Diez Maneras De Odiarte.

By ImDramedy

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Los recuerdos son el mejor refugio, incluso de ti mismo. Algunas personas se pasan la vida queriendo ser dife... More

Sinopsis
I
II
III
IV
v
VI
VII
VIII
IX
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
Nota
XXIII
XXIV
XXV
XXVI
XXVII
Gracias
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-
7.-
"El lugar Equivocado"
¡ANUNCIO!
Querido nadie

X

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By ImDramedy

          

Una misión.

Una semana después.

                Estoy afuera del consultorio de Patrick, la única razón por la que todavía no he subido es que el auto de Luke está estacionado en la acera y la última vez que lo vi hui de la casa porque su mujer es una verdadera víbora. Además de que no quiero que me pregunte nada al respecto, tengo este problema de no saber mentir aunque últimamente lo he perfeccionado bastante bien porque he omitido contarle a Dr. Johnson acerca del beso con Tyler. No creo que sea adecuado que lo sepa pero debido a mi insistencia sobre las maneras que puedo utilizar para no quererlo sé que sospecha algo por cómo me mira.

Hace una semana no sé de Tyler, no voy a la galería y quizás he rechazado los diez mil mensajes de voz, los ochenta correos y Chase ha tenido que decirle que no estoy en la casa un par de veces. Lo bueno es que no me ha pedido explicación a pesar de mi falta de apetito  e insomnio constante estos días.

Luke sale del edificio y se sube a su auto, una vez que está lejos corro cruzando la calle hasta llegar al consultorio, subo el ascensor y ni me aviso cuando estoy por entrar, Patrick sabe que después de Luke vengo yo.

-          ¿Escondiéndote de nuevo? –Pregunta divertido sin ninguna pizca de sorpresa por verme.

-          No me escondo, evito que me vean. –Explico.

-          Seguro. –Responde con ese tono que odio. Revoleo los ojos y me tiro en el sofá.

-          ¿Cambiaste el color del techo?

-          Sí, es una manera de que los pacientes puedan conectarse con sus sentimientos y puedan expresarlos mejor.

¿Con el color gris?

-          ¿Por qué Gris? –Pregunto sin poder dejar de mirarlo.

-          Porque no es blanco, ni es negro. Es como si fuera el bien y el mal de la vida Alaska, a veces no todo es blanco y negro, hay que comenzar a ver las cosas intermedias con sus pros y sus contras.

-          Oh, ¿En serio? –Me rio y me siento dejando mi atención en él- ¿Crees que el bien es blanco o negro?

-          Blanco claramente. –Responde con obviedad.

Niego con mi cabeza apartando mi mirada de él. A veces pienso que quizás sí sea yo la que tiene un problema y que no soy parte de este mundo: -¿Por qué? –Pregunto de nuevo- Digo, ¿Por qué el blanco? ¿Por qué no el negro? La felicidad es relativa Dr. No es un estado mental, la felicidad está hecha de momentos que siguen de momentos más buenos o de momentos malos pero siguen siendo momentos; esos pequeños instantes que te hacen creer que la vida vale la pena... -explico- Entonces, ¿Por qué blanco? La felicidad puede ser gris exactamente, porque puedes ser feliz de un mal momento o ser feliz de un buen momento pero sigues siendo feliz. –Sonrío- creo que la gente se deja llevar demasiado por estereotipos de sociedad, hay que ser un poco más diversos en la creencia. No todo tiene que ser tan cuadrado Dr. Johnson.

Tomo un poco de aire y lo veo observarme sorprendido por lo de recién. Arqueo mi ceja asustada por su mirada, a veces solo no puedo controlar lo que pienso. El noventa por ciento de las veces no puedo hacerlo, el otro diez trato de morderme la lengua sin embargo, solo se guarda un cinco por ciento.

-          Buen punto Srta. Henderson. –Sonríe acomodando su espalda en la silla- Cuéntame, ¿Tienes tu famosa lista que nombras en los correos?

-          Intente. –Confieso- Y no sé porque se me hace tan difícil. –Revoleo los ojos- Creo que escribí algo totalmente diferente a el titulo de la lista.

-          ¿Puedes mostrármelo?

-          ¿Tenemos que empezar a juro con Tyler?  -Pregunto- El tema me irrita.

