29 de Septiembre 2014 -Noche- (23 años)
Si me preguntan que donde estoy en estos momentos, les seré sincera: No tengo idea donde me trajo Joshua. Es un bar algo tosco, pero me sentía mejor al notar que no estaba tan atestado de gente.
Bajamos del auto luego de unos quince minutos de viaje. Por un momento llegué a pensar que iríamos fuera de la ciudad ya que había tomado la carretera. Cuando preguntaba donde íbamos solo decía " No te preocupes".
Hasta el momento la noche ha estado bastante agradable. Ashley se nos unió una hora después de que llegáramos junto con su hermano. Tomábamos unos cortos de tequila con limón y sal mientras vociferando a todo pulmón gracias al alcohol ingerido las más estúpidas anécdotas de la escuela.
- Y esa vez cuando rechazaste el balón desde la malla con tanta fuerza que terminaste dando en la cabeza de Katherine Sharp- Agregó Ashley haciendo que comenzara a toser mientras reía.
En mi época de "felicidad" en Columbus era una de las jugadoras del equipo de Voleibol femenino. Mi tarea era defender sobre la malla. Nada complicado la verdad.
- ¿No era la chica de Tyler?- Preguntó Joshua. Ashley y yo asentimos.
- No había posibilidad de que atrapara el balón, aún así se lanzó. Recuerdo que pasó atontada todo el resto del día- Dije ocultando una risa acercando a mi boca un pequeño puñado de maní.
- No la soportaba- Dijo Josh simulando fastidio.
- Sinceramente tampoco la pasaba- Comentó la castaña. Tomé lo que quedaba en mi vaso corto de tequila y chupé medio limón. - Ty siempre salía con chicas tan odiosas-
- Jenna fue la luz después del túnel- Miré a ambos sin entender muy bien de quién hablaban.
- ¿Quién es?- Pregunté intrigada. Al instante los hermanos detuvieron sus risas y se miraron. - ¿Qué pasó?
- ¿Enserio no sabes quien es?- Dijo con el entrecejo muy fruncido el peliteñido. Negué levemente. - No puede ser más idiota- Lo escuché decir entre dientes algo enojado.
- ¿ Me quieren decir que pasa?- Exigí mirando a Ashley.
- Se suponía que él tendría que decirte esto pero bueno- Dijo encogiéndose de hombros. - la chica es su mujer... Jenna es la prometida de Tyler, Cai- Agregó para después dar un largo trago al vaso de tequila.
- En qué momento quieres que hablemos, si desde que llegué me mira con odio- Solté con fastidio. En un momento creí haberlo pensado más que hablado. "En el bosque, por ejemplo", me dije internamente.
- No puedo entender aún su actitud tan de niño contigo- Bufó Joshua con aquella expresión cabreada en su rostro. Se le notaba muy molesto. Afirme levemente con la cabeza.
Antes de que el próximo tema de conversación fuera el raro comportamiento del castaño hacia mí, Ashley se para de su asiento y jala mi brazo haciendo que caminara hasta la pista de baile con ella.
¿Por qué ocultar algo tan importante?. Era lo único que resonaba en mi cabeza en estos momentos. Ni Siquiera los divertidos pasos que creaba Ashley me hacían desviar esa idea de mi cabeza. Era algo que debía averiguar.
Era más que obvio que después de mi huída junto con mi madre las cosas iban a cambiar. La confianza y el acercamiento mutuo se vió afectado pero lo que me intrigaba era aquella mujer. Debería de ser la mujer de sus sueños ya que ¿ Tyler comprometido?, era hasta impresionante pronunciarlo siquiera. Recuerdo al chico decidido por ser una estrella del basquetbol que no deseaba tener relaciones serias muy duraderas.
- Iré a la barra. Me siento un poco mareada- Dije cerca de Ashley para que me escuchara un poco por sobre la música. Mi amiga asintió.
Caminé tratando de esquivar los cuerpos que se amontonaban en la pista de baile. Llegué hasta la barra, sentándome en una de las sillas altas. Agarré mi cabeza entre mis manos con desesperación. No estaba acostumbrada a tomar tanto y los efectos del alcohol subieron muy rápido a mi cabeza.
- Me das un vaso de agua mineral- Le pedí al Barman.
