Enamorada de la competencia.

By GinnyOC

842K 21.7K 1.6K

Aria Weather es una de las cuatro integrantes de Free Style, la "banda femenina del momento". Harry Styles es... More

Enamorada de la competencia [EDITANDO]
Capítulo 1. "Despertador estropeado y no más escuela = Londres".
Capítulo 2. "Despedidas cursis".
Capítulo 3. "¡Hola Londres!".
Capítulo 4. "The X Factor".
Capítulo 5. "Audiciones".
Capítulo 6. "Bootcamp".
Capítulo 7. "Bootcamp 2".
Capítulo 8. "Judges' Houses".
Capítulo 9. "Living la vida loca".
Capítulo 10. "Maripofobia".
Capítulo 11. Show 1
Capítulo 12. "#Styleries".
Capitulo 13. "Señor Cowell".
Capítulo 14. "Adiós, The X Factor".
Capítulo 15. "Gran Final".
Capítulo 16. "Que Comience el Juego".
Capitulo 17. "Celular sidoso".
Capítulo 18. "Más celulares".
Capítulo 19. "Las Ventajas de ser Paul".
Capítulo 20. "Cosas en el estómago significa que no te gusta".
Capítulo 21. "Puede besar a la no-novia".
Capítulo 22. "Con los labios sonríes y con los labios... besas".
Capítulo 23. "Cínico e irritante es diferente".
Capítulo 24. "Tregua agradable".
Capítulo 25. "Telenovela mexicana".
Capítulo 26. "Amigos".
Capítulo 27. "Culos sexys".
Capítulo 28. "Trampas y vasos de agua".
Capítulo 29. "Sucio".
Capítulo 30 "Chiguagas y Bulldogs".
Capitulo 31. "Tenía miedo".
Edición.
Capítulo 33. "Te odio".
Respuesta a los comentarios
Capítulo 39
Respuesta a los comentarios
Capítulo 40
Capitulo 41
Respuesta a los comentarios
Capítulo 42 // "Muñeca de Porcelana"
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45 // La madre de Jared
Capítulo 46 // Misión Imosible 5: Infiltación en MidNight's
Capítulo 47 // Estoy embarazada
Capítulo 48 // La confianza da asco
Capítulo 49 // ¿cómo escapar de la realidad, leyendo sobre ella?
Capítulo 50
Capítulo 51 - " Eso solo pasa en las películas "
Capítulo 52 "¿Terminamos?"
Capítulo 52 [ Parte 2 ]
Capítulo 53 " Lo Prometo".
Capítulo 54 "Otra Loca Más".
Capítulo 55 "Fuego".
Capítulo 56 "Maldito Suéter".
Capítulo 57 " 21Night "
Capítulo 58 "¿Algo más de lo que desees hablar?"
Capítulo 59 "Teo Weather".
Último Capítulo / Anuncio
Capítulo 60 "Tenemos que hablar".
Epílogo: Madeleine Sankey.
Epílogo II : Aria Weather.
Agradecimientos
Subió de nivel
Little mix - Free Style
DERECHOS DEL AUTOR.

Capítulo 32. "Imánes".

12K 309 12
By GinnyOC

– Sí... ¡No! Expresso no, café cortado. No sé cómo le dicen aquí, señor ¿Caffecini cortadini?... Lo siento. ¡No!, no intento burlarme, señor... A ver, es un café al que le pones un poco de leche. Pero no demasiada. Sí, eso mismo... vale, gracias.

Me hubiera gustado darme la vuelta y seguir durmiendo, pero no podía ignorar el hecho de que Harry estaba pidiendo café. Un café cortado. La verdad es que él no es un gran fan del café, pero cuando bebe, lo prefiere solo.

Así que parpadeé un poco para acostumbrarme a la luz de la habitación. Me estiré perezosamente, y me di cuenta entonces de que mis brazos habían estado enrollados en torno a algo. Algo muy cálido y duro para ser una almohada. Abrí mis ojos de golpe.

– Buenos días –saludó Harry, sonriendo. Él estaba cómodamente sentado, apoyado en el respaldo de la cama, y yo estaba acostada y utilizándolo de almohada. Así que cuando desperté y vi hacia arriba, Harry fue lo primero que encontraron mis ojos.

– Hey, ¿pensé que no te gustaba demasiado el café? –fue lo primero que dije, frunciendo ligeramente el ceño. Él soltó una pequeña risa floja.

– No es para mí, es para ti. Iba a despertarte ahora. –pero entonces su expresión se tornó seria y preocupada– ¿Estás bien?

– Sí, ¿por qué no habría de...?

Pesadillas. Razón por la que Harry está aquí.

