Razón tres; tus escenas.
Entonces estaba yo tratando de superar la muerte de mi relación, haciéndole un sepelio digno de mi amors y bebiendo café para tratar de sobrevivir a mi mañana. De repente vi a Tao caminando sigilosamente detrás de Botoxmin, mismo que iba sin Jongin como cosa rara. No me importó, en su lugar, llamé a Tao porque necesitaba disculparme con él por haberlo dejado solo en un bar a merced de muchos buscando carne (aunque cuando me fui Tao estaba bastante feliz y sin una gota de alcohol).
No era tan mala persona como para ignorarlo luego de que salimos una noche, y cuando apenas nos conocíamos, además me sentía mal porque básicamente yo lo había usado para sacarme el despecho que me había causado Jongin. Tao no tenía la culpa de nada.
—¡Hey, Tao! —le llamé, él inmediatamente dejó la pista de Botoxmin y me dedicó una sonrisa.
Había descubierto en el poco rato junto a Tao que él no era una persona temeraria, sólo en apariencia, y un poco en pasatiempo, porque practicaba artes marciales y ese tipo de cosas de gente ruda. Pero en realidad era como un niño, ni siquiera estaba bebido pero fue muy ameno conversar y bailar con él antes de que Jongin me llamara y me arruinara de forma contundente la noche.
—Kyungsoo, vaya, estás vivo —me dijo, con una sonrisa—. Pensé que habías sido brutalmente violado.
—Debías más bien preocuparte por quien cayera en mis garras —contesté, siguiendo su chiste—. Pero la verdad es que me sentí mal por haberte dejado sin avisarte. Ya no quería estar allí.
Tao volvió a esbozar una de esas sonrisas suyas y se me guindó del cuello, de alguna forma entendí que no estaba molesto por haberlo dejado plantado. Me pregunté varias veces por qué las personas a su alrededor no se tomaban el tiempo que me tomé yo para conocerlo, de seguro todos borrarían de sus cabezas que Tao era un asesino chino sólo por su pinta o por su mirada tan sagaz.
—Sinceramente, amigo, después de que te fuiste, la pasé increíble, ya sabes de lo que hablo —Y alzó sus cejas, pude entender perfectamente de qué estaba hablando—. Así que no hay problema, me alegra que estés bien.
Como no quise sentarme con mis amigos en nuestro lugar en el jardín de la universidad, me quedé con Tao a los alrededores antes de que sonara el timbre para mi clase. No sabía qué iba a hacer Tao pero mientras tanto, hablamos de las cosas que nos gustaban dándonos la oportunidad para conversar sin que estuviese el estruendoso ruido de la música de un bar como el que visitamos ayer.
Estuvimos así largo rato, sabiendo un poco más de China y enterándome que el profesor Huang era una persona normal que se reía de vez en cuando e iba al súper mercado aunque fue algo que no quise creer hasta que no lo viera con mis ojos grandes.
Mis hermosos ojos grandes que se estaban tragando la figura amenazante de Kim Jongin. Esa figura morena y enfurecida que se acercaba a mí a la velocidad de un torpedo.
¡Denle la bienvenida a mi ex, Kim Jongin!
—¡¿Qué se supone que estás haciendo, Do Kyungsoo?! —me gritó, con su cara roja. Estaba molesto, y me miraba como si quisiera embalarme en una caja y enviarme con los pingüinos.
Tao se puso alerta, levantándose y poniendo una mano entre Jongin y yo para que no se acercara más, lo que no fue una brillante idea debido a que Jongin se enfureció aún más empujando a Tao y sacándolo del camino. Lo hizo con una fuerza tal que me puso los pelos de punta, nunca lo había visto tan enojado, ni siquiera en una de las muchas veces que llegué a colmar en serio su paciencia en el pasado. No obstante no me importaba, yo podía hacer lo que se me pegara la gana, y él bien podía ir a dar saltitos de bailarina con Taemin.
—Estoy haciendo vida social con mi amigo Tao.
—¿Tao? ¿Este es el tipo con el que estabas anoche, verdad?