Avanzada la noche la gente se agolpaba más en el pequeño bar. Esto comenzó a desagradarme por completo. Cuerpos pasaban una y otra vez detrás de mí, dándome de vez en cuando pequeños golpes detrás de la silla. No tome mayor atención a las personas alrededor mío, menos al que se había sentado a mi costado derecho... hasta que le pidió al chico detrás de la barra una jarra de cerveza.
- ¿Te sientes mal?- Preguntó Tyler, acercando su mano hacia mi rostro. Coloqué mi mano sobre su pecho deteniendo todo tipo de intención de contacto.
- No... solo tengo un poco de calor- Desvié mi mirada hasta el barman quien colocó mi vaso de mineral al frente de mí. Articulé un gracias y el chico me guiño un ojo. Volví hacia el trigueño quien mantenía ahora su mandíbula tensa. Sorbí un poco del líquido, aclarando un poco mejor mi garganta.
- ¿Qué haces acá?- Mantenía esa pequeña sonrisa ladeada, como queriendo festejar por algo.
- Josh me invitó... me llamó antes de las cuatro para decir que vendrían a este bar- Miro hacia las paredes con un deje de disgusto. - No es muy de mi gusto- Bufé
- Osea que cuando estábamos en el bosque sabías que nos encontraríamos acá- Afirme. Su silencio fue un gran si. - Eres impresionante-
- Vamos Cai, solo se me pasó el el decirlo- Aquellas palabras hirvieron mi sangre. - ¿Segura que estás bien?- Insistió
- Si-
Me paré de la silla e ignoré por completo el llamado de Tyler mientras regresaba a la pista de baile.
Elevé mi rostro buscando alguna señal de vida de los hermanos Dun. Pude divisar a lo lejos como Joshua conversaba de forma muy acaramelada con una despampanante pelirroja. Por completo me negué a molestar ahí, el pelo teñido me mataría ahí mismo.
Comencé a buscar ahora a Ashley quien estaba en un pequeño rincón conversando con dos personas más. Me dispuse a atravesar la pista pero una potente mano se cerró sobre mi muñeca.
Elevé mirado hasta el rostro del dueño de aquella atrevida mano. Tyler sostenía una mirada seria, algo amenazante para mi.
- ¿A dónde vas?-
- ¿Qué te importa?, suéltame- Grité para dejarme oír por sobre la música. El agarre se hizo un poco más fuerte. - Ty me duele- agregué acercándome a él con toda intención de golpearlo. No soy de usar la violencia para todo, pero está buscando el provocar esto mismo.
Comencé una serie de golpes sobre su pecho, con el propósito de que me soltara de una vez. En un movimiento algo brusco tomó con su otra mano libre la mía que golpeaba su torso, acercó mi cuerpo al suyo dando un jalón a ambos brazos y me aprisionó colocando ambos detrás de mí espalda. Apoyó nuestras frentes y lo vi cerrar los ojos mientras tragaba de forma dura.
- ¿Qué-Qué haces?- Vocifere en un susurro. Podía sentir los latidos apresurados de su corazón a través de la ropa, . - Tyler- Lo llamé, logrando que abriera sus ojos de forma abrupta, pude notar como sus ojos se tornaban de un negro intenso mientras su pecho subía y bajaba contra el mío.
- ¿Por qué volviste?- Abrí mis ojos con temor. - Me estás torturando con solo tu presencia- .
Esta era mi razón número uno del porqué no quería volver a Columbus. Esta era tierra de su familia, me toparía con él de algún modo. Cuando me alejé de él tenía la noción de que crearía un alma rota y un corazón despechado. No se cuantas veces fueron las que había dicho que me amaba en el pasado y las veces en que solo le respondía un "igual", de solo temor de enamorarme de alguien como él, un ser con una misteriosa forma de ver la vida. "Vive tus días como si fuera el último", era su frase y eso implicaba el no preocuparse por los demás, incluyéndome en aquella lista. Y ahora lo estaba haciendo con la pobre chica que de seguro espera por su llegada a casa.
- No Ty yo... Yo lo siento, ¿si?- Articule rápidamente tratando de hacer entrar en razón al chico que estaba frente mío. - Me iré en cuanto William esté mejor y...-
-Ese es el problema... no quiero perderte de nuevo princesa-
Si estuviera en un presente alterno en donde aquel chico que ahora me habla de forma tan romántica no estuviera comprometido a enlazarse de por vida con una mujer que según Ashley - lo poco y nada que me dijo de ella- es tan pura de corazón y yo, si no hubiera derramado aquel vaso de refresco sobre Peter, o haberme negado a ir a aquella fiesta donde Emily nos terminó por re-presentar o peor aún, no haber conocido a Emily y quedarme en mi casa encerrada por la eternidad, podría darle alguna oportunidad pero de regreso a este mundo real, no debía. Tenía un compromiso con Peter y tenía que respetarlo, tanto por mi como por él.
