- A ver, no creas que vas a conseguir escapar del tema - sentencio a Cloe, voy sentada del lado del copiloto en su coche y vamos en dirección a mi casa- comienza a hablar de una vez antes de que lleguemos a casa con Zac porque te lo advierto, que él esté presente no detendrá mi interrogatorio, así que abre la boca y habla.
Me mira de reojo pero vuelve a centrarse en la carretera.
-Te estoy esperando - tamborileo mis uñas contra el tablero del coche.
-Pasó por mí a la hora que dijiste, y se veía muy guapo, pero eso equis, nos fuimos en su coche hacia el centro de la ciudad, me preguntó dónde quería comer, o sea, yo nunca sé dónde quiero comer, sólo que quiero hacerlo, pero tomando en cuenta que él es nuevo en la ciudad y no conoce ningún sitio, y que McDonald's no era una opción, me vi obligada a tomar una decisión y dije que fuéramos a The Mill, nos perdimos en el camino, soy una pésima, en verdad, de verdad, de verdad pésima copiloto, he vivido en esta ciudad toda mi vida, se supone que debo de conocer cada calle como a la palma de mi mano y el día en que salgo con un ardiente francés se me ocurre perdernos-sacude la cabeza avergonzada- gracias al cielo y al gps pudimos llegar a salvo al restaurante, me gustó que no me lo haya echado en cara, durante todo el tiempo que estuvimos perdidos únicamente se rió de mis tontos intentos de encontrar la calle correcta, me hizo sentir un poco avergonzada por mi torpeza, pero no se enojó, ni gritó ni nada por el estilo, al final incluso me hizo sentir cómoda con un par de chistes malos que me causaron gracia, ya en el restaurante obtuve toda su atención, ni siquiera volteó a ver al televisor o a su teléfono, sólo a mí, y unas tipas estúpidas con atuendo de zorras h maquillaje de mal gusto quisieron pasarse de listas llamando su atención como si yo no estuviera presente, pero las despidió de inmediato y me recompensó con una sonrisa, es increíble, me contó de su vida, de sus padres, ¿Sabías que es un Dinastic de nacimiento? -Afirmo con la cabeza- Y tiene hermanos, sus padres siguen casados después de cinco siglos, pff, eso es... Oh por dios, qué aguante- suelta el volante y sacude sus manos alrededor de su cabeza -es genial, y lo llevé a dar un recorrido por el centro de la ciudad y me dijo que le encantaba, la ciudad, aclaro, cuando obscureció me llevó a mi casa h nos despedimos con un beso, en la mejilla, y fue extraño después de saber lo delicioso que besan sus labios.
Me trago una risa.
-Ahórrate ese tipo de comentarios, no quiero saber cómo besa, yo no te ando contando de mis besos con Alex.
-Lo haces.
-Claro que no.
-No importa, aunque lo hicieras no te mandaría a callar, pero bueno, tienes razón, suena un poco perturbador.
-Bastante, de hecho.
-Da igual, mucho, bastante, demasiado.
-¿Cómo te sientes con Zac? Sé honesta o me bajo del coche y voy a pie lo que resta del camino.
-Qué chocante.
-Voy en serio.
-Simplemente me hace reír, me hace sentir relajada, hace que todo parezca sencillo, tan sencillo como respirar, su risa se siente como brisa fresca, él se siente como un día de campo, y todo sale natural, es complicado, quiero decir, esta no es una declaración de amor, está muy lejos de serlo, no malinterpretes las cosas, tal vez a muchas chicas les arranque suspiros o incluso las panties, pero a mí me arranca sonrisas, y se siente bien, y es un tonto adulador, pero es genial, y voy a confesarte una cosa pero pobre de ti si dices algo más, siento la necesidad de estar con él, no de la formande arrojarme a sus brazos y besarlo, sino de estar estar, pasar tiempo, platicar, respirar el mismo aire, ese tipo de cosas que no tienen título, sólo ser, sin etiquetar.
-Eso es...- me quedo buscando las palabras un par de segundos - es intenso, bastante, mucho o demasiado intenso, es cataclísmico.
