Capítulo 3

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Se tarda tan solo unos pocos segundos para poder procesar la información, se levanta de golpe tirando la silla en el proceso.

- ¿QUE YO QUÉ....?-. Mas fue un error levantarse de rápido y su cuerpo lo resintió, pronto sintió como todo a su alrededor empezaba a dar vueltas-. yo.....-susurra todavía queriendo aun gritar, mas el doctor reacciona a tiempo sujetándolo por la cintura para evitar que se desplomara en el suelo.

- ¡Takafumi!-. Exclama preocupado, con cuidado lo dirige hacia el único sofá del consultorio para que se acostara, con rapidez del cajón del escritorio saca un tensiometro, por lo que vuelve hacia el pelinegro que tenía los entrecerrados, le coloca el instrumento en el brazo para empezarle a medir la presión-. Esto no es nada bueno

- ¿Qué... pasa?

- Tienes la presión por las nubes, en tu condición es muy peligroso, voy a recetarte un medicamento para la alta presión, tendremos que controlarla a como de lugar.

Retira su brazo de su cara para sentarse despacio, sentía un vértigo horrible-. Pero yo estaré....-se corrige-. Estaremos bien

Esboza una sonrisa el galeno al ver que el gruñón de su amigo estaba aceptando demasiado bien el hecho de que a pesar de ser hombre, una pequeña vida crecía dentro de el-. Si sigues mis instrucciones al pie de la letra, tendrás un embarazo normal.

- Yo no se que es un embarazo normal-. Con ayuda del otro se para del sofá

- Takafumi, mantente acostado por un rato mas, no puedes ni mantenerte bien en pie

- Cállate-. Voltea a otro lado-. Tengo que ir rápido a otro lugar-. Sus mejillas al estar muy pálidas se hizo mas notorio el sonrojo que se estaba formando

Se ríe burlonamente-. Owwww no aguanta la mamá Takafumi para ir a contarle a su querido esposo que sera papá-. Se calla al sentir el maletín de lleno en su rostro mandándolo al suelo

- Imbécil-. Se da la vuelta con a cara roja de vergüenza, con la intención de irse lo mas rápido posible.

- No se te olvide la medicina-. Susurra adolorido.

- Si, si-. Sale dando un portazo.

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Yokozawa se encontraba caminando, bueno, mas bien casi corriendo por la ciudad con la cara aun roja de vergüenza-. ¨Ese imbécil¨ -. tiene que detener su loca carrera puesto que otro nuevo mareo amenazo con tumbarlo.- Diablos-. Se sujeta de la pared mas cercana -. ¨ Tendré que controlar mi carácter y no alterarme con cualquier cosa¨ -. su mano inconscientemente se posa en su aun plano vientre haciendo que aflorara una sonrisa tierna, una que nadie, ni siquiera el conocía que pudiera tener-. ¨por el o ella¨

Un poco mas repuesto emprende nuevo su camino para la casa de los Kirishima, pero no puede evitar detenerse en una tienda exclusiva de productos para bebes y mirar a las madres que entraban con sus bebes u otras mas en estado gestante aun.

Sonríe con tristeza-. ¨No creo que yo pueda venir aquí cuando se me empiece a notar, después de todo un hombre embarazado no es algo normal¨ que cara pondrá ese idiota cuando le diga

Se detiene en una pastelería para comprar de los panecillos favoritos de Hiyo, después de todo, no solo se tiene que preocupar en la reacción de Zen, si no también en la pequeña Hiyo.

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- Mamá, no es por correrte, pero, ¿que haces todavía aquí? Hiyo ya se fue a la escuela, es mas, ya debe estar por regresar

Quien no dejaba de observar su reloj-. Viendo que cumplas tu palabra y dejes a ese hombre.

- Después hablare con el, a solas

Las palabras del castaño eran extremadamente frías, lo único que quería era que su progenitora se marchase e irse a buscara a su osito, necesitaba hablar cuando antes con el.

- No me veas así Zen-. Se levanta de su asiento- todo es por el bien de Hiyori y tuyo, no quiero que nadie los señale por mantener una relación anormal, piensa en Hiyo.

- En ella pienso precisamente, ella lo adora-. Ya estaba perdiendo su poca paciencia

- Porque no sabe absolutamente nada, ella aun es ingenua y con esa relación inmoral la pervertirías, ademas te tengo una sorpresa para que te alegres.

- ¿Sorpresa? ¿a que te refieres?-. Tenia un mal presentimiento que fue incrementando al oír el timbre.

- Que bien-. Sonriendo-. Ya llegó, se amable Zen

- ¿Eh?

La mujer mayor abre la puerta y tras ella se mostraba una figura de una mujer, delgada y de refinada complexión, tez pálida, grandes ojos verdes, cabello corto que muy apenas le llegaba al cuello.

- Ella es Sae-chan... tu prometida.

- ¿Qué?

- Hola, Zen-kun-. La chica se adentra al apartamento para después abrazar al castaño que aun se encontraba sorprendido y no pudo evitar el contacto de la mujer-. Sé que me amaras-. Tomándolo desprevenido lo toma del cuello dándole un beso.

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- Onii-chan-. La pequeña castaña se dirige hacia el pelinegro. Ambos ya habían llegado de apartamentos.

- Hiyo ¿cómo te fue? -. la recibe con una sonrisa que solo le dedica a la menor.

- Muy bien -. le devuelve la sonrisa-. Me divertí mucho, onii-chan me enseñas a hacer un pay de limón, una amiga cumplirá pronto años.

- Claro que si, por cierto mira lo que te compre.

La menor toma la caja de pastelillos con un gran brillo en la mirada

- ¡Gracias Onii-chan!-. Lo abraza de la cintura-. Te quiero mucho

- Yo también

Ambos suben por las escaleras ya que el elevador se encontraba en reparación, Hiyo le estaba contando todo lo que había hecho en la escuela, mientras que Yokozawa esperaba que ella siguiera sonriendo cuando le contara lo suyo con su padre, pero sobre que próximamente iba a tener un hermanito

- Mira Onii-chan, la puerta esta abierta

- Es cierto, que raro

Ambos apresuran su paso para después quedarse de piedra al presenciar la escena del castaño con esa mujer, sobre todo el pelinegro no podía creer lo que sus ojos observaban.

¿Porqué no me dejan estar a tu lado? (YAOI/GAY) (Trifecta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora