~Daryl Dixon~
Me acerque a aquel triste rubio, mi pecho dolía, en definitiva verlo así hacia que algo dentro de mí se partiera en dos lentamente. Rick hizo una seña para que me sentara junto a él, lo cual hice, mientras trataba de aclarar un poco su voz, se volteó hacia mí y aun con su rostro rojo y ojos hinchados se animó a hablar con su aun levemente quebrada voz:
-Daryl, ¿Soy una porquería?-pregunto repentinamente el sheriff con un aire de auto-desprecio en su mirada, cosa que me hizo fruncir el ceño, ante esto él bajo un poco la mirada.
-Mierda Rick ¡Claro que no! – lo mire fijamente tratando que el hiciera lo mismo - ¿Qué diablos pasa Rick? – pregunté tratando de ocultar mi molestia. Obvio aquel sheriff no era una porquería ¡Por Dios era al único que soportaba ver por mucho tiempo! ¿Qué mierda le hizo pensar tremenda estupidez?
-Lori y Shane...- aclaró su garganta y trago saliva- Lori me engaña con Shane...¡Mi jodido mejor amigo se metió con mi esposa Daryl!- el rubio no se contuvo más y soltó el llanto junto con rabia. Mis ojos casi se salían de su órbita, me paralice unos míseros segundos, no sabía que decirle, no sabía que pensar, no sabía que jodidos hacer – ¿Lori con Shane? ¿Rick me está diciendo que Lori lo engaña con el estúpido de Walsh?
-Me dijo que lo hizo porque se sentía sola, pero ¡Joder! Yo ya estoy aquí, junto a ella y a Carl – continuo hablando el sheriff remplazando sus sollozos por furia – ella me lo contó, diciendo que solo fue durante mi ausencia, cuando ella creía que yo estaba muerto – pauso su habla para agachar la mirada y volver a reposar sus antebrazos en sus piernas, su silencio se prolongó unos cuantos segundos hasta que al fin tomo fuerzas para seguir hablando - los vi besándose Daryl, ella le sonreía a él como tenía tiempo que no lo hacía conmigo...aunque yo haya regresado ella ni se inmuta, al parecer a pesar de que yo ya estoy aquí Lori ha preferido a Shane – Rick se llevó su mano derecha a su cabeza peinándose hacia atrás demostrando frustración, se volteó a mirarme fijamente con aquellos ojos azules ahora tornados con un rojo y leve hinchazón, yo me estremecí ante la penetrante mirada que me dedicaba – Soy una basura Daryl, me sentía tan prestigiado por haber encontrado a mi familia y ahora soy desechado como basura por mi propia esposa, reemplazado, ¿y todo por qué? ¿Acaso no la satisfacía? ¿No era buen esposo? ¿No era lo suficientemente atento y cariñoso con ella? ¿Será que ella ha dejado de... amarme? – al decir esto último el rubio bajo su triste y muerta mirada. Posiblemente sus pensamientos lo estaban consumiendo.
Al escuchar las palabras de Rick no pude evitar fruncir el ceño, estaba molesto ¿Cómo mierdas podía decir tantas estupideces? Verlo así hacía que mi pecho comenzara a carcomerse, me llene de impotencia y coraje, no supe cuando jodidos lo hice pero cuando reaccioné ya tenía entre mis brazos a aquel desmoronado rubio.
-¡No digas estupideces Grimes! –lo abrace más fuerte, este seguía sin corresponderme, al parecer le sorprendió mi impulso tan repentino - Tú no eres una basura, la jodida basura de mierda son ese par de hijos de puta, tú no tienes la culpa de que te hayan visto la cara de imbécil – me puse un poco nervioso y dude un poco en decir unas cuantas palabras más, como ya lo había demostrado no era bueno con eso de reconfortar gente, pero el verlo así me obligaba por completo a hacerlo, así que trague saliva y tome aire para continuar –Rick, eres alguien extraordinario – el decir esto fue como un impulso para seguir con mis palabras de aliento, eso si, totalmente sinceras – No necesitas cambiar nada en ti, eres un hombre determinado, valiente y gran líder que nos ha salvado el culo varias veces, tu esposa es alguien que no aprecia el tesoro que resguarda en sus manos, ese par de imbéciles no merecen tus jodidos autodesprecios... joder Rick, yo jamás te dejaría – ensanche mis ojos y estoy seguro que me puse pálido al reaccionar sobre mis últimas palabras- ¡¿QUÉ MIERDA ACABO DE DECIR?!
Estaba a punto de apartarlo de mi pero el rubio decidió que era momento de corresponderme aquel abrazo, me puse aún más nervioso y sentía que todos los colores se me iba a la cara, yo Daryl Dixon diciéndole a un hombre que jamás lo dejaría ¡¿En qué demonios pensaba!?
