Capítulo 48 // La confianza da asco

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Capítulo 48


La confianza da asco.




Kathie y Dannia, que estaban bebiendo, escupieron sus bebidas. Sussan, mi madre, mi tía y Ruth estaban tosiendo como locas. Mi papá estaba pálido, y el tenedor que se encontraba en su mano, había rebotado al suelo. Mi tía Ellie abrió los ojos como platos.

-¡¿QUÉ?!- gritó Harry tosiendo.

-no puede ser- dijo mi mamá.

-no puede ser- repitió Gabrielle- ¡no puede ser que le hayan creído!- entonces empezó a reírse como loca.

-¡estás loca!, ¡¿cómo vas a bromear con eso?!- me regañó Kathie. Dannia empezó a reírse.


-¡¿cómo no se me ocurrió antes?!- le dijo a Zayn, y ambos empezaron a reír-¡Dios, hiciste que derramara mi bebida!- me dijo.

-¡yo estaba por empezar a regañarlos a los dos!- dijo mi tía Isabel.

-¡tonta!- dijo mi mamá carcajeando.

DING DONG

-yo abriré- dije, y me levanté aún riendo.

-te acompaño- me dijo Harry. Salimos de la cocina.

-¿viste la cara de tu papá?- me preguntó riendo.

-¿viste como Dannia y Kathie escupieron?, ¡fue como en la televisión!- carcajeé. Abrí la puerta y...

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!- Chriss se me abalanzó, haciendo que pierda el equilibrio, y que por poco caiga.

-¡Chriss!, ¡gracias!- le dije. Luego se acercó Amy.

-Feliz cumpleaños loca- me dijo sonriendo, y me abrazó.

-Feliz cumpleaños Amy... Alto, tu no cumples años- corregí. Ella se rió.

-creo que eso ya lo sabía.

-¡hey! Feliz cumpleaños Aria- me dijo Drake. Hicimos nuestro típico saludo de chocar las manos, y luego los puños. Después de eso me abrazó.

-gracias Drake.- Jared se acercó a mí y me abrazo. Debido a su fuerza, y a que como quince centímetros más alto que yo, mis pies dejaron de tocar el suelo por unos segundos.

-Feliz cumpleaños, hermosa- me dijo.

-Gracias Jared- le sonreí cuando volví a estar en superficie terrestre.

Me volteé para caminar hacia la cocina de nuevo, pero sentí un frío tacto rodearme el cuello. Por un momento tuve la pequeña esperanza de que al fin conocería a un vampiro. Pero no.

Al bajar mi vista a mi pecho, vi una pequeña cadenita, con un colgante de guitarra de oro.

Con mi mano lo tome, y lo aprecie mejor. Era bellísimo. La guitarra tenía escrita la palabra "MUSIC".

-Jared, no debiste...- murmuré sin quitar la vista del colgante. Una sonrisa apareció en mis labios.

-por supuesto que sí- me contradijo.- ¿te gusta?

-es preciosa- le dije, viéndolo al fin. Escuché "Somebody to love" de Queen desde el sofá. << ¿qué hace mi celular en el sofá? >> pensé.

Me acerqué y decía: "llamada entrante de: Harry el guapo amor de mi vida".

-¿Harry me estás llamando?- le pregunté. Al verlo, tenía ambas manos detrás de la espalda, escondidas.

-¿qué?- preguntó mal actuando- ¡oh! Debió de ser un accidente.

Se acercó a mi, rodeó mi cintura con sus brazos, y observó a Jared.

-disculpa, pero, ¿podrías dejarme un momento a solas con MI NOVIA?- le habló a Jared.

-claro - dijo Jared, aunque no se notaba especialmente feliz que digamos.

-entonces...- me dijo Harry cuando Jared abandonó el lugar.

-eso no fue nada amable- le acusé.

-lo siento- me sonrió. Yo estaba más que segura, de que ese lo siento no llevaba nada de sinceridad, por lo que enarqué una ceja- bueno, no, no lo siento- admitió.

-pero fue algo astuto lo del celular- le dije.

-lo sé- dijo obvio, y me sonrió creído.

-no te lo tomes muy a pecho- le dije.

-¿acaso no fue astuto?- me preguntó divertido, y ahora era él, el que enarcaba una ceja. Me acercó más a él (suponiendo que sea posible), y dejó su rostro a pocos milímetros del mío.

-puedo hacer cosas más astutas- me encogí de hombros y le regalé una media sonrisa. La verdad, no estaba mintiendo, ¡yo me había infiltrado en una discoteca por ductos de ventilación solo para observarlo, y el aún no tenía la menor idea de eso!
OBSERVARLO SIN QUE EL ESTÉ PERCATADO DE ELLO no es espiar, avisado.

