A ver cómo se lo digo yo ahora... ¿Cómo le digo que se va a perder la fiesta por que mi padre quería invitarle a cenar? Tenía el teléfono en la mano y ya había marcado su múmero como diez veces, pero ninguna me había atrevido a llamarle. De seguro Harry quiere ir a la fiesta y me rogará que convezca a mi padre para cambiar el día... Estoy hecha un lío. Al final decidí marcarle por milésima vez, y esta vez, le llamé.
- ¿Si? - me dijo una voz al otro lado del teléfono. Lamentablemente femenina.
- ¿Está Harry? - la pregunto.
- Oh, sí. Ahora mismo te lo paso - me dijo amablemente. Esperé unos segundos, y esta vez, sí era Harry el que me hablaba.
- Hola
- Hola Harry - le dije. Me quedé dudosa. Todavía no sabía cómo decírselo - Esto... verás... sobre la fiesta del sábado...
- ¿No puedes venir? - me cortó preocupado.
- No, no es eso, es que...
- ¿Te ha invitado otro? - me volvió a cortar, y ahora sonaba más enfadado que preocupado.
- Harry, déjame terminar - le dije seria - Mi padre te vió cuando me acompañaste a casa y ahora quiere conocerte - él se quedó mudo. Por un momento pensé que había colgado - ¿Harry?
- Dime
- Que digas algo, contra
- Vale, sí, me parece perfecto - me dijo, y por su tono de voz casi me le imaginaba con una sonrisa.
- El problema es que quiere invitarte a cenar... Este sábado - le dije algo dudosa, no sabía cuál sería su respuesta.
- Oh, perfecto - contestó. No había enfado ensu voz, y tampoco sarcasmo u otra cosa parecida.
- ¿No te molesta? - le pregunté sorprendida.
- ¿Molestarme? - me dijo riendo - ¿Por qué iba a molestarme?
- Por que coincide con la fiesta - le dije obvia.
- Oh, eso - volvió a reir - No me importa, no me perdería una cena con la chica más guapa y además si tengo el gusto de conocer a su padre - respondió simple. Yo me sonrojé. Menos mal que no podía verlo.
- ¿Entonces es un sí?
- Por supuesto - me dijo feliz - ¿Mañana hablamos?
- Claro - le dije - Hasta mañana.
- Hasta mañana, enana - me dijo, y colgué. Vale, una cosa clara: la fiesta le importaba un rábano. Pero hay algo que no cuadra. ¿Qué chico de hoy en día quiere perderse una fiesta? A no ser... No, eso no puede ser. Me hago falsas ilusiones. Pero pensar que iba a enar con Harry me revolvía el estómago; y no en el mal sentido. Cogí mi tablet y comencé a leer 50 Sombras de Grey, pero no pasaba de la primera línea. Sólo pensaba en mi cena con Harry. Y seguí con mis pensamientos ahí hasta que me quedé profundamente dormida.
-----------------------------------
Lo siento! Sé que el capítulo es corto y bla, bla, bla, pero es que últimamente no tengo inspiración. Salomé, te prometí un capítulo de N&R recuerdas?? Pues te voy a hacer dos en vez de uno, sólo por que ha ganado el Madrid y pa´ que no me des la lata.
BESOS XXX