Había un niño.
Había un niño, una chica y una mujer.
"Aria Weather"
"¡Aria!"
Tenía miedo, estaba asustada, pero no por mí.
"¡Aria!"
Teo.
"Aria Weather"
No.
"¡NO!"
Teo.
"¡Aria!"
No.
– ¡Aria!
Me desperté asustada, jadeando, sin saber si mirar a la izquierda, a la derecha, a ambos lados o a ninguno.
– ¡Aria, estoy aquí!
Al frente. Harry estaba al frente.
– Harry –susurré.
– Estoy aquí –dijo, intentando tranquilizarme. Sus dos manos estaban en mis mejillas–, estoy aquí.
Coloqué mis manos sobre las suyas y las aparté de mis mejillas, pero no las solté. Al contrario, las apreté.
– Tenía miedo.
– Fue solo un sueño.
Asentí, manteniendo mi mirada en sus ojos. Tomé un gran respiro.
Entonces recordé a Teo, y no pude evitarlo. Llevé una mano a mi boca, apretando mis labios y cerrando mis ojos lo más fuerte que podía, porque no quería llorar ahora.
– Hey, todo está bien ahora –escuché decir a Harry, pero negué.
– Tenía miedo –repetí, en un hilo de voz. Un poco más, sólo un poco más, y me echaría a llorar.
– Pero ya pasó –apretó mi mano, y apartó los cabellos de mi cara con su mano libre–, estoy aquí ahora.
Asentí, pero justo como no quería, me eché a llorar.
Harry me abrazó, fuerte, muy fuerte.
Lo único que recuerdo antes de caer dormida, es a Harry abrazándome fuerte mientras yo lloraba.