TRATA de no enamorarte [YoonM...

By MateoKim92

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A diferencia del resto de chicos, YoonGi era el único oriental en el mercado, siendo generalizado y apodado c... More

CAPITULO 1: Nuevo ✓
CAPITULO 2: Ojos vacíos ✓
CAPITULO 3: Hetero & Homo ✓
CAPITULO 4: Odioso ✓
CAPITULO 5: Tóxico ✓
CAPITULO 6: "Suga" ✓
CAPITULO 7: Frío ✓
CAPITULO 8: Un trocito de sonrisa ✓
CAPITULO 9: Peligroso ✓
CAPITULO 10: Roto ✓
CAPITULO 11: Aléjate ✓
CAPITULO 12: Herido ✓
CAPÍTULO 13: Egoísta ✓
CAPÍTULO 14: Honesto ✓
CAPITULO 15: Mariposa ✓
CAPITULO 16: Viejo inicio ✓
CAPITULO 17: "Hun" ✓
CAPITULO 18: Jeon ✓
CAPITULO 19: Entre ángeles y ex demonios ✓
CAPITULO 20: Fuera ✓
CAPITULO 21: Cielo ✓
CAPITULO 22: Remolino ✓
CAPITULO 23: Huracán ✓
CAPÍTULO 24: Ayer (1/2) ✓
CAPITULO 25: Caer y perder (2/2) ✓
CAPITULO 26: Aturdido ✓
CAPITULO 27: Reflexiones y heridas ✓
CAPITULO 28: Cede a perderme ✓
CAPITULO 29: Otro más frágil ✓
CAPITULO 30: Impacto✓
CAPITULO 31: Más cerca ✓
CAPITULO 32: Doblegar y envilecer ✓
CAPITULO 34: Desmantelándo mentiras ✓
CAPITULO 35: Idiota ✓
CAPITULO 36: Puto ✓
CAPITULO 37: Envenenado ✓
CAPITULO 38: Inútil ✓.
CAPÍTULO 39: Heredero ✓
CAPITULO 40: Cerca de perder ✓
CAPITULO 41 El comienzo del fin
CAPITULO 42 Sumiso
CAPITULO 43 - Anochecer
CAPÍTULO 44 Súplicas
CAPITULO 45 Relleno
CAPITULO 46 Esperanzas
CAPITULO 47 Sincero
CAPITULO 48 Consciente
CAPITULO 49 Aquí y allá
CAPITULO 50 Desprotegido
CAPITULO 51 Huellas
Nota

CAPITULO 33: Realidades ✓

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By MateoKim92

Dos personas se encontraban espiando hacia el despacho del mandamás con la puerta ligeramente entre abierta, las habitaciones no eran paralelas pero se podía apreciar perfectamente quién era el rubio que salió de la oficina con pintas cuestionables, el tiempo que le tomó dentro de la habitación sumamente sospechoso y dolorosamente predecible.

Un par de ojos sorprendidos e incrédulos.

El otro satisfecho.

El silencio los atrapó varios minutos pese a que anteriormente ni tenian una conversación, Jimin había decidido redimirse y dejar las curaciones al tiempo, todo caería sobre su peso en su lugar correspondiente con propiedad, estaba tan jodidamente decidido que resultaba graciosa la demolición de su voluntad con sólo ver a Yoongi huir cuál ladrón de la oficina de Choi. Mentiría si no dijese que el corazón cavó tumba en su pecho, mucho más profundo que cualquier parcela de cementerio; de pronto las piernas fallaban y su vista se enjuagó, necesitaba un soporte o caería irremediable al suelo. Un calor maldito y malicioso que nunca lo sostuvo con honestidad abrazó su cintura, el aroma a mentiras del perfume caro de Hunchul mezclado con jabón. Dos años y seguía oliendo igual, su fragancia era tristezas para Jimin.

El menor trató de apartarse tomándose de la pared contigua, miraba el espacio vacío del corredor en el que Yoongi ya no estaba a través de esa rendija que Hunchul tenía para que ellos pudiesen espiar, para corroborar lo que Jimin llamó mentira. Ahoranse sentía, quizás, tal cual el guarda lo quería, frustrado, herido, culpable y solo... Después de tantos lanzamientos sobre ser un hombre horrible, después de tanta mala fama, después denque él mismo vivió en carne propia la crueldad del mandamás Yoongi se dejó abrazar por el sujeto y ahora salía con una expresión molesta de ojos confusos sin ser consciente de que él estaba viendo cada uno de sus pasos.

Pasos lejos de Jimin.

Las nauseas descompusieron su semblante aturdido hasta que tuvo el vómito detrás de la garganta, ácido y amargo descendiendo y presionando sobre cada músculo torácico, las costillas se sentían mas pequeñas y el pecho estaba tan apretado que inclusive costaba respirar bien... Se suponía que él iba a sanar con y por Yoongi. El mismo rubio que seguramente había follado con el bastardo mas grande de todos los tiempos, oculto entre en las sombras porque hasta Hitler tuvo la osadía de enseñar su rostro y hacerse cargo de sus fechorías y males, ¿Un hombre así le estaba ganando a Yoongi? Un cobarde criminal.

Él lo cedió tan pronto que esta patética dolencia y el sentimiento de engaño tenía que ser un mal chiste, él vió cómo era el hombre con Yoongi, y de todos modos quería una buena razón para lo que indudablemente sucedió. Para no decirse más tarde que fué un tonto y que sus inseguridades le reprocharan nuevamente haber elegido mal, por enamorarse de los ojos afilados de Yoongi y querer dejar atrás la frialdad de Hunchul.

— ¿No te lo dije antes? El corazón de un hombre cambia con demasiada rapidez - sonrió el pelinegro, tomando el hombro del más bajo para acercarlo - Ya ves que no es mejor que yo.

— Algo anda mal, él no haría... - negó sin poder defender demasiado lo que acaba de ver con sus propios ojos, cogió aire antes de suspirar su angustia - Él no es como tú.

— No, claro que no - aceptó, su voz se profundizó cuando añadió - Es mucho peor.

— No, nadie podría serlo - contra dijo, sosteniendo los trozos de afecto que lo apuñalaban con ambas manos, con todas sus fuerzas, era temprano para dejarse arrastrar por el dolor.. todavía no - Tú me has echo un daño aparte aún peor. Dudo que alguien lo supere nunca.

— Yo, cuando menos, te mandé al diablo para seguir adelante con mi vida.