-Me alegra escuchar eso de ti Daryl, si viniera de alguien más posiblemente no lo tragaría, así que realmente el que tú me digas esto significa demasiado... y en verdad espero que jamás me dejes Daryl, ahora solo cuento contigo, así que por favor, haz realidad aquello último, nunca me dejes – dijo el rubio más calmado y con voz grave que resonaba fuertemente en mi oído. El escuchar aquello de sheriff hizo que mi corazón sufriera taquicardia, todo mi ser estaba hecho un lio, mi sangre corría dentro de mis venas a una velocidad inhumana, mis mejillas cosquilleaban, mis orejas ardían al igual que todo mi cuerpo, y un ataque de nervios me corrompía.
El sheriff se apartó de aquel abrazo y yo no podía verlo a los ojos, si lo hacía estaba seguro de que moriría de los jodidos nervios.
-¿Daryl estás bien? – pregunto un poco preocupado seguro al ver mi cara hecha un tomate.
-S...sí – balbuceé
Rick puso su mano sobre mi frente y yo la aparte de inmediato antes de que surtiera algún efecto extraño en mi, bueno mas.
-Lo siento, solo quería asegurarme de que no tuvieras fiebre – justificó Rick ante mi brusca acción.
El silencio nos invadió a ambos, Rick al parecer seguía dolido, pero vaya que estaba mejor a como lo encontré, eso me tranquilizó un poco. Ahora que lo pensaba él dijo que lo ayudara ¿A qué se refería exactamente?
Como si el sheriff me hubiera leído la mente rompió el incómodo silencio con su petición – Deja que me quede contigo Daryl –me miró suplicante – por favor, yo... yo en realidad no quiero ver a Lori.
-¿Quedarte? ¿Aquí? – pregunte sorprendido y un poco nervioso después de escuchar aquella petición.
-S-sí, por favor
-¿Por qué no solo duermes en otra celda? – Le cuestioné. En realidad ¿Por qué en mi celda y no en cualquier otra? Había suficientes desocupadas... además el tenerlo cerca mío me provocaría más sensaciones extrañas y podría causarme un infarto en cualquier momento.
-A mí no... no me gusta dormir solo, detesto la sensación de soledad antes de dormir, hace que recuerde cuando desperté en aquel hospital completamente solo- dijo con algo de vergüenza, podría jurar que decirme aquello dañaba un poco su orgullo de hombre alfa, y no lo culpaba, justo ahora se comportaba como un crio con miedo a la oscuridad.
-Así que por favor Daryl ¿Puedo quedarme? Solo hasta que todo esto se solucione – me lanzó una mirada tan suplicante que me hizo recordar a aquel gato naranja con botas que aparecía en aquella película animada de un gordo verde.
Me quedé en silencio unos segundos hasta que cedí ante aquellos azules
- Ni creas que dormirás en mi colchón.
El sheriff dejo al descubierto sus encías al sonreír y sus ojos ensanchados brillaban, él en verdad parecía un crio justo ahora, cosa que me hizo esbozar una apenas notoria sonrisa.
-¡Gracias Daryl!- exclamo a la par que se levantaba de la cama – conseguiré el colchón de la celda de al lado, te juro que despertaré muy temprano y me iré de aquí antes de que despiertes, lo que menos quiero es incomodarte – el sheriff de dispuso a salir al parecer en busca del antes mencionado colchón pero se detuvo al marco de la entrada y me vio de reojo – Jamás te dejaré Daryl, tampoco lo haré- Dicho esto salió de mi celda y solo me dejo con mil colores en el rostro, mierda no recordaba lo que hace unos minutos le había dicho "Yo jamás te dejaría". Aquellas sensaciones que ya había logrado controlar volvieron a apoderarse de mí, tome mi sabana y aun vestido me acosté rápidamente tapando mi cara para evitar que el sheriff me viera el tomate que seguro tenía por rostro. Escuché sus pasos adentrarse a mi celda y el sonido que emitió el colchón al dejarlo caer al suelo.
-¿Ya te dormiste Daryl? – sus pasos y voz sonaban cada vez más cerca de mí y mi corazón comenzó a acelerarse aún más – Oye cazador, debes quitarte mínimo el calzado, así podrás descansar mejor – no tardó mucho después de decir eso cuando sentí como desataba mi calzado del pie izquierdo, lo retiro y pude sentir su tacto en mi pie, cosa que me estremeció y lo retire inmediatamente, aun cubierto con la sabana en la cara.
Rick rio un poco y termino por quitarme el otro,
-Siempre estando a la defensiva Daryl- dijo divertido.
Escuché como se dirigía a su colchón y se recostaba en él, me destape un poco la cara y lo vi acostado reposando su cabeza sobre sus manos, se veía un poco pensativo y triste aun. Me acomode bien para dormir de modo que termine dándole la espalda y cerré mis ojos tratando de controlar de nuevo aquella guerra de sensaciones que me inundaba.
