Hiyori de la mera sorpresa deja caer su cono de nieve, mientras se para mirando sorprendida al mayor —¿D-de ver-verdad? — Pregunta aun sin podérselo creer — Onii-chan n-no estas bromeando, ¿verdad?
El pelinegro niega con la cabeza con una pequeña sonrisa — Yo no bromearía con algo asi... se que suena imposible porque soy hombre — Vuelve a tomar la pequeña manita de la menor —Es un milagro Hiyo, un hermoso milagro — Dirige la manita a su aun plano vientr — Alguien se apiadó de nosotros y nos mando a este angelito para se... — Sus palabras fueron calladas ya que la menor se abalanzo hacia el abrazándolo por el cuello.
— ... — la castaña tenía fuertemente abrazado al osito mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, una hermosa sonrisa empezaba a aparecer en su rostro.
— ¿Hiyori? — El gatito se sorprende un poco, pero al sentir como el cuello de su playera se empezaba a humedecer, sonríe devolviendo el abrazo.
— Gracias, gracias — no dejaba de repetir la castaña. Las lágrimas no querían deteners — Un hermanito — Se separa dejando ver su lindo rostro bañado en lágrimas — El va a tener a una hermana mayor muy fuerte, que lo va a proteger de todo — su mano dio una suave caricia al vientre del gatioso
— Estoy seguro que si Hiyo...
— Y también voy a cuidarte a ti onii-chan
— ¿Eh?
Lo vuelve a abrazar — Los protegeré a los dos... te quiero muchísimo
— Yo también Hiyo — el pelinegro suspira aliviado, sentía como si un peso pesado fuera retirado de sus hombros — Pero Hiyori ¿como sabías que tu papa y yo...?
La niña lo voltea a ver con una gran sonrisa — Es un secreto
El osito se muerde la lengua, no quería interrogar a la castaña, sabía que tarde o temprano lo sabría — Sólo te pido una cosa, no quiero que...
— El no se lo merece — Lo interrumpe la menor
— ...
— Ne ibas a decir que no le dijera a mi papá ¿verdad? — Hiyo quería olvidar lo que paso mas temprano en ese día, pero esa sensación de asco que sintio cuando ese viejo la toco, nunca lo olvidaría, pero sobre todo, el vacío que sintió en su corazón cuando su papá fue indiferente con su situación, se sintio desprotegida.
— Hiyo ¿pasó algo? Cuando llegaste tu...
La niña esconde su mirada entre sus largos cabellos, mientras se abrazaba de la cintura del mayor posando su cabeza en el vientre de este — No quiero hablar de eso, por favor oniichan
— Está bien — Empieza a acariciar sus sedosos cabellos de forma maternal — Sabes que me puedes decir cualquier cosa
Ésta asiente con una pequeña sonrisa, mientras cierra sus ojos disfrutando de tan suaves caricias, durmiéndose de inmediato, se sentía tan tranquila cuando se encontraba con su onii-chan.
El osito observa con una sonrisa tierna como la castaña se encontraba ya en brazos de Morfeo, pero su sonrisa se congela al ver a Henmi y Iokawa frente a el con un semblante serio, viéndolo totalmente incrédulos.
— ¿Us-ustedes es-escucharon? —No puede evitar tartamudear
— ... — el silencio por parte de estos se lo confirman
—Yo me retiro — Habla Iokawa en voz neutra — Nos vemos — Hace una leve reverencia y sale lo mas rápido del lugar
— Yo lo llevo a su casa —Habla un poco mas calmado Henmi
El osito asiente levemente. Intenta levantar a la menor en brazos, pero el novato se le adelanta — ...
— Usted no puede hacer esfuerzos en su estado — Contesta con una pequeña sonrisa a la pregunta muda del osito
No estaba en sus planes que sobre todo ellos se enteraran de su condición, pero al parecer Henmi es alguien con un corazón muy noble ya que parece que lo asimiló muy rápido, en comparación a Iokawa que prácticamente salio huyendo. "De seguro ahora el pensara que soy una especie de fenómeno"
— Ya está empezando a enfriar — Comenta el mas chico, mientras que con algo de esfuerzo considerando que traía cargando a la niña, se quita su saco para después posarlo en los hombros del osito, que ante ese gesto no puede evitar sonrojarse.