– Oh –dije, cuando recordé–, sí, fue solo una pesadilla extraña, y fuerte –negué con la cabeza, sentándome y apoyándome en el respaldo de la cama, justo como estaba Harry– La verdad es que hace años que no tenía una pesadilla así.

– ¿Solías tener pesadillas frecuentemente? –me preguntó, interesado.

– No, me refería a que las pesadillas que tengo suelen ser cosas estúpidas. Hace mucho que no tenía una pesadilla que se pudiera considerar realmente una pesadilla. –me reí, pero después volteé y lo pillé con sus ojos fijos en mí; tenía una pequeña sonrisa adornando su rostro, y no parecía preocupado de que le haya pillado mirándome– Gracias, Harry. Por quedarte.

– Oh, no es un problema. Me alegro de que no fuera nada grave –negó con la cabeza– Me preocupé cuando te escuché gritar.

– ¿Estaba gritando? –puse mis ojos en blanco.

– No estabas chillando como una posesa, cálmate –me dijo, y respiré– Pero estabas... sí, un poco alterada. Estabas llorando.

– Woow –miré al frente, a la pared, intentando recordar qué fue tan terrible para hacerme gritar y llorar.

El nombre vino a mi cabeza casi de inmediato y me tensé.

Teo.

– Lo siento, no quería despertarte –de nuevo pillé a Harry mirándome, probablemente preocupado–, pero no creo que vuelva a tener una pesadilla así. No es común. No voy a estar despertándote todas las noches –me reí.

– Aria, me importa un rábano despertarme o no –frunció el ceño–. De igual manera detesto dormir solo, no fue un gran sacrificio –se ríe.

Eso me puso seria a mí.

– O sea, ¿que sueles dormir con alguien? –pregunté, sonando más seria y acusadora de lo que pretendía. Pero antes de que pudiera arreglarlo, Harry contestó.

– ¡No, no! No me gusta dormir solo, pero suelo lidiar con eso –se rió. Y aunque no debería, volví a estar tranquila.

Ahora, ¿por qué pepinos me tiene que importar a mí que él...?

– Oh, debe ser el desayuno. Son rápidos –Harry se levantó de la cama cuando alguien tocó la puerta.

(...)

– Aria, eso no va a pasar –sentenció Harry, de brazos cruzados, negando con la cabeza.

– ¡Harry, va a ser divertido! He hecho esto millones de veces, te prometo que te va a gustar –apoyé mis manos en sus brazos y puse mi mejor imitación de la cara del gato con botas en Shrek. Pero Harry negó moviendo la cabeza– ¡Es sólo un caballo!

– Que no, Aria. Ya me he montado antes y siempre termina mal. No voy a hacer esto –negó rotundamente.

– Yo puedo acompañarte –se ofreció la instructora, con un intento de sonrisa seductora.

Supongo que debería marcar territorio, pero estamos hablando de una señora de casi sesenta años, con mucho pinta labios, y ropa muy ajustada. Nada de qué preocuparse.

De hecho, el preocupado parecía Harry. A mí me causaban gracia los movimientos que la señora intenta desde que llegamos y vio a Harry.

– No, no, voy a esperar aquí a mi NOVIA –no gritó la última palabra, pero estuvo cerca. Para no dejar dudas, Harry se situó detrás de mí y cruzó ambos brazos alrededor de mis hombros–. Amo tanto a esta chica, en serio. Jamás la cambiaría por nadie más en este mundo. Es la única en mi vida. La única. Sólo ella. Nadie más. Jamás.

– Creo que ya lo pilló –le susurré a Harry, con una sonrisa, intentando no echarme a reír y arruinar todo.

– Entonces esperemos a tu novia juntos –contestó la señora, sin dejar a un lado su sonrisa insinuante.

– Mi prometida. Vamos a casarnos, mañana. Estamos planeando tener un bebé.

– ¿Entonces vas conmigo o no? –le pregunté.

– No.

– No tienes que hacerlo –le dijo la señora. Harry cambió de opinión mágicamente.

– ¡Arre! ¿Dónde está el caballo? ¡Siempre he querido ser vaquero!

– ¡Yay! –celebré, quitándome los brazos de Harry de los hombros y subiendo al caballo que tenía diez minutos esperando.

– No vayas tan rápido –dijo Harry, subiendo detrás y envolviendo sus brazos alrededor de mi torso. Apoyó su mentón en mi hombro.

La familiaridad con la que apoyó su mentón en mi hombro y con la que sus brazos simplemente me envolvieron, me hizo sentir bien. Es estúpido, pero con ese gesto, entendí la confianza que se había formado entre nosotros.

– No te asustes –le dije, tomando las riendas–, será como ir en motocicleta.

– Jamás he ido en...

