➡Ship: Larry
➡Advertencia: Smut
// —One Direction - Perfect //
Narra Louis
No podía decir que estaba feliz en ese momento; mi madre me había arrastrado en uno de sus viajes de trabajo, y aunque al principio me pareció divertido, descubrí que era todo lo contrario cuando me dejó por hablar con sus compañeros. Debí de haber visto esto venir, pero estaba tan cegado por la idea de dejar la casa para conocer New York.
Creía que todo sería diversión, pero la realidad era que ni siquiera podía salir del hotel sin mi madre, eso me lo había aclarado minutos antes de subir al avión, sabiendo que no me podría arrepentir allí.
Y aunque llevaba sólo cinco minutos en New York, ya quería regresar a casa. Pero eso no sería posible. Estaba atrapado aquí los próximos dos meses.
Sin más remedio que aguantar estar allí el resto de mis vacaciones de verano, tomé la llave de la habitación de hotel que mi madre había pedido para mí e ignorándola tomé el elevador.
No iba prestando mucha atención a mi alrededor, y sólo tenía un objetivo en mente; dormir el resto del día. Pero cuando abrí la puerta de la habitación, esperaba ver un aburrido cuarto de hotel con una sola cama y una vista hacia la calle, pero con lo que me encontré fue una chica bailando con sólo su ropa interior en medio del lugar.
Su largo cabello ondulado se balanceaba de un lado a otro mientras movía sus caderas al ritmo de la música que salía del celular que llevaba en sus manos. Debía admitir que me impresionaba lo alta que era, pero eso dejó de impresionarme en cuando me centré en su trasero. Sabía que debía avisarle que estaba en la habitación equivocada, pero no podía hacer algo más que verla bailar.
En ese momento no me importó que hubiese una chica semidesnuda en mi habitación, pero sí que lo hizo cuando se dio la vuelta y vi que en realidad había estado viendo a un hombre todo ese tiempo.
No pude reaccionar, y al parecer él tampoco, porque nos quedamos viendo durante varios segundos hasta que él por fin se movió.
—¡Mierda! —chilló, tratando de cubrirse con las sábanas, pero desafortunadamente ya había visto todo.
Siempre había sentido atracción hacia las mujeres, pero ese chico en verdad me hacía dudar, y eso hacía que estuviera más confundido que en toda mi vida. Sabía que no había nada de malo si me gustara otro hombre, pero en ese momento no podía evitar sentirme avergonzado por sentirme tan atraído hacia aquel chico.
Pasó una eternidad hasta que por fin pude reaccionar, aunque sólo lo había hecho porque me había aventado una almohada en la cara. Mi primera reacción fue enojarme, pero en cuanto me di cuenta de que el chico aún seguía semidesnudo frente a mí, ésta pasó a ser de confusión. ¿Por qué no se había vestido aún?
—¿¡No piensas salir!? —gritó, y fue cuando me di cuenta que seguía parado frente a la puerta. No pude decir nada, y simplemente lo obedecí.
Pareció una eternidad hasta que él volvió a abrir la puerta, y al menos ahora ya estaba vestido. Dejando a un lado el hecho de que había visto a un chico semidesnudo, la verdadera pregunta era qué mierda hacía en mi habitación.
—Uh... ¿puedo saber cómo entraste a mi cuarto? —preguntó, y no pude evitar fruncir el ceño, porque en realidad había sido al revés.
—Te equivocas, esa en mí habitación —dije, recalcando la antepenúltima palabra.
El chico negó con la cabeza, y cuando estaba a punto de empezar a discutir con él, lo pensé dos veces y preferí demostrarle que él se equivocaba en lugar de gastar mis palabras.
Lo pasé de largo y tomé el elevador con él siguiéndome, y en cuanto llegamos al lobby, le dije a la recepcionista lo que había pasado para que revisara las reservaciones.
—En serio lo siento mucho, pero como el señor Styles renovó su reservación después del tiempo dado, la habitación apareció desocupada en el sistema —explicó, pero a mí no me importaba una mierda. Yo lo único que quería era una maldita solución, y pareció entenderlo—. Me temo que tendrán que compartir el cuarto porque no hay ninguna otra disponible, en verdad lo sentimos mucho y...
No quise escuchar nada más y decidí simplemente ignorar todo y dirigirme a la habitación que estaría compartiendo con él, pero me detuve en cuanto sentí como alguien golpeaba ligeramente mi hombro. Era el mismo chico con el que viviría durante todo el verano.
—Uh, ya que estaremos juntos, mi nombre es... —empezó, pero sinceramente no me importaba nada de lo que dijera,
—No me importa saber nada de ti, idiota —interrumpí, y no mentía. Lo único que quería era que él desapareciera de mi vista, pero al parecer eso era mucho pedir.
—Pero yo sólo...
—¿No tienes un lugar dónde estar o alguien más a quien molestar? —pregunté, y eso pareció bajar su ánimo por completo.
Él se limitó a negar antes de caminar lejos, y por un momento me pareció escuchar un pequeño sollozo suyo, pero decidí ignorarlo.
Sabía que había sido grosero, pero no me importa. Porque a pesar de que quería enojarme con él, no es como si hubiera planeado esto, pero tenía que desquitarme con alguien.
Sólo por un maldito error tendría que compartir mi habitación con un extraño por todo el tiempo que estuviera aquí, ¿qué acaso mi vida no podía ser peor?
[...]
Justo cuando creí que era imposible que algo más me saliera mal, lo hizo. Todo iba bien, porque ambos simplemente nos ignorábamos, pero