SI TÚ NO ESTÁS
Tiembla mi voz
mientras repite susurrando tu nombre
Empapando con tu ausencia la almohada,
la noche, los sueños.
Nada arropa mi soledad...
si tú no estás.
❇ᅝ ᅝ ᅝ ᅝ✦ᅝ ᅝ ᅝ ᅝ✦ᅝ ᅝ ᅝᅝ ᅝ✦ᅝ ᅝ ᅝ ᅝ✦ᅝ ᅝ ᅝ ᅝ ❇
-¡Liam! -grito Isabella a mis espalda interrumpiendo mis pensamientos- ¿que haces? Joyce llegara en cualquier momento y aun no hemos terminado la sorpresa.
-Ehh, si...lo siento, ya vuelvo a lo que estaba -muevo el cucharon de madera en el sarten.
-¿A que hora exactamente le dieron de alta? -pregunta Dory entrando a la cocina.
-Hace ya dos horas -respondí mientras aun seguía removiendo los aliños.
-Y me acaba de llegar un mensaje de su mama diciendo que Joyce ya se esta quejando y que quiere venir a casa -argumento Isabella arrimándose en un extremo del mesón- Lo que significa que tenemos que apresurarnos.
-Bien -dijo Dory dandodose vuelta para salir de la cocina- yo seguiré con los detalles.
-Yo estoy por terminar con esto -dije- solo falta que se caliente un poco mas y listo.
-Okey, yo por mientras terminare de organizar la sala -se va dejándome solo en la cocina- ¡y apresúrate por favor!
Papa es en parte un gran cocinero, por lo cual he obtenido algo de esos dotes, aunque aun me falta pero me la juego.
-Que bien huele -me percato de la presencia de Luna arrimada en el marco de la puerta.
-Algo especial para un día especial -dije mirándola con una sonrisa.
Por un momento se quedo callada con una sonrisa.
-¿Pasa algo? -pregunte.
-Me alegra todo esto -dice Luna mientras se acercaba- Es decir, todo vuelve a la normalidad, los chicos están mas unidos que antes, Joyce ha despertado y me doy cuenta que la quiero mas que nunca, y como punto final, tu y yo...nose como explicarlo...siento que cada día te amo mas y mas, lo que me hace desear un futuro contigo.
Mi corazon se paraliza al ecucharla decir eso, ¿esta mujer me ama?, ¡oh si, claro que si señores!.
Una sonrisa se dibuja en nuestros rostros, tengo las manos algo malolientas por lo tanto me impide acariciarle las mejillas, solo me acerco hasta que solo queden centímetro entre sus labios y los míos.
-Solo diré algo amada mía -dije- No quiero que todo este momento termine jamás, donde todo es nada sin ti.
-Liam -dijo entre sonrisas- Me encantas...
Nuestros labios se vieron rozando el uno con el otro, deseosos por besarnos, estábamos a punto de hacerlo...
-Espera -dijo Luna apartándose un poco de mi- ¿no te llega un olor raro?
-¡Joder!...¡Las papas! -me volteo de inmediato para apagar la hornilla.
-Un poco mas y estabas a punto de escuchar quejarse a Joyce por la mala comida -dice Luna riendose.
Era inevitable, me uni a la risa, joder, al menos logre salvarlas antes de que se quemaran.
***
-Todos a sus posiciones -susurra Isabella mientras iba a por un escondite- Liam, ve a recibirla.
Asiento con la cabeza mientras corro a la puerta principal. Al salir veo a Joyce con su madre saliendo del auto.
-¡Hey! -me acerco para ayudar con unas cuantas fundas de compras- han llegado un poco tarde considerando que te dieron de alta hace mas de dos horas.
-Digamos que a mama se le ocurrio ir de Tour por toda la ciudad -dice Joyce frunciendo el ceño- asi que no me culpes a mi.
-Entonces para la proxima te dejare en el hospital mientras voy de compras -dice la señora.
-Puff...yo tambien te amo mami.
La señora me guiña el ojo, eso es señal de que ya debemos ir entrando. Deje que ella abriera la puerta, y cuando lo hizo, todos salieron de sus escondites gritando y corriendo a ella para abrazarla.
-¡Dios! -dice Joyce tratando de recuperar el aliento en medio de tantos abrazos- ¡Juro que estuvieron a punto de darme un infarto idiotas!
-¡Nosotros tambien te extrañamos mucho Joyce! -dice Shande.