— Literal. Me enviaste al jodido infierno.

¿Cómo podía estar dudando de abandonar alguien así? Lo estaba escuchando de sus propios labios y quitaba crédito al caos que le regaló Hunchul, se planteaba que Yoongi había sido peor sólo por hacer ¿Qué? Sucumbir a la falta que Jimin le creó. Todo era una mierda. Se miró el calzado dando giros al tema dentro de su cabeza, un remolino mental amenazaba con bloquear todo en cualquier instante.

Se giró para enfrentar a Jung y éste sonreía autosuficiente, estaba condenadamente satisfecho de haber hecho una herida nueva a Jimin, satisfecho de no ser protagonista de ella mientras se regocijaba de la brecha entre Yoongi y él. Este hombre jamás lo quiso, y aún así él le dijo un millón de veces que lo amaba, tomó su cariño y lo abofeteó con el. Ahora hacía exactamente lo mismo pero con el amor que sentía por alguien más, posiblemente tratando de que Jimin vuelva a ponerse esa venda que lo hacía pertenecer únicamente a Hunchul.

Si se la ponía sólo sería placebo, ¿Estaba bien abrazarlo una vez más? Él solo quería sentirse seguro y amado.

¿Qué tanto quería que Jimin le pertenezca solo a él? Que hasta dió ni formación sobre cuál era la habitación de Choi, pocos sabían que estaba dentro de la oficina, los putos ni siquiera eran conscientes de cuál era dicha oficina. Y Jung lo llevó al cuarto de un guarda solo para dejar en evidencia lo que hacía Min cuando no estaba a la vista de nadie, el origen de todos los rumores, ¿esta era la verdad o simplemente fue una primera vez? ¿Yoongi era honesto o un maldito cínico? ¿Realmente estaba herido cuando hizo con Jimin las cosas que hizo?

«No.. no, no, no. Yo fui el primero»

Park no quería confiar en las palabras del pelinegro, mucho menos cuando le platicó después de ser rechazado por primera vez por Jimin, que Yoongi seguramente conocía la habitación del mandamás de memoria. Cada artículo dentro de esa, el color de las mantas, de las paredes, de qué material estaba hecho el suelo, la higiene meticulosa en el baño privado, el tono extravagante del techo, a qué olía, lo mullida que era la cama, la resistencia del dosel de la misma. Lo deslumbrante que era el mafioso sin ropa y qué tan bronceado era debajo del traje, cada lunar, marca e historia detrás de alguna cicatriz si es que la tenía... Jimin se estaba volviendo loco a cada palabra y accedió a mirar, quería hacer que Hunchul se trague su veneno, quería asegurarse él mismo de que todo era mentira también.

Y resulta que no lo era...

No había cavidad para pensar ningún tipo de excusa cuando Yoongi huía de la escena como criminal novato, fueron dos horas o más dentro del despacho, Jimin sentía las piernas acalambradas pero se mantuvo ahí esperando la verdad que mejor defendiera al rubio de la cizaña; toda espera fue un infierno porque acabó con Min desordenado, una estela de esfuerzo para caminar lo más erguido posible, las ropas arrugadas y fuera de lugar, sus ojos llorosos y las mejillas rojas.

¿Cuál sería la verdad si ni siquiera oyó que pidiera ayuda alguna?

«Tiene que haber un motivo»

— Posiblemente sea mi culpa - esa comezón extraña y molesta debajo de la nariz que hacía aguar sus ojos - No estoy seguro, pero sé que yo lo empujé de alguna manera. Él jamás.. 

— ¿Jamás accedería a dejarse por culo? ¿Cómo pudo ser tu culpa de cualquier manera? Suenas como un completo idiota ahora mismo - tocó su barbilla y elevó el rostro para que Jimin viese el enfado que allí guardaba - Claro que no fue tu culpa, no lo empujaste a la cama de nadie por más que le hayas lastimado, si quieres una excusa, eso no justifica con quién lo hizo ni cuánto tiempo viene sucediendo esto - añadió intencionalmente despiadado, ¿Quién no sería capaz de ver a través de su angustia ahora mismo? Hunchul acarició su espalda aprovechando el momento, poniendo su fascinante expresión de amante protector que había cegado a un quinceañero Jimin - Soy consciente de todo el daño que te hice, no me lo perdono de ninguna manera desde que te puse en manos de aquel tipo horrible en Rusia y no respondí a tus gritos, todavía sueño que sí te saqué de ahí, que sí te ayudé, que no soy lo que siempre pensé que era y para lo que me criaron... Pero todos tenemos alguien de mayor rango a quien le respondemos y no fuí lo suficiente hombre para aceptar que me gustaba un mocoso - los ojos de Park no se despegaban del suelo y se tensó ante el contacto, las palabras sólo le estaban dando cefalea - Siempre que me acerco a ti, termino lastimandote, lo siento porque sé que ahora también es igual, pero no puedo verte de nuevo con esa mirada que todavía no borro y que me atormenta, me tortura en las noches no saber qué es de ti y ahora saberte empecinado en otro. No lo merezco, soy injusto y egoísta, una basura de la más baja calaña, pero no lo soporto. Jamás imaginé cuán miserable podía llegar a ser hasta que me alejaste y ahora te veo destrozado por otro hombre igual a mí, no lo merece, no te merece... Ni yo te merezco pero al menos estoy aquí aceptándolo.. ¿Y él?

Jimin casi niega a la pregunta para dar razón a Hunchul, pero se detuvo en pleno acto casi imperceptible ante el ojo común, más una mirada fría y calculada muy bien entrenada podía notar la duda a millas de distancia, y se sentía feliz de hacer puré con su cerebro. "No lo había perdido del todo" fue el terrible y maligno pensamiento del guarda.

Por su parte Jimin estaría mintiendo si no admitiera que las palabras eran como un sueño vuelto realidad, hace mucho tiempo no sueña con ser rescatado por Jung pero saber que existió la posibilidad, que se "arrepiente" era como acariciar a un escorpión para su voluntad inestable e insensata. Lo ama, lo odia, le llora y lo abraza, lo aleja y lo ignora, sueña con besarlo y tiene pesadillas cuando le sonríe, le encanta y lo desilusiona, era una eterna batalla entre la mente y el corazón, estaba tan lavado por las mentiras y engaños que se sentía percudido.