-Exgeras- hace una pausa- ya todo eso ¿Cómo siguió el asunto de Jen?
Aprieto la mandíbula al recordarla, ojalá y se evaporara del planeta, sólo de pensar que va a vivir por siempre...
-Ni me la recuerdes, es... Me siento mal por decirlo de esa manera, pero es una zorra, se la pasa encima de mi novio, MI JODIDO NOVIO. MÍO, no suyo, y tengo que contar hasta un millón para no saltar directo a su yugular, pero no hubo un ataque más de su parte después del que presenciaste en la mañana. Me enfurece, de verdad, tengo la necesidad de golpear, sé que son celos, son tan tangibles que los puedo saborear con la punta de mi lengua y su sabor es asqueroso, me enferma.
-Puedo notarlo, si necesitas ayuda yo puedo sostenerla mientras tú la golpeas, su sufrimiento me resulta gratificante.
Se me escapa una risa.
-Esa perra se merece una paliza, pero no voy a perder mi tiempo con ella, Alex no le hace caso, así que yo debo aprender a controlarme, por el bien de todos.
Estacionamos en la entrada de mi casa y automáticamente Zac sale con una enorme sonrisa.
-Buenas tardes hermosas señoritas, se ven espléndida.
-Deja tu adulación para luego -le respondo.
-Sólo pretendía no ser excluyente contigo, pero ya veo que eres imposible, así que seré sincero, te ves horrible, pareces un sapo hinchado y verde.
-Me ofendes- finjo estar ofendida- pero tendré que vivir con eso- hago como que limpio mis lágrimas y entro a mi casa.
-Hice Magret de Canard y patatas asadas para la comida.
-No sé qué es, pero suena bien- ríe Cloe.
-Es magro de pato asado con salsa de naranja.
-Vaya, no sabía que cocinabas- me burlo.
-No todos somos un asco en la cocina, como tú comprenderás.
-Oyeee-me quejo- no soy un asco en la cocina, de hecho soy muy buena.
-Ay ajá, y yo tengo ojos en los pies.
-¿Tienes ojos en los pies? Deberías de visitar al médico, no es algo muy normal eso de tener ojos en los pies.
-Tonta- me saca la lengua y yo lo imito en respuesta- estoy queriendo decir que a mí no me engañas, he visto tu alacena y lo poco que tiene es comida precocida y golosinas, nada de comida sana.
-¿Registraste mi alacena? Eso es una falta de respeto. Metiche.
-Mala cocinera.
Continuamos con los insultos hasta que Cloe se hartó y se vio obligada a intervenir.
-¡Ya! Vale, basta, ya estuvo bueno, acéptenlo, Felissa, eres pésima en la cocina, exceptuando los postres, hasta el agua se te quema, y tú Zac, eres un chismoso entrometido, ahora maduren y supérenlo, actúen como lo que son: personas de más de dos siglos de antigüedad.
-Oh, espera, tú quieres que actuemos como momias o algo parecido - Zac mete sus cachetes y actua como momia, me echo a reír por su estupidez.
-¿Deberíamos oler a putrefacto? -Agrego.
-Ya, ya, sólo maduren.
-¿Madurar?-digo con el ceño fruncido- ni que fuéramos frutas.
Zac ríe.
-Buena esa, dame esos cinco- Me extiende la mano y las chocamos con fuerza.
-Ustedes dos en serio están muy muy locos.
-Descuida, las mejores personas lo están.
-Oh Zac, ¿Ahora te crees Alicia?
-Disculpa, sin ofender Alicia, pero considero que soy, por mucho, más caliente que Alicia, tú misma puedes comprobarlo querida, ¿Dónde está tu habitación?
Mi amiga se pone del color de la grana y mi código de amistad me obliga a interceder.
-Bueno, si queremos practicar un poco las habilidades de Cloe debemos empezar ya mismo antes de que venga Alex.
-Ay sí, ay sí, ya tengo novio, ya me creo.
-Cállate solterón amargado- le doy un golpe en las costillas y el me da un empujoncito hacia el patio trasero.
