— ¿Cómo que bebe? — El castaño creyó a ver escuchado mal
— Me refiero al hijo que esta esperando Yokozawa-san — Henmi ve con una sonrisa al osito que se encontraba completamente pálido, él en su mente pensó que estaba haciendo lo correcto — Usted se va a casar ¿no? Yo seré un padre para ese bebé
— ¡HENMI! — grita enojado el osito, tratando de que ya se callara
Zen poco a poco estaba palideciendo, esto parecía tan descabellado y a la vez tan hermoso, pero siendo objetivos... ¡cómo que su osito estaba esperando un hijo!, si el es hombre y le constaba que tiene todo lo que tiene un hombre, ¿cómo era posible eso?
Henmi voltea a ver a su superior — Él tiene que saber que usted no está solo — Habla firmemente
El osito nunca lo había visto con esa forma de ser. Él no quería que Zen se hubiera enterado de esa forma, tal vez ahora, lo consideraría con un mostruo, no soportaría un rechazo de esa forma del castaño — Henmi, callate por favor
El otro niega con la cabeza, no entendía la situación que estaba creando — La vez que estaba llorando en esa fuente de sodas, era por el ¿verdad? — Señala al castaño que aun estaba procesando la información
— ...
— Podrían por favor guardar silencio — Entra a la habitación Kusama al escuchar mucho alboroto en la misma, pero alcanzó a escuchar ciertos fragmentos, por lo que voltea a ver al castaño que hasta parecía que había dejado de respirar — ¿Se encuentra bien?
El castaño al sentir la mano del doctor en su hombro sale del shock, volteando a ver a su uke con los ojos bien abiertos — Takafumi eso es...
Este se muerde el labio, pero no le quedó de otra que asentir levemente con la cabeza mientras un sonrojo lo empieza a invadir.
El castaño no pudo evitar la gran sonrisa que salió a flote en su rostro, su corazón latía de jubilo y dicha, ¡iba a tener un hijo biologico con su amado osito! — ¿Pero cómo es posible? — Pregunta alegre
El sensei sonríe al ver lo bien que se lo tomó — Aún no estamos seguro del cómo fue posible, pero, ha escuchado de los casos de fertilidad en hombres
Se le queda mirando un segundo, para volver su vista a su lindo osito — Creo que sí.
— Yokozawa-san al igual que Onodera-kun estan en la estadística desde que les dio positivo en la prueba de embarazo.
— Un hijo — susurra el castaño mientras las lágrimas empezaban a deslizarce por sus mejillas — Tuyo y mio — una hermosa sonrisa adornaba su rostro.
Yokozawa sintió una cálida sensacion al ver la sonrisa del castaño, como si una carga hubiera desaparecido de sus hombros, se alegraba lo bien que se la había tomado desde el principio
Kirishima intenta avanzar hacia el oji-azul, mas sin embargo el más chico se interpone para que no avance siquiera un paso mas.
— Es mejor que se marche Kirishima-san
— ¿Qué? — En todo el tiempo que conoció a ese chico, nunca pensó que llegaría a considerarlo una molestia, primero Iokawa ( a quien se encargaria de encontrar y matar con sus propias manos) y ahora el subordinado de Yokozawa que parecía que se creía su esposo
— Usted no tiene nada que hacer aquí, porque mejor no se va a con su prometida e hija, Yokozawa-san me tiene a mi
— Henmi — Intenta callarlo el oji-azul, pero parecía que le hablaba a la pared
El castaño ya se estaba cansando de que ese mocoso no lo dejara acercarse a su osito — Tú no sabes nada chiquillo, hoy mismo voy a deshacer esa falsa
— Calma — El galeno se pone en medio de ambos hombres, parecía que en cualquier momento se pondrían a pelear, pero ahora de forma física — Esto es un hospital, ¿recuerdan?
— Cree que haciendo eso, todo volvera a la normalidad... usted no vio el estado en el que se encontraba Yokozawa-san y sé que con usted el nunca será feliz — Henmi hace a un lado al pobre galeno para poder encarar al mayor
— Yo sé que hice sufrir a Takafumi — Baja la mirada un momento para después mirar con tristeza al oji-azul- todo lo que estuve haciendo, intenté hacerlo por el bien de quienes son lo mas importantes en mi vida — Se deja caer de rodillas — Por favor perdoname Takafumi, te amo tanto — baja la cabeza— Te lo suplico, no me saques de tu vida ni la de nuestro hijo
El galeno observa al castaño en silencio, el no entendía muy bien lo que había pasado con ambos hombres, pero por cada poro de piel de éste se notaba a leguas el amor que sentía por el oji-azul es genuino, por otra parte Henmi miraba a su superior con odio, él no iba a permitir que éste se le acercara a su Yokozawa-san, él sentía que tenía una oportunidad con el osito y no la iba a desperdiciar.
