-La jugada de ayer estuvo sorprenderte -dijo Lucas mientras se peinaba mirándose en el espejo de su casillero- como siempre hicieron un gran trabajo.
-Pudo haber sido mejor si Nick no hubiera estado luciéndose con las chicas del otro instituto -dije.
-Pense que ya te habías acostumbrado...
Nuestra conversación se vio interrumpida por el sonar de la puerta del vestidor abriéndose, es Elian.
-Tengo un recado para ti -dijo mientras me miraba fijamente y se posicionaba en el marco dela puerta- una doncella desesperada busca de su caballero su presencia.
-¿Es necesario que hables así? -pregunte mientras alzaba una de mis cejas.
-Ehh digamos que me ha obligado -Lucas y yo lo miramos muy extrañados, ¿con que podrían obligarlo?- ¡Vale! dijo que si no lo decia con tono...con este tono, prácticamente me ataría a una silla y me dejaría en medio del campo de fútbol.
<<Joyce>> pensé. Obviamente tiene que ser ella.
-Creo que ya sabes de quien te hablo Liam -me volteo a mirar.
-No hace falta que me recuerdes el nombre -sonrió un poco dirigiéndome a la puerta- ¿Donde dijo que me esperaba?
-En las gradas del campo de fútbol. Suerte amigo.
Les ofrecí una sonrisa antes de retirarme del lugar.
Iba caminando tranquilamente pero de repente alguien me jalo desde un salón que se encontraba a mi lado en ese momento en que pasaba por allí.
-Hola amor -dijo Luna posicionando sus manos en mi cuello acompañada de varias risas cortas- se puede saber a donde ibas tan rápido.
Sonrió un poco al ver toda esta pequeña acción.
-A ningún otro lado que sea lejos de ti nena -acaricie sus mejillas con mucha delicadeza- ahora, ¿se puede saber que haces tu aquí? -susurre cerca de su oído.
-Digamos que te vi pasar -pone su mano en mi pecho y empieza a meter sus dedos en los espacios que hay entre los botones de mi camisa- y en vista que tu mirada era perdida, decidí llamar tu atención de esta manera -dicho esto, pone su dedo indice en mis labios como si intentase aguantar esas ganas de besarme- ¡Ah! -da un pequeño brinco- y también por que enante no me saludaste bien.
Nos sonreímos después de que dijo eso, puse mis manos en sus caderas, lo cual me gusta mucho hacer eso, y la bese. Esta chica me trae loco.
Algo vino a mi mente, lo cual hizo que parara con el beso....mierda ¡Joyce!.
-Luna...-logre separarme de sus labios aunque ella no colaboraba mucho- tengo que hacer algo ahora.
-¿Es urgente? -pregunto haciendo esos pucheros tan tiernos que me provocan apretarlos un poco- y yo que quería estar otro rato mas así.
Todo esto provoca muchas ganas de mandar a la mierda todo y seguir con Luna...pero no es cualquier persona quien me necesita, es Joyce.
-No te preocupes preciosa -acaricio con mi pulgar su mejilla- hoy iré a tu casa con la excusa de hacer tarea juntos, a lo mejor allí podamos continuar con esto.
-¿Con esto? -me mira fijamente a los ojos- cariño, esto queda demasiado aburrido para lo que podamos hacer a solas.
-Jaja vale, como digas -me acerco para besarle la frente- nos vemos mas tarde preciosa.
Salí de aquel salón y continué mi camino hacia el campo de fútbol. Al llegar me encuentro a una Joyce muy tranquila sentada en las ultimas gradas leyendo un libro.
-Hey -me senté a su lado- hola.
-No quiero saber la razón por la cual te demoraste -su mirada seguía fija en el libro mientras cambiaba de pagina- seria algo estresante escucharla.
-Bueno, no te culpo -dije pasando mi mano sobre la nuca.
-Vale, el punto es este -cierra su libro de golpe- después de tanto tiempo, me he sentado a conversar con mis padres sobre un chico estúpido que es nuevo en el instituto y que mas de una vez me hizo sentir diferente...osea, tu -dice señalándome con su dedo indice- Y con todo esto, ellos insistieron en que una de estas tardes te pases por mi casa para charlar un rato.
-Wo, nose que decir.
-Solo di que no te interesa venir a mi casa -dijo despreocupada.
-En realidad si me interesa Joyce.
-¿Es una broma?
-Para nada, solo quiero conocerte un poco mas.
-¿Conocerme mas? -lo cuestiono mientras se levantaba- entonces...¡suerte con eso Liam! -grito bajando las escaleras dejándome solo.
***
Ya es hora de salida. Estaba a punto de emprender mi camino a casa pero me detuve al ver a Joyce caminar sola al otro lado de la calle. me tome la molestia de cruzar la calle y alcanzarla.
-¿Te molesto? -pregunte al alcanzarla.
Voltea a mirarme- Para nada -contesta- a menos que digas algo estúpido y te aparte de mi a patadas.
-Soy propenso a decir cosas estúpidas, asi que, sera mejor estar todo el camino callado.
-Gracias. Así estará mucho mejor.
Caminamos varias cuadras por delante, lo único que podíamos pronunciar eran nuestros suspiros o respiraciones profundas, en pocas palabras, no hablamos por un buen rato, pero al parecer, Joyce no soporta eso...
-Pregúntame algo -dice mirando a los lados antes de cruzar la calle.
-¿Como que? -cuestione.
- No lo se, estoy aburrida, así que inventate algo.
-Mmm -mire al cielo pensando- ¿Por que el cielo es azul? -espero que no duela tanto sus patadas.
Ella suelta una carcajada al escuchar esta pregunta chiflada. Rápidamente mira al cielo, coloca su pulgar y el dedo índice en la barbilla, como si también pensara en una respuesta chiflada.
