¿Porqué no me dejan estar a tu lado? (YAOI/GAY) (Trifecta)

Capítulo 27

-¿puedo pasar a verle?-. Pregunta el mayor con notable preocupacion en su rostro que por lo general la mayor parte del tiempo se mostraba dura y sin sentimientos, por obvias razones el doctor asintio con la cabeza cediendole el paso, sin embargo el castaño enojado tomandolo del brazo impidio que diera un solo paso.

-¿a donde cree que va?

-me estas colmando la pasciencia mocoso-. Lo voltea a ver enojado-. No entiendo que vio en ti Takafumi y como es posible que tengas una hija tan adorable como Hiyori-chan

-Kirishima-san-. Ambos hombres voltean a ver al recien llegado Rei que caminaba con aparente tranquilidad hacia ellos-. Sera mejor que no provoque tanto a mi tio, despues de todo el sera quien le ayude con lo relacionado a Hiyori-san

-¡¿que?! -. hace memoria a la palabras de Rei con referente a su osito ¨adora a Takafumi¨-. Esas palabras empiezan a hacer eco en su cabeza-. ¿quien diablos es usted? ¿que tiene que ver con Takafumi?

Sonrie-. Soy quien mas lo ama-. Contesta viendo fijamente la expresion que se empezaba a hacer el editor.

-tu maldito imbecil-. El castaño explotando por completo se abalanza a golpear a quien es el primer ministro de japon.

-no creo que sea buena que lo golpee-.Rei se pone enfrente de los mayores para de esa forma evitar que el editor golpee a su tio.

-quitate de enmedio-. El castaño muy a penas habia frenado el golpe.

-todo este tiempo no le he dicho que no lo golpee, no porque se trate de el primer ministro-. Se acomoda sus lentes-. Si no porque que dira Takafumi al enterarse de que usted inicio una pelea con su padre.

-............¿padre?-. Pregunta incredulo volteando a ver al mayor quien solo lo ve burlon y se retira para ir a la habitacion donde se encuentra el osito-. ¿eh?-. Los colores empiezan a abandonar su rostro-. ¡¿QUE?!

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la sonrisa del mayor se fue borrando conforme se acercaba a la habitacion del osito, el pasillo se encontraba vacio a exepcion de una enfermera que con la mano le indicaba la habitacion en donde se encontraba el mayor. Con la mirada triste se adentra a la habitacion, en donde su corazon dio un vuelco al ver el estado de su hijo.

Se acerca mientras con una mano se tapa su boca contemplando mejor el estado de Takafumi, puesto que el color de la cara de este competia con el blanco de las sabanas, apenas se sentia su respiracion.

-no...-susurra el mayor tomando una de las blancas manos del osito-. Porfavor no Takafumi, perdi a tu madre, no te quiero peder a ti tambien -. posa la mano del osito en su mejilla apretandola ligeramente.

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los dias fueron pasando, tanto Sae como el padre de esta era como si hubieran sido tragados por la tierra, pero el padre de Yoko tenia un mal presentimiento de que algo planeaban por lo que utilizando a su gente no dejaban de buscarlos, por su parte la abuela Kirishima se habia ido a su pueblo natal, explicando que necesitaba pensar, por lo que su esposo es el que se encargaba de cuidar a la pequeña Hiyo, a quien no la habian dejado ir a ver a Takafumi pues el estado de este no era nada favorable.

El osito habia tenido varias crisis convulsivas, en presencia de Masamune, Zen y el padre del osito quienes se sentian impotentes ante el sufrimiento del pelinegro, pero el doctor hacia todo lo posible para que resistiera y que asi el bebe tenga los organos mas formados, aunque eso significaria que los organos del propio Takafumi empezaran a fallar irremediablemente,

-¿que fueron esos gritos?-. Pregunta con voz poco audible el osito al castaño que se habia sentado a un lado suyo

-nada de importancia-. Le sonrie con ternura mientras retiraba uno de los mechones de la frente de su osito- duerme, lo necesitas mucho-. Empieza a acariciar dulcemente su cabeza, mientras su otra mano se posaba en el vientre.

-n-no te vayas a ir-. Murmura sintiendo como la consciencia se iba llendo poco a poco.

Zen toma la mano de gatioso besandola con cariño-. No lo hare-. Susurra a la vez que sonrie al observar como el menor iba cerrando sus ojos durmiendose casi al instante-. Y tu tampoco me vayas a dejar-. Las lagrimas que tenia contenidas desde que entro a la habitacion decendieron libremente -. no soportaria perderte, a ti no.

En el marco de la puerta se encontraba Masamune viendo la escena hasta cierto punto enternecido, por lo que tratando de no hacer ruido prosigue a cerrar la puerta, a la vez que se va a vigilar que Henmi no regrese, puesto que este habia estado llendo pero no lo habian dejado entrar ni una sola vez a ver a gatioso (no lo habian creido conveniente) sobre todo Zen que no se habia movido del hospital, aparte de la peleas verbales, estuvo a punto de matarlo puesto que este habia llegado con derechos que ciertamente no tenia.

Una semana mas paso y la condicion de Yoko decayo por completo, el momento del parto habia llegado, a pesar de que el osito contaba con 7 meses de gestacion a penas.

Zen se encontraba sentado en una fria silla blanca, mientras sus manos se encontraban en su cabeza, su mirada reflejaba terror puro, su corazon latia a mil, tenia un muy mal presentimiento cuando su querido Takafumi fue llevado a quirofano para la cesarea, mal presentimiento que fue confirmado a la salida del doctor que traia muy mala cara.

-¿que pasa?-. El mayor del lugar se acerca al galeno con una mano en el corazon, al parecer Zen no era el unico que presentia algo.

-Yokozawa-san sufrio un paro cardiaco cuando ibamos a proceder con la cesarea-. Ve la cara de espanto de estos, por lo que procede-. Pudimos contrarle, pero si en el momento en que estemos con el bebe vuelve a sufrir un ataque de esa dimension, su corazon no podria aguantar y llegaria el momento de decidir.

-¿decidir?-. El castaño sale de su trance-. ¿decidir que?

-a quien salvar-. Responde neutralmente

-eso ni se pregunta-. El padre de gatioso,Voltea a ver al castaño-. Lo siento Kirishima, pero la vida de mi hijo es mas importante-. Ve al galeno-. Tiene que salvar a Takafumi.

-¿y bien Kirishima-san? Usted que dice?

-yo......-.cierra los ojos fuertemente-. Los elijo a ambos-. Ve fijamente al galeno-. Tiene que salvarlos a los dos.

El galeno suelta un suspiro-. Solo que hay algo mas... no es solo un bebe.