-¿Daryl? – me llamo aquel rubio
-¿Hmm?- le dedique un sonido ahogado en son de "¿Qué?"
-Lori está embarazada – soltó con un tono de voz tan tranquilo que fue escalofriante. No pude evitar recordar el par de mamelucos que Andrea había cargado en su mochila, lo que me hizo pensar que entonces ella no estaba embarazada, sino Lori, eso significaba que ella ya sabía lo del embarazo.
– Ella jura que es mío, pero después de lo que vi hoy ya no estoy tan seguro – escuché como el rubio tomaba aire y daba un suspiro pesado – pero ¿sabes algo Daryl? Eso es lo que menos me importa, ese bebé será mío, aunque no sea su padre biológico, me asegurare de que Shane no tenga privilegios sobre ese bebé – su voz se tornó fría al decir aquello - lo que más me preocupa y aterra es tener que ver crecer a ese bebé en este asqueroso mundo, si ya el ver como a Carl se le arrebato su infancia para aprender a cargar un arma, ahora el solo pensar que aquel pequeño en camino no sabrá lo que es jugar sin temor a atraer una de esas asquerosas cosas, no sabra lo que es ir a un colegio, el no conocerá aquel temor del monstruo bajo la cama que con la edad aprendería que el mismo los generaba...porque desgraciadamente en estos tiempos los monstruos son reales, yo en verdad no quiero verlo crecer así... no de esa manera, me aterra Daryl.
Sentí una opresión en el pecho, mis recuerdos se hicieron presentes en ese mismo instante, recordé mi vida con mi familia, donde todo giraba en torno al alcohol, drogas, violencia y tabaco, ese era el ambiente en mi hogar.
-Esas son solo estupideces Grimes – dije frio y sin voltear – ese bebé lo único que necesitará es a un padre que lo cuide y ame, es absolutamente todo lo que necesita, lo demás son mierdas sin importancia – solté sin más. Yo en verdad pensaba que aquel ambiente asqueroso en el que pase mi niñez no hubiera sido tan mierda si por lo menos mi padre me hubiera mostrado un mínimo de atención, yo nunca tuve aquello de lo que Rick se preocupa que no tenga su bebé, y nunca necesite esas mierdas, yo lo único que necesitaba era ese cuidado y afecto, pero claro que jamás lo recibí.
El silencio se volvió a hacer presente entre nosotros hasta que de nuevo Rick lo rompió:
-Talvez así sea Daryl – dijo neutral, como si tratara de tragar lo que acababa de decirle
No le respondí y me acomode para dormir y supuse que el hizo lo mismo. Por más que daba vueltas no podía conciliar el sueño, mi mente estaba revuelta ante tantas cosas que había escuchado, sentido y dicho esta noche. Preguntas como ¿Qué haría el sheriff con su esposa? ¿Por qué me importaba tanto lo que hacía el sheriff? Y sobre todo ¡¿Por qué carajos le dije que jamas lo dejaría?!
Me senté en la cama tratando de espantar aquellos pensamientos que no dejaban que me rindiera ante el sueño. Voltee a ver a aquel sheriff quien estaba a un lado de mi cama acostado en su colchón, no tenía sabana, y recordé que la llave donde se encontraban las sabanas limpias se encontraba con Carol. El rubio se hacía bolita abrazándose a sí mismo para reducir el frio, me dio un poco de ternura verlo así –Vaya mierda.
Giré mis ojos y tome mi sábana para después aventársela a aquel sheriff. Me volví a acostar dándole de nuevo la espalda y poniéndome en la orilla que topaba con la pared, poco a poco fui cayendo a un profundo sueño.
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Abrí mis ojos lentamente debido a la molesta luz que bailaba en mis parpados, al abrirlos por completo me topé con aquel rubio acostado a mi lado quien aun permanecía hundido en sueños. Gracias al sol su rizado cabello brillaba como el oro, su cara iluminada era tan relajante que podría morir viéndola, su respiración era tan calmada y tranquilizante que no quería levantarme solo para seguir observándolo así, acostado junto a mí, teniéndolo tan cerca. El abrió sus ojos dejando al descubierto su par de azules, sonrió al verme y con su mano izquierda tomo mi mentón y depositó un cálido beso en mis labios.
-Buenos días amor – dijo con aquella voz voz tan hipnotizante que solo el emitía.
-Buen día dormilón – esbocé una pequeña sonrisa y me recosté en su pecho a la par que rodeaba su abdomen con mis brazos. El me dió un beso en mi nuca y me abrazó. Nunca había estado más relajado, cómodo y feliz en mi jodida vida, si el mundo acababa en ese mismo instante ya no importaba, pues en ese momento solo existíamos el sheriff y yo...