Un ruido en la habitación estremeció a los presentes, más al notar el origen. Yokozawa había perdido el conocimiento y la máquina que monitoreaba los latidos del corazón del osito no dejaban de sonar, haciendo un ruido ensordecedor.
El galeno se le acerca presuroso — Su presión esta por las nubes — aprieta un botón que se encontraba a un lado de la cama para que vinieran las enfermeras — Ustedes salgan — Le habla a los otros dos hombres que no se movían de su lugar.
— ¡Claro que no! — Exclama el castaño asustado mientras se acerca al menor viendo con temor como el doctor le ponía una mascarilla de oxígeno, y le inyectaba en su pálido brazo un liquido rosa que no tenía idea de para que era.
— Yokozawa-san — Henmi también se acerca a la vez que empuja abruptamente al castaño para un lado
— Tu maldito mocoso — Éste ve con odio puro a un Henmi un tanto insolente.
— No ven que por su culpa esta asi — El galeno se los hace notar para que no empiecen una pelea de nueva cuenta — Saquen a estos hombres de la habitación — Les indica a unas enfermeras que venian entrando
Las mujeres asienten serias a la vez que con esfuerzo sacan tanto a Kirishima como Henmi de la habitación, quienes no se querían mover de la habitación.
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Una vez afuera sin importarle la gente presente, toma a Henmi por el cuello lo estampa en la pared — Tú maldito mocoso, no sé quien te has creído, pero no te vuelvas a interponer entre Takafumi y yo
Henmi no se deja intimidar y sacando todo el valor que podía no despega su mirada de la del mayor — Yo amo a Yokozawa-san
Lo suelta de la sorpresa — Sabes que él nunca...
Tose un poco acomodandose la camisa — Sé que en este momento lo tiene a usted en su mente, pero sé que con esfuerzo y el amor que le tengo conseguire que me ame
La mirada del castaño se ablandó, sin poderlo evitar esas palabras lo enternecieron, sonaron tan puras — Henmi yo no pienso renunciar a Takafumi, él me ama al igual que como yo lo amo.... — suspira mientras se revolvia sus cabellos — eres un buen chiquillo, pero el corazón de ese osito gruñón es mío
El menor sabía que todo lo que le decía este era verdad, pero puede mas su terquedad — No quiero la lastima de nadie, mucho menos de usted
— Yokozawa-san, Henmi — El oji-verde al escuchar un pequeño alboroto se dirije a toda prisa, por lo que mejor se apresura-.
— Onodera —Le llama el castaño calmándose-.
— S-sí
— Iré a solucionar unos asuntos pendientes — le entrega una pequeña tarjeta — Mantenme informado
— ¡Sí!
Kirishima antes de irse le dirige una ultima mirada a la puerta de su osito, sonriendo con ternura antes de irse. Henmi lo ve con desprecio, mientras el oji-verde tenía una pequeña sonrisa.
Zen se dirige a paso rápido a la salida, tenía que solucionar todo lo que él mismo hizo, si quería estar nuevamente al lado de su osito y su pequeño Osezno -estaba seguro que si le decía así enfrente de Takafumi, este lo mataba-
Una vez que este iba saliendo, cierto editor con lentes venía entrando, sin embargo ambos se ignoraron y siguieron su camino.
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A Takano le extraño un poco ver salir del hospital al editor en jefe, Kirishima Zen, pero lo que más importaba en ese momento es la salud de su amigo y el niño, así que una vez dentro se apresuro para llegar a la sala correcta, no tardo mucho en dar con su hermoso uke, quien para su disgusto estaba muy cerca de Henmi.
— Ritsu — Llega abrazándolo, a la vez que lo separaba — ¿como esta Yokozawa?
— Masamunes-san — Se alegra de ver a su amante — Se le subió mucho la presión, pero ya se la estan controlando.... pero ¿te dije que cuidaras de Hiyori-chan?
— Ella fue hacer la tarea con una amiga... ya estas empezando a sonar como una mamá — Le dice burlon, pero decide ya no burlarse al ver la mirada amenazante de su lindo uke-. Pero el bebé y el estarán bien ¿verdad?
— Aún esta el sensei con él — responde preocupado
— Si el no hubiera estado aquí, Yokozawa-san estaría bien
— ¿Él?
Onodera ya se estaba cansando de todo esto — Estas equivocado Henmi, él fue quien salvó a Yokozawa-san, si no hubiera ido él a buscarle, esto tendría otro final.
— ¿Quién es él? — Masamune pregunta, perro ninguno de los menores parecía hacerle caso
— Eso... — Henmi baja la cabeza ya sin saber que decir
—o mejor es no interponernos entre ellos, para que arreglen sus problemas... — Le ve con tristeza el oji-verde
— Yo estoy seguro que Yokozawa-san sería feliz conmigo —susurra
— ¿De quién diablos están hablando? — El editor ya se estaba desesperando que no le contestaran
— De Kirishima-san — Contesta Henmi — El papá del bebé que espera Yokozawa-san
— ¿Eh?
