Camren One Shots (2)

By jnkplanet

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Importante: La mayoría de historias de este libro NO me enorgullecen actualmente pero de todas formas el cont... More

Secret Love Song
Home To Mama
Run Away With Me
Vapor
Flower
War Of Hearts
Strange Love
Aftertaste
I Really Like You
The Weight
Then There's You
Try Hard
Roses
Drive
Amaze Me
Without You
Patience
High Hopes
For Her
The Girl Who Cried Wolf
See You Around
Forever Girl
Sad Beautiful Tragic
Prisoner
Lost Girl
Stolen Moments
Colors
Stay With Me
If You Don't Know
What Do You Mean?
One Last Time
Ruin
Brooklyn Baby
Training Wheels
Squeeze
Goodbye My Lover
This Town
Forget Forever
Storm
XO
Girl Like You
Purpose
Irresistible
Three Empty Words
Read My Mind
Back To December
Cool
Wake Up
Say You Won't Let Go
End Of The Day
I Can't Make You Love Me
Coming Back For You
Choose Your Battles
Strings
Feel This
Treacherous
Invisible
Fall (T.V)
Trust
Demons
Born To Die
This Is What It Takes
Waste The Night
Hopeless
Ever Since New York
I Almost Do
When We Were Young
Bad At Love
The Feeling
Say Something
I've Told You Now
Why
Castaway
Stay
Touch (N.J)
Meet Me In The Hallway
One
Into You
Safe Inside
Never Let You Go
Heaven In Hiding
...Ready For It?
Love Incredible
Million Words
Too Much To Ask
She's Not Me
I Think I'm In Love
Ruin The Friendship
How Would You Feel (Paean)
Messy
Moving On
Can I Be Her
Never Be The Same
New Year's Day
Since We're Alone
Dangerous
Burn
Gorgeous
Heaven
Sober
Cold
Favourite Color
Dress
Plastic Rose
Dive
1977
Mercy
Let Me Love The Lonely
You And Me
There You Are
Bad Reputation
Queen Of My Heart
Get It Over With
Begging
Someone Like You
Risk It All
Overpass Graffiti
False God

Love Drought

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By jnkplanet

Segunda Parte de "Girl Like You"

"Diez veces de nueve, sé que estás mintiendo, pero nueve veces de diez, sé que lo intentas, así que estoy intentando ser justa y sé que intentas estar ahí y preocuparte, que estás atrapada en tus emociones permanentes, todo el amor que he estado dándote, pasa desapercibido, simplemente flota en el aire, mira más allá de la situación, ¿Eres consciente de que eres mi línea de vida y estás intentando matarme? Si no fuera yo ¿Todavía me sentirías? Por ejemplo ¿En mi peor día? ¿O no tengo sed de ti, lo suficiente? No me importan las luces o los haces de luz, he pasado mi vida en la oscuridad por el bienestar tuyo y el mío, el único lugar al que podemos ir es hacia arriba, piel gruesa y demasiado ruda"

Nueva York, Estados Unidos

-Te ves genial.- dijo Camila para después reír y seguir bebiendo su café.

Rodé los ojos y me coloqué la capucha de mi polerón negro para después recargar mi cabeza en la mesa de la cocina, sentí como los dedos de Camila acariciaron suavemente mi cabeza por encima de la tela.

-Me duele todo.- susurré sintiendo la frente caliente.

Anoche me había acostado en mi cama pero no conseguí dormir por más de dos horas, desperté con un inmenso calor y con muchas ganas de vomitar, me sentía pésimo y era Viernes, tenía clases.

Ahora mismo tenía dolores musculares y escalofríos, Camila se había burlado un rato pero finalmente logré despertar su lado compasivo y ahora estaba siendo una buena amiga.

-Voy a buscar un termómetro, te tomaré la temperatura.- anunció y yo me quejé para después mover ligeramente mi cabeza para poder mirarla.

-¿Me colocarás esa cosa en la boca? Siento que voy a vomitar en cualquier momento.- susurré mientras hacía un puchero, odiaba sentirme enferma y débil.

-¿Me das el número de alguna de tus compañeras? Voy a decirle que no irás porque estás enferma.- murmuró mientras se acercaba a mi.

Tomó mi rostro entre sus manos e hizo una mueca al sentir que estaba ardiendo, abrí la boca a duras penas y ella lo colocó, cerré la boca y suspiré.

-Busca el número de Dinah, por favor.- pedí mientras le entregaba mi teléfono.

