#MomentoSpamImportante: En mis obras subí "Lo que sé de tu orgullo", una adaptación de Orgullo y prejuicio que actualizaré en estos días y es HERMOSA.
Todo desde la distancia te cansa, te agota, te desbarata.
La distancia no sirve, no sirven mis sentimientos si no te alcanzan.
Nos sirven mis manos al escribir ni mis versos si no te hallan.
"Corazones desbordados", fragmento de Cielo Rojas.
―¡Ay, no puede ser! ―Sollozo mirándome en el espejo de mi habitación―. Mirame, Agnus, esto es gigante.
―No es que sea gigante, diría exactamente que tiene potencial ―respondió mi amiga y compañera de habitación.
―¿Cómo qué mi grano tiene potencial? ¡Eso es peor! ―Chillo mientras golpeo mi cabeza contra el espejo―. La Cordillera de los Andes se quedó sin una montaña ¡y está en mi cara! Esto no puede pasarme en mi primer día de clases.
―¿Qué te sucedió el año pasado? ―preguntó ella.
―Tuve mi periodo. Andrés, el que viene una vez al mes.
―¿El anterior a ese?
―No usaba lentes de contacto y mis anteojos se perdieron. Terminé dándole una palmada al traste de la directora pensando que era una amiga.
Agnus soltó una gran risotada.
―¿Cómo hago para taparme esta cosa?
―Veamos qué puedo hacer ―Se acercó a mí con su estuche repleto de maquillajes.
Después de todo pudimos ocultarlo un poco, solo un poco. Tenía mucha emoción por mi primer día, y a su vez, estaba algo asustada y nerviosa. No olvidaba que debía enfrentarme a Kéven todos los días de ahora en más, pero como me propuse a que no me sea un estorbo, me limité a hablarlo con Agnus y ella supo entenderme y no volver a tocar el tema "Kéven Rousseau", que debía convertirse en tabú y hacer que lo olvidara por completo.
Caminábamos por el pasillo principal de la residencia. Yo sostenía un plano del campus de la UHIF para que los demás estudiantes no tengan la oportunidad de ver mi grano.
―¿Si me choco con alguien en el pasillo como en las novelas y se enamora de mi grano y no de mí? ―bromeo.
―El grano tendría un cliché ―dice divertida.
―Mi grano se va a enamorar de un vampiro.
―Tu grano será nerd y conocerá al mariscal de campo ―suelta entre risas.
―Los chicos apostarán por conquistar a mi grano ―digo riendo como ella―. También tendrá su historia de amor y morirá al final.
―Mi grano se irá a vivir a una hermandad de chicos ―Vuelvo a acotar.
―Tu grano se enamorará de... Oh, ¡Austin! ―exclama con verdadera emoción.
―Ay, ni loca dejo que mi grano se enamore de Austin ―mascullo.
Mi amiga ríe y se tira a los brazos de su novio. Luego él le responde con un beso y yo me quedo en el típico modo no-saber-qué-hacer-cuando-se-besan-frente-tuyo. Qué situación más de tercera rueda la mía, pero pese a esto los quiero.
―Hola, humano en compacto ―Le dice Austin al cortar el beso y después se vuelve a mí―. Oh, por Dios, ¿qué es eso que tienes ahí? ¡Es enorme!
―¿Tan así? ―Llorisqueo y vuelvo a tapar mi cara con el plano del campus―. Voy a estar en mi habitación. Chau, volveré a clases algún día. Agnus, te encargarás de tomar apuntes por mí.
―Sí, te recomiendo que te quedes en tu... ¡Auch! ―Él se detiene al momento en que oigo que Agnus lo golpea.
―¡No pienses en tu grano! ―alega Agnus.
―Voy a ir a clases, pero voy hacer dos agujeritos en esta cosa para ver ―suelto con el plano intacto en mi rostro.
Ambos se ríen y yo no le encuentro la gracia a todo esto.
―No los banco, qué giles son.
―Amor no correspondido ―habló el señor Cabrera, profesor de introducción creativa. Por lo que sé, esa materia sirve para descargar la presión que generan las demás asignaturas. Es tan necesaria e innecesaria a la vez. Acá realmente podés escribir sintiéndote libre y te ayuda en lo que las otras no lo hacen: en escribir―. ¿Quién no lo sintió una vez? Es un real tormento. Sin embargo, es una de las fuentes de inspiración más grandes que existen por hoy y que existieron a lo largo de la historia. Y ustedes son especiales; algunas personas lloran, entristecen y demás cosas al no ser correspondidos, pero ustedes escriben. La literatura es un método de gran influencia en los lectores y eso mismo quiero que generen en mí.
―¿Amor no correspondido? ―Me susurra Agnus―. El hombre quiere que entremos en depresión.
―Tenés novio y yo un grano, eso sí es depresivo ―Le respondo riendo.
―Así que, para conocerlos un poco, quiero que escriban lo que quieran; puede ser un poema, un relato muy breve sobre el dolor de un corazón. Deben poner sus nombres, apellidos y legajos en la hoja que me entreguen. Quiero que usen su talento para que pueda ver con qué trabajaré este semestre. Tienen tiempo hasta pasado mañana. Pueden retirarse.