Sabía que mentía pero sentía que lo adoraría por siempre si este fuese un discurso de cada día, la oración antes de los alimentos y antes de ir a dormir, él le habría perdonado todo hace unos meses atrás, habría creído todo, habría hecho todo... Antes de Yoongi, se estaría sumergido nuevamente en la desesperación, ahora tenía un ancla antes de navegar sin rumbo, al menos.

No podía caer nuevamente preso de la locura, no sólo por Yoongi, sino también por Calleri que se llevaba la peor parte de todas sus secuelas, las abrazaba y hasta dormía con él pese a todos sus estigmas sobre la homosexualidad.

— No sé qué es lo que estás buscando, pero esto no es divertido - se soltó del pelinegro, mirándolo compungido - Ya estoy aquí metido, no me necesitas para nada, si no obedezco me castigan, si no doy ganancia me castigan, si los guardas tienen un día de perros y tengo la mala fortuna de cruzarme con ellos.. también me castigan. Tuviste muchos escenarios para demostrarme este arrepentimiento y siempre fue igual. Me alejabas con desdén y malicia para buscarme luego.

— Porque es arriesgado que me vean siendo débil, pero yo sí te ...

— ¡Deja ya de jugar con mi mente! - le empujó, pero no se apartó.

Hunchul sonrió de esa forma divertida y dulce que Jimin conoció la tarde que le propuso, convencido, que confesara a su familia la relación que mantenían; volvió al ayer tras esa sonrisa triunfante, si tan sólo hubiese sabido que el día después a eso sería la última vez que vería a su familia, a su nana, a su amigo...

Jimin le conocía cada facción de norte a sur, se pasaba las horas admirando con devoción y a detalle todos los rasgos de Jung, era su tarea favorita cuando más joven y enamoradizo para guardar en una foto mental cada detalle y poder identificar el sentimiento detrás de este. Era tan inocente y tonto, fue ese amor el que lo tenía preso e inestablemente emocional. 

No podía sentir nostalgia ni pensar, tan solo, que la echó de menos, que le sabía a esperanza y ayer porque eso sería recaer en sus vicios psicológicos e irrazonables.

Calleri se enfadaría demasiado.

— Yo no quiero jugar a nada contigo..  simplemente te extraño. Quiero que seas mío de nuevo.

— ¿Cuántas oportunidades pretendes que te dé para hacerme daño? - le miró entre molesto y dolido - Ambos sabemos que vas aprovecharlas todas, ¿Qué quieres realmente?

— No soy el único que te hace daño actualmente, ¿Qué hay con él? - señaló el pasillo por el cual se había perdido Yoongi - Sé que estoy excediendo mis derechos, pero no puedo evitar pensar que alguien tan falso y traicionero como yo tiene más créditos de los que merece y a mí me huyes hasta de la mirada. ¿Por qué él sí y yo no?

— ¿No crees que este colmo se cuenta por sí solo? Ni siquiera es divertido.

— No, no lo creo. Te hice daño, te juro que lo sé, pero fuí sincero dentro de mis limitaciones y los planes que tenía para contigo y de los cuales me arrepentí - Jimin le miró incrédulo, esa parte suya que estaba atrofiada por el pelinegro tenía dudas - A ti te he pedido perdón cuando jamás en mi vida me esforcé por aprender esa palabra Jimin; pero la he usado contigo y fué lo mas honesto que hice nunca por nadie. Se suponía que tu eras una presa, el mocoso tonto que consideré un negocio y me dejó marcado.

Trató de tocar su hombro pero Jimin lo alejó, estaba serio e inmutable en la superficie, pero estaba lleno de nervios y contradicciones en su interior, la incertidumbre fluía profundamente en sus venas más rápido que la sangre, estaba bien, estaba mal, lo rechazaba, lo deseaba... Por esto él prometió a Jonathan que no se acercaría a Hunchul.

— Te das cuenta que no soy el mismo pendejo idiota que dejaste en Rusia hace dos años atrás ¿verdad? - cuestionó redundante, desacreditando la mirada entristecida del mayor. El era tan bueno para mentirle al Jimin débil y vulnerable que lo amó - Tú firmaste la muerte de mi inocencia ese día. Lo que siento a partir de eso es angustia y confusión, esto no podría ser amor nunca.

"El amor no te lastima"

Le dijo el argentino, y era cierto, Jimin se aferraba a eso.

— No confíes en mí, pero ten por seguro que si algo he notado es que ya no eres el mismo - se adelantó el mismo paso que Jimin retrocedió - Es lo único que puedo ver desde que puse un pie en esta cárcel, que ya no eres un niño y lo mucho que no debería gustatme eso - mordió su labio con lascivia, como si realmente estuviede sediento de Park - Solo una oportunidad... Yo nunca te dí o te habría dado motivos para desconfiar de mí.

— Habría sido conveniente para mi libertad el tenerlos - comentó, alejándose de Hunchul, porque no era secreto que sus músculos se tensionaban con cada caricia lenta e invasiva de el, no lo podía evitar y le pesaba - Quizás me habría ahorrada toda esta mierda en la que me enterraste.

— Probablemente, pero serías un infeliz para siempre al ocultar quién eres de todo el mundo - aseguró, frunciendo cuando Park le empujó suavemente desde el pecho.

¿En serio pensaba que le había hecho un bien al secuestrarlo? ¿Al llenarlo de penas y dolores, de heridas? ¿Esperaba un agradecimiento por romperlo?

— Por lo menos sería un infeliz libre y capaz de vivir la vida que quiera y tomar las putas decisiones de su jodido futuro - soltó en un bufido, saliendo del cuarto para no embriagarse más con su aroma y su veneno, con sus mentiras y su coqueteo de muerte.

Jimin se creía mucho mas fuerte que esto, ahora mismo incluso se sentía empoderado y satisfecho de no arrodillarse y besar los pies del pelinegro cuando patéticamente lo hizo en algún tiempo atrás, no era su afecto el que lo amarraba a Jung, era el miedo de conocer algo mejor y caer en picada cuando todo se disuelva en el aire. Tenía que tener determinación y apostar por lo que siente cuando piensa en Yoongi y dejar de lado al niño enfermizo y cretino de catorce que amaba platónicamente a un psicópata.

Lo que sentía actualmente estaba más cerca del amor de lo que nunca estuvo antes, él quería a Yoongi, sólo debía recordárselo.

