Daryl Dixon
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Yo no había contado absolutamente nada sobre la relación que apenas comenzaba con el sheriff, pero de alguna manera Carol lo supo, no supe cuándo ni cómo, simplemente lo sabía y me ayudaba con algunas cosas que no entendía acerca de esto, porque vamos, yo jamás tuve una relación que no fuera coger un una prostituta. Ahora estaba en una relación donde no sólo siento deseos carnales, sino que además siento esa mierda que juré nunca sentiría: Amor.
Me costó mucho trabajo admitir que el sheriff me gustaba, negaba lo que sentía al tenerlo cerca, entonces lo besé tratando de asquearlo y hacer que se alejara de mí para por fin volver a la normalidad, pero, no sé qué mierda salió mal, pues el sheriff me devolvió aquel beso haciendo que terminará de caer en una trampa sin salida donde caí en cuenta que ya tenía dueño, desde ese día yo ya le pertenecía a Rick Grimes...
El tener a Merle de regreso fue maravilloso, era mi hermano después de todo y le quería a ese hijo de puta, pero debo admitir que me entorpeció un poco las cosas con Rick, yo lo arreglé prometiéndole vernos todos los días por las mañanas en los vestidores de aquella prisión. Esas mañanas fueron asquerosamente divertidas y hermosas, el sheriff me ponía de humor con sus largas y prolongadas charlas, amaba saber más sobre su vida, sobre su forma de pensar, sus errores, sus logros, absolutamente todo lo relacionado con él, además me encantaba ver esa sonrisa que invadía su rostro cuando recordaba algo divertido, esa sonrisa que me dedicaba solo a mí en esas pacificas mañanas, puedo jurar que es una droga visual, pues estar con él me hacía sentir como si estuviera bajo el efecto de la droga, incluso podía sentir como circulaba aquella sensación por mis venas, sí, Rick para mí era eso, como una droga, y como toda droga tiene sus consecuencias, pero ¿Es normal que a pesar de sus múltiples defectos me siga pareciendo un ser perfecto?...
El sol comenzaba a quemar mis parpados lo que provocó que despertara de aquel profundo sueño del que había sido participe; mis ojos casi se me salen de orbita cuando mire la hora: 7:30 a.m. –Mierda...
Me había quedado dormido y no pude ir con el sheriff a nuestras deseadas charlas mañaneras. Me levante veloz de la cama y me puse rápido el calzado al igual que mi camisa sin mangas y mi chaleco, estaba dispuesto a salir hasta que una voz me detuvo.
-¡Hey Darylina! ¿A dónde vas? – preguntó una voz proveniente del suelo: Merle.
-¡Mierda, mierda y más mierda!
Me detuve al marco de la puerta y después de un gran suspiro me volteé a verlo.
-A desayunar... - inventé.
-Espérame, te acompaño – dijo mientras tomaba su calzado.
-Me alcanzas en los comedores- le propuse para ir por lo menos a ver rápidamente al sheriff y explicarle.
-Listo – soltó en cuanto se puso su calzado y se puso de pie.
-¡Joder, mierda, Joder!
Caminamos hacia los comedores y Merle comenzó a hablarme sobre un pueblo no muy lejano de aquí, él quería que fuera con él mañana para buscar "cosas que necesitaba", le negué la propuesta porque no quería perder otra valiosa mañana con el sheriff, y después de maldecirme un par de veces me dejo en paz con eso. Tomamos lo primero que vimos en la bodega para desayunar, miré la hora y marcaban las 7:50 a.m. ya no tenía caso que fuera, Rick debió haberse ido desde hace buen rato. Comencé a devorar mi desayuno mientras Merle hablaba de cosas que me importaban una mierda cuando de pronto vi al sheriff quien venía de los vestidores. Este me veía con una mirada fulminante y yo me sentía el peor hijo de puta.
-¿Qué mierda te pasa sheriff? ¿No te dieron cogida hoy? –rio Merle.
-No solo no me dieron cogida, sino que además no tuvieron la decencia de informármelo...con permiso...- dijo el sheriff después de mandarme una mirada peor que la rabia.
Rick camino a paso marcado hacía la salida que daba al patio y yo me levanté del comedor para ir atrás de él.
-¡Rick espera!- grité con la esperanza que detuviera su paso, pero este solo lo acelero más ignorando así mi llamado.
Llegó al patio y yo por fin lo había alcanzado, lo tomé del brazo pero el sheriff me apartó la mano bruscamente para después girarse hacia mí y quemarme con la mirada.
-Rick, por favor déjame explicarte, yo...
-¿Explicarme? ¿Qué me tienes qué explicar? Me largaste ahí siendo el único maldito momento que tenemos para estar juntos ¿Y por qué? Por irte a tragar con tu jodido hermano al que ves TODO EL MALDITO DÍA.- me interrumpió furioso.
El sheriff estaba en todo su derecho de reclamarme, al final no fui porque me quede dormido, y sumado a eso Merle me sorprendió justo cuando iba a salir de mi celda.
-Estaba a punto de ir pero Merle se despertó y yo no pude...-traté de justificarme, pero el sheriff me interrumpió aun alzando la voz.