– ¡ARRE!

(...)

– Aquí tienes, guapo –dijo el encargado, dándonos los helados, guiñándole el ojo a Harry. Harry se ruborizó, cogiendo ambos conos de helado.

Oh, vamos. Esto es increíble. Harry es un imán, no sólo de féminas de cualquier edad, sino también de chicos. Esto es el colmo. No es justo.

– Eh, gracias. Vamos, cielo –me dijo, entregándome mi cono de helado.

Yo, en cambio, era un imán de miradas feas que recibía en el momento en que Harry daba a entender que estábamos juntos.

– Quizá deberías cortarte un poco tus puntas, chica. Están horribles –me dice. Abrí mi boca en una O, antes de sacar mis garras.

– Y tú la lengua, con suerte quizá podrías parecer menos desagradable.

– Uhhh... –soltaron los dos empleados detrás de él.

Estábamos en la "Heladería Roma", que quedaba al lado del hotel "Roma", en donde nos alojábamos, justo en el centro de la "Plaza Roma" (real, realmente espero que piensen los nombres de sus hijos un poco más).

Por otro lado, mientras tuvieran chocolate del bueno, el nombre daba igual.

– Está en el top 15 de los mejores helados de chocolate que he probado –sentencié, lamiendo de nuevo esta bendición de Zeus mientras tomábamos asientos.

– ¿Top 15? –rió– ¿Cuántos diferentes helados de chocolate has probado?

– Tengo dieciocho años viviendo, Harry.

– Disculpa –una chica tocó el hombro de Harry, llamando su atención (y la mía también) –, te has dejado esto –le entregó a Harry su celular.

– Oh, Jesús –Harry tomó su celular de inmediato, alarmado– Gracias, de verdad.

– No hay de qué –la chica sonrió. Yo me reí. ¿Harry olvidando algo? Siempre.

– Hablo en serio, gracias –Harry le dijo– No todos regresan un Iphone.

La chica se encogió de hombros.

– No pareces del tipo de chico que merece eso –le sonrió. Quizá fuesen imaginaciones mías, pero sentía que aquella chica me estaba ignorando a toda regla. O quizá simplemente está muy ocupada no apartando los ojos de Harry como para verme.

Sin embargo, solo sonreí. Da igual.

Sentí que Harry me miraba, así que me fijé en él. Pero su mirada cambió rápidamente a la otra chica.

– ¿Y cómo te llamas? –le preguntó Harry.

Arqueé una ceja.

– Kristen –sonrió aún más.

– Un hermoso nombre, perfectamente apropiado –comentó Harry.

Eh, ¿disculpa?

– ¿Eres de aquí? Manejas perfectamente el inglés –elogió Harry.

– No, soy de Texas –contestó ella.

– ¡Oh! Amo Texas –Harry exclamó, maravillado– ¿Quieres tomar asiento?

¿Qué?

– ¡Claro! –contestó, encantada, y estuvo a punto de sentarse encima de mí. Ella realmente no se había percatado de mi presencia. Así que fingí una gran tos– ¡Oh! Disculpa, ¡no te había visto!

– Pues compra gafas... –murmuré.

– ¿Eh?

– Que no pasa nada –sonreí.

– Lo siento tanto, ¿vienen juntos? No quiero incordiar –se apresuró a decir.

– De hecho... –comencé a decir.

– Sí, pero solo somos amigos –interrumpió Harry. Casi se me cae el helado.

– ¿No les molesta que me siente, entonces? –preguntó, mirándome a mí esta vez.

– Da igual, yo ya me iba –dije, levantándome, ganando una mirada confusa de Harry.

– ¿Adónde?

– Vi a un conocido, iba a saludarlo –mentí. Harry alzó una ceja, sin creerme.

– ¿Ah, sí? ¿y cuándo lo conociste?

– El otro día, cuando me besaste pero te dije que podíamos ser solo amigos. ¡Hasta luego!

Y me alejé de ahí, con una sonrisa de satisfacción. DAMN, había arrasado. Pero por supuesto, algo malo tenía que pasar.

Choqué con alguien.

– ¡Oh! ¡Demonios! Lo siento tanto –dije súper apenada, llevándome ambas manos a la boca.

– ¡Serás idio...! –el chico se calló cuando alzó la vista y me vio. Su reacción fue casi inmediata: formó una sonrisa confiada, se pasó la mano por el cabello, y me guiñó un ojo– No pasa nada, preciosa... ¿te conozco?

– No lo creo –negué, mientras en el fondo rezaba porque no me reconozca.

– No eres de por aquí, tienes suerte de que hable Inglés –dijo, acomodándose la chaqueta estilo fútbol americano– ¿Estás sola?

