¿Porqué no me dejan estar a tu lado? (YAOI/GAY) (Trifecta)

Capítulo 4

Frente ambos se encontraba una mujer desconocida para ellos colgada del cuello del mayor mientras lo seguía besando, Takafumi sintió como si el mundo se le venia encima.

-¿Papá?-. Se atreve hablar la castaña aun incrédula.

Al escuchar que lo llamaban lo hace reaccionar tomando a la mujer de los hombros y separándola de si.

-Hiyori esto.....- se calla de golpe al ver también en el umbral de la puerta a su querido osito quien lo estaba mirando entre dolido y enojado-

-¿Cómo vez Hiyo?-. Interrumpe la mayor con una sonrisa viendo que también se encontraba ese hombre en el lugar, para ella esto facilitaba las cosas-. Tu papi ya te encontró una nueva mami.

-Hiyo, yo me retiro, no tengo nada que ver con esto-. Haciendo un esfuerzo sobre humano Yokozawa le sonríe a la menor-. Nos vemos

-¿Onii-chan?

Con un poco de compostura sale del lugar, compostura que se fue desquebrajando conforme iba avanzando hacia las escaleras. Se tiene que recargar en la pared mientras se tapaba la boca tratando de reprimir los sollozos que amenazaban con salir, mientras las lagrimas ya iban deslizandose por sus pálidas mejillas.

Empieza a bajar las escaleras, tenía que salir de ese lugar a como diera lugar, pero un mareo hace que se pare su carrera sosteniendose fuertemente del barandal ya que un paso en falso caería.

-¿Yokozawa?-. Un llamada atrás de el lo sobresalta un poco, pero reconoce la voz, aunque era otra la quería escuchar.-

-Iokawa-san.....- murmura el pelinegro volteándolo a ver brevemente, ya que sus fuerzas se fueron en ese instante, si no fuera por la rápida intervención del otro, Takafumi hubiera caído de las escaleras teniendo consecuencias fatales, pero este lo agarro de la cintura a tiempo.

-¡Yokozawa!-. Exclama preocupado. Con un poco de esfuerzo lo acuesta en el suelo para poder observarlo mejor, notando los surcos que dejaron las lagrimas, su piel pálida y un poco caliente, lo que indicaba que tenia un poco de fiebre. No necesitaba ser un genio para saber que lo mas probable que Kirishima Zen lo había dejado en ese estado.

Acaricia su mejilla con ternura, para después pararse y pedir ayuda-

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Los Kirishima se encontraban sentados en la cocina en completo silencio, con excepción de la señora y la mujer estaban con una sonrisa, Hiyori le pedía una explicación con la mirada a su papá, pero el mayor ni siquiera la volteaba a ver.

-Y bien ¿qué te parece Hiyo?

-Yo....-la menor no sabía ni que decir, todo era mucho para ella-. Papá ¿tu con ella....?

Kirishima cierra los ojos agarrando fuerza, Takafumi ya había visto todo, ya no tenia caso hacerse para atrás, así que mejor seguir con esa farsa, si eso significaba estar alejado de la persona que ama.

-Hiyori... me casaré con ella

-¿!QUE?!
..-se levanta de golpe-. Pero y onii.....-se lleva rápidamente las manos a la boca para callar sus propias palabras.

-¿Onii....?-la abuela se confunde-. Bueno, no importa, espero que te lleves bien con Sae-san, ella será la figura femenina que tu tanto necesitas.

-Un placer Hiyo-. La morena le extiende la mano

-S-si-. Le devuelve el saludo, pero tiene que reprimir una mueca de dolor ya que esta le apretó fuertemente la mano.

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