en segundos, tomo nota de los detalles porque es algo maravilloso, no me canso de ver cómo sus orejas crecen puntiagudas y le nacen finos bigotes en las mejillas, sus manos y pies se convierten en garras ligeramente peludas; se ve preciosa.

Tomo sus patas delanteras y recito las palabras que la vincularán con mi hermana a través de la pluma; podrán hablar si quieren, además de percatarse si algo va mal con una o la otra.

Nos despedimos prometiendo no tardar más de lo necesario, aunque todos sabemos que es una promesa vacía, ninguno sabe qué nos depara la cima.

Recorremos lo que falta del camino en silencio, es cómodo, pero preferiría preguntarle cosas. Conocerlo. Las pocas ocasiones en que hemos hablado, emociones nuevas y extrañas se han adueñado de mí, es difícil describir cómo me siento cuando estoy con él, cuando nunca antes he experimentado tales sensaciones.

—Fui una niña feliz cuando nació mi hermana —hablo en un tono bajo pero firme, decidiendo por una razón que no comprendo, abrirme a él—. Los primeros años fueron los mejores, al haber tan poca diferencia de edad entre nosotras, pasábamos mucho tiempo juntas, su madre nos enseñaba las más sencillas prácticas de magia, fueron tiempos de paz y felicidad en mi casa. —Mi padre era feliz con su nueva esposa y se alegraba de que yo tuviera con quien jugar, recuerdo bien—. En el verano de su undécimo cumpleaños, todo cambió. Fuimos a un campamento, nos divertimos tanto allí, conocimos a un puñado de líderes de facciones, entre ellos estaba tu madre, mi padre y otros Reyes de la Corte, aprendimos de todo.

—¿Qué salió mal?

—Si te soy honesta, no lo sé. Como dije, Solangel y yo fuimos unidas hasta ese verano, al regresar a casa algo en ella era distinto, no supe el qué, pero sin duda era notorio. Nuestros padres fueron ciegos a su cambio de actitud, ya que lo mostraba más que nada en mi presencia. Cuando les conté mis preocupaciones lo atribuyeron a las hormonas adolescentes, habían transcurrido ya dos años de mí soportando sus maquinaciones, que iban de mal en peor con el paso del tiempo. No puedes esperar a que tolere su comportamiento, tenía mi confianza y la destrozó, lo que sea que sucedió durante el campamento, debió contármelo. No por ser su hermana, sino porque éramos amigas.

—Entiendo, significa mucho que hayas confiado en mí. —Asiento, deteniendo mis pasos, no me di cuenta de lo mucho que avanzamos, estamos en un espacio angosto, todavía no en la cúspide del Monte Everest, pero justo donde Braden marcó que pude haber desaparecido años atrás. Aquí arriba es difícil respirar, si no fuera porque no somos humanos, habríamos perdido el conocimiento por el bajo nivel de oxígeno; de no haber sido por nuestras peculiaridades, tampoco habríamos llegado tan lejos en una misma noche.

Por un momento quedo absorta en el cielo estrellado, parece que puedo tocar las estrellas con las manos, alcanzar la luna si doy un salto alto.

Su cercanía es lo que me saca del trance, se mantiene a mi lado, también observando el paisaje nocturno. El frío que debería estarme calando los huesos se desvanece, mi corazón palpita con furia y tengo la urgente necesidad de sostener su mano. Cuando lo hago, busco sus ojos y mis labios se fruncen hacia arriba.

Él me devuelve la sonrisa.

Me gustaría saber qué está pensando, el violeta en sus ojos se oscurece tanto que juro notar un tinte rojo en ellos, parpadea y vuelven a ser claros y expresivos.

—Deberíamos explorar un poco, ver si algo llama la atención.

La sugerencia viene de él, aclaro mi garganta, suelto su mano y lo rodeo, buscando un no sé qué en la nieve. Me acero al borde, con ligero temor mirando hacia abajo; el vasto manto blanco y gris se extiende por kilómetros.

—Luna, ven a ver esto —me llama de pronto, está al pie de un risco así que me acerco muy despacio, temiendo resbalar. Señala con su dedo hacia abajo, donde sobresale un peñasco, sobre el cual reposa una lápida, rodeada de vivaces flores azules.

—¿Te acercas a ver? —apunto con un matiz de pánico.

—¿Acaso tienes miedo? —se burla notando el nerviosismo en mi voz.

—¿Yo? —Me río, nerviosa—. Por supuesto que no —resoplo.

«Sé valiente, Luna Kayde».

—Entonces bajemos juntos. —Me tiende su mano pálida, dudo solo un instante antes de tomarla, no me da ni un segundo para retractarme, es tan rápido que es como si no se hubiera movido en absoluto, excepto que ya no estamos al borde de la montaña sino frente a la tumba.

Vampiros, ja.  

Continue Reading

You'll Also Like

2.9M 170K 52
Khalessy es una mujer lobo, todos creen que es débil y que será una omega. Todos la humillan y maltratan pero ella sigue adelante. Logan es un orgull...
2.1M 193K 30
Cómo los gatos hacen antes de morir: El día a día de Samuel «Y como los gatos hacen antes de morir, me alejé de las personas que estimaba» La madre d...
4.1M 292K 41
"El coraje que necesitas siempre lo llevas dentro." ----------------------------------------- La vida de Lisa parece ser normal, excepto por el hecho...
4.2M 408K 107
¿Qué pasaría si todo lo que odias, se convirtiera en aquello por lo que darías la vida? ¿Qué sentirías si lo que te arrebató a tus seres queridos, a...