-          Bueno, ¿Quieres hablarme de algo más? –Asiento.

-          Mi papá apareció y va a venir para navidad. –Sonrío de pensar en su correo de esta mañana-La verdad tenia los nervios de punta.

-          Estoy feliz de que John se haya reportado, ¿Vendrá? –Asiento nuevamente.- ¿Quieres te? –Frunzo el ceño.

-          ¿otra táctica para sacar información? –Patrick se ríe.

-          No, es solo por si querías. –Se sirve un poco.- ¿Cómo te sientes con que John venga?

-          Bien. –Tomo aire llenando mi pecho- Es un alivio.  Estar lejos de él me hace sentirme desprotegida, aunque suela decir que estoy grande y todas esas cosas, creo que siempre lo necesito.

-          Es normal eso. –Admite- Así que no creas que es por tu condición, es solo una necesidad de los hijos el tener cerca a los padres.

-          Si –sonrío.

Un mensaje entra en mi celular haciendo que lo saque del bolsillo. Leo el remitente, es el respectivo mensaje del día de Tyler, supongo que algún día se cansara.

Tyler:

He perdido la cuenta de las veces que te he llamado, que te he mandado mensajes, que he ido a tu casa. Solo... déjame saber que estás bien, por favor. Tu instituto se comunico con la academia, necesita hablar contigo y no sé de qué manera decirles que no has venido. Si decides dejar la galería lo entenderé pero creo que deberías por lo menos dejarme que hable contigo.

¿Qué es lo que se supone que quiere de mí? Suelto un suspiro sin poderlo evitar. Las manos me sudan, el recuerdo de su beso viene a mí como pequeños flashes que no puedo detener y que odio con todas mis fuerzas porque quisiera no recordar ese día, quisiera no sentir lo que sentí y quisiera solo omitir que él existe pero cada vez es más difícil.

-          ¿Está todo bien?

-          ¿Por qué crees que los seres humanos nos aferramos a algo imposible? –Patrick frunce el ceño y suelta un sonido vago desde el fondo de su garganta.

-          Creo que los seres humanos están divididos en dos versiones, los que le hacen mal al mundo y los que le hacen bien. –Dice- Los que le hacen bien se aferran a causas que creen que pueden salvar del mal pero generalmente estás personas que hacen el mal terminan siendo así por situaciones que los forjaron de esa forma.

-          Eso es una tontería. –Digo- Yo creo que es porque nos gusta sufrir.

-          Bueno, cada quien tiene su percepción. ¿Me vas a mostrar tu lista? –Pregunta con seriedad.

Suelto el aire que no sabía que estaba reteniendo. Saco el cuaderno de mi bolso pero no se lo doy, prefiero leerlo.

-          ¿Vas a leerlo? –Asiento.

-          Solo... no me vaya a interrumpir, ¿Si?

-          Está bien. –Dice cruzando sus piernas.

Bueno Alaska, esté es el momento que te diga alguien más que no eres tú que estás loca y que no necesitas ninguna lista, solo un boleto de avión y huir lo más pronto del país.

-          Uno. –Aclaro mi garganta y lo miro de reojo- No puedo sentir nada por él porque arruinaría su vida y mi vida. –Veo que una sonrisa se forma en su rostro y yo arqueo mi ceja observándole. Vuelve a su postura sería y sigo leyendo: - Dos: Realmente odio su cabello.

-          Eso es superficial. –Me interrumpe.

-          Le dije que no me interrumpiera.

-          Lo siento. –Se encoje de hombros y yo prosigo.

-          Tres: Oculta cosas. Y todo lo que se oculta es malo, siempre es malo. Cuatro: Es arrogante, misterioso y está todo el tiempo sonriéndome. Cinco: Tiene obras de caridades para gente de causas nobles en su casa.

-          ¿Y eso es un problema?

Increíblemente para mí, sí lo es. –Sí. –Respondo.

-          ¿Por qué?

-          Porque no me gusta sentirme la obra de caridad de nadie. –Repito lo que siempre le digo a todo el mundo haciendo que él suspire.

-          A ver Alaska... -Revolea los ojos- El hace obras de caridad para fundaciones desde antes de conocerte porque conozco a su familia y tú no eres su obra de caridad porque no participas en ninguna de estas. –Explica.- Ese pensamiento tuyo solo te termina haciendo daño y justo ese es el problema, tienes que sacarte eso de la cabeza de una vez.