—¿Qué comes, que adivinas?
Hablar con un tono de voz burlesco no era la definición de madurez que pudiera definirme en este momento, pero no tenía nada más a lo qué sujetarme. Esta era la primera pelea real entre él y yo y no sabía cómo tomar el hecho puesto que habíamos estado tan distanciados estos días que de verdad se sentía como si yo ya no tenía novio, y que Jongin representaba nada más que mi pasado, mi bonito pasado.
Tao me preguntó si necesitaba ayuda, cosa que respondí con una negación y una sonrisa, le pedí que me dejara a solas con el loco, y que pronto le buscaría, todavía seguía acumulando razones por la cual pedirle perdón, ahora tenía que hacerlo en nombre de Jongin.
—¿Qué es lo que te sucede, Jongin? Vienes aquí, amedrentas a mi nuevo amigo y te comportas como un troglodita. Para empezar, ¿cómo es que tienes tiempo para mí? Sabes, tu amigo Taemin se fue justo por aquella dirección, quizá puedas alcanzarlo.
Era un niño, pero no me diferenciaba mucho de él. Molesto y rabioso como Shakira, me tomó de las manos y me alejó de la vista pública para poder conversar tranquilamente, aunque esa palabra estaba un tanto (muy) alejada de nosotros dos. Yo estaba molesto, él estaba molesto y no había forma de que pudiésemos calmar los ánimos.
Y era lo peor de todo porque yo no quería ser malo, o no quería decir algo en su contra estando en este estado donde todo hervía dentro de mí. No quería empeorarlo más.
—A ver Kyungsoo, hay algo que no estoy entendiendo —comenzó, pasando la mano por detrás de su cuello y frotándose las sienes. Señal de que estaba pesando muy bien las cosas que iba a decirme—. ¿Qué es lo que está pasando? Desde hace días, respondes mis mensajes de forma vaga, te noto tenso, y ahora resuelta que te vas de farras en día de semana con un amigo que yo ni conocía. ¿Eres de esta forma? ¿Ya te aburriste de mí o qué?
Yo no podía creerlo, sus palabras penetraron las miles de capaz de corazón sensible que yo estaba tratando de defender, no tuve tiempo de tapar mis oídos para no escucharlo y al final de todo, sus palabras habían sido tan vividas que me estaba quemando todo por dentro. Justo allí, parado delante de la persona que yo más amaba, me di cuenta de que podía llorar, de que las desilusiones sí que lastimaban el alma, incluso podían romperla. Las lágrimas salieron solas, y sólo me di cuenta que tenía las mejillas inundadas por la expresión que él me dio.
—Kyungsoo… estás…
—Estuve sonriendo cada minuto y segundo que hablaste de Taemin en el poco tiempo que teníamos para los dos. Soporté cada mención del maldito dueto que ambos tienen juntos, incluso sonreí cuando lo llevaste con nuestros amigos. Lo dejé pasar una y otra vez cuando cambiaste los besos en la boca por besos en la mejilla, besos que se sentían tan de plástico; mis mensajes fueron respondidos tarde o ignorados, mis caricias fueron rechazadas por el cansancio de estar todo el día ensayando con Taemin. La salida que se supone que me iba a devolver la seguridad que tenía yo de esta relación fue sustituida por una reunión con una profesora y... Taemin. Incluso llegué a estar en una parada solo, esperando que llegaras por mí.
Ya para el momento, no sabía controlar el llanto, no recordaba haber llorado desde que papá murió y de eso hacían muchos años, simplemente este era un momento especial, y no me sentía para nada bien con ese hecho. Jongin sólo me miró con la misma expresión atónita en su rostro.
—¿Sabes lo que es estar sentado en una parada, esperando a que la persona que amas llegue para decirte que todo está bien? —pregunté y cuando él no me respondió, yo me eché a reír sin ganas—. Por supuesto que no sabes, porque yo nunca dejé que sintieras eso.