Traté de zafarme del intenso agarre que Tyler sostenía contra mi, siéndome imposible siquiera mover un músculo. Pude escuchar una pequeña risa provenir de él, elevé mi rostro quedando cara a cara. Sostenía una amplia sonrisa torcida dejando en su máximo esplendor lo cautivante y atractivo que se había vuelto con los años. Aquella barba de hace un par de días lo hacía ver más maduro y si, sexi.
Relamió sus labios alternando su mirada desde mis ojos a mis propios labios. Antes de poder entrar en razón de lo que iba a hacer acortó distancia entre nosotros uniendo nuestros labios en un efusivo beso que me quitó el aliento de solo la sorpresa. Tomó mi espalda baja soltando así una de mis manos y me apegó más a su cuerpo. Al principio me negué a seguir su juego, pero al sentir como mordía mi labio inferior con desespero caí.
Podía sentir el avise de descontrol de su parte. Si no hacia algo ya después no podría parar.
Con mucha fuerza de voluntad aparte con toda mi fuerza posible su cuerpo del mío. Miré su cuerpo tenso y antes de escuchar algo más de parte de él, salí corriendo fuera del bar.
- ¿Qué crees que estás haciendo?- Bufé alterada. Al escuchar sus pasos detrás de mí giré todo mi cuerpo con torpeza. Noté en su rostro que no tenía idea a lo que me refería. - Eres impresionante- Negué reiteradas veces con la cabeza.
- De que estas hablando- Susurró levemente elevando los hombros. Bufé con histeria.
- Voy a lo primero, ¿ Por qué me besas?- Crucé mis brazos sobre mi estómago. Sentía que en cualquier momento mi cabeza iba a explotar. - Te recuerdo que estoy comprometida-
- Oh no, no me digas que te acabo de obligar por que muy bien pudiste separarme mucho antes de seguirme- Cerré mis ojos controlando la picazón de mi mano y queriendo eliminar la sensación dándola contra su rostro. - Cailin no somos niños. Quise hacerlo - Abrí los ojos y vi su amplia sonrisa con aire triunfante. Me estaba alterando más, pero no iba a perder la cabeza. Respire hondamente y medite.
- Como odio que digas eso- Comenté entre dientes - Muy bien hombre maduro, me quieres decir desde cuando estás comprometido- Su sonrisa se esfumó y mantuvo la mandíbula tensa. Podría haberlo pensado de cualquier otro hombre ¿pero él?. Sonreí con decepción. - No soy tan estúpida como crees-
- Te lo puedo explicar bien Cai...- Comenzó a decir con un intenso tartamudeo. Comencé a dar pequeños pasos hacia atrás evitando contacto alguno con él.
- Esa es la típica frase del mentiroso a quien acorralan por descubrir su mentira- Sonreí de lado. - Como me vas a explicar que te vas a casar - Bravé con ira. - Me sentía el ser más cruel por haberte hecho algún tipo de daño. Pero que, ¡ESTÁS BIEN!- Elevé mis brazos en búsqueda de alguna ayuda divina que me raptara de ahí mi me llevara a casa. - Y no creas que se trata de celos, no amigo... me hiciste sentir basura -. Me detuve por un momento ya que un intenso ataque de ansiedad comenzó a apoderarse de mi cuerpo. Las manos me estaban temblando. - No quiero volver a saber nada que venga de ti Joseph. Terminaste por matar mi respeto hacia ti-
Tyler mantenía su postura rígida y su mirada no decía nada. Al ver que no se volvería a justificar e indignada por todo aquello regresé al local. Busque con rapidez a alguno de los hermanos Dun pero volvieron a perderse de mi campo de visión. Bufé con desesperación, tomé mis pertenencias y salí rápido de ahí.
Volví a salir hacia el intemperie ya que necesito respirar aire puro. Agradezco al cielo el que no me topé con Tyler una vez afuera.
Me armé de valor y regresé a casa caminando, tapeando y maldiciendo al cielo.