***

— ¡Diablos! - Min entró rezongando a su cuarto, cerrando de un azote la puerta - Maldición. Joder. Carajo. Mierda. Infiernos... ¡¡RAYOOS!! - gritó pateando el armario, la cama, una silla con ropas encima, calzados y todo lo que estaba a su paso; incluso arrojó un puñetazo a la pared - Hijo de puta.. hijo de puta, hijo de puta. Mal nacido. Perro desgraciado. Remedo de narco culo débil. Imbécil. Idiota. ¡VIEJO MARICÓN DE MIERDA!

— ¿Hyung, qué sucede? - salió preocupado Jungkook, desde el baño, encontrándose con el desorden repentino que hace unos minutos no existía en la habitación, como si fuesen pistas de un huracán. Más allá estaba Yoongi con el rostro, cuello, orejas y puños color rojo, estaba gruñendo y casi gritando un montón de cosas en inglés, algunas maldiciones, otras no tenía idea, estaba rígido y sus ojos furiosos no lo encontraban, respiraba con fuerza y apretaba las manos - Yoongi-hyung.. ¿Se encuentra bien?

El rubio giró tan rápido para verlo que hasta sorprendió al menor, su vista desenfocada y sus ojos brillantes pero molestos, chasqueó la lengua con algo así como  desprecio e ignoró a Jeon.

— Hyung...

— Ahora no Jungkook. Necesito estar solo. ¿Podrías salir un rato?

— ¿Salir? - cuestionó inseguro, casi atemorizado - D-de acuerdo...

Yoongi miró a Jeon nuevamente, el labio temblaba pero se giró para cumplir la orden aunque moría de miedo. Quiso darse un golpe a sí mismo por ser tan idiota.

Desde que le ocurrió aquello con Alexei, Jungkook rara vez salía por sí solo con tantas personas en palace, aunque él le aseguró que ese guarda ya no estaría alrededor Jungkook le comentó que a veces lo veía a sabiendas de que no estaba allí y le daba mucho pavor, se disculpó por ser un tonto y un debilucho pero no era su culpa, se suponía que Yoongi lo entendía.

— Con un demonio, no salgas si te da miedo, Jeon - exhaló algo que estaba alejado de ser un suspiro - Lo siento.

— No se disculpe Yoongi-hyung, usted también necesita su privacidad y yo estoy todo el día aquí metido - se rascó un brazo mirando sus agujetas - Soy yo quien lo siente.

— Estoy jodidamente cabreado hasta la médula, pero no es contigo, no te responzabilices - consintió, arrojándose a la cama como normalmente hacía. Fué una pésima idea al sentir una fuerte punzada en su espalda baja - Mald..dito... ¡Diablos!

— ¿Qué está mal? - se apresuró el menor para socorrerlo, sólo llegó a tocar la mano de Yoongi cuando éste lo apartó bruscamente.

— No me toques. Mierd.. sólo... Sólo quédate donde estás ¿Puedes?

— ¿Sucede algo, Hyung? - preguntó extrañado y herido por el comportamiento del rubio - ¿Fué mi culpa? ¿Hice algo indebido? Si es por mí, lo lamento, no quiero traer molestias para usted - Yoongi simplemente negó - Hyung, desde hace algunos días que lo noto distante conmigo, sé que puede que lo estoy imaginándo o tal vez solo necesita su espacio, pasar mucho tiempo con la misma persona es agotador, y entiendo que a veces hago preguntas incómodas o personales porque soy malo para conversar. Está bien hartarse de cuidarme aunque no está mucho últimamente - miró breve a Yoongi con algo así como nervios - Lo lamento, no me estoy quejando tampoco. 

— Ve al grano, Jungkook - pidió exhausto y con fatiga, el cuerpo le pesaba y sería conveniente bañarse antes de dormir.

También estaba cansado de tener que simular distancia e indiferencia con el chico, culpable de poner en su pequeña y aniñada mirada el peso de la soledad pero sinceramente no podía arriesgar más mas nada, los contratos verbales eran sus menos favoritos y tendían a exponer mucho a las personas allegadas a Yoongi, una cosa era ceder a tener sexo porque se siente responsable de su muerte ahora que tenía el poder para inclinar la balanza a su favor, otra muy diferente es protegerlo y cuidarlo porque lo quiere.

Él no podía querer a nadie, era peligroso y desventajoso.

— Pues eso. Que yo entiendo si se aburre de mí o que decida de la nada ya no confiar por lo que sea, no entiendo el idioma y mucho menos las reglas de éste sitio, soy una carga y un niño pesado.. pero quería pedirle por favor que no sea despectivo, grosero o cruel conmigo.

— ¿Me ordenas en mi propia habitación? Si no fuese por mí vaya uno a saber qué clase de compañero tendrías - argumentó con incrédula molestia. Luchando con su lado "protector" al ver al chico bajando la cabeza y mordiéndose el labio, regañado y avergonzado - Tienes que estar bromeando, mocoso atrevido.

Jungkook se encogió y Yoongi apretó los dientes.

«Esto por su bien»

— Me disculpo si parece un abuso de mi parte, pero... - Jeon tragó duro, admitiendo - Pero me duele que sea así conmigo. No conozco otra cosa que no sea bondad de Hyung. Es cálido y cercano, enseñó mucha empatía y hasta cariño podría decirse. Ahora de repente es hostil y mal hablado, me siento muy mal porque no sé qué pasa.. s-si hice algo quiero disculparme, y-yo no qu-quiero que este mol-esto conmigo - pasó el nudo en su garganta con saliva, tenía el rostro rojo y sus enormes ojos aguados. Se veía tan niño que Yoongi se sintió un bastardo - Lo.. lo siento. Lo siento mucho hyung, no quiero ser abusivo o descarado, tampoco quiero que sienta lastima por mí y se vea en la obligación de quedarse conmigo, sé que vuelve a dormir por mis estúpidas y molestas fobias, acercó las camas por eso y entiendo que sienta extraño que ya no quiera dormir conmigo... p-pero..

— Sí, es raro que dos hombres duerman juntos y te estuve dando mucha atención de pronto, no quisiera que lo malentiendas...

Las inquietudes de Jeon se voltearon a nervios y ansiedad cuando la posibilidad de que Yoongi sospechara algo de sus infames, muchísimo peor si los conocía, ¿Qué haría? ¿Cómo negarlo? Él no sabía mentir, tampoco quería mentir al rubio.

Había pensado inicialmente que podría enfadarse porque Mourad estuvo en el cuarto anteriormente, pero cuando le pidió que lo sacara y ya no lo dejara entrar no se lo dijo de mala manera, ni siquiera parecía molesto; si Jungkook se ponía a pensar quizás habrían muchas razones, tal vez no habría ninguna. Soñaba que fuese un mal humor común y no la certeza de saber que él era extraño. Sentía que le faltaba el aire y de pronto fue demasiado consciente, el cuarto muy pequeño y los ojos de Yoongi severos.