Jongin dio unos pasos hacia a mí pero retrocedí, pese a lo que pensé que pasaría, de que él iba a mantener su distancia, simplemente se acercó más rompiendo las distancias, dejando centímetros de mi boca.
—¿Esto es en serio mi culpa? —dijo, y se miraba tan confundido—. Yo pensé que estaba dejando espacio para ti, para tu carrera, para que conocieras gente nueva, era lo que estaba haciendo yo —lo miré con escepticismo, tratando de procesar sus palabras—. Pensé que esta era mi manera de no sofocarte, ¿por qué te sentiste como si lo estaba abandonando?
—Eras demasiado frío.
—No frío, Kyungsoo. Sólo estaba tratando de no saturarte de mí, de no ser un novio pegajoso que no deja que nadie se acerque a ti. Yo no quiero ser eso, y supuse que ibas a entender que a pesar de nuestros caminos, siempre podíamos encontrar un momento para ser los Jongin y Kyungsoo que se quieren —Jongin sujetó mi mejilla y sobó su nariz contra ellas, suspirando—. Me equivoqué horrible, ¿verdad?
—Si tan solo me hubieses dicho que ibas a hacerlo…
—Pensé que estábamos en la misma sintonía, nunca noté tu hostilidad con Taemin, Kyungsoo… —Jongin besó mi frente, dulce y pausadamente—, tú eres lo único que me importa, es sólo que con Taemin puedo hablar de mi carrera y ser entendido, siento a que a él no lo aburro.
—A mí no me aburres, Jongin. Yo amo cada cosa que haces, me ofende que pienses que lo que te hace feliz no me importa.
—No es eso, es sólo que, igual necesitamos amigos y yo pensé que Taemin podía serlo. No sabía que esto estaba alejándonos pero comencé a sospechar que algo andaba mal desde que empezaste a responder los mensajes con monosílabos —cerré los ojos cuando él besó mis mejillas, odiaba ser tan blando, y odiaba admitir que me había equivocado, de hecho, lo habíamos hecho los dos, él por asumir cosas que ni al caso, y yo por dar por sentado que no me quería.
Esto era un extremo caso de falta de comunicación.
—Escucha, te quiero, Kyungsoo —siseó, con su bonita sonrisa pintándose lentamente en sus labios—, Te quiero y eso no lo va a cambiar nadie.
—Yo espero —respondí, inclinando un poco sobre él para besarlo como extrañaba hacerlo.
De hecho olvidé cuando fue la última vez que lo besé de esta forma pasional.
—Esta es nuestra primera pelea —me dijo, mordiéndome una oreja—. ¿Ya sabes lo que dicen? Que lo mejor de las peleas de pareja, son las reconciliaciones.
Alcé mis cejas y le miré con cara de «Vaya, vaya».
—Esta mañana vi al conserje limpiar nuestro baño preferido. ¿Qué tal si tú y yo…?
Asentí a su interesante proposición no sin antes decirle que debíamos hablar un poco acerca de nuestra relación, y que necesitábamos tener en cuenta que los bajos se superaban juntos, hablando, pero juntos siempre, y no sacando conclusiones como lo habíamos hecho, cada quien por su lado. Él accedió con ujum, pero creo que fue para que yo dejara de hablar y caminara al baño para poder firmar nuestra carta de reconciliación.
Y unas horas después, con Jongin pidiéndome perdón de rodillas concluí que lo mejor de pelearse, era precisamente, la húmeda y placentera reconciliación.
🐧🐧🐧
Denle las gracias a OhGxbby por apurarme con el cap, se me había olvidado 😅🙆
Espero les haya gustado lo poco que duro el salseo 😂😂 Ya volverán los momentos camioneros y los trucos de Kyungsoo para conquistar sin morir en el intento 😊
Pasen por «Trief» Kaisoo, donde Jongin le roba el móvil a Kyungsoo pero este le roba su cora 🙆 y por La Coleccionista, precisamente en «9 razones por las que te amo» Chansoo ver 😂😂 en realidad, es un fanfic viejo, un drabble, no es que yo recicle mis títulos, no 😂