– Ahora mismo, sí –resoplé. Tonta Kristen. Tonto Harry.

– Mis amigos están por allá. ¿Vienes? –señaló una mesa a unos pocos metros, ocupada por cuatro chicos y dos chicas. Parecían ese grupo popular al que nunca me acercaría si estuviésemos en la escuela.

– Sí, ¿por qué no? –sonreí, quizá demasiado.

Los primeros cinco minutos fueron extraños. Cuando llegué a los diez minutos, estaba incómoda. A los quince minutos iba a pegarle un tiro a esa chica la próxima vez que suelte su risa chillona. Pero antes de llegar a los veinte minutos...

– Aria, hora de irnos –dijo Harry, situando ambas manos en el respaldo de mi silla, a punto de arrastrarla hacia atrás. Yo cambié mi cara de aburrimiento absoluto por una de diversión total.

– ¡¿Pero qué dices?! Estoy algo ocupada aquí, puedes seguir hablando con Kristen.

– Aria –dijo, serio–, ya nos vamos.

– ¿Aria? Creo que estás equivocado, amigo –le dije, y les dediqué una sonrisa a todos los desconocidos en la mesa– Como decía, estábamos Peeta y yo en el yate, cuando- ¡AH!

Harry no perdió tiempo: me levantó de la silla y me cargó encima de su hombro.

– ¡Eh, ella dijo que no-

– Tú mejor aléjate de mi novia antes de que te parta la cara –le dijo Harry, en el tono más agresivo que le había escuchado emplear jamás, y comenzó a andar hacia el hotel, que quedaba a menos de un minuto de distancia.

– ¡¿NOVIA?! ¡JÁ! –bufé.

Harry no contestó.

– ¡Si crees por un segundo que-

– Baja la voz, Aria. Pareces una loca gritando –me dijo. Yo abrí mi boca y mis ojos en tres grandes "O".

– ME ESTÁ SECUESTRANDO, ¡HOLA! ¡AYUDA! –grité– ¡ES UN PSICÓPATA SUELTO EN LAS CALLES DE ROMA INTENTANDO SECUESTRAR A UNA INDEFENSA CHICA! ¡¿AQUÍ NADIE HACE NADA?! Por eso cayó el Imperio Romano. ¡DE TODAS FORMAS PREFIERO GRECIA, JÁ!

Una vez en el hotel, Harry me bajó y yo me callé, pero él no me soltó. Siguió arrastrándome con él por la recepción hasta el ascensor. Decidí que le lanzaría el sermón de su vida una vez lleguemos a la habitación...

– ¡¿Qué demonios, Harry?! –grité, apenas Harry cerró la puesta de la habitación.

– ¡Eso es lo que te pregunto yo a ti! ¡¿Qué demonios?! ¡De un momento a otro te fuiste con una panda de gorilas que bien podrían ser criminales!

– ¡Sí, Harry, son terroristas adolescentes planeando su próximo atentado en una heladería! –chillé, bufando– ¡Además! ¡¿Que me fui de un momento a otro?! ¡No tienes derecho a reclamarme por eso!

– ¡Solo estaba siendo amable con ella!

– ¡¿AMABLE?! ¡Estabas ligando a toda regla! –le acusé.

– ¡Bueno, ¿y qué?!

– ¡¿Cómo que "y qué"?! –me crucé de brazos– ¡No puedes hacer eso!

– ¡¿Quién lo dice?! –se cruzó de brazos.

– ¡Estamos saliendo, Harry!

Él alzó una ceja, sacando una sonrisa triunfante.

Oh.

– ¡Para los ojos de todo el mundo, estamos saliendo! –sí, eso está mejor– ¡No puedes ponerte a ligar con la primera chica que se te aparece!

– ¡Y tú no puedes salir con una manada de imbéciles, tampoco!

– ¡Oh, pero si tú parecías muy a gusto con...! ¿Cómo era? ¡Kristen! "¡Me encanta Texas! ¡Oh, ¿quieres sentarte?!" –imité a Harry con su voz ronca y su acento aún más marcado que el mío.

– ¡Quería ponerte celosa!




Continue Reading

You'll Also Like

93.2K 8.6K 46
Típico título, los protagonistas son comunes, el popular, ella invisible, hay un amor inalcanzable, quizás un problema o varios, ¿Quién sabe?. Una hi...
297K 20.2K 93
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
390K 35.8K 67
Freen, una CEO de renombre, se ve atrapada en una red de decisiones impuestas por su familia. Obligada a casarse con Rebecca, una joven que llegó a s...
147K 11.6K 50
¿Qué harías si tuvieras en tus manos un objeto misterioso que todos codician? ¿Qué harías si descubres que tu relación con ese objeto es más estrecha...