— No sé qué es lo que hice, pero - aspiró profundamente, no quería saber si era lo que pensaba, le avergonzaba y hería llegado el caso. Sin embargo, de no ser así podría remediarlo - Si.. si me lo dice y está a mi alcance, le prometo que ya no volveré hacerlo, me esforzaré Hyung.  

— No. No necesitas hacerlo - suspiró entre duda y cansancio, un rayo de esperanza iluminó a Jungkook - Tú te llevas muy bien con Mourad ¿Verdad?

No lo atacó pero la molestia bailaba en el chocolate de sus ojos, él se sintió inesperadamente impaciente y algo aliviado, aunque todavía reticente.

— No tan bien, lo justo, supongo. No podemos hablar fluidamente todavía, no sé qué pensar...

— El es agradable y amable contigo, te cuida mucho y parece que tiene fé en tu aprendizaje inmediato. Contigo parece un buen tipo.

— Bueno, creo que sí lo es. Hasta el momento no ha sido malo - se vió obligado aceptar, no quería hablar mal ni ser desagradecido con el francés.

— ¿Confías en él? - el menor apretó los labios - ¿Crees que él podría hacerte daño?

— No, él no podría.

Jungkook no conseguía entender el rumbo que estaba tomando la conversación, de pronto el tono de Yoongi se había suavizado y, aunque fue un alivio, le llamó la atención. Tal vez recuperó el sentido fraternal de protección y trataba de hablar con él, recuperar la comodidad entre ellos, tal vez le alegraba que hiciera mas amigos aunque eso sólo lo hacía sentir mas distante, sin embargo era acogedor que alguien se preocupe tanto por ti, por eso Jungkook era honesto con el rubio, siempre intentando ser lo menos pesado posible, desenvolverse un poco más, ser mas independiente, un poco mas solitario para dar espacio al mayor, trataba de no ser tan sumiso y jodidamente llorón.

Él haría lo necesario para permanecer junto a Yoongi-hyung.  

— Es un alivio, porque quiero que te vayas con él - soltó impasible y rotundo, su expresión dura mientras la de Jungkook se desfiguraba.

Él no confiaba tanto en nadie como para dejar este cuarto, al rubio. La adrenalina e incredulidad paseándose a sus anchas dentro del cuerpo del adolescente.

— ¿Qué? Pero.. ¿Por qu..

— Porque sí - simplemente argumentó - Será lo mejor para ti y para mí... para todos. La distancia es...

— No, yo no.. - negó, levantando por primera vez sus ojos para enfrentar a Mon - No quiero irme. ¿Qué le hice, hyung? - apretó los puños, sus ojos inmediatamente gotearon para torturande Yoongi - Tengo miedo en todos lados excepto aquí, me siento cómodo y seguro con usted, así que por favor dígame la verdad. ¿Cómo puedo enmendar lo que sea? Yo... yo no.. No me haga esto Hyung, no quiero irme - imploró.

— Jungkook, acabas de decir que no te llevas mal, con tu dificultad para comunicarte y todo, Meghni todavía te tiene absoluta paciencia y muchísimo más tiempo del que podría darte.

— No quiero.

— Te estas comportando como un niño caprichoso - declaró seriamente, sintiéndose terriblemente mal al segundo siguiente cuando vió el puchero y los ojos cristalinos de Jeon, soportando llorar y bajando de nuevo la mirada, tratando de ser "razonable" y "maduro" como él lo pedía. Y dolía porque le estaba pidiendo madurez a un niño - No lo haría si no fuera por tu bien.

— Yo estoy bien contigo.

— Ni tan bien, ya te sucedió... lo peor - exhaló, despeinandose - También tengo demasiado consideración contigo, termino hablándote en nuestro idioma madre y eso no te favorece, entorpezco tu aprendizaje por empatía. Quiero ayudarte bien.

— No quiero ser grosero o ingrato, pero no me importa aprender inglés si tiene ésta consecuencia cuando realmente no puedo aspirar a los beneficios. ¿Qué debo entender? Los ojos dicen mucho más que las palabras y, además de Mourad, nadie quiere tratar conmigo ni siquiera por cordialidad.

— Kookie, no te entienden y por eso no te conocen, pero estoy seguro que ellos.. - «Pelearían por alguien como tú, igual a ellos.» - serían buenos con un niño dulce y noble como tú. Yo, por otra parte, me gané su repudio a sangre, sudor y lágrimas.

— Pero usted fué el primero en ser generoso, amable y caritativo conmigo, siempre me trató así; no quiero ser cercano a personas que no lo conocen realmente.

— Me ven como yo quiero que me vean, no tiene que ver contigo, no debes estar en este lado por mí.

Si tan sólo pudiese decirle que quería darle esperanzas y buena compañía, mucha compañía más que nada, que pudiese sentirse relajado en todos lados y no sólo con él porque no podía ser su sombra, que el afecto de Yoongi era una coraza llena de huecos y defectos, que todos los dementes se le pegaban y que lo último que quería era que le hicieran daño por tener más cariño del que jamás podría darle a Choi. Que tener a Jungkook implicaba cadenas que lo sujetaban a la cama del mafioso, que no podía seguir fingiendo que lo aborrecía por "rencor" a lo que tuvo que hacer, que lo quería vivo y sólo lo conseguiría si lo tenía lejos.

Todo era demasiado difícil y complejo de explicar a un adolescente que temblaba mientras apretaba sus puños, con la mirada necia y decidida.

— ¿Cómo puedo hacer amigos sabiendo que lo desprecian? ¿Por qué se porta así con ellos? ¿No se siente solo?.. Yoongi-hyung, trato de pensar en cómo esto es bueno para mí y no lo entiendo, todo me dice que está mal y solo quiere echarme lejos. Me trata como a un niño pequeño y después exige madurez repentinamente para que crea que lo hace por mí ¿En qué momento voy a verlo de esa forma?

— Te expliqué antes, Jungkook, es para que te familiarices con los demás e interactúes con otra gente, sera más sencillo para ti de esa forma. No puedes vivir el resto de tus días confinado en esta habitación teniendo dos amigos únicamente. Es triste y miserable para un chico de tu edad.