La castaña buscó el contacto de la polinesia y cuando lo encontró la llamó de inmediato, no sé por cuanto tiempo hablaron, porque yo estaba demasiado perdida, la fiebre me estaba afectando.

-No iré a clases tampoco.- contó mientras me ayudaba a levantarme.

Fruncí el ceño y ella colocó mi brazo alrededor de su cuello, su mano sostuvo mi cintura y juntas comenzamos a caminar fuera de la cocina.

Lentamente llegamos a mi habitación, la ojimarrón me llevó hasta mi cama y me recostó con cuidado, no tardé en acurrucarme y abrazame a mi misma mientras me encogía, me sentía pésimo.

-¿Por qué?.- pregunté mientras comenzaba a temblar de frío.

-Porque estás enferma, no te puedo dejar así, te voy a cuidar.- respondió mientras se sentaba a mi lado y acariciaba mi cabello.

La miré y una pequeña sonrisa se formó en mis labios, Camila sonrió de vuelta para después quitar el termómetro de mi boca, hizo una mueca para después dejarlo sobre la mesa de noche.

-No eres tan mala como pensaba.- le dije bromeando y ella rodó los ojos para después reír.

-Callate, estás ardiendo, traeré paños húmedos.- anunció mientras se levantaba.

Asentí lentamente y me quedé en la misma posición hasta que volvió, dejó la fuente con los paños sobre la mesa de noche y se sentó nuevamente a mi lado.

-Necesito que te quites la ropa.- murmuró y sus mejillas se sonrojaron.

Reí débilmente y con su ayuda me senté sobre la cama, hice el intento de quitarme el polerón pero me quejé al sentir como cada músculo de mi cuerpo me dolía en el intento.

-Necesito ayuda.- le dije y ella asintió mientras llevaba sus manos hasta los bordes de la prenda.

Lo levantó lentamente y lo quitó por encima de mi cabeza dejándome en una camiseta blanca de manga corta, sus ojos estudiaron mi rostro y yo suspiré sintiendo los párpados pesados.

Levanté mis brazos y ella deslizó la camiseta suavemente fuera de mi cuerpo dejándome en un sujetador del mismo color, sus manos tocaron mi abdomen y yo gemí al sentir que estaban frías.

Me recostó nuevamente en la cama y se colocó sobre mi, trague saliva y ella llevó sus manos hasta mis pantalones de chándal.

Deslizó sus dedos por los bordes y los tiró hacia abajo, levanté mi pelvis ligeramente para ayudarla y ella logró sacarlos y dejarlos tirados en el suelo.

-Esto es muy erótico.- reí y ella rodó los ojos para después colocarse a mi lado.

Tomó un paño y lo colocó en mi frente, me quejé y ella rió mientras negaba con la cabeza, tomó otro y lo dejó sobre mi abdomen, volví a quejarme para después suspirar.

-Estás delirando.- murmuró divertida mientras tomaba otro paño y lo colocaba en mis muslos.

-Espero recordar esto después.- susurré para después cerrar los ojos.

-¿Tienes dolores musculares? Tengo una pastilla para esos dolores.- se levantó para después salir de la habitación.

A los minutos volvió y con su ayuda pude tomarme la pastilla, derramé un poco de agua en la cama pero ella dijo que no importaba, era solo agua.

-Descansa.- susurró después de unos minutos de silencio.

El cansancio se apoderó de mi completamente y sentí como lentamente comenzaba a quedarme dormida, pero antes de caer en el sueño profundo sentí los labios de Camila por unos segundos en mi mejilla.

"Porque tú, tú, tú, tú y yo podríamos mover una montaña, tú, tú, tú, tú y yo podríamos calmar una guerra, tú, tú, tú, tú y yo podríamos hacer que llueva justo ahora, tú, tú, tú, tú y yo podríamos detener esta Sequía de Amor"

*Días después*

Me había despertado y automáticamente la hermosa melodía del piano había llegado a mis oídos, sonreí y estiré mis músculos para después levantarme.

Me coloqué las pantuflas de perrito que Camila me regaló cuando cumplí un mes en el departamento, la actitud de la castaña hacia mi estaba cambiando y eso me alegraba.

Ya no era fría como antes, había aprendido a conocer a Camila y sabía que ella no le mostraba sus sentimientos a cualquiera, aunque a veces era bastante recatada conmigo.

Tenía sus momento de cariño pero también se volvía fría en su momento, sabía lidiar con eso, después de todo aún me faltaba mucho por conocerla y que ella se sintiera en completa confianza conmigo.