-          ¿Podría abrírmela? –Le pregunto con tranquilidad haciendo que se ría.

-          No, en definitiva no.

-          Entonces dudo que salga de ahí. –Respondo con seriedad y bajo mi mirada a mi libreta.

-          Puedo convencerte de que lo hagas. –Replica con rapidez pero yo no respondo. - ¿Terminaste?

-          Me faltan dos más.

-          Entonces, -me quita la libreta de las manos y me mira- Las voy a leer yo.

Le da un ojo a las últimas líneas así que espero a que termine, cuando lo hace me mira con incertidumbre por lo último escrito que sería: Besa bien. Ese es el número siete, hasta ahí quede.

-          Bueno, hay un problema con tu lista. –Me dice sin expresión.

-          ¿Cuál?

-          No son maneras, son razones. –Me aclara- Si vas hacer esto, vamos hacerlo bien.

-          Explícate.

-          Bueno, primero quiero saber que sientes exactamente por él.

Oh ni yo sé eso.

-          Nada. –Le digo- Absolutamente nada.

-          ¿Nada Alaska? –Me acusa con la mirada.

-          Nada. –Repito.

-          ¿Quieres que adivine?

No por favor. –No. –Revoleo los ojos- ¿Qué quieres que te diga?

-          Si quieres evitar enamorarte de él y que él se enamore de ti es porque simplemente ya existe un sentimiento creciendo en ti.

Ahg. – Me beso. –Le comento sin pensarlo demasiado- Y quizás, solo quizás haya sentido que podía volver a sentir amor por alguien pero no, así que quiero sacarlo de mi cabeza antes de que me vuelva una tonta dependiente de los sentimientos que se pueden tener hacia otra persona, ¿Feliz?

-          Es un buen comienzo. –Sonríe triunfante.

Patrick se levanta y rueda una pequeña pizarra de madera hasta enfrente de mí, saca de su escritorio un marcador y coloca el número uno en la esquina superior derecha.

-          Primero quiero aclarar que puede que no funcione. –Admite sonriente- Creo que es demasiado tarde para tomar precauciones en el asunto. –Confiesa.

-          ¿Por qué?

-          Porque Alaska, todo lo que tienes escrito ahí no son más que excusas para intentar evitar los sentimientos que ya tienes hacía él.

-          Sí y que están errados y por eso usted me va ayudar. –Le digo en una voz autoritaria.- Comience.

-          El primer paso es aceptar que tienes sentimientos hacía Tyler Smith. –Me pone a prueba, lo sé.

-          Bueno... -Bufo- Puede que tenga sentimientos hacia él. –Me resigno brevemente- Pero, puedo sacarlos antes de que sea peor el problema.

-          Así me gusta. –Sonríe triunfador y comienza a escribir en la pizarra.

-          Quiero que vengas cada dos días Alaska, -me dice- quiero saber cómo va a resultar esto así que correos y cada dos días te quiero aquí.

Revoleo los ojos y asiento, él comienza a escribir.

                Punto Uno:

Enfrentamiento: La mejor manera es afrontar las situaciones.

Escribe en grande y ahora mi percepción cambio a que no soy yo quien está loca, es él. - ¿Afrontarla?

-          Sí. –Asiente.- Paso número uno, afrontarlo. –Me dice acercándose- Quiero que regreses a la galería.

-          Esa no es una manera de hacerme odiarlo. –Revoleo los ojos.

-          No, pero descubrirás que quizás es una idealización. –Admite- Y a prenderas a ser fuerte y a no seguir huyendo.

-          Pero, eso no va ayudarme. –Le replico.

-          Alaska, ¿Confías en mí? 

-          Y, debo estar loca pero sí.

-          Entonces, esto es lo que harás. –Me extiende un bolígrafo negro

-          Me gusta el negro. –Le digo riéndome.

Patrick me ignora y nuevamente me siento como en el instituto. Escribe y yo leo mientras el lo hace.

Paso numero uno:

Enfrentarlo. Hacer como si nada paso, aférrate a la idea de que nada paso. – Solo quedan unos meses para que acabes. –Aclara dejando de escribir pero sin voltearse

Paso numero dos:

Escribir todo lo que sientes en esa libreta que tienes.