— ¿Por qué lo sería, si es lo que yo prefiero? Al menos deme tiempo para pensarlo aunque la respuesta siempre será no. ¿Qué tiene de mal...

— ¡Todo! Jungkook, tiene todo malditamente mal, con un demonio ¿Por qué no lo entiendes? - elevó un poco la voz, no podía lidiar con la obstinación del menor, Yoongi no lidiaba con ninguna persona siendo terca.

Trás la agresión en la voz del pálido, que fue lo más parecido a un grito que jamás le dió al menor, Jungkook se crispó en su sitio por cabrear al adulto; Yoongi ya venía molesto y odioso del exterior, no necesitaba a un mocoso quisquilloso, mimado y cobarde en su habitación para elevar su temperamento, no quería imponerse pero dolía pensar que posiblemente se hartó dé el, mucho peor no saber la causa de este desborde, ¿Había estado siendo tan obvio? Se reprimía cada vez menos alrededor del rubio, pero éste nunca lo vió con esos ojos y por eso parecía que ni lo sospechaba.

Ahora no estaba seguro de eso.  Yoongi siempre fue directo y honesto, se lo habría dicho, lo habría alejado desde la primera sospecha o tal vez.. ¿Lo estuvo soportando porque no sabía cómo enfrentar a Jungkook sin herirlo? No era ciego ante el trato amistoso y hasta fraternal del rubio, a veces hasta paternal podría decirse, siempre cuidando, abrazando, demostrando su cariño genuino y sano, haciéndolo sentir especial e importante. Jeon le devolvió todo eso enamorándose de él, cuando Yoongi parecía aborrecer la homosexualidad en su mayoría, así le pagó, ¿Por eso no encontraba otra solución?

Sea como fuere, solo podía encontrar razones para que Yoongi lo expulse y ninguna para quedarse ahí con él, la única solución a medias que tenía era aprender el idioma y, aunque torpe y perezoso, Mourad ya se lo estaba enseñando; ni siquiera podía enfadarse con francés porque lo hacía de buena fé, pero de pensar que sería una excusa para que Yoongi lo corriera él jamás habría aceptado.

— H-yung.. por favor - graznó, irremediablemente ya no contenía el llanto - Yo no quiero irme.

Susurró notablemente dolorido, grandes gotas saladas recorriendo sus mejillas para destrozar a Yoongi por esto.

«¿Qué diablos estoy haciendo?»

Estaba siendo pdioso y hostil con el menor, portandose de una manera tan mala que hacía parecer que el culpable de todo era Jungkook, ¿Qué no estaría pensando el chico al respecto? No era nada que hubiese echo, sino culpa del mismo Yoongi que lo alejaba porque lo quería demasiado, le aterraba pensar en la reacción de Choi si pudiese verlo una noche cualquiera que paseaba por su cuarto solamente para verlo, ¿Y si los encontraba juntos? ¿Y si malinterpretaba la situación? ¿Y si le hacia algo a Jungkook? No iba a oír razones de la situación, simplemente acabaría con la fuente de su desquiciado malestar y ese no sería Yoongi, porque si le metía una bala a él qué mierda importaba ya, a él no lo mataría, pero si le hacía un daño irreparable a Jungkook, si lo mataba... ¿Y si lo mataba?

«Otra vez por mi culpa»

Se consoló muchas noches pensando que de alguna manera Johnny se lo buscó, que él intentó hacer daño, que era un chico que tenía todas las de perder, que prefería morir a continuar con lo que hacían ahí.. Pero Jungkook.. Jungkook era un inocente joven y puro, era un niño de mamá, una vasija pequeña con grandes sueños, ilusiones y esperanzas, un inmenso futuro, una vida que Yoongi podría salvar si se lo proponía.. si comenzaba a ver a Choi como Seunghyun...

«No es Chaerin... Pero es una vida por otra»

Sería como compensar la muerte de Anthony, su amigo con el que soñaba ocasionalmente hasta hoy día, que acariciaba su mejilla y decía que todo estaba bien, que ya no había dolor, que ya no estaba solo; pero si moría Jungkook por su culpa, por el amor retorcido, poseso y desquiciado que Choi le tenía a él, entonces nunca más lo superaría, no tendría un puto minuto de paz si perdía a Jungkook y recordarlo sería un estigma de muerte. 

Lejos de él estaría muchísimo mejor.

— No te lo estoy preguntando Jeon - abogó amargo y mirando directo a sus ojos - Te irás del cuarto, quieras o no, porque yo ya no deseo compartirlo. Me siento falto de intimidad, de silencio, de relajación, a mi me gusta estar solo... No me siento cómodo contigo, ni con cualquiera, por mucho tiempo. Lo lamento. Puedes continuar visitándome de vez en vez si te sientes muy apegado, también puedes venir a buscar ropa cuando quieras, no me molesta, eso no cambiará así que llévate lo que quieras.. Sin embargo, no puedes quedarte en las noches conmigo, eso ya se terminó.

— P-pero... ¿Por qu-ué?

— ¿Por qué?... Porque eres molesto - sentenció, tragando duro cuando los ojos del chico miraron sus manos entrelazadas entre sí, retorciendolas, esperando como infante regañado que el mayor se arrepintiera - Eres un gran chico, divertido y todo, pero yo necesito mi tiempo y lugar para mí. No quiero que estés aquí, y como este es mi cuarto, bueno, yo decido quién se queda y quién no. Así son las reglas.

— Creí que aquí no había reglas - murmuró cohibido ante la frialdad.

— Pues creíste mal, pero también es culpa mía - aceptó - En mi habitación las hay, que no te las haya comentado o mencionado antes, no quiere decir que no existan.

— Si me las dice voy a seguirlas - insistió, Yoongi trato de respirar profundamente para disipar el nudo - No hablaré nunca más con nadie, no necesito el inglés, cubriré mi boca con cinta para no hablar dormido, ya no tardaré tanto en la ducha, usted tendrá el baño primero en las mañanas, no dormiré nunca más en su cama, saldré más seguido para qie esté solo, no cantaré en la noches antes de dormir, no le diré si tengo miedo, pagaré la luz cuando tenga sueño y no me quejaré si todo está oscuro... 

La voz del chico comenzaba a oírse desesperada y al rubio de le hundió el corazón.

«Esto es por su bien...»

— Aun así no puedes...

— Hyung, hyung por favor... yo.. yo no le diré a nadie que tiene un teléfono celular, tampoco... Pero por favor, ni siquiera tiene que explicarme nada..