-¿como qué?- subió ambas cejas divertido.

-¿enserio vas a preguntarme eso, Harry?, ¿de verdad?- le pregunté.

-mejor no- se retractó- no sé tu, pero yo quería llegar a un beso, así que...- Harry era algo torpe a veces, ¿acaso me pide permiso para besarme?

-cállate y be...- sus labios se posaron en los míos, por lo que no completé mi frase. Le hice caricias en el cabello con mis dedos, y sentí que se estremeció. Ése era algo así como su "punto débil". El sonido del timbre hice que nos sobresaltemos, y nos separamos de golpe- iré a abrir.

Caminé hasta la puerta, la abrí y estaban Louis peleando con Niall, y Zayn con Liam viéndolos.

-¡que no!, ¡no le regalaremos pollo!- le dijo Louis.

-¡tampoco le regalaremos zanahorias!- le contestó Niall.

-¡si! Zanahorias con chocolate, ella ama el chocolate- dijo Louis triunfante.

-¡le podemos poner chocolate al pollo!- le dijo Niall.

-¡no sabría igual!

-¿y si sólo me regalan chocolate?- les sugerí.

-no tendría sabor a zanahorias, y no sería delicio... ¡Aria!- reaccionó Louis. Liam golpeó su frente con la palma de su mano, y negó con la cabeza- ¡feliz cumpleaños!- me dijo. Se acercó y me abrazó, me zarandeó, y me soltó. Antes de alejarse, me quitó la liga para el cabello que traía en mi muñeca, me puso todo el cabello arriba, y me hizo algún moño extraño. Louis es Louis, y fin del cuento.

-Feliz cumpleaños, y disculpa a este loco- dijo Liam abrazándome.

-¡Happy Birthday!- me dijo Zayn, antes de darme un abrazo.

-Aria, dime, ¿verdad que te gustaría el pollo con chocolate?- me preguntó Niall.

-eh...

-¡no! Aria, él es un duende malvado, ¡di que te gustan las zanahorias con chocolate!- me dijo Louis.

-bue...

-¡NO! El pollo- contradijo Niall, interrumpiéndome- ¿verdad que te gusta el pollo?- me miró a los ojos haciendo puchero. ¡Se veía tan tierno! Era como un pequeño niño de seis años, queriendo que le regalen una paleta. O un pollo, en el caso de Niall.

-¡no la mires así, eso es manipulación!- protestó Louis. Entonces se acercó y me miró de la misma manera- ¿verdad que prefieres la zanahoria con chocolate?- me preguntó Louis. Genial, ahora tenía dos niños de seis años, manipulándome. Solo conocía a una persona capaz de controlar a los chicos.

-¡LIAM TUS HIJOS ESTÁN MANIPULÁNDOME!- grité.

-niños, dejen de manipular a Aria- les dijo serio. Les dio una mirada retadora.

-si papi- dijeron. Bajaron la cabeza, como niños regañados, y se fueron a la cocina.

-vamos- dije riendo. Los chicos caminaron al comedor. Yo lo iba a seguir, pero un par de manos en mi cintura me detuvieron.

-¿no estábamos en algo?- me susurró Harry al oído. Produjo que me entrara un cosquilleo, ¡siempre me ha dado cosquillas el que me susurren al oído!

-si- me volteé para encararlo- estábamos desayunando, antes de que tocaran el timbre- le dije sonriendo burlona.

-mhh...- susurró sobre mis labios, chocando su exquisito aliento a menta con mi rostro..

-y mis padres están por allá...- murmuré.

-mhhm...- volvió a susurrar con los párpados cerrados.

-y no me estás escuchando, eres un tonto, que no me quiere besar, y quiere regresar al comedor, ¿cierto?- le pregunté.

-mhhm...- murmuró, y sus labios estaban a punto de tocar los míos.

-genial, entonces vamos- me alejé, y comencé a caminar.

-¡hey!, ¿qué paso?- me preguntó confundido.

-acabas de afirmar que eres un tonto, que no me quieres besar, y que quieres regresar al comedor- sonreí satisfecha- así que Hora camina, tonto no besador que quiere regresar al comedor.

-¿cuándo rayos afirme eso?- me preguntó. Me acerqué y quedé detrás de él.

-justo ahora, muévete- empecé a empujarlo, con ambas manos en sus hombros.

-no quiero, quiero besarte- se dio vuelta, y me robó un pequeño beso.

-lo acabas de hacer, ahora muévete- dije empujándolo. El me miraba fijamente a los ojos, divertido, y caminaba de espaldas. Ya saben, porque yo lo empujaba, y el estaba de frente a mí, así que estaba caminando de espaldas. La gran cabezota con rizos de Harry no me dejó ver, hice que él chocara con una pared, y justo al lado, había un cuadro, que por el golpe, se cayo, provocando un "PUM".