—¿Q-que haces? — Se avergüenza. Aún con la cara roja se levanta, mas sin embargo sus piernas flaquean y se sostiene del hombro del menor para evitar caer, "mierda, todo me esta dando vueltas"
—¡¿Yokozawa-san?!
—Estoy bien... solo me tropecé — Respira ondo separándose del novato
Henmi no le cree, la cara pálida de su superior le delataba, pero mejor no dice nada, sin embargo, en todo el trayecto del parque a la casa de Yokozawa estaba cuidándolo para que no tuviera ningún percance.
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Una vez que llegaron al departamento Masamune ayudó a acomodar a la niña en la habitación del osito para que pudiera seguir durmiendo, Henmi cuando vio que ya estaba en buenas manos el osito, este se fue rápido del lugar, tenía muchas cosas que pensar
— Gracias, Masamune —Le agradece al ver como este se encargaba de tapar con una cobija a la menor, para que no pasara frío.
— Ésta niña significa mucho para ti, ¿no?
— Si —Contesta a la vez que se sienta en la orilla de la cama
—Ya es tarde y mañana tenemos que ir temprano al doctor, supongo que ya te tomaste la medicina ¿verdad?
— Ai, si-. Contesta fastidiado — Onodera me las dio
Sonríe — Buenas noches
— Buenas noches — Contesta igualmente. Una vez que este sale se apresura a sacar su celular, mientras ve de reojo a la castaña — Después de todo el sigue siendo su papá — Empieza a escribir un mensaje.
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"Hiyo esta conmigo".Zen al leer el breve mensaje del gatioso suspira aliviado, de hecho cuando se fue la menor corriendo, se le vino a la mente que el lugar al cual iría en primer lugar sería a la casa de Yokozawa y este mensaje se lo confirmaba, aunque esas palabras que le gritó su propia hija le hizo dudar si todo lo que estaba haciendo, sería lo correcto, se estaba dando cuenta que estaba alejando a las dos personas que más le importan en la vida.
— Zen-kun — Se escucha la chillona voz de esa mujer — Que bueno que ya estas sonriendo
—¿Eh?
—Los amigos de mis papis estaban empezando a hablar que yo no te cumplía como tu mujer — Ésta se le pega para el disgusto del castaño — Deberíamos adelantar de una vez la luna de miel, no te parece cariño
El castaño se suelta de golpe —Creo que quedé en claro que yo no siento nada por ti, ¿no?
La mujer en lugar de amedrentarse por la glacial mirada del castaño, solamente esboza mas su sonrisa— Creo que tu adorada mami ya te dijo que si te atreves a hacerme un desplante y yo llegara a romper este compromiso, mi papi con sus influencias te quitaríamos la custodia de esa niña
— ... — Se muerde el labio, pero no evita que su mirada muestre odio solamente dirigido a Sae
— Además....— con una gran sonrisa saca de su bolsa una fotografía que al enseñársela a Zen agranda los ojos sorprendidos — Éste es el asqueroso homo con el que andabas ¿verdad?. Tanto para mi papi y mami sería muy fácil hacerlo pedazos, asi que Zen-kun, se un buen novio y abrazame para llevarte a conocer a los amigos de papá
Ellos se encontraban en una fiesta propiciada por los padres de Sae y si se preguntan, que rayos hace en una fiesta en lugar de estar buscando a su hija, fácil, su mamá le dijo que no le hiciera caso a los berrinches de Hiyo, que cuando le diera hambre regresaría, -no se espero esa falta de preocupación hacia su hija- mientras que Sae y sus padres le obligaron que asistiera a esa fiesta para que conociera a todas las amistades de ellos, el único que se quedo buscando a Hiyo fue su padre.