Paso numero tres:

Alejarte de todo lo que te haga unir vínculos a Tyler.

-          Esto lo tienes que hacer tu, yo te doy las herramientas, tu construyes el muro. –Sonríe satisfecho.

-          ¿Muro?

-          Si. –Asiente- Dices que no quieres sentir nada por Tyler, por lo tanto tienes que romper cualquier vinculo con él así que podrías utilizar un muro para separar los sentimientos del profesionalismo.

Suelto una risita tonta y asiento, increíblemente tiene razón. – Touche. –Le digo.

-          ¿Estás preparada?

-          ¿Para qué? –Frunzo el ceño.

-          Empiezas hoy.

-          ¿Qué?

No, necesito más tiempo.

-          Claro. –Sonríe y toma el marcador nuevamente- Vamos hacerlo una misión. ¿La aceptas?

-          Estás demente. –Le digo- No puedo hacer esto así nada más, necesito tener un poco más de tiempo.

-          Alaska Henderson. –Sonríe- Quiero un correo hoy para saber cómo te fue. –Se acerca a la puerta y abre esperando a que salga de ahí.

-          ¿Terminamos?

-          Si. –Sonríe- Me escribes Alaska.

-          ¿Y si no puedo hacerlo? –Le pregunto.- Me refiero a ir y decirle: Hey, te odio. –Revoleo los ojos- Usted lo hace parecer fácil.

-          No te digo que le digas eso. –Replica- Te digo que lo enfrentes, así puedes ir superándolo. Es como los miedos, a veces solo hay que enfrentarlos para superarlos. A menos...

-          ¿A menos...? –Interrumpo.

-          Que no quieras superarlo. –Dice.

-          Le enviaré un correo. –Le digo y tomo mi bolso para salir de ahí.

No sé cómo se supone que deba hacer esto cuando no tengo la menor idea de cómo callar mi mente cuando estoy cerca de Tyler. Quizás si mi mamá viviera me podría decir que es lo que debo hacer, porque en mi mente no es una buena idea seguir cerca de él. Además, estoy aterrada de lo que pueda pasar, no quiero que vuelvan a jugar conmigo, no quiero que todo se vuelva nada otra vez.

                Camino rodando la bici con mis manos, realmente me hace bien el poder caminar y distraer mi mente de todo esto. Está haciendo más frio de cuando llegue, invierno está llegando tan fuerte que ni siquiera puedo sentir mis dedos pero no me importa demasiado ese pequeño detalle.

Estoy intentando recordar cada uno de los pasos que me dicto Patrick pero pareciera que en mi mente hubiese sido un leve sonido que olvidas cuando estás distraída. Como sea, ahora mismo voy camino a casa, necesito un poco de Rocco y de mi compañera de piso quien se ha portado increíblemente bien conmigo desde que llegue. Tyler también. Una de las razones por la cual no quiero volver a la galería es porque técnicamente todos se enteraron de mi gran defecto; mi gran defecto implica a burla, burla a volverme agresiva la mayor parte del tiempo y eso solo me lleva a dos opciones la cárcel o una nueva identidad en otro país lejos de aquí.

Seguramente en Australia me llevaría bien con las jirafas.

-          ¿Alaska? –Por mi clavícula recorre una corriente de electricidad haciendo que mi cuerpo se encrespe.

Volteo cautelosamente y me encuentro con la mirada de Sam, ella me mira con ternura. A pesar de no ser demasiado grande, me recuerda un poco a mí mamá.

-          Hola. –Digo temblorosa.

-          Qué lindo verte. –Sam se acerca rápidamente a darme un beso en la mejilla y un breve abrazo.

-          Si, voy a casa.

Por favor que no me pida que vaya a la galería. Por favor que no me pida que vaya a la galería.

-          ¿Por qué no has venido? –Pregunta con el ceño fruncido- No puedo explicarte lo amargado que está Tyler después del evento en su casa.  –Explica caminando conmigo.

¿Qué no se da cuenta que estoy tratando de huir?

-          Les advirtió a todas que si decían o se burlaban de ti, no solo estarían despedidas sino también reprobadas.

-          ¿Por qué hizo eso?

-          Al parecer le importas. –Sonríe- ¿Quieres pasar por la galería?

-          No, no creo que sea conveniente. –Replico de inmediato intentando caminar más rápido.

