Kyungsoo calamidades.
Un día de esos llegué a la casa de Jongin a sabiendas que sus padres no estaban en la zona y cuando vi la oportunidad, me trepé encima de él y comencé a besarlo. No era raro que Jongin y yo tuviéramos sesiones de besos demasiado calientes que a gritos pedían ir por más, no era raro que Jongin metiera sus manos a través de mi pantalón y me apretara el trasero, tampoco era raro que yo le hiciera lo mismo a su pene.
Lo que sí era raro era que al cabo de un rato, Jongin me alejara un poco de él alegando que debía estudiar.
Llevamos mucho tiempo ya en la universidad, y desde entonces los exámenes no se detenían pero siempre encontrábamos una forma de saciar nuestras ansias juntos, hasta que quedábamos exhaustos pero simplemente ese miércoles, Jongin me hizo a un lado con una sonrisa culposa, tomó su toalla y se metió a bañar.
—¿Hay alguna razón por la que no nos estamos besando en este momento, Jongin? —le pregunté, sé que el medio sexo que teníamos no era todo en nuestra relación, que lo nuestro no se basaba en eso. Pero últimamente había estado tan inseguro que él no ayudaba rechazándome de esta forma.
No fue como, «Sale de aquí, perro», pero se sintió igual.
—Pasé todo el día ensayando con Taemin luego de que salí de clases, estoy pegajoso y agotado, espero que lo entiendas, Kyungsoo.
Últimamente todo tenía que ver con Lee Taemin, Jongin lo había metido a fuerzas en el grupo y se la pasaban juntos casi siempre. Los besos en el camino divisor de nuestros campus habían desaparecido al igual que las salidas a comer solos los dos, o los momentos en donde nos repartíamos caricias inocentes tirados en el césped mientras los demás conversaban de temas triviales.
Lo único a lo que me aferraba era a las visitas que le hacía a su casa, en las que terminábamos masturbándonos y besándonos hasta el cansancio, pero por los vientos que soplaban con fuerza, hasta eso se estaba acabando.
Yo no quería ser la reina del drama, por primera vez estaba actuando normal, trataba a Jongin como un novio normal lo haría para que no se hastiara o de mi comportamiento, pero nada estaba funcionando, él pasaba más y más tiempo con Taemin, hablaba de ese chico siempre, y yo sentía que algo dentro de mí se rompía. Jongin podía tener amigos, tener un montón de amigos, pero ninguno debía influir en nuestra relación, y lo que más me dolía era que él no se daba cuenta. Que los días para él pasaban normales mientras yo amanecía inseguro y preguntándome si hoy era el día en que él me iba a decir que ya no me quería.
Me senté en la cama y admiré la foto de los dos que estaba en su mesita de noche, recordé cuando la tomamos, era una cita pero él no lo sabía. Yo la había planeado junto a los demás porque era nuestro cumple mes y quería hacer algo especial, la foto quedó para recodar aquel momento como uno de los mejores de mi vida. Yo tenía un juego de fotos de ese día en mi mesa, pero tenía muchas más fotos en mi pared y en mis álbumes.
Tenía ganas de llorar pero no lo hice porque aún no había pasado lo peor, aunque no quería estar presente ese día. Jongin simplemente podía hacerse la vista gorda y fingir que nunca me conoció, era mejor que Terminar. Al final las lágrimas cayeron sin que pudiera evitarlas, y antes de que Jongin saliera del baño y me viera en ese estado, anuncié que me iba.
—Nos vemos mañana, Jongin —le dije suave, para que mi voz no se quebrara.
—De acuerdo, buenas noches.
Él no dijo nada más, por lo que terminé saliendo de su habitación y vagando por los alrededores sin reales ganas de volver a mi casa, a mi habitación porque había tanto de Jongin allí que me sentía sofocado. Me empecé a preguntar si la razón por la que él prefería pasar tiempo con Taemin era porque compartían la misma pasión, o Taemin había terminado por conquistarlo, si lo aburrí con mi forma de ser, si tantas palabras burdas y soases habían logrado abrumarlo al punto de no querer nada más.
Y soñé como un niño durante la noche, aferrado a mi almohada, que al día siguiente Jongin iba a ser el mismo del principio, que me iba a amar tal como lo hacía siempre. Pero nada cambió, todo empeoró, o algo así. Durante nuestra conversa en el jardín, Jongin no se presentó, y no me envió mensajes, no nos vimos por un largo rato a pesar de que me sublevé y le mandé unos cuantos mensajes que igual no fueron respondidos en ningún momento.