— Mira Zen — Se acerca su madre emocionada señalando a un grupo de hombres trajeados que reían probablemente por la broma de uno de ellos — Solamente los había visto en la televisión
— ...— no le contesta, simplemente se dedicó a ignorar a todos a su alrededor
— Éste es mi yerno — El padre de Sae lo jala hasta otro grupito —Ellos son del gabinete del primer ministro
—Es muy bien parecido... más te vale no hacer sufrir a Sae-chan —le habla el mas joven en son de broma
—Sí — contesta sin mucho interés
—Kondo nos dijo que tienes una hija —El mayor del grupo habla mientras le daba un pequeño sorbo a su vino — Te puedo recomendar varios internados, cuando una pareja esta recién casada, un niño solo estorba
Zen que se mostraba indiferente, al sólo escuchar voltea a ver a ese hombre de inmediato — Usted no tiene que...
Por fortuna sus palabras fueron cortadas antes de que dijera algo imprudente, puesto que la gente ahí presente empezó a aplaudir toda eufórica.
— Ya llego el íntimo amigo de mi papi — Zen la voltea a ver, mientras que Sae ensancha más su sonrisa, si eso es posible — Es el primer ministro
—¿De veras? ¿el primer ministro? — se emociona la señora Kirishima
Por las escaleras de ese gran salón venía bajando un hombre ya mayor, vestido de un pulcro traje negro, cabello ya grisáceo y largo, ojos dorados, con una mirada muy dura ( apesto para describir a las personas u.u http://www.google.com.mx/imgres?imgurl=htt...tart=30&ndsp=42 )
||Dejaré esta parte de la autora por si quieren ver la imagen xD||
Zen se queda asombrado, nunca penso que vería a esa persona tan de cerca, ciertamente a el no le importaba la política, ni nada parecido, pero las veces que le habia visto por la tele, siempre se le hizo que era un hombre con un gran porte, alguien que con solo su presencia podría intimidar hasta el más valiente.
— Nunca me gustaría tener a ese hombre de enemigo — Contesta un joven a su lado
—¿A que te refieres? — Zen no puede evitar preguntar algo curioso
El joven al verse que dijo esas palabras en voz alta, se pone muy nervioso — Bu-bueno el es peligroso —Susurra— Él e-era un antiguo yakuza a quien le encan-encantaba ver a la gente suf-sufrir... — El novato tartamudea y al terminar de hablar se va corriendo
— ... —Zen mira sorprendido a ese hombre mayor, siendo observado por los padres de Sae y ésta, quienes sonrieron ante la reacción del castaño.
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Al día siguiente todos tienen que madrugar, ya tenían que estar levantados a las 5 de la mañana para alcanzar la cita con el doctor que los atendería en todo lo que dure el embarazo de ambos ukes, también levantaron a Hiyo, después de todo no la podían dejar sola en el departamento, Yoko les dice a los otros dos que ella ya esta al tanto de su estado.
— Entonces usted también esta esperando un bebe Onodera-san — Habla emocionada
— S-si — Le contesta avergonzado
—Genial.... ya quiero verte con tu pancita de embarazo Onii-chan
— Yo no creo que eso me quede Hiyo
Ésta niega efusivamente con la cabeza — Te verás muy adorable
Masamune y Ritsu se alejan diez metros ante el comentario de la menor, ellos no querían estar cerca ante la posible reacción de la castaña — Ado-adorable — Susurra, si hubiera sido alguien mas estaba seguro que lo hubiera golpeado hasta dejarlo casi muerto, pero al ser la pequeña Hiyo tiene que contar hasta 10 para calmarse un poco y que se le pasara el sonrojo de la vergüenza
— Oye Masamune-san, ¿porqué conmigo añade el San y a Yokozawa-san le dice Onii-chan?
Le ve burlonamente — Tal vez el embarazo te hace ver mas viejo que el
—¡CLARO QUE NO! — Exclama enojado
— Disculpen — Una enfermera se les acerca — Este es un hospital, favor de guardar silencio
Ritsu baja la cabeza apenado — Perdón
—Que no se vuelva a repetir — La enfermera le ve enojada — Bien, Onodera-san y Yokozawa-san, les espera Kusama-sensei
Masamune toma de la mano al oji-verde, antes de irse le da una mala mirada a la enfermera, ya que se le hizo que exageró y sin mas se adentra al consultorio, por su parte Hiyo agarra del brazo al osito para que se apresurara a entrar, ella se encontraba muy feliz.