Salimos y me froto las manos con diversión, Cloe se tensa con nerviosismo y evita nuestras miradas, Zac, por el contrario, parece un peligroso depredador y sé de sobra que su presa es Cloe, se la come con la mirada.
-Empecemos con algo sencillo- Zac adopta una actitud sería como si fuera un maestro profesional, incluso se lleva las manos detrás de la espalda y comienza a caminar- te lanzaré una bola de fuego y tú tienes que atraparla sin quemarte- sonríe como si fuera la cosa más sencilla del mundo, porque para él lo es, mientras Cloe expande sus ojos a más no poder por el pánico, tengo que hacer algo para ayudarle.
-Espera Zac, no quieras correr si ni siquiera sabemos gatear, el manejo del fuego no es tan sencillo cuando eres inexperto, y puede llegar a ser muy doloroso, incluso si no sufrimos daños severos.
-Entonces hagamos lo de mover objetos, además de sencillo, le facilitará la vida.
-No es tan sencillo- vuelvo a intervenir- hay que ver una cosa Zac- actúo como si estuviera dirigiéndome a un niño, el chico puede llegar a ser bastante testarudo, y si no logro convencerlo de la manera correcta, jamás dará su brazo a torcer- tú naciste siendo un Dinastic, por lo que tus habilidades se desarrollaron como algo natural en ti y tus padres te enseñaron poco a poco desde antes de que aprendieras a decir "mamá", Cloe creció en la ignorancia de su origen y de su especie, por lo tanto tiene una total falta de control de sus habilidades, déjame esta partecita a mí- me señalo con las mano, el quiere abrir la boca pero no se lo permito- no estoy diciendo que no seas un buen tutor, al contrario, pero esto se trata más sobre la empatía, yo ya viví todo este proceso, y Werner tuvo que enseñarme poco a poco, así que creo que si lo intentamos de la misma forma, puede funcionar.
-Bien- se encoge de hombros- lo dejo en tus manos.
Me volteo hacia mi amiga y le ofrezco una sonrisa para tranquilizarla.
-¿Lista Clo?
Se limita a asentir con la cabeza.
-Tranquila- Zac va junto a ella y le toma las manos con suavidad ¿Así de patética me veo yo cuando ando de cursi? Espero que no- Iremos despacio, a tu ritmo, no te presiones demasiado, nada malo va a pasarte, lo prometo, pero si en algún momento te sientes incómoda, no dudes en decirme y nos detendremos.
La risa brota desde mi interior sin que pueda hacer algo para evitarlo, no es que quisiera evitarlo, pero... En fin.
-Zac, hablas como si estuvieras quitándole su virginidad. Escucha Cloe, tenemos todo controlado, tú descuida, es como si intentarás hacer trucos de porrista o algo parecido- hablando del tema de las porristas, mañana tengo que quedarme a ensayar con "el equipo", no me hace mucha emoción, me parece ridículo que me hagan llevar este tipo de actividades, pero como dicen: "Al mal paso, darle prisa"- Lo primero que debes hacer es controlar tu energía, intenta atraerla hacia las palmas de tu manos- Zac le ayuda a juntarlas- así, justo así, ahora sólo imagina tu energía, empújala de cada una de tus células hacia tus manos, guíala hacia tu punto, siente como fluye y luego...
-No puedo sentir nada, y no sé cómo diablos hacer para "empujar la energía".
Froto mi cara con las manos.
-Relájata y concéntrate, sólo tienes que imaginar que la energía fluya y tienes que llevarla hasta tus manos, así- junto mis palmas y hago que una pequeña bola de energía roja crepite sobre ellas.
-Es como si tú crearas la energía...- me dice con asombro.