La diferencia entre la universidad y el colegio, es este preciso instante: mis compañeros no son Flash al momento de terminar la clase, o bueno, la gran mayoría. Agnus se había sentado a mi lado, mientras que Austin y Kéven habían tomado asiento al fondo. Cosa que agradecí porque estaría con los nervios de punta si tuviese al rubio con ojos celestes y psicóticos cerca. Nunca había prestado atención cuando llegó porque era justamente lo que no quería hacer. Lo supe cuando Agnus me lo advirtió por las dudas.
―Oye, creo adivinar sobre quién escribirás ―suelta Agnus al recoger sus cosas―. Creo que ese es el cierre que necesitas para olvidarlo completamente.
―No digás eso en voz alta ―musito y luego echo un vistazo en dirección a Kéven. Fui testigo cuando este último le dijo algo a Austin y luego se retiró del salón.
Teníamos quince minutos de receso antes de que comenzara nuestra segunda materia y ya habíamos llegado al salón continuo. En solo minutos le resumí a Austin mi decisión con respecto a Kéven para que no se mande una macana. Luego de reírse me dio dos grandes ideas: volverme a la Argentina o tratar de disimular. La última consistía en intentar no ponerme nerviosa y hacer de cuenta que ya me había olvidado totalmente de él, aunque es obvio que no. Solo debía fingir, ¿no? Fingir que no siento nada cuando me invade todo. Súper fácil.
―¿Qué es lo peor para un chico? La indiferencia, ex adolescente con acné, la indiferencia... y no tener vello en el pecho, pero esa ya es otra historia ―Me dijo Austin.
Agnus soltó una risotada y la detuvo en seco cuando la miré mal.
―Me propuse a ser fuerte, ¿sí? Pero me pongo muy nerviosa si está a mi lado, se me traba la lengua y tengo miedo de soltar estupideces si hablo ―Frunzo mi ceño con resignación.
―Pero si siempre dices estupideces ―cuestiona y chocan puños con mi supuesta mejor amiga.
Y hablando de Roma...
Kéven venía hacia nosotros con un aire despreocupado. La sola presencia de él ya me ponía histérica y con ganas de correr gracias a los cientos de momentos vergonzosos que pasé a su lado. Hoy llevaba un cárdigan de color beige y vans blancas. Algo que no cambió fue su cabello; siempre lo usó algo largo hacia un costado y apenas despeinado. Mi corazón comenzó a bombear de una manera inhumana al darme cuenta que se dirigía a donde estábamos nosotros, y para ser aún más exacta, se dirigía hacia mí. Y entonces se posicionó exactamente a mi costado.
«Actúa normal, Cielo. No pasa nada, no pasa nada, no pasa nada», traté de tranquilizarme mentalmente sin éxito alguno.
―Hola, Cielo ―habló. Era la primera vez que me llamaba por mi nombre. Me sorprendió bastante, para ser sincera.
―Hola.
―¿Tienes un minuto? ―Me preguntó de forma amable,
―Todos... eh, quiero decir que sí ―respondí avergonzándome por dentro.
Miré hacia mis amigos con el fin de pedirles su ayuda. Ellos negaron con su cabeza ante mi respuesta.
―Nosotros vamos entrando ―avisó Agnus y tiró de su novio.
―¿De qué querés hablar? ―pregunto al tomar mi bolso con fuerza
―Mira, me parece sensato que lleguemos a un acuerdo.
―¿Qué, qué tipo de acuerdo? ―formulé.
―Lo mejor para nosotros es que intentemos ser amigos, ¿estás de acuerdo? ―propone. «Decile que no. No aceptés»―. Mi intención no es confundirte o hacer que pienses erróneamente, nada de eso. Creo saber que ambos comenzamos con el pie izquierdo y tú piensas lo mismo. Además, por lo que veo, pasaremos tiempo juntos; eres muy amiga de Austin y de su novia, él me cae bien y es mi compañero de habitación, quieras o no pasaremos mucho tiempo juntos.
Ay, él tenía un buen punto. ¿Lo mismo debía aceptar? ¿No me estaba condenando a lastimarme más todavía? Sin embargo, respondí:
―Está bien ―«Genial, directo a la Friendzone»―, pero no te preocupes que no pensé nada demás ―Intento dedicarle una sonrisa, pero apenas me sale una mueca.
¿Cómo pensar algo más e ilusionarme si de acá a la china se notaba que estar cerca de mí no eran sus intenciones? No le quedaba otra opción, así que solo quería una tregua para pasar su año en paz. Que no se preocupe, porque mis intenciones no serán hablarle.
―Genial, es lo mejor ―responde―. ¿Entramos a clases?
Asiento ante su pregunta y ambos ingresamos al salón.
Acá preparándome para comenzar la semana:
Hola a todoooooooooooooooooooooooooooooossssss
Uyuyuyuy, Kéven se acercó a hablar con zieloh... ¿Qué pasará en el próximo capítulos? ¿Ustedes piensan que Kéven siente algo por Cielo? Menea si la respuesta es sí (?
En la encuesta anterior, vi que muchas son viejas hartantes.
Ahora mi duda es:
¿Venís de Fuera de Wattpad?
¿Estás leyendo esta primero?
OTRA DUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
Quiero ver las pelis de Marvel...
¿Cuál me recomiendan para comenzar? (Ya vi guardianes de la galaxia)
Nos leemos prontoooooooooooooooooooooooooooo.
LOS QUIERO HASTA EL CIELOOOOOOOOOOOOOOOOO. Cielo, entendieron? Cielo. Ah? Ah? Como los versos de CIELO. ok, no. chau.
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