-¡No es tanto el que no hayas ido Daryl, si no que ni siquiera te tomaste la maldita molestia en irle a decir a este imbécil que le quedarías mal por el maldito de Merle!... te espere casi hora y media ¡Por Dios Daryl! Pudiste haberte tomado un mísero segundo para siquiera irme a avisar.
Rick tenía razón, había sido mi culpa, pude haber mandado a la mierda a Merle para ir con él pero me dejé gobernar nuevamente por mi hermano. Ahora definitivamente sí que me sentía una escoria.
-Sé que parezco una maldita adolecente dramática, pero, por favor Daryl, sólo déjame estar solo, no quiero decirte más mierda, no en este estado.- dijo el rubio un poco más relajado
-Lo siento Rick... - me disculpé, siendo esto lo único que pude emitir.
Me acerqué al sheriff para tomarlo del rostro, besarlo y tratar de arreglar las cosas, pero este me apartó bruscamente. Sentí una opresión en el pecho y mis ojos se hicieron acuosos, bajé la mirada para evitar que Rick me viera y entré de nuevo a la prisión. Me dirigí hacia lo que habíamos hecho una lavandería y me senté detrás de un locker oxidado, no me contuve y pequeñas lagrimas brotaron de mis ojos, pues me dolía el trato que recibí por parte del sheriff y más aun sabiendo que fue por mi jodida culpa - ¿Y si piensa dejarme?
Ese pensamiento hizo que una corriente helada recorriera mi espina dorsal, pues no era la primera vez que dejaba al sheriff de lado por mi hermano, eso sí, sin intención alguna de hacerlo, pero seguía siendo manipulado por Merle aunque me costara admitirlo.
-¿Pookie... qué pasa?- una voz femenina interrumpió mis pensamientos.
-Carol...- miré lloroso a aquella canosa quien me observaba desde arriba preocupada.
Carol se hincó para quedar a mi altura, me tomo del hombro y me jaló hacia a ella para unirnos en un abrazo.
Le conté lo sucedido a la canosa y trato de convencerme que no había sido mi culpa, aunque yo estaba más que seguro que si lo había sido, porque sí lo fue.
Se sentía bien tenerla a ella como mi fiel confidente, no me había dado cuenta, pero comencé a tener sentimientos fraternales por Carol y sé que ella también los tenía por mí.
-No sé qué hacer para compensar el mal trago que le hice pasar a Rick, creí que besarlo lo calmaría un poco pero...me rechazó. –comenté.
-Rick en un imbécil- rio la canosa- en el buen sentido claro está.
-¿A qué e refieres?- pregunté obviamente confundido.
-A que es de esa clase de hombre que le gustan las cosas dulces como si de una jovencita se tratara.- dijo Carol con una sonrisa burlesca en su rostro.
-¿Entonces dices que sería bueno darle una paleta o algo así?
-No pookie – negó amable – Piénsalo bien, por lo que me cuentas Rick es como una colegiala enamorada, entonces ¿Qué es lo que espera una jovencita obsesiva de su novio?
-No sé ¿Una buena cogida? – dije seguro de mi respuesta.
-¡No Daryl! - negó mientras reía por mi respuesta - ¡Hablo de romanticismo!
-¿Acaso me ves que sea alguien que sabe sobre esa mierda?- pregunté serio ante las aun audibles carcajadas de la canosa.
-Claro que no – respondió sonriente - ¿Sabes? Podrías regalarle algo significativo, algo que ames talvez.
-¡Ni de joda regalaré mi moto!
Carol cambio su semblante risueño por uno de asesino y me regalo un zape en la nuca.
-Pero si serás bobo. Me refiero a algo que simbolice lo que Rick te hace sentir.
-Oh, entiendo a lo que te refieres...- dije serio.
-Pues aprovecha cuando vayas a alguna expedición para encontrar algo bueno.
Ahora tenía claro lo que iba a hacer, así que me puse de pie dispuesto a salir de aquel lugar e ir a arreglar todo para Rick.
-Gracias Carol- me despedí.
-De nada Daryl...¡Oye espera! –gritó, lo cual me hizo detener el paso.
-¿Qué? –pregunté a la par que volteaba a verla.
-Daryl por favor...no le traigas ardillas...- dijo seria la canosa creyéndome capaz de hacerlo.
Rodé los ojos y salí de ahí a buscar a Merle, iba a decirle que cambiaba de opinión y que iría con él a la expedición. Fui hacía la celda pero no estaba ahí. Di el primer paso para salir de la celda y pisé un collar sin colguije, seguro era de Merle. –Esto me da una idea.
Mi hermano seguro se encontraba afuera de la prisión como de costumbre, así que me dirigí hacia afuera, lo que me hizo encontrarme con Rick quien estaba trabajando las hortalizas. El sheriff me hizo una seña para que fuera hacía él y yo algo inseguro obedecí.
-Daryl... -me nombró apenado– lamento lo de la mañana, fui un idiota.
-No te disculpes Rick, estabas en todo tu derecho, debí haberte avisado – bajé la mirada avergonzado.