Aunque después de que me cuidara cuando me enfermé me di cuenta de que si existía un sentimiento de cariño hacia mi, estaba segura de que me quería, a su manera, pero lo hacía.

Salí lentamente de mi habitación después de haberme lavado los dientes en mi baño privado y me dirigí hacia el estudio de Camila, tenía la puerta ligeramente abierta así que decidí mirarla por el pequeño espacio que me proporcionaba la puerta.

Tenía el cabello amarrado en una coleta desordenada y vestía un enorme suéter gris junto con unos pantalones de chándal blancos, estaba descalza, solo tenía sus calcetines y sonreí por eso, se veía adorable.

Se veía aún más pequeña frente al enorme piano, tenía los ojos cerrados y de forma mecánica tocaba todas las teclas correctas, logrando una melodía perfecta.

Tenía una debilidad por Camila tocando el piano, siempre que la escuchaba me transmitía muchas emociones.

Sin darme cuenta cerré los ojos y moví suavemente mi cabeza al ritmo del piano, me quedé así por unos minutos hasta que no sentí nada.

Abrí los ojos confundida y sentí mis mejillas calientes al darme cuenta que Camila me estaba mirando con una sonrisa divertida desde su lugar.

-Hey ¿Te desperté?.- preguntó y yo negué con la cabeza para después abrir la puerta.

-No, tranquila, no te preocupes.- me encogí de hombros y ella palmeó el lugar a su lado.

Caminé lentamente y me senté a su lado, la morena llevó su mano hasta mi frente y yo reí.

-Quiero asegurarme de que no te vuelva la fiebre.- murmuró y yo asentí para después sonreír.

-¿Vas a seguir haciéndolo todos los días?.- pregunté y ella arrugó la nariz.

-Si.- respondió simplemente para después mirar las teclas del piano.

Llevó sus manos hasta ellas y retomó la melodía que estaba tocando, sonreí suavemente y cerré los ojos dejándome llevar por la música.

A los minutos abrí los ojos y la mirada de Camila estaba fija en mi rostro, reí suavemente y ella agachó la mirada, también sonriendo.

-¿Llevabas mucho tiempo mirándome tocar?.- preguntó y yo me encogí de hombros.

-No lo sé, unos minutos tal vez.- respondí mientras ella doblaba las mangas de su sueter.

Se quedó en silencio mordiendo su labio inferior, suspiré y sentí frío, siempre dormía con una enorme camiseta que me llegaba hasta los muslos y un pequeño short de algodón, pero el estudio de Camila era muy frío.

-Quiero mostrarte algo.- murmuró y yo la miré atentamente.

Sacó su teléfono y después de colocarle la contraseña buscó la aplicación de música, esperé pacientemente mientras ella buscaba alguna canción.

-Muestrame.- pedí riendo al ver como titubeaba, sonrió de lado y colocó la canción.

-¿La conoces?.- preguntó y yo sonreí y asentí al reconocer que era "Love Drought" de Beyoncé.

-Claro que si, Dinah es fanática de Beyoncé y me hace escuchar sus canciones todos los días.- le conté y ella rió. -Aparte, es una de mis favoritas.- terminé de decir y ella sonrió para después pausar la canción.

-Estuve practicando algo y quiero que me digas si te gusta.- susurró y yo asentí emocionada.

-Adelante.- la animé y ella me entregó su teléfono para después comenzar a tocar.

La versión de Love Drought en el piano llegó a mis oídos y sonreí, era mucho más lenta y suave, Camila tocaba realmente bien y esta no era la excepción.

Cuando sentí la voz de Camila acompañando el piano me sorprendí, nunca la había escuchado cantar y ahora podía decir con seguridad que su talento abarcaba su voz también.

Su voz era suave y lenta, acompañando la versión que había creado en el piano, me deleité con su tono, me daba calma y paz.

Su voz tenía demasiado potencial y deseaba con todo mi corazón volver a escucharla cantar, era como una droga.

Camila al llegar a los últimos versos dejó de mirar el piano para mirarme, sus ojos estudiaron todo mi rostro y yo me sentí descubierta frente a su intensa mirada.

-You and me would stop this love drought.- terminó de cantar sin dejar de mirarme y yo trague saliva con fuerza.

Suspiré y acerqué mi rostro lentamente al suyo, la castaña estaba atenta a cada uno de mis movimientos, cuando nuestras respiraciones se mezclaron ella cerró los ojos.