-Ya comenzaba a extrañar tus insultos mi pequeña rebelde -dice Elian fingiendo una voz de llorón.
Una vez que se decidieron soltarla, todos fijamos nuestras miradas en ella.
-Lo se, lo se -dice Joyce- es inevitable...yo también los extrañe mientras dormia.
Soltamos una risa inevitable, todos volvimos a abrazarla en grupo pero esta vez con ternura.
Luego de aquello nos acercamos a la gran mesa; todos ayudamos a poner los platos, cubiertos, vasos, servilletas, individuales, las bandejas con la comida que nos íbamos a servir. El regreso de Joyce es motivo para festejar.
¿Como puedo describir el momento?, no habría como. Creo que es la comida, a parte de navidad y año nuevo, mas feliz en la que he estado. Todos disfrutamos del almuerzo, reimos, gozamos, fue maravilloso, y después de que terminamos nos dirigimos a la sala principal para charlar entre todos, a parte, todos quieren estar con Joyce, pero no les queda mas que sentarse en los diferentes sillones que hay.
-Hay que darles los créditos a Liam -dijo Sophia- fue el que preparo la comida que por cierto estuvo muy deliciosa.
-¿Con que Liam cocino? -cuestiono Joyce- Dios mio, voy a tener que hacerme un chequeo medico por si no tengo veneno en mi organismo.
Todos reimos, sono algo cruel y de la fama hacia a mi pero fue chistoso.
-¿Por que dices eso? -pregunta Lucas.
-Solo fijate -dice Joyce- un amigo te invita a comer, no pasa nada. Pero cuando es tu mejor amigo, el jamas te comprara comida, ¡¡el te la prepara!!, y estas alli, dudando por si le puso veneno o no.
Todos quedaron en silencio por un momento y creo saber el porque, es mas que seguro que alguien se adelantara preguntando.
-Espera un segundo Joyce -dice Chelsea volviendo su mirada a mi- Liam y tu...¿son mejores amigos?
-Obvio -dice Joyce con tono diva- ¿acaso no se veía?
-Ehh si pero... -responde Chelsea- parece algo raro que no nos hallas avisado.
-Pues ya lo sabes mi querido amigo -me entrometí en el dilema- pero aquí lo mas importante es que estamos reunidos, como una familia.
-De hecho -dice Luna arrimándose a mi, tomando mi brazo para que abrazara su hombro- somos una familia, y no hay felicidad mas grande el saber que nos hemos reunido de nuevo...y completos.
Todos ofrecimos una sonrisa sincera, sabíamos que era verdad, esta es nuestra felicidad, la familia.
De repente oímos a alguien tocar la puerta un par de veces.
-¡Yo voy! -dijo Joyce parándose de su asiento
De inmediato fui detrás de ella. Al abrir la puerta no habia nadie, bajamos la mirada y nos encontramos con un canasto lleno de flores de distintos colores y con una nota que decia:
<<Me alegra saber que hayas despertado :), no sabes lo ansioso que estoy por verte.
Att: Alguien que le conviene estar en anónimo.>>
Nos miramos extrañados, ¿Quien podría escribir algo así? o lo mas correcto preguntar ¿Quien seria?. Antes de introducirnos en la casa, observe alrededor para verificar por si no se veía a alguien sospechoso, no había nadie, Joyce no paraba de recordar quien podría ser mientras sostenía la nota y el canasto.
-¡Wow! ¿y eso? -pregunta Elian una vez estando en la sala- Liam, no nos dijiste que tenias tremenda sorpresa para Joyce.
-Hubiera sido mas tranquilizador haberlo hecho yo... -dije- yo no fui.
-¿Entonces quien fue? -pregunta.
Joyce, de una manera lenta, le entrega la nota para que el mismo vea quien fue, todos se acercaron para leerla y, como era obvio, se sorprendieron. Hicieron las mismas preguntas que nosotros mismos nos hicimos en un comienzo.
Luego de un tiempo de eterna incomodidad y silencio, decidimos hablar de varias cosas para olvidar esta mala pasada, poco a poco, uno por uno se fueron retirando hasta solo quedar Luna, Isabella, Joyce y yo.
-Bueno -suspira Isabella levantándose del sillón- me tengo que ir, ya son mas de las 6 de la tarde, Luna ¿vienes conmigo?.
-¡Seguro! -se levanta de mis piernas mientras recogía su bolso.