-¿Qué te parece si olvidamos el tema? – me dijo a la par que soltaba la pala y se acercaba a mí. Me tomó del rostro y me besó en los labios haciéndome estremecer. –Listo, olvidado.
Le sonreí, pues en ese momento toda la amargura que sentía por lo sucedido se había esfumado, además su gesto me motivo más a realizar lo que ya tenía planeado hacer para el sheriff.
-Olvidado – le contesté para después regresarle el beso.
Bajó sus manos de mis mejillas y me abrazó acercando su boca a mi oído.
-Te necesito Daryl, quiero verte en la noche, ven a mi celda cuando Merle duerma. –suplicó.
-Yo... no podré Rick, mañana iré a una misión con Merle y necesito descansar –En cierta manera era verdad pues si iría a la misión con Merle pero le negué el vernos por otros motivos...
-¿No puedes darme aunque sea cinco minutos? –Preguntó a la par que rompía el abrazo
-Lo siento... ¿Te parece si lo dejamos para mañana en la noche?
-De acuerdo... -aceptó a regañadientes
Ya tenía todo arreglado, iría con Merle mañana y ya sabía exactamente lo que buscaría para el sheriff, o al menos tenía una idea. Estaba tan nervioso porque no sabría cómo darle mi obsequio a Rick.- ¿Le gustará? ¿Y si cree que son mariconadas? ¿Y si cree que soy demasiado fastidioso?
Mi mente estaba hecho un lío por lo que recurrí a la única persona capaz de ayudarme con estas cosas diabólicas: Carol.
Quedamos de vernos a las 2:00 a.m. en la bodega cuando todos estuvieran en sus más profundos sueños. Y así fue, llegué y Carol ya estaba ahí somnolienta esperándome. Le hablé sobre mi plan así como de lo que le regalaría.
-¿Un collar? – preguntó curiosa la canosa al ver mi mano alzada con un collar entre mis dedos.
-En la expedición conseguiré el colguije perfecto...¿No crees que es demasiado maricón? ¿Y si no lo usa?- dije algo nervioso.
-Lo usara, si en verdad te quiere como dice que lo hace lo hará, así que deja de generarte tonterías.- finalizó con un bostezo restándole importancia a mis nervios.
-Pero no sé cómo dárselo, no puedo llegar y solo decirle "ten".
Carol ensancho sus ojos y me miro sorprendida.
-Dios mío pookie, hasta que dices algo con sentido – mencionó divertida – tienes razón, no puedes llegar solo así... eso me da una idea ¿Por qué no se lo pones tú? Ya sabes, para que lo sorprendas, después le puedes dedicar alguna canción o poema...¡O un baile! – rio.
-¡Deja de burlarte de mí maldita sea! – exclamé enojado.
-Lo digo con total seriedad mi querido Daryl...
Me acerqué a ella y coloqué mis manos detrás de su cuello para ponerle el collar, esta se sorprendió ante mi repentino acto y dio un pequeño brinco haciendo que el collar le lastimara el cuello.
-¡Auch! –gimió.
-¡No te muevas!
-¡Déjame! – Exclamo a la par que se separaba un par de metros de mi.- ¿Qué diablos haces?
-Quiero practicar y ser si no soy demasiado torpe al poner esta mierda. Ahora cállate e imagina que eres Rick- dije alzando el collar que tenía entre mis dedos.
Carol me miro divertida como si yo le causara ternura, que obvio lo hacía para fastidiarme.
-Oww cualquiera se enamoraría de ti– dijo sarcástica y entre risas.
Ignoré su estúpido comentario y tome el collar con ambas manos para después acercarme al cuello de la canosa nuevamente.
-Repasemos otra vez...Esto es para ti, si te lo quitas te mato
-Eres tan romántico Daryl – dijo en un tono aún más sarcástico a la par que reía – ahora... hazlo, estoy lista...- dijo indicándome que pusiera el collar en su cuello.
-Bien, pero trata de no moverte mucho, podría lastimarte de nuevo. – dije con absoluta seriedad a la par que le abrochaba el collar.
Llegó la mañana y con ella la hora de marcharnos a aquel pueblo que Merle había mencionado, pensé que Rick se despediría de mí pero por más que volteaba a mis alrededores él nunca apareció. Sentí una opresión en el pecho, pero traté de ignorar aquella sensación.- Mi beso de buenos días...
Llegamos al pequeño pueblo y Merle entró a una licorería, yo fui buscando en cada tienda que me encontraba lo que necesitaba, pero no tuve éxito. Fui con Merle y este estaba rodeado por 5 caminantes, corrí hacia él y maté a dos que tenía en la espalda a punto de morderlo. Cayeron ambos caminantes un hombre y una mujer. Y en sus cuellos tenían aquello que tanto había buscado, no podía creer que en verdad haya encontrado lo que me imaginaba.
–Es perfecto. Espera a que veas esto Rick...
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continuara
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Lamento si hay algunos errores, esta vez no tuve tiempo de editarlo o "echarle un ultimo vistazo" jajaja así que si en alguna parte no se entiende me dicen para corregir xD
No tiene nada que ver pero morí x'D :
¡¡MIL GRACIAS POR LEER *-*