-No se puede decir que la creo, porque la energía se encuentra en nosotros, en el aire, en todas partes, incluso los seres humanos tienen energía, aunque cada uno en distintas intensidades, lo que nos hace diferentes a los mortales y a los Prosia es el hecho de que funcionamos como un amplificador y somos capaces de manipular la energía, nuestro poder es lo que nosotros hacemos con la energía, no todos podemos hacer, todo, bueno, yo sí, pero es porque yo soy demasiado genial, los demás tienen sus limitaciones, los Prodín tienen más limitantes que los Dinastics, porque tienen la interferencia de un mortal, y los Prosia, bueno, ellos no tienen "poderes" debido a que toda su energía se centra en su inmortalidad, es su única capacidad, usar la energía como su fuente de vida, no tienen habilidades ni ninguna otra cosa, son completamente inservibles y patéticos, así como Jen, que...-cuento hasta diez para tranquilizarme- regresando al tema principal, sólo tienes que concentrarte ¿Ok?
-Bien, pero no es tan sencillo.
Cierra los ojos y los aprieta con fuerza pero nada sucede, sus manos tiemblan por el esfuerzo sin llegar aun resultado.
-Vamos preciosa, tú puedes- la alienta Zac.
Nada sucede.
Es evidente el momento en el que Cloe pierde toda esperanza y se da por vencida, porque deja caer los hombros y suelta un exabrupto.
-Es inútil, a lo mejor yo no estoy hecha para esto, porque no siento nada de lo que me dicen, me siento vacía.
Zac acaricia sus hombros.
-Nada de eso, es sólo que necesitas un poco de práctica, poco a poco irás avanzando y cuando vengas a ver ya serás una experta en tus habilidades. Confía en mí.
-Es muy frustrante- admite.
-Lo sé, tienes que ser paciente. Hemos terminado por hoy, seguiremos practicando mañana.
Le recrimino con los ojos.
-Era yo la que estaba dando la clase.
-Pues no estabas consiguiendo mucho, querida, además, tu novio estará por aquí dentro de pocos minutos. Si me permiten, iré a calentar la comida- hace su salida dramática y se va a la cocina.
-Para ser hombre, eres más dramático que nosotras dos juntas- le grito para hacerme oír.
De todos modos finge que no me oye.
-¿Siempre son así?-me pregunta Cloe con diversión.
Me encojo de hombros y hago una mueca con los labios.
-A veces somos peor.
Ambas reímos y entramos a la casa, juntas ponemos la mesa, y le ayudamos a Zac a pasar la comida. Para ser honesta huele muy rico, pero eso es algo que jamás voy a admitir en voz alta.
Tocan al timbre.
Justo a tiempo.
Corro a abrir la puerta y Alex está de pie esperándome con una sonrisa, le devuelvo la sonrisa y lo abrazo, después me da un beso en los labios y sonrío otra vez.
-Hola de nuevo- digo en voz baja.
-Hola a ti también- vuelve a darme un beso- huele delicioso.
-Gracias, Felissa Nº 5.
Consigo que se eche a reír y casi se dobla de la risa.
-Eres exquisita, pero esta vez me refería a la comida.
-Oh, entonces cállate- me acerco a su oído- no queremos aumentar el ego de Zac, ya es lo suficiente engreído por sí solo, no necesita que lo ayudes.
Ríe otra vez, nos vamos hacia el comedor con él rodeándome la cintura, los chicos ya se encuentran sentados en la mesa. Alex los saluda y Zac parece estar de muy buen humor junto a Cloe.
-Hombre, me alegra que llegaras a tiempo, estoy muriendo de hambre.
-Zac hizo algo de comer... no recuerdo el nombre pero se ve de maravilla
Pongo los ojos en blanco porque Zac tiene cara de haber ganado una jodida medalla.
-Es Magret de Canard.
Tomamos asiento y nos servimos.
No puedo evitar el sonido que sale de mi boca con el primer bocado del platillo, es una exquisitez, literalmente se deshace en mi boca y por la cara de los demás sé que se encuentran igual que yo.
Es demasiado delicioso para ser real, o para haber sido cocinado por Zac.
-Estoy esperando tu "Oh Zac, eres estupendo, simplemente el mejor" Felissa- y así arruina mi maravilloso momento con la deliciosa comida.
La pongo mala cara y hago un gesto de disgusto.
-Le falta sal y sabe demasiado a naranja, prefiero la comida precocida que está en mi alacena, pero bueno...
-Dirás lo que quieras, pero yo sé que amaste mi comida, nunca has probado algo tan delicioso, pero sigue diciéndote mentiras, no me importa.