Decidí ir a buscarlo al salón de ensayos porque sabía que allí lo iba a encontrar, incluso acompañado de Taemin, riéndose y conversando mientras ejecutaban diversos pasos de baile; le saludé con una media sonrisa en los labios y él hizo lo mismo, pero en ningún momento dejó de ensayar con Taemin. El chico se mantuvo nervioso a mi alrededor todo ese tiempo, mirando a través del espejo pero decidí pasarlo por alto, realmente no era mi problema los sentimientos de Taemin, yo realmente estaba enfocado en saber qué pasaba por la cabeza de Jongin, qué cosas habían cambiado y más importante, si él seguía amándome tal como profesaba a principios de nuestra relación.
Yo era realista, por más amor que sentía por él no podía cegarme a hacerlo sentir que debía estar conmigo, si él no lo deseaba, yo no tenía por qué aferrarme a algo que no tenía sentido para él. Yo no era egoísta, si Jongin no me amaba yo no tenía nada que hacer allí.
Por increíble que parezca, me quedé esperando a que me prestara atención por una hora entera, hasta que esbocé una sonrisa flácida y salí por la puerta entendiendo más de lo que debería en ese momento. Jongin no me siguió, yo llegué a la parada de autobús y esperé a que llegara por mí, dejé pasar dos buses de mi ruta pero él simplemente no llegó. El corazón se me hizo tan pequeño, yo hubiese dado la vida por alcanzarlo en cualquiera parada de bus, si él se hubiese sentido mal yo hubiese corrido por él.
Pero él ni siquiera notó que yo me sentía mal para empezar.
Ya en casa, con los libros en mi escritorio mas la cabeza en cualquier lado, comencé a darle vuelta la decisión de terminar las cosas por mi propio pie. Tal vez no me engañó, tal vez fue mejor que cualquier ex novio de otra persona, pero yo no podía seguir sabiendo que mi novio era una pared, no era justo para él, no era justo para mí, no lo era para nadie.
Un mensaje de Facebook brilló en la pantalla de mi laptop, había olvidado colocarme como Desconectado pero fue demasiado tarde cuando un mensaje de Jongin llegó, un mensaje casual.
Kim Jongin
Hola, hoy te fuiste del ensayo. Pensé que nos iríamos juntos.
Oh, pensé que no me habías notado allí.
Kim Jongin
Cómo dices eso, ya casi terminaba. Pudimos irnos juntos.
Pero ya está, ya me vine.
Kim Jongin.
¿Y puedo ir a tu casa?
No, estoy haciendo tareas. Sólo serías una distracción.
Kim Jongin.
Ah, de acuerdo. ¿Y mañana, podemos hacer algo?
Sonreí un poco y me pregunté si Jongin estaba haciendo el intento de salvar lo que teníamos; si él también se sentía como si algo se estaba perdiendo y necesitaba salvarlo mientras se podía. Acepté la salida porque necesitaba volver a hacer buenas migas con mi novio, volver a lo de antes. La salida era al parque luego de clases, helado y caminata por los alrededores, ya me visualizaba con Jongin tomados de la mano, sonriendo como antes, besándonos y dejando toda esta mala racha que a lo mejor y sólo estaba en mi mente
Pero al día siguiente, mientras esperaba a Jongin sentado en el jardín de la facultad, completamente listo para la salida, un mensaje llegó a mi teléfono.
Era Jongin.
De: Mi bebé precioso, hermoso, mío solito de mí (Esposo) 💕
↙Hyung, no voy a poder ir contigo, olvidé que tenía una reunión con la profesora y Taemin, quiere ver cuánto hemos avanzado. ¿No te molesta, verdad?
A: Kim Jongin.
↗No, no me molesta, Jongin. Tranquilo, nos vemos.
🐧🐧🐧
A mi mejor amiga la dejó su chavo, y me ha dicho «Me siento como tú hace unos años» Por eso debo ir a su casa, porque nadie nadie sabe más de esto que yo. Soy la Mami de la Superaciones. Menos mal que Sehun llegó para iluminar mi vida, qué seria yo sin mi esclavo que me lava el calzón y que además es famoso👌
¿Ya leyeron, «Yah, Ponte Calcetines»? Uh, deberían. 🌚