Mis labios besaron suavemente los suyos y mi corazón se volvió loco por el contacto, estábamos paralizadas, solo nuestros labios se estaban tocando y ambas estábamos nerviosas, lo notaba.

Decidí mover mis labios lentamente sobre los suyos cuando sentí las manos de Camila en mis mejillas.

Entre abrió sus labios ligeramente y sus dientes tiraron suavemente de mi labio inferior para después volver a besarme, mierda, me estaba matando.

Nos separamos lentamente y ella recargó su frente sobre la mía, abrí los ojos y lo primero que noté fue su sonrisa, logrando que yo sonriera también.

"Nueve veces de diez, estoy inundada en mis sentimientos, pero diez veces de nueve, soy solo una humana, dime, ¿Qué hice mal? Siento como si esa pregunta hubiese sido planteada repentinamente, seguiré con mi vida, siempre me comprometeré, he estado enfocada, siempre he prestado atención, he sido devota, dime, ¿Qué hice mal? Oh, ya pregunté eso, es mi culpa, pero tú eres mi línea de vida, creo que quieres acabar conmigo, si no fuera yo ¿Todavía me sentirías? Por ejemplo ¿Como en mi peor día? ¿O no tengo sed de ti, lo suficiente? No me preocupan las luces o los haces de luz, he pasado mi vida en la oscuridad por el bienestar tuyo y el mío, el único lugar al que podemos ir es hacia arriba, esas perras son tan extravagantes, si, soy así de ruda, ¿Y qué?"

*Semanas después*

Las cosas con Camila habían cambiado demasiado después del beso que nos dimos.

Y no podía decir que había sido para mejor, estábamos en un punto extraño, bueno, ella quería que fuera así.

Me evitaba la mayoría del tiempo y eso me confundía, si ella no quería que nos besáramos me lo habría dicho o me habría detenido, pero no lo hizo.

Ahora cuando tocaba el piano dejaba la puerta cerrada así que no tenía posibilidades de verla tocar y no quería invadir su espacio entrando como si nada.

Y ahora me preguntaba ¿Qué hice mal? Ni siquiera tuvimos una conversación después del beso, fue todo normal, pero ella comenzó a comportarse de forma extraña de la nada.

Era irónico, cuando cantó Love Drought sentí que me trataba de decir que juntas podíamos lograr muchas cosas, pero con su lejanía solo me dejaba un lío en la cabeza.

Estaba cansada, no pensaba ir detrás de ella y rogarle que habláramos, no iba a humillarme, si ella no quería hablar conmigo, bien, era su problema.

Terminé de guardar mis cuadernos en mi bolso y salí de mi habitación mientras lo colgaba en mi hombro.

No sentí el piano así que supuse que se había ido más temprano a la academia, claro, para seguir evitándome.

Me sorprendí cuando entré a la cocina y la vi sentada con un café y su cuaderno, me miró por unos breves segundos para después apartar la mirada, me encogí de hombros y caminé directamente al refrigerador.

Hoy hacía mucho frío así que tenía puesta una camiseta de The 1975 y sobre ella una chaqueta de cuero, mis jeans eran azules y tenía unos cómodos botines negros.

Saqué un emparedado que había dejado listo la noche anterior y lo guardé en mi bolso, luego caminé hasta la frutera y tomé una manzana, le di un mordisco y caminé fuera de la cocina.

Llegué a la puerta principal y después de abrirla, salí sin despedirme, suspiré y comencé a caminar con dirección al elevador.

*Horas después*

Abrí la puerta del departamento lentamente y dejé pasar a Charlotte, cerré la puerta y me quité mi bolso para después caminar hacia el living.

-Iré por mis apuntes y nos vamos.- le dije y ella asintió mientras se sentaba.

Nos habían asignado una proyecto en parejas, teníamos que crear una historia situándonos en la época medieval y basándonos en algún hecho de esa época, debíamos escribirla y después hacer un análisis detallado.

Las parejas las eligió el profesor así que me había tocado con Charlotte, por suerte ambas nos llevábamos muy bien.

Habíamos venido al departamento por mis apuntes, tenía una carpeta llena de material que nos serviría para el proyecto pero no podíamos quedarnos aquí, menos con Camila dando vueltas, era incómodo.

Sonreí cuando recolecté la mayor cantidad de información, definitivamente teníamos que lograr una nota alta, yo era muy buena en este tipo de proyectos.

Cuando salí de mi habitación me encontré de frente con Camila, di un pequeño salto por la impresión y ella rió ligeramente.