Cloe se dirige a Alex.
-Es normal en ellos, no pueden comportarse ni estando en la mesa.
-Me doy cuenta, comienzo a creer que tengo una novia bastante peleonera, si no pelea con Chubaca es porque la perrita no habla.
Me río.
-Oh, no te creas, peleo con ella cuando no deja que la peine.
-No tienes compostura, a todo esto ¿Dónde está?
-Durmiendo debajo de mi cama, como raro- no hay un día en la que no caiga en coma debajo de mi cama.
-Es adorable.
-Es demasiado perezosa.
-Puede morir y no nos daremos cuenta- Bromea el chico de cabello rubio cuyo nombre no quiero decir.
-No digas esas cosas-me llevo una mano al pecho- se escucha demasiado cruel.
-No lo dije en ese sentido, sólo fue un decir, no te lo tomes tan en serio.
-Está bien, todo bien. Y de acuerdo, voy a admitir que tu comida está muy rica y ahora estarás obligado a cocinar todos los días.
-Depende, sólo si Cloe promete venir a comer todos los días.
Aún con la cara roja Cloe asiente.
-Estoy obligada hacerlo.
-Bien, entonces cocinaré, ¿Te unes al equipo, verdad Alex?
-Por supuesto, estaré pasando un buen tiempo con ustedes.
-Perfecto, porque Felissa se pone de mal humor cuando no estás.
Lo fulmino con la mirada. Siempre se tiene que ir de boca.
-Eso no es cierto Zac, tú eres el que me pone de mal humor.
-¿Cómo se conocieron ustedes dos?-de pronto pregunta Alex.
-Nos conocimos hace un tiempo, cuando acompañé a Werner a Francia, él ya conocía a Zac y a sus padres, nos presentó y me cayó mal al instante, fue algo así como odio a primera vista.
-Estaba loca entonces y lo está ahora, así que cuidado, la bruja anda suelta.
Me río porque es muy tonto.
Terminamos de comer y vemos una película, no una de terror, porque a Cloe le da miedo, a lo que Zac, muy amablemente, se ofrece a acompañarla esta noche, y lo de amablemente es mero sarcasmo, porque es un oportunista descarado, pero bueno, como sea, nos decantamos por Buenos vecinos, vemos la uno y la dos, cuando termina la segunda peli Cloe y Alex se marchan, Zac insiste en llevar a Clo a casa, pero Alex se ofrece a acompañarla así que no le queda más remedio que aguantarse.
Una vez que se han ido Zac en enfurruña en el sofá.
-Yo quería ir.
-Bájale un poco a tu asunto Zac, vas a fastidiarla si sigues así.
-¿Por qué?
-Pensará que sólo quieres meterte entre sus piernas.
-Pero no es así, o sea, no me quejaría si pasara, pero no es lo que estoy buscando.
-Qué idiota-me río- pero déjala respirar.
-En tanto a lo de sus habilidades, siento que no es algo que nosotros dos podamos manejar a la perfección, creo que necesitamos la ayuda de un experto, si tan sólo conociéramos al tipo que entrenó a la Dinastic más poderosa... Espera ¡Lo hacemos!
Asiento en comprensión y acuerdo.
-Es hora de llamar a Werner.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hello. It's me.
Aló a todos, espero les guste el cap.
Les tengo una mala noticia, abandono la novela para siempre, me mato, chao bye.
No es cierto, bromi, pero quiero ofrecerles una disculpa, no podré subir de aquí a diciembre, tengo un montón pero así cañón de proyectos finales en la uni y necesito estar al cien en ello (no pagaré mi mensualidad del gym, estaré obesa para diciembre, voy a llorar). De hecho justo ahora debería estar escribiendo un ensayo, pero sentía que al menos les debía este cap, así que espero que les guste. De verdad lo siento.
Hagan cadena de oración por mí, porfi.
Espero sus votos y comentarios.
Los amo mil millones, y regreso en diciembre, maybe unos días antes, aún no estoy segura. Gracias por su apoyo y comprensión, son los mejores.
Con amor
Moni