El aire dejó de entrar abruptamente  y sus ojos se engradecieron al oír la confesión llorosa del menor,  el pulso de Yoongi se disparó y repentinamente hasta parecía doler el pecho a la par que sus cienes.. parpadeó incrédulo y esperó algo más pero Jeon solo lloraba mientras le veía suplicante, mordiéndose los labios para dejar de hablar y suspirar...

— No... Tú no sabes eso - trató de convencerse sin aire, pero entonces Jeon se calmó y le miró acobachado.

— Sí, si lo sé... Permítame quedarme con usted, Yoongi-hyung, y continuaré en silencio aunque me sea útil hasta a mi.

Otra vez la había cagado.

***

Jimin llegó desganado a la habitación, una expresión de haberlo perdido todo y un mundo de preguntas, que chorreaban de su oreja, se deslizaban por la mente, todavía no caía en la realidad y hasta podía ver la silueta de Yoongi dando la vuelta en cualquiera de esos pasillos para raras, disparando una y otra vez a mansalva a sus ilusiones.

¿Cómo podía ser? Lo creía porque lo vió, pero nada lo confortaba. Sus ojos volvieron aguarse y una vez más apretó la mandíbula para retener la tristeza que acumulaban, se dijo que ya no lloraría aunque tuviese los motivos, pero las heridas eran tan palpables que si no estuviese exagerando, diría con toda certeza que puede vendarse la zona afectada, como si realmente fuesen tangibles cosas tan subjetivas como los sentimientos.

Levantó la mano para abrir la puerta con pocas ganas de hacerlo, sabía a lo que se enfrentaba si venía a este sitio, sin embargo no toleraba la soledad. No conseguía asimilar el rechazo, a quién deseaba como amante en brazos de un ser despreciable, las respuestas que no tenían preguntas y que le daban miedo, la idea de haber perdido al verdadero amor, quizás, la dolencia de no ser nunca más a quien eligiera Yoongi. Ni siquiera le importaba tanto Hunchul y su confesión, el guarda lo volvía estúpido cuando lo tenía cerca, de otra forma no se activaba su veneno, pero que de todas formas eres mucho en que pensar.  Y no quería pensarlo por sí mismo.

Sabía que estaba totalmente mal, que era un error elegir está forma de escape a sus problemas, cuando existían maneras mucho menos destructivas y más fáciles o factibles que tocar la puerta de este sujeto. Se dijo, se reprochó y aún así retrocedió un paso, el camino ya estaba recorrido y sinceramente Jimin jamás se consideró del todo un cobarde, aunque estaba familiarizado con el rol desde que supo que le interesaba honestamente Yoongi.

Tocó una, dos, casi tres veces, pero el golpe quedó a medias cuando la puerta fue abierta de zopetón, mostrando unos ojos confusos pero que luego le recibieron con una sonrisa maliciosa... Y desde ese momento lo entendió, había hecho una mala elección cuando el alto le dedicó aquella mueca.

— Mira nada más lo que trajo la marea - burló el pelinegro, dándose la vuelta, pero cediendo el paso a Park - Narizón, te busca tu china.

— Y dejalo pasar, aborto caído. ¿Qué te pones la gorra con el pibe?

— ¿Me he vuelto tu criada o qué? cabrón. Y no mames, que aquí tu no pones ordenes de nada.

— Macho, déjalo que pase, dale. El Li no muerde.

— Pos eso ya lo sé, se le nota que le gusta que lo muerdan, wey. Si este chino se nos vino bien naco, con madrizas y todo encima. No es nada como el otro, todo fresa, que hasta parece que tiene bollo y no pito, el pinche joto.

— Bueno, bueno, respetando que Li patea para ese equipo también, Briseño.

— No mames, wey.. en serio.. no mames - se burló el mexicano, notando como Jimin se sonrojaba sin saber exáctamente él mismo por qué lo hacía, algo en la sonrisa malvada del amigo de Calleri no cuadraba - Le quieres echar la barra, por eso lo cobijaste bajo tu ala. Mira cómo me entero de una que te gusta el chorizo, Calle.

— Puto, no te hagas el canchero conmigo que te estoy hablando en serio. Pregúntale al wacho si no me crees.

Dudando y algo divertido porque el chico, según Jonathan, les entendía, el mexicano encaró a Jimin para toparse cara cuál tomate, afirmando a medias lo que decía el argentino quien tachaba de "puto" a todo aquel que le hacía dudar de su propia heterosexualidad.

— Oye wero.. ¿Neta que te gusta cochar con los morros? - le preguntó directamente a Jimin, que se encogió de hombros al no entender.

— Y le preguntaste no más. Te gusta más el puterio que a la vecina de alado, Bri - se rio el moreno más alto - deja de cagar la verga, boludo. Además es mucha enchilada y tacos para que Li te entienda una mierda - el pelinegro se ofendió momentaneamente, el chico no entendía su idioma y él que estaba contento hablándolo con alguien más que no fuese Calleri.

— Si entiende tus mamadas del mate y el asado, conmigo ya puede hablar como compas.

— Y... Hasta ahí no más me entiende, no te confies.

Antes de que iniciaran la pelea que siempre hacían en el comedor, el lavadero, los partidos o cualquier sitio que se encontraban, Jimin intervino para aclarar con lo poco que pudo entender.

— También me es difícil cuando Jonathan habla fluidamente rápido o intercala palabras en su asqueroso spanglish  - admitió.

— Nadie te preguntó si entendías lo que yo te decía.

— A que tenía razón y este vato es un asqueroso - se rió de Calleri siendo empujado - Bueno, ya estuvo. En buen plan, ¿No? ¿Qué pedo contigo? Chino dos.

— ¿Qué?..

— Aish - se hastio António, ganando un bufido de Calleri, se divertía muchísimo con la poca paciencia del mexicano

— ¿Que qué querías, Li? - tradujo.

— Verte - confesó inicialmente, mirándose lo pies para continuar pero el mexicano interrumpió.

— Te pesqué en aguas, te dije que te gustaba tumbar y jalársela a los vatos- le señaló, pero el Argentino le dio un golpe leve, despeinando al otro - ¿Queres bronca, perro?

— Te pasas en pelotudo. ¿No ves que me está hablando en serio? Estúpido. Se siente mal.