-Tan fea no soy.- murmuró y yo suspiré mientras colocaba una mano en mi pecho.

-Me asustaste.- le dije para después negar con la cabeza.

Ella miró curiosa los papeles que tenía en mi mano y yo fruncí los labios para después seguir caminando, esperé que se alejara pero estuve a punto de golpear mi cabeza contra la pared cuando sentí como me seguía.

Llegué al living y Charlotte se levantó con mi bolso en sus manos, le sonreí como muestra de agradecimiento y guardé los papeles para después volver a colgar el bolso en mi hombro.

-¿Y ella quién es?.- preguntó Camila y yo me giré lentamente para poder mirarla.

Su ceño estaba fruncido y yo casi solté una carcajada al verla tan seria.

-Es una compañera, vamos a ir a hacer un proyecto, nos vemos más tarde.- anuncié para después comenzar a caminar hacia la puerta.

-¿A dónde?.- preguntó nuevamente y yo miré a Charlotte y me encogí de hombros.

-A mi departamento.- respondió por mi y yo asentí.

Sin esperar respuesta seguimos caminando y cuando estábamos por llegar a la puerta sentimos como Camila volvía a hablar.

-Pueden hacer el proyecto aquí... Después de todo ya están aquí ¿Para qué irse?.- ofreció y yo la miré raro.

-¿Bromeas? No queremos molestar.- elevé una ceja y ella apretó la mandíbula.

-Claro, no es ninguna molestia.- respondió y Charlotte se encogió de hombros para después caminar de vuelta al living.

La seguí y cuando pasé al lado de Camila, ella tomó mi brazo deteniendo mis pasos, fruncí el ceño y la miré molesta.

-¿Qué te pasa?.- pregunté frustrada y ella me miró molesta sin dejar de fruncir el ceño.

-Donde mis ojos te vean, Jauregui.- respondió lentamente para después soltarme.

Trague saliva con fuerza para después caminar rápidamente hacia el living, Camila era una idiota.

*Horas después*

Charlotte se había ido hace unos minutos y yo estaba apilando todos los papeles que habíamos ocupado.

Después de dejar todo en orden me levanté, estaba a punto de tomarlos pero sentí como Camila aclaraba su garganta así que me detuve.

La miré fijamente y ella se acercó a mi, elevé una ceja y ella suspiró.

-Te debo muchas explicaciones... Solo te voy a decir que estaba aterrada.- dijo simplemente y yo dejé caer mis hombros.

-¿Tan difícil era decírmelo? Gracias por tu sinceridad.- respondí para después intentar tomar mis papeles pero ella me detuvo.

-Ven conmigo a mi estudio, quiero mostrarte algo.- murmuró y al ver mi indecisión volvió a suspirar. -Por favor.- pidió y yo bufé para después comenzar a caminar rápidamente con dirección a su estudio.

Entré y me crucé de brazos, cuando ella entró me guió hasta el asiento frente al piano colocando su mano en mi espalda.

Se sentó a mi lado y volví a cruzarme de brazos mirando fijamente el piano, sentí su mano en mi muslo y trague saliva con fuerza.

-Sé lo mucho que te gusta Elvis Presley... Así que estuve ensayando una de sus canciones toda la semana.- me contó y yo la miré confundida.

Sin dejarme responder comenzó a tocar, al principio no pude reconocer que canción era, pero cuando comenzó a cantar sentí que mi corazón se saldría de mi pecho.

Camila estaba a mi lado, tocando el piano y cantando "Can't help falling in love" sin dejar de mirarme, sentía que en cualquier momento me iba a morir de la emoción.

La letra y la forma en la que cantaba me tenía en el cielo, no podía dejar de mirarla, embobada, todo esto parecía irreal.

Cuando terminó de cantar me miró atentamente pero yo no sabía que decir así que simplemente sonreí sintiendo mis ojos húmedos.

-¿Hiciste esto por mi?.- pregunté lo obvio y ella asintió rápidamente con la cabeza.

-Solo por ti... Estoy identificada con la letra, para que veas.- respondió y yo reí de forma nerviosa para después abrazarla.

Sus brazos me envolvieron y yo dejé un beso en su mejilla, nos separamos lentamente para después besarnos por unos largos segundos.

-Estoy enamorada de ti también.- le dije sobre sus labios y ella sonrió.

-Los opuestos se atraen.- rió para después volver a besarme.

La sequía de amor definitivamente había acabado y todo gracias a Camila.

"(...) Tú y yo podríamos detener esta sequía de amor"

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