-oh que ruda- dijo él.

-lástima... Me gustaba ese cuadro- dije.- bueno, camina.

Se volteó y camino por delante mío. Yo le di un golpe en el trasero con mi pie, es decir, una patada. El giró su cabeza, y me sacó la lengua.

-Y después yo soy la inmadura- dije cuando entrábamos en el comedor.

-por supuesto que eres inmadura- dijo Kathie- y yo también lo soy. Todas lo somos, ¡viva la inmadurez!

-¡eso es!- dijo Niall.

-¡así se habla!- apoyo Louis.

-oh, gracias, gracias- dijo Kathie secándose una lágrima imaginaria.




Hoy era viernes. El lunes comenzaba todo de nuevo. Y con todo, me refiero a el programa. El sábado cantaríamos Cannonball, y el domingo nos mudaríamos a la casa del programa, para comenzar con las preparaciones para los Shows en Vivo. Free Style de vuelta a The X Factor... Solo tenemos que ser como somos, ser quienes somos.

Todo el día estuvimos en el departamento. Mis padres hablaban con mi tía Ellie, ella y Gabrielle lamentablemente solo se quedaban mañana en Londres, luego regresarían a

En cambio mi tía Isabel estaba jugando Play Station con nosotros. Nos turnábamos, ya que solo teníamos cuatro controles.

Lo que nadie se imaginaba, era que mi tía Isabel estuviera ganándonos a todos en un juego que constaba en bailar, siguiendo los pasos que te indicaban.

En el juego se encontraba una canción de nosotras, "Wings". Pero el baile no era tan fácil, créanme.

-¿quién sigue?- preguntó mi tía Isabel, sonriendo complacida de que nadie la haya vencido.

-yo intentaré- dije levantándome del sofá, y soltando el torso de Harry (estaba abrazada a él).

-¡uhhh, eso se pone bueno!- dijo Sussan.

-¿qué canción?- me preguntó mi tía.

-eh... - comencé a ver las canciones que habían, y conseguí una de danza árabe- ¡esa!

-¡venga!- exclamó mi tía.

Les resumiré lo ocurrido: mi tía no me venció en danza árabe, pero no por que yo sea buena, si no porque ella era un poquito peor que yo. Y eso, enserio era difícil, ¡menos mal que no tengo que bailar danza árabe en alguna presentación! Tengan por seguro que si eso pasa, el resultado no sería lindo.



...




-Gabrielle, me encantaría ir al cine contigo, pero va a ser un problemón- le dije triste- me van a reconocer, y vamos a tener que correr, y...

-¡alto! Eso ya lo sabía- dijo obvia- pero tengo un plan- sonrió ampliamente.

-¿qué?- pregunté ansiosa.

-te pondré una peluca rubia, te pondrás lentes y...

-oye, oye, oye- la interrumpí- ¿peluca?

-sí, cabello falso, y...

-¿rubia?

-¡QUE SI!

-interesante...- murmuré. No me había imaginado a mi de rubia. De pequeña quería ser rubia, pero solo porque había una película de muñequitas, donde una era rubia, y jugaba con Gabrielle a que yo era la rubia, y ella era la castaña.

-bueno... ¡HAY QUE PONERTE LA PELUCA! Ds rubia y SIN rizos. Quedarás irreconocible.

-¡per-fect! Comencemos, ¿¡donde está Cinna!?- pregunté divertida.

-aquí estoy, recuerda que si se me permitiera apostar- colocó una mano dramáticamente en mi hombro- apostaría por ti.

-apostemos a que me veo sexy de rubia, ahora ¡VAMOS!






Decidí que me vestiría de algo Hippie: shorts de jean, blusa floreada, una bandana, lentes falsos, y ¡YA!

Aunque, por supuesto, no podemos dejar a un lado mis converses negros.

Luego de una hora, era una rubia hippie de cabello lacio, llamada Pancha.





-¡hola! Soy Pancha- saludé sonriente a un transeúnte del centro comercial.

-yo me llamo Apocalipsis Raymunda- dijo Gabrielle.

Las personas simplemente nos veían confundidas, o con el ceño fruncido, y seguían su camino. No, de hecho, nosotras seguíamos nuestro camino, sin mirar atrás.

-¡FELICES JUEGOS DEL HAMBRE!- gritamos juntas a todo pulmón. Como el centro comercial era cerrado, se escuchó el eco. Todas, absolutamente todas las personas voltearon a vernos.

¿Cómo era esto? Genial, absolutamente genial. Así de simple.