-          Oh querida, es solo un momento. –Sonríe- Además hoy es un buen día, Tyler les dio el día a todas las chicas.

-          De nuevo, haciendo todo mal.-Bufo en voz baja.

-          ¿Qué?

-          Creo que Tyler debería de enseñarnos más y dejar de darnos días libres. –Comento.

-          Sí, -admite- ¿Vienes?

-          Bueno. –Acepto de nuevo sin que las palabras pasen por el proceso de filtración en el cerebro.

-          Excelente. –Sonríe con tranquilidad y me guía poniendo sus manos en mi espalda.

Lo bueno es que estamos cerca, lo malo que es que estamos llegando y sinceramente no creo que haya vuelta atrás en el momento que entre en esa galería. Sam pasa la puerta corriente de vidrio, puedo ver los escritorios vacios y las fotos nuevas colgando, entre ellas, la mía. Siento que mis mejillas se sonrojan y los pasos taconeantes de Sam me comienzan a perturbar. Sube las escaleras llamando a Tyler mientras yo me quedo abajo observando la soledad de la galería.

Debería de comerme el chocolate que tengo en la gaveta. Voy a mi puesto y abro la primera gaveta sacando el chocolate, encontrándome con otra nota adhesiva de Tyler pidiéndome perdón.

La manera más fácil de pedir perdón la da un buen sabor a chocolate.

Lo siento, T. S.

-          Lo siento. –Escucho su voz en un susurro detrás de mí.

Salto en el espacio y volteo rápidamente, me encuentro con un Tyler con los hombros caídos y la mirada fija en la mía, cosa que no puedo aguantar, así que mi mirada baja  las manos de Tyler que están como siempre escondidas en sus bolsillos como siempre.

-          Es lindo verte. –Me dice.

Recuerda cada uno de los pasos Tyler.

-          Dos cosas. –Le digo repitiendo el mismo dialogo de la noche en la azotea.

-          La primera. –Hace de sus labios una fina línea tratando de no reírse.

-          Voy a regresar solo porque realmente necesito mi título.-Aclaro- No por todos los mensajes que me mandaste ni por el chocolate, ni el café ni absolutamente nada, ¿Está bien?

-          Está bien. ¿La segunda? 

-          Entre tú y yo no paso nada, si no paso nada, no tengo porque perdonarte y si no tengo porque perdonarte, te regreso tu chocolate. –Le digo entregándole el chocolate en su pecho.

-          ¿Qué paso? –Dice escondiendo una sonrisa haciendo que yo arquee mi ceja.

-          El...-digo intentado que el termine la frase pero no lo hace.- El-El be...

-          ¿Beso?

-          Exacto.

-          ¿Qué beso? –Se ríe.

-          Ah ya entendí. –Me rio por un segundo mirándolo- Esa es la actitud. –Sonrío.

-          Bueno, será un placer tenerte de vuelta. –Sonríe estirando su mano

-          Solo profesionalmente. –Aclaro estrechándola.

-          Profesionalmente.

-          Entonces nos vemos mañana. –Le digo- Tenemos el dia libre, ¿No?

-          Así es Alaska.

-          Entonces, ¿Qué haces aquí?

-          Yo jamás descanso.

-          Pues deberías. –Sugiero- Te haces más viejo.

Tyler se ríe y por alguna razón siento que todo el peso de esta semana hizo que desapareciera solo con una plática. Supongo que el plan puede funcionar.

¡HOLA!

Ya sé. Se supone que debí regularme la semana pasada para subir los capítulos pero, sinceramente no he podido escribir, entonces me he atrasado y cada vez que termino capítulo se lo pasó a veronicasalasrivas que es quien me corrige para después de su aprobación publicar.

Les pido paciencia. Voy a cambiar el día de publicación al lunes así que hoy público y la otra semana lo tienen el lunes para llevar una secuencia y un orden.

En serio agradezco inmensamente cada uno de sus comentarios ya sea aquí o en Twitter o en Facebook. Es increíblemente hermoso saber que les gusta y que a pesar de toda la locura que hay en mi pequeña cabecita a ustedes les agrada lo que hago. ❤

Espero que este capítulo también les guste y puedan disfrutarlo tanto como yo al escribir de Alaska y de Tyler.

Besos enormes y feliz carnavales. 🙌🏻❤

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