Una vez dentro los recibió la cálida sonrisa del doctor quien amablemente les dijo a cada uno de los ukes que siguieran a la enfermera para empezar con la revisión. Yokozawa quiso que revisara primero a Ritsu por ser el menor de los dos, para después seguir con este, mientras Kusama iba haciendo anotaciones, con cada uno tardo aproximadamente 15 minutos.
— ¿Cuánto tiempo tienen?
Sonríe mientras ve los resultados de los análisis — Onodera-san tiene 2 meses de gestación, mientras que Yokozawa-san tiene 3 meses y medio, la salud de Onodera-san esta muy bien, no marca ni una anormalidad, pero — ve al osito con un semblante más preocupado — Yokozawa-san, tengo que decirle que lo mejor es que deje de trabajar
—¿Trabajar? ¿algo salió mal? — el osito muestra cara de preocupación, mientras que Hiyo con su pequeña manita aprieta la mano del gatioso, ella también preocupándose.
— Su presión no ha querido bajar, cosa que es peligroso y no le puedo recetar pastillas mas fuertes puesto que le podrían hacer daño al bebé, usted tiene que estar en completa calma sin alteraciones de ningún tipo.
— Comprendo —susurra el osito
"Es mi culpa", Piensa la castaña "yo sólo hago que mi oniichan se preocupe"
—Entonces tiene que permanecer en reposo total — Sentencia Masamune viendo al osito — Yo me encargaré de eso
—Yo también te cuidaré Onii-chan
—No se preocupe Yokozawa-san, no esta solo
En el rostro del osito no puede evitar que una sonrisa de agradecimiento aflore — Gracias
— Le recetaré otras pastillas y a Onodera-san le recetaré unas nuevas pastillas de ácido fólico, me comentó que ya se le acabaron
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Una vez que fueron por las pastillas de cada uno se dirigieron de nueva cuenta al departamento, o si no se les haría tarde para ir a trabajar.
—Oye Masamune, ¿que es esa revista que desde que salimos del hospital no has dejado de leer?
— Es cierto Masamune-san, además no es bueno leer cuando caminas, hay niños presentes, que mal ejemplo le estas dando
La niña sonríe — Por mí no hay problema, ademas.... mi papá suele hacerlo — Susurra lo último
— ¿Y bien que es? — Yokozawa cambia la conversación rápido, no quería ver esos ojitos tristes
— Estoy pensando en comprar una casa y ésta me agrado
Los tres ven el anuncio que ya estaba encerrado en un circulo en el que se podía alcanzar a leer que se trataba de una amplia casa, de 4 recamaras, dos baños, sala, cocina-comedor y un gran patio
— La casa esta muy grande Masamune-san
— ¿Pues cuántos hijos piensas tener?, cuatro recamaras es mucho para ustedes ¿no?
—Es perfecta – Les contesta el editor, viendo con una sonrisa la cara confundida de ambos ukes.
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— Zen ¿no vas a ir a trabajar? — Su padre se asoma a la habitación de su hijo, éste se encontraba vestido casual, mas sin embargo se encontraba acostado.
— No tengo ganas — Ni siquiera lo voltea a ver, parecía que el techo era más entretenido.
Su padre lo ve con un semblante triste — ¿puedo darte un consejo, hijo?
— ... — éste no le contesta, pero centra su mirada en su progenitor
— Escucha a tu corazón hijo — le sonríe — Tu siempre tendrás mi apoyo Zen, si el es tu felicidad no lo dudes hijo — El castaño lo ve sorprendido — Sé que tu madre esta actuando mal, pero también se que no es una mala persona, así que quita esa cara de muerto y ve a buscar a quien realmente amas, ya tuve la fortuna de conocerle
— ¿Que?