— TONTO — Le reprende el ojiverde
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Zen sin respetar los semáforos y altos logra llegar a su departamento, sin haber ocasionado ningún accidente por fortuna. Respira ondo antes de salir de su auto y dirigirse hacia su departamento en donde en este momento se encontraba su mamá y esa mujer haciendo los arreglos de la boda.
— ¡Ya llegué!
— Zen, querido — Ella se le cuelga del cuello dispuesta a darle un beso apasionado, pero éste la separa de él bruscamente — ¿qué te pasa? Comportate — Le susurra indicándole que se encontraban unos hombres de traje mirándolos.
— Sae-chan, ¿pasa algo?
— No, nada — sonríe nerviosa —Sólo que Zen-kun es algo tímido
— Zen no seas maleducado saluda — Su madre se acerca con el ceño fruncido
— Quiero que esos hombres salgan de mi casa, ¡ahora!
— ¿Zen qué te pasa? — Su madre se acerca dándole un pellizco para que no la dejara en ridículo — No ves que ellos son...
— Me importa una mierda que diablos sean, que no me escucharon, ¡fuera de aquí!
— Nadie nos trata asi — uno de esos hombres se acerca dispuesto a intimidarlo
El castaño sonríe de lado, dándole a ambos hombres empujones hacia la salida — Largo — Después toma del brazo de Sae para también sacarla del departamento — A ti tampoco te quiero volver a ver
— ¿Qué? Es una broma ¿verdad? — Zen ante toda respuesta le cierra la puerta en la mera cara — ¡TE VAS A ARREPENTIR, KIRISHIMA ZEN!
— Qué diablos acabas de hacer Zen — Le mama le ve asustada
— Haciendo que las cosas vuelvan a la normalidad — Se encoje de hombros — Me preguntaste antes a quién escogía ¿no?, Si a Takafumi o Hiyori
— No me digas que...
— Los escojo a ambos
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— Le digo señor, el primer ministro no puede atenderlo
El padre de Sae había ido a la oficina de éste, sabía que solo el podría ayudarle — Usted no sabe quien soy — el hombre se pone prepotente ante la nerviosa secretaria
— Es que señor, el primer ministro dejo ordenes de que nadie lo molestara — La pobre muchacha estaba pálida ante la mirada furiosa del padre de Sae
— Eres una inútil, yo soy íntimo amigo de el primer ministro, el me recibirá de inmediato
La muchacha ya al borde de las lágrimas, toma el intercomunicador presurosa — Señor perdón por molestarlo, Jinko-san desea pasar a verlo
El primer ministro que se encontraba firmando unos papeles, al escuchar el nombre de ese sujeto quiebra la pluma que se encontraba en su mano-. ¨Maldita sea, ahora qué quiere ese sujeto¨ que pase
— Ray, dime de nuevo por qué tengo que aguantar a sujetos como ese
Un hombre que no pasaba de sus 30 lo mira de forma seria — Es mejor tener a ese tipo de sujetos de nuestro lado, después se pueden volver una molestia si los tenemos en nuestra contra ¿no crees, tío?
— Como sea... — Ambos se quedan callados a la entrada del padre de Sae
— Se-señor — éste no puede evitar ponerse nervioso ante ambos hombres frente a él — Po-podemos hablar a solas
— Lo que tengas que hablar conmigo, él tambien lo puede escuchar
— Bueno — Tose un poco para modular su voz — Quisiera que me ayudara a deshacerme de un sujeto, se interpone en mis planes.
— Matarlo — Responde fríamente el primer ministro mientras se quitaba sus anteojos
— ¿Usted cree que nosotros nos dedicamos a hacer eso? — El hombre que responde al nombre de Ray habla a la vez que dejaba varios documentos en el escritorio
— No, pero.... yo sé que usted, primer ministro tiene contactos, que me podrían ayudar a deshacerme de ese sujeto
¨Qué fastidio, sé que por mi apariencia doy miedo, pero ahora piensan que me encargo de matar gente¨ — ¿ y quién es?
El hombre sonríe y saca un pequeño papel de su saco — Aquí traigo su fotografía — La deja en el escritorio, mientras que ambos hombres la ven.
Estos se atragantan con su propia saliva al reconocer quién estaba en la foto, voltean a ver al sujeto que tenía una sonrisa y luego la foto sorprendidos-.
🐱🐻🐱🐻🐱🐻🐱🐱🐻🐱🐻
Trataré de ser más constante, lo prometo xd He estado haciendo lo posible para editar rápido los capítulos y que al mismo tiempo pueda estudiar para pasar mis materias :'v
Por cierto, subiré dos capítulos así, sin editar a ver que les parece, y si la mayoría está de acuerdo en que se suban así entonces ya tendrán los 34 capítulos completos.
Para que vean que los quiero(?)
Yoru Shirane