El mexicano le miró mal, pero se dispuso a charlar con los otros dos en inglés porque verdaderamente Jimin no entendía mucho, una vez relatado lo ocurrido a Jonathan, con Briseño de testigo porque "Jimin me da paja ir a nuestra habitación, igual le voy a contar a este chismoso o no me va a dejar vivir en paz" y una contra respuesta de "Esta es mi habitación, yo no me muevo" de Antonio, tuvo que relatar su historia con el temor de ser juzgado, temiendo lo peor según las miradas del pelinegro con respecto a lo que ocurría entre él y "el chinito", odiando desde ya a Calleri por hacerle hablar de sus dramas delante de personas que le repudiarían por estar tan enfermo y preferir ser follado y amado por un hombre, en vez de una mujer, como su padre siempre le enseñó.

Su corazón se fue encogiendo a cada palabra, agregó al malestar los coqueteos descarados de Hunchul y cuánto insistió para que él cayera nuevamente a comer de su mano, aceptó que lo dudo un momento teniéndolo a solas y recordando, como siempre, lo que fueron y el pelinegro mintió. La mueca de Jonathan se retorció de cólera cuando Jimin repetía cada cizaña e intento de manipulación emocional con la que lo atacó, de soslayo veía más y más asco por parte del mexicano, terminándo de incomodarlo y hacerlo sentirse una basura.

— Lamento que tengas que oír mi retorcida manía con los hombres - concluyó diciéndole al dueño del cuarto, ya que éste no había mutado su semblante comprimido luego de que Jimin relatase en qué fachas había encontrado a Yoongi saliendo de la oficina de Choi - Jamas conseguí evitar mi homosexualidad y muchas veces me señalaron o miraron como tú lo estás haciendo, lo conté sólo porque Jonathan me forzó y me siento verdaderamente mal, así que lamento ser tan desagradable ante tus ojos y si no quieres volver a habl..

— Espérate, espérate, espérate tantito ahí - le cortó el mexicano - Chino dos, a mi no me importa si eres joto, ¿Okey?. Me quedé de hielo cuando dijiste que el chinito estaba con el huevón hijo de puta del patrón, yo siempre supe que se corría, dos tres, la disque "relación" entre esos ¿Si o no? - le cuento a Calleri, que secundó con un asentimiento mudo e igual de incrédulo - Pero jamás que fuera la neta, wey. Siempre lo vió como perro al gato.

— Inglés, inglés - canturreó Calleri, haciendo sonreír fastidiado a Briseño.

— ¿Entendiste el pedo que te conté? - Jimin asintió poco seguro - bueno, sólo eso. A mi no me va ni me viene, como diría el Argen, con quién tumbas mientras no seas un mamón conmigo.

— No te preocupes por eso, no sucederá - sonrió tranquilo Jimin, ganándo un ceño fruncido del pelinegro.

— ¿Qué? no tengo madera de principe, ¿O qué? - le preguntó, confundiendo a Jimin.

— ¿Ves que yo tengo razon y estas re loco? Tecién no querías saber nada y ahora te querés levantar al Li  - le acusó, Antonio le miró mal, negando - Bueno, ¿Qué te quejas entonces? Anda hacerte el histérico con Freud.

— No me quejo si no me pela, pero lo dijo como si yo fuese el pinche cuasimodo, huevón - el argentino  palmeó su espalda consolándole.

— ¿Entonces no te desagrada que yo sea homosexual? - el otro negó - ¿No te parece raro, extraño o anormal que desee más una polla que una vagina? - Antonio entre cerró sus ojos, y luego negó - ¿No es problema para ti que esté moralmente mal visto, y que sea religiosamente incorrecto?

— Wey ya ¿Qué pedo con este escuincle? - se molestó el mexicano - Si quieres que te diga que sí, pos sí me molesta. Pero no porque yo lo crea, sino para conformarte ¿Vale?. Ya te dije que no tengo ningún rollo con que seas joto, si ni es mi culo.

El corazón de Jimin se ensanchó unas pulgadas más, inhundándose sus ojos, no pudiendo contener la felicidad de las palabras del mexicano. ¿Cuántas personas podían decir con indiferencia que les importaba una mierda lo que Jimin prefería para follar? Hasta ahora, sin contar a sus experiencias en rusia, centrándose en su país, nadie, eran casi contados con los dedos de una sola mano, y sobraban bastantes, por no decir que solo Taehyung lo aceptaba, nadie más le brindó apoyo cuando más lo necesitó a pesar de estar en pleno siglo XXI...

— Ay, le pusiste el culito sensible, Antonio - Jonathan lo abrazó, acariciando sus cabellos cuando las lagrimas cayeron sin permiso.

— Fue sin intensión, chino dos, te lo juro - le aseguró el mexicano, acercándose para ver más de cerca su reciente descubrimiento - checa esto, Calle, parece un chamaco cuando lagrimea..

— Por eso es mi bebé - le comentó Calleri, abrazándolo más fuerte.

— Orale, qué morboso Argen. Llamó el Vaticano y te quiere como cura para la iglesia que dejó el padre Grassi.

— Ey bobo, no te rías de las cosas que te cuento yo - el argentino volvió a empujarlo.

Entonces se vió en la obligación de soltar a Jimin para correr por golpear nuevamente a Briseño, agotando su cuota de paciencia contra el "confianzudo" de Calleri.

Jimin rio por la escena, diciéndose que no fue tan mala idea haber acudido a su amigo pese a que estaba con alguien más y de paso desobedeció su petición/mandato de no acercarse al guarda nuevo... Poco a poco Jimin se estaba haciendo más y más seguro de sí mismo, así como profundizando sin trabas su identidad, sintiéndose normal, por primera vez en su vida,bnotando cómo alguien lo veía de esa manera a pesar de que el propio Park Yoochun le dijo que no lo era.

Estaba feliz por ese pedacito de cariño que estaba ganando de sí mismo, tenía el de su amigo con quien podía contar en buenas y malas, ya se lo había demostrado, pero tener el aprecio de sí mismo era algo que hacía muchísimo tiempo había perdido y poder defenderse frente a otros fué algo nuevo y nostálgico, ser aceptado por otra persona también se sentía como un consuelo para el alma, ser aceptado por alguien más aparte de Taehyung fue un milagro, por una tercera persona es casi una bendición para quien no era aceptado ni siquiera por el hombre que amó y al que estaba comenzando amar.

Se sentía genial y acompañado, era divertido pasar el rato con Briseño, era como otro Jonathan sincero y altruista de mente abierta. Ojalá no estuviese tan herido por lo de Yoongi, así podria reírse de la "pelea" que esos dos tenían, con más libertad.

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