Al notar la hora que es, comienzo a juntar rápidamente mis cosas para ir al colegio, estoy llegando tarde, como de costumbre.
Lo que sucede es que al terminar de hacer mis tareas diarias de la mañana, me pongo a ver fotos y videos de Agustín Casanova, y prácticamente el tiempo se me pasa volando, cuando me doy cuenta ya es tarde para llegar en hora a mis clases.
Al entrar al instituto, ruego para mis adentros no cruzarme a ninguna autoridad del colegio, pero con la suerte que manejo siempre, el hecho de rogar eso no funciono en nada, ya que al doblar en uno de los pasillos me choco con la subdirectora.
Ella es una de las personas que menos soporto en este lugar, siempre que me ve me recalca que "no soy buena para nada", o que "le sorprende que aún siga en este colegio con lo impertinente que soy", para ella siempre voy a ser la oveja negra de todo el rebaño.
- Srta. Pereyra estás no son horas de llegar al instituto.
Siempre tengo tantas ganas de contestarle de una manera bastante mala, pero soporto esas ganas ya que no quiero tener problemas luego.
- Perdón es que... Perdón.- respondí intentando no mirarla a los ojos.
- Está vez la voy a dejar concurrir a sus clases, pero la próxima vez que llegue a estas horas no se lo voy a permitir.
Comencé a caminar nuevamente en dirección a mi aula de clases, la materia que tenía ahora era música.
La profesora siempre me critica por el hecho de escuchar Marama y Rombai, siempre que tiene la oportunidad hace un comentario de mal gusto sobre ellos lo hace sin problemas, y creo que hasta disfruta de observarme intentar guardar la ira e impotencia que eso me genera.
Entre repentinamente al salón sin tocar la puerta acompañando de un "permiso" el cuál me obligó a decir, y me senté el mi respectivo lugar de siempre
- ¿Por que llega a esta hora?, ¿Usted no se da cuenta de que hace mas de media hora estamos a clase?
- Si, y perdón.- respondí de mala manera.
- Para la próxima no la dejare entrar... Prosigamos viendo el video.
Reanuda un video que habla sobre la historia de la música clásica, ¿y pretende que soy yo rara?
No existe un profesor que me trate bien en este lugar, todos siempre tienen algún pretexto para recalcarme que lo que hago está todo mal, al más mínimo error me tratan de "inservible", todo esto es solo conmigo, si otro alumno hace exactamente lo mismo que yo, no sucede nada.
- Como pudrieron apreciar, todo eso es un claro ejemplo de lo que es verdaderamente la música, usan distintos instrumentos, y la letra y el ritmo siempre van variando en cada canción, no como la música de ahora que solamente usan la misma base y repiten la misma letra.
- Como Márama.- dice uno de los chicos del fondo.
Es sorprendente la manera en la que estoy soportando todo esto, me da bastante impotencia que todos siempre sean así.
- Exactamente Correa.- le sonríe la profesora.- Eso es un claro ejemplo de personas vagas que no saben hacer música...
- ¡Basta!, ¡¿Que necesidad tiene de decir esas cosas cada 5 segundos sobre ellos?!, Ya me imagino porque usted es así, seguramente es pura envidia de que ellos pudieron cumplir el sueño frustrado que nunca va a lograr usted, ¡¿que tiene de malo si tengo gustos diferentes a todos los anormales qué hay en este colegio?!, ¿que tiene de malo si me gusta Márama?- grite levantándome de mi lugar.
Siento como mis mejillas están ardiendo, la furia que siento dentro es muy difícil de explicar, aunque el hecho de haber dicho esas cosas me calmo un poco, aún sigue habiendo mucha ira dentro de mi que espera ansiosamente por salir.
- ¡En este instante se va directo a la oficina del director!, ¡¿Quien se cree que es para hablarle así a una autoridad del colegio?!, ¡Usted es una niña muy impertinente!- gritó mientras señalaba la puerta del salón.
Tome mis cosas y salí hecha una furia del lugar, ya no voy a dejar que sean así conmigo.