— Hablamos un poco y tuve la certeza que se trata de alguien íntegro, que los adora tanto a ti como a mi nieta, así que ya despabila Zen y lucha — Le da una última sonrisa abandonando la habitación
El castaño se queda sorprendido por las palabras de su papá. Sonriendo toma su chaqueta para salir del departamento.
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Takafumi se queda sólo en el departamento, no puso objeciones después de todo el doctor le dijo que tenía que tener descanso, les agradeció a la pareja que llevaran a Hiyo a la escuela, por lo que el en ese momento se encontraba acostado en el sillón en compañia de un ya mejorado Sorata que se encontraba acurrucado en su estomago.
Unos minutos pasan en absoluto silencio, cuando es interrumpido por el sonido del timbre. Yokozawa más dormido que despierto retira suavemente al gato para poderse levantar a atender.
— ¿Henmi? — Se sorprende al verlo nada mas abrir la puerta
— Yokozawa-san, que bueno que esta en casa
— Bueno tu deberías estar en el trabajo, ¿no?
— Sí, sólo vine rápido — El menor se notaba sonrojado y nervioso — Tome — le entrega un pequeño ramillete de flores
Yokozawa lo toma confundido — Pero Henmi...
El novato toma del brazo al osito halándolo hacia el dándole un tierno beso, Yokozawa estaba impactado por lo sucedido — ¡Lo amo! — Exclama bastante seguro de sí mismo — Quisiera que me permitiera ser un papá para ese bebe... Pienselo por favor — Se va del lugar dejando a un osito de piedra
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Yokozawa tardó varios minutos en despertar del shock, si no fuera por una de las vecinas que le llamó preocupada al verle en ese estado de trance. Ahora el pelinegro se encontraba nuevamente acostado en el sofá, pero ahora con un pañuelo húmedo en su cara, esa habia sido una gran impresión.
Nuevamente el timbre vuelve a sonar asustando un poco al gatioso que le tomo desprevenido — ¿Ahora que?...
Se vuelve a levantar, sólo esperaba que no fuera de nuevo Henmi, no sabría como reaccionar frente a el.
— Iokawa-san — Susurra al volver abrir la puerta
— ¿Podemos hablar Yokozawa-san?
— Ah si claro, adelante — El pelinegro se adelanta para guiarlo a la sala, por su parte el otro se adentra al departamento sin cerrar la puerta con un semblante serio
— Te voy a ayudar Yokozawa-san
— ¿Qué? —Se voltea a verlo confundido
— Yo sé que tú no quieres tener un hijo de ese tipo... te ayudaré a deshacerte de ese bebé
— Oiga usted esta enfermo ¿porque piensa no quiero a mi hijo?
Se le acerca con un semblante que hizo dudar al pelinegro de que este estuviera bien de sus facultades — No, no, no... yo mataré a ese bebé por ti-. Sin mas este es mas rapido tomando al pelinegro de los hombros para después tumbarlo al suelo
Yokozawa cierra fuertemente los ojos, el golpe que recibió en su espalda fue demasiado fuerteb— Us-usted..... — suelta un grito ahogado, ya que Iokawa sujeto fuertemente su cuello impidiendole el paso del aire.
— Lo ayudaré, lo ayudaré — Seguía repitiendo como desquiciado — Lo mataré por ti
— Ba... — no podía articular ninguna palabra, no podía respirar, sentía como poco a poco la oscuridad lo empezara a consumir. "Zen..", fue su último pensamiento antes de caer en la inconsciencia
Iokawa seguía apretando fuertemente el cuello del osito sin fijarse que éste se encontraba desmayado, pero es abruptamente jalado por cierto castaño hecho una furia.
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Acribillenme si quieren, sé que tardo mucho, pero la escuela me tiene súper a tope, exámenes finales y todo eso, pero trataré de hacer muy mejor esfuerzo, eso y que he estado en algunos proyectos propios (los cuales son una mierda ya que los leí pero neh)
En fin, aquí tienen el capitulo mis elf@s(?) 7u7
Yoru Shirane