-Yo propongo la siguiente teoría -baja su mirada hasta mirarme- para mi parecer, el cielo es azul porque en realidad son una multitud de pitufos y sus gorritos forman las nubes.
Nos quedamos mirando el uno al otro aguantando la risa, hasta que ya no pudimos más y soltamos una carcajada.
-Espera -pone su mano en mi pecho deteniéndome- toca ese timbre -señala a la casa que estaba de mi lado.
-¿Llegamos? -pregunte entre risas.
Joyce solo asiente con la cabeza varias veces. Toque el timbre un par de veces y al voltearme me di cuenta que Joyce ya estaba por doblar la esquina.
-¡¿Pero que estas haciendo?! -grite caminando hacia ella.
-Tienes que correr si no quieres que te pillen -responde gritando .
Voltee a ver aquella casa, y de repente escuche abrirse la cerradura. Sin pensarlo, eche a correr detrás de Joyce.
Nos detuvimos después de tres cuadras, me apoye sobre mis rodillas al igual que ella.
-Divertido -dice Joyce a medio pulmón- ¿verdad?
-Estas... -me di un tiempo para tomar algo de aire- loca.
-Lo se -se levanta y camina hacia la casa que estaba a nuestras espaldas.
-¿De verdad piensas hacerlo otra vez? -pregunte al voltearme.
-Claro que no tonto -golpea varias veces la puerta principal- esta si es mi casa.
<<Grande Liam...grande idiota>> pensé.
Me enderece un poco, aun seguía algo agitado. Me acerque y me pare a las espaldas de Joyce, en ese momento un chico menor que nosotros abre la puerta, supongo que es el hermano. Su mirada se fijo en mi de arriba hacia abajo como si me examinara.
-¿Quien es? -pregunta dirigiéndose a Joyce.
-Un violador de niños -dice despreocupada.
-¡¿Quien es?! -grita su mama desde el interior de la casa.
-¡Es Joyce mama -responde el chico- junto con un violador de niños...otra vez!
Joyce entro dejando caer su mochila a un lado de la puerta, yo seguía allí parado esperando a que por lo menos se acerque a despedirse.
-Hola cariño -dice su mama dándole un beso en la frente- ¿y el quien es? -pregunta refiriéndose a mi.
-El es...-puedo notar que Joyce intenta ponerme otro nombre.
-Permitame presentarme -dije interrumpiendo sus intenciones- soy Liam. -le extendí la mano.
-Oh, así que tu eres Liam -me dio un leve apretón de manos- un gusto conocerte, Joyce nos ha conversado de ti -Joyce no paraba de fulminarme con la mirada- y ya que estas aquí...quédate a comer con nosotros.
-Segu...
-¡Claro que no puede! -grito Joyce interrumpiéndome- el ya se tiene que ir, ¿o no es asi Liam? -volteo a mirarme, aun sigue teniendo esa mirada tan amenazadora.
-En realidad, no tengo nada que hacer -sonrió- el entrenador nos dio la semana libre, no hay mucha tarea, así que, con gusto me quedaría a comer.
-¡Que bien! -dice su mama entusiasmada- ven...pasa y toma asiento.
-No puede ser... -Joyce empieza a caminar arrastrando los pies, como si le pesara la vida- ¡matenmen!
-Espero que no te asustes Liam -susurra su hermano en mi oído- ella es así de...
-¡¿De que?! -al parecer Joyce alcanzo a escuchar.
Todos empezamos a reírnos por el drama que hacia.
***
Luego de un delicioso almuerzo, decidí quedarme un rato mas para reposar. Se podría decir que Joyce me permitió entrar a su habitación, insistí un poco.
-Y esta -extendió sus brazos a los lados- es mi habitación, refugio, guarida, lugar anti-estúpidos...llámalo como quieras.
-Entonces no debería entrar -dije arrimándome al marco de la puerta, ella volteo a mirarme algo confundida- lo digo por lo de ''anti-estúpidos''.
-No te preocupes -de un salto se tiro a la cama- no eres tan estúpido...por ahora.
Sonreí un poco. Me senté en el pequeño sillón que estaba a lado de su cama, me detuve por un rato a observarla, realmente admiro su semblante tan relajada y sonriente, como si disfrutara la música lenta y tranquila, el sonar de las hojas en los arboles, la pequeña brisa que pasa por la ventana entreabierta.
-Eres hermosa -dije interrumpiendo su tranquilidad.
Ella giro su rostro para poder mirarme- ¿Tu crees? -pregunto- ¿que es lo que me hace hermosa?
Esta vez no estaba molesta por lo que dije, simplemente era una de esas facetas que siempre me encanta ver de ella, aquella Joyce tan tranquila y serena.
-Pues -extiendo mi mano para entrelazarlo con la de ella- obviamente eres hermosa, pero hay algo que te hace aun mas hermosa -la mire directamente a los ojos- esa manera de ser que llevas escondida, esa faceta tuya que casi nadie ve o ha visto, tu tranquilidad, tu dulzura. Como si tus sentimientos se expusieran sin pedirlo -puse mi mano acariciando su mejilla- Y tal vez existan muchas otras razones mas por la cual considerarte hermosa.
-¿Puedo abrazarte? -pregunta con una voz delicada mientras se sentaba en el filo de la cama.
Sin pensarlo dos veces me acerque para abrazarle. Acaricie un poco su cabellera mientras le ofrecía un beso en la frente. Ella simplemente se acurrucaba mas a mi pecho, me atrevo a pensar que se siente protegida.
-Dire algo y no quiero que lo arruines... -dice con una débil voz- Te quiero Liam.
-Yo también te quiero Joyce.