Joyce y su madre están en la cocina, lo que significa que no habria mucho problema en atreverme retirarme por un momento, digo, quiero despedirme de Luna de una manera caballerosa. Una vez estando afuera de la casa, me pare en el marco de la puerta, Luna tira su bolso al interior del carro y se acerca a mi.
-Espera -dice Luna refiriéndose a Isabella- tengo que hacer algo importante.
Me abraza la cintura haciendo que se note la gran diferencia de estatura que hay entre nosotros.
-Espero que te hallas divertido linda -dije.
-Siempre me divierto y mas cuando estoy contigo -se empina hasta que su nariz y la mia se tocan.
-Cuídate cariño -acaricio su rostro como ultimo alivio.
Sonríe y mirando mis labiosme besa. Dulce beso que provoca tenerlos a cada minuto. Ella decide cortar elmomento, pero antes de que se vaya sostengo su mano y hago que vuelva a misbrazos por otro beso...amo a esta chica.
Luego de eso me toco dejarla ir, me mantuve allí parado hasta que vi al carro desaparecer en el horizonte. Me tome un respiro y me senté en uno de los escalones de la puerta. El ambiente tenia un silencio que agradaría a cualquiera, el calido viento que rosaba mi cuerpo, era un momento perfecto para pensar en muchas cosas, tal vez, en todo lo que ha pasado últimamente.
-¿Puedo? -dijo Joyce sentándose a mi lado.
-Seguro -afirmo apoyándome en mis rodillas.
Ella imito lo que acabe de hacer y arrimo su cabeza hacia a mi, hubo un momento de silencio; nose por que, pero me encanta este tipo de silencio, es como si nos conectáramos por un mismo sentimiento que a lo mejor no se describe y que tampoco tiene nombre...simplemente se siente.
-Mama me contó lo que paso -interrumpe Joyce el pequeño trance.
Moví un poco mi cabeza en su dirección, ella levanta su mirada hasta chocar con la mía.
-¿Que hubiera pasado sin aquel milagro? -pregunta Joyce.
-Siéndote sincero, ahora mismo estaría en el hospital, sosteniendo tu mano y pidiéndote a gritos silenciosos que despertaras.
-¿Por que? -su mirada fija a mi era tan...inexplicable. Era tan obvio que necesitaba saber el por que un chico como yo se interesaría tanto por ella.
-Porque lo vales -nuestras pupilas se dilataron al mirarnos fijamente el uno al otro- porque vales cada segundo que pasa...cada risa, cada llanto...todo en ti es hermoso. No sabria explicar el raro sentimiento que provoca ver tu sonrisa o el oírte hablar, eres esa chica que no se encuentra fácilmente, una rosa con espinas que necesita ser librada de ellas que sin querer, tiene incrustada en su alma. Te acompañaría en tu eterno sueño si es necesario.
-Yo...-al parecer he formado un nudo en la garganta de Joyce- yo no se que decir.
-Di lo que quieras linda.
-Me siento querida y especial...jamas creí conocer a alguien como tu, de verdad doy gracias por haberte tropezado conmigo aquel día.
-¿Habria mejor manera de conocernos?
Empezamos a reir como niños pequeños al recordar todo eso. El frio fue favorable, ella se recostó en mi mientras que yo la abrazaba, admiramos la tranquilidad de la noche...juntos.
-Acabo de recordar algo...-dijo Joyce con una delicada voz.
-¿Que cosa? -cuestione.
-No le tenía miedo a la muerte, temía a sufrir en ella. Temía a la duda de que habrá después de ella, ¿si lo que hay no es lo que anhelaba? Paz. O peor aún, ¿y si no hay nada? La nada es el temor más grande de cada mortal. Irónico temerle a nada, haciéndola parecer todo. Pues en ella se crea infinidad de posibilidades, las cuales mayoritariamente son atemorizantes. Nada es a lo que le tenía miedo y todo es de lo que estaba huyendo. Pensando en una aliviante solución alterna, o un sufrimiento eterno. Las decisiones era como un espejo, tan parecidas a simple vista, pero tan contrarias y extremistas al adentrarse a ellas.
Aquello me dio mucho que pensar, esta chica tiene mucho que decir acerco de lo que piensa o siente, y creo que ahora estoy mas que convencido en ser la persona quien se encargue de demostrarle al mundo que esta chica no es cualquiera, es Joyce, la chica que ha y esta por cambiar mi vida para todo la eternidad.