Cerré los ojos de nuevo y volví a dormir, no tarde mucho cuando de nuevo abrí mis ojos poco a poco y otra vez vi al sheriff dormido al lado mío –Otro sueño.
Con una de mis manos acaricie su mejilla y lo vi sonriente, no podía dejar de ver sus labios, era como si los míos me rogaran por juntarlos con los suyos, me levanté un poco apoyándome de mi codo para poder alcanzar sus carnosos labios rosas pero sentí dolor en mi codo por uno de los resortes viejos del colchón, ensanche mis ojos a mas no poder y reaccioné, esto no era otro sueño, volteé rápido a ver al sheriff y este ya estaba despierto viéndome un poco sorprendido.
-¿Daryl?- pregunto un poco confundido, talvez sintió aquella caricia en su mejilla de hace poco.
Me sonroje a mas no poder y mis nervios estaban que explotaban, mi respiración se volvió acelerada al punto en el que hasta sentía que me faltaba aire. La única reacción que tuve fue tirarlo de la cama por reflejo.
-¡Auch! – se quejó el sheriff al caer
-¡¿Qué mierda haces en mi cama?! –pregunte tratando de ocultar mis nervios por molestia, cosa que no logre.
Aquel rubio solo se sobaba la espalda baja, acto seguido volteo a mirarme.
-Bueno, me diste tu sabana, desperté a media madrugada y te vi con frio, entonces como también tenía frio pensé que sería buena idea compartirla, no creí que te incomodaría tanto. Me di un buen golpe Daryl– dijo esto último con reproche.
Los rayos del sol estaban iluminando toda la celda, al parecer ya era algo tarde.
-¿Qué hora es, Grimes? – le pregunte con mi tono más molesto para que entendiera que no olvidaría su atrevimiento a la par que me senté al borde de la cama para ponerme mi calzado. El sheriff alzo su mano izquierda y miro su reloj.
-Las 10 – respondió. - Se supone que nos levantamos a las 9, maldición.
-¿No que te despertarías temprano y te largarías de aquí antes de que despertara? Además dijiste que lo que menos querías era incomodarme, y lamento decírtelo Rick pero acabas de hacer mierda esas dos simples promesas en apenas la primera noche– dije aún más molesto.
-¿Acaso querías que muriera de frio? Eres muy malo Daryl Dixon – dijo a la par que hacia un pequeño puchero, en verdad este sheriff se comportaba como un crio.
-Te hubieras largado a tu celda por tu sabana.
-¡No! Ahí e-está Lori- balbuceó.
-Entonces no me jodas Grimes
El sheriff se levantó del suelo y se dirigió hacia mí, aun me encontraba sentado al borde de mi cama, el sheriff se agacho levemente para encontrar mi mirada y puso su mano en mi nuca para alborotarme un poco el cabello. Comencé a ponerme de nervios, estaba demasiado cerca mío y eso no era bueno.
-No te enojes mi Daryl, no lo volveré a hacer ¿sí? – puso una cara jodidamente suplicante, como cuando un crio trata de convencer a su mamá que le compre un caramelo.
Ver su cara así hizo que mi amiguito despertara de su ya prolongado sueño, sentía aquel bulto crecer chocando contra mi pantalón -¡MIERDA!
Aventé al sheriff lejos mío y salí casi corriendo de aquella celda antes de que viera lo que me había provocado, me dirigí al área de las regaderas que por lo general a esa hora ya nadie las frecuentaba. Me recargue en la pared de una de las regaderas, desabroche mi pantalón, saque mi pene de su encarcelamiento y le di mi atención, no podía alejar de mi mente aquella jodida expresión del sheriff, unido a eso recordé los dos últimos sueños que había tenido con él, lo que hacía que mi excitación se incrementara más, aumenté la rapidez de mi mano quien consolaba mi erecto miembro y después de un rato terminé por eyacular, calmando así un poco mis ansias carnales. Me dejé deslizar por mi espalda en la pared hasta que mis sentaderas llegaran al suelo, mi respiración era agitada y mi sudoración se hizo presente, mire a la nada y me dejé hundir en mis pensamientos -¿Qué diablos me estás haciendo Rick Grimes?
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Quise ser explicita en la parte donde se "jala el ganso" pero iba a perder la esencia de lo "express" que se suponía que tenia que ser xD
Un dato curioso aunado a esto y por lo cual me atreví a escribir esta escena de Daryl es que según allegados masculinos al llegar a un punto optimo en la excitación y si se ignora al nepe comienzan a doler los testículos XD los hombres sufren mucho (?) hey ajá
Dejando estos temas de lado mil gracias por sus lecturas, por sus votos y por su apoyo *--* en verdad el que alguien lea esta historia significa mucho para mí.
MIL GRACIAS! TuT <3