-oye, creo que ya deberíamos ir al cine, la película comienza en media hora- me dijo.

-¿qué estamos esperando?

Caminamos hasta el cine que quedaba en el centro comercial, íbamos haciendo comentarios sobre Los Juegos del Hambre (sí, lo sé, somos unas locas psicópatas obsesionadas), carcajeando fuertemente, y...

-disculpen, señoritas- nos dijo un señor alto, con bigote, vestido de ... Oh, oh, un guardia de seguridad- les pedimos que por favor dejen de alterar el orden público. Está prohibido gritar o formar alborotos en este centro comer...

-¿tiene un bigote falso?- preguntó Gabrielle. Observé detalladamente su bigote, y, además de moverse al hablar, creo que sí parecía falso.

-yo creo que sí- le dije a Gabrielle.

-¿qué? No, mi bigote no es falso- dijo el oficial.

-¡sí lo es! Mire, se ve claramente falso. No tiene por qué avergonzarse, muchos tienen problemas hormonales, si no le crece el bigote...

-¡no tengo problemas hormonales!- dijo el guardia interrumpiendo a Gabrielle.

-¡señor! Por favor cálmese, no altere el orden público, está totalmente prohibido gritar o formar alborotos en este centro comercial. Me lo dijo mi tía Petunia, que por cierto, ella también tenía problemas hormonales- le dije.

-¡YO NO TENGO PROBLEMAS HORMONALES!, ¡USTEDES TIENEN PROBLEMAS, PERO EN LA CABEZA!- nos gritó frustrado.

-¡¿Y QUÉ SI ES ASÍ?!- le preguntó Gabrielle.

-¡¿ACASO TIENE ALGO EN CONTRA DE LAS PERSONAS CON PROBLEMAS?!- le pregunté "furiosa".

-¡INSENSIBLE!- le gritó Gabrielle.

-¡MASOQUISTA!- le grité yo.

-¿Masoquista?- preguntó Gabrielle.

-pues, si él tiene problemas hormonales, y tiene cosas en contra de las personas con problemas...- expliqué yo.

-¡QUE NO TENGO PROBLEMAS!

-¡obviamente tiene problemas hormonales y de autocontrol!, tiene que aprender a controlarse, señor- le dijo Gabrielle.

-¿sabe? Usted es un ejemplo para la sociedad, debería asumir que tiene problemas, como todo el mundo. Si tiene problemas hormonales, problemas de autocontrol, y problemas de incontinencia, debe de decirle al mundo con la frente en alto...- le dije yo.

-¡¿DE INCONTINENCIA?!- muchas personas se acercaron.

-significa que se hace pipí- le dijo Gabrielle- tranquilo, no tiene de que avergonzarse.

-¡LOCAS!- gritó el oficial.

-SEÑORES Y SEÑORAS- gritó Gabrielle, muchos empezaron a rodearnos- ¡Este hombre aquí presente, tiene problemas hormonales, de autocontrol, y se hace pipí!

-¡ESO NO ES CIERTO!- gritó el oficial.

-obviamente, también tiene problemas con usted mismo. ¡Usted debe de aceptarse como es, señor oficial, dígale al mundo con la frente en alto que no le crece el bigote y se hace pipí!- le dije.

-¡PERO...!

-¡un aplauso para el hombre!- gritó Gabrielle. Las personas comenzamos a aplaudir, algunas conmovidas por los problemas del hombre.

Gabrielle y yo nos escabullimos entre las personas, y salimos del alboroto. Empezamos a reír, y nos fuimos a caminar por ahí, hasta que...

-Si, señor Styles, no se preocupe, Free Style no ganará The X Factor- dice la voz de Mackenzzie Doroth.

-yo les informaré de cada cosa que pase, Dannia y Kathie también se encargaran de sacarle información a Aria.- dijo la voz femenina que menos llegué a pensar que iba a escuchar.

Giro sobre mis talones, para encontrarme con la mismísima Sussan, acompañada de Harry. Ambos hablando con Mackenzzie y Graham.

Y todas las piezas encajaron. Ahora entendí por qué se encontraban en MidNight's esa noche. Ahora entendí por qué los hermanos Doroth hablaron con Bernard justo después de que Harry y Sussan salieran del club. Ahora entendí todo.

Pero lo que nunca me llegué a imaginar, era que Sussan, Dannia y Kathie, estaban en mi contra.

La confianza da asco.









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FUCK SHIT JODER ! NO ME LA CREO ! Yo lo escribí, pero aún así NO ME LO CREO ! TRAIDORES DE SANGRE, RATAS DE DOS PATAS, MISERABLES ANIMALES RASTREROS.


¿Cómo pudieron? ¡Aria confiaba en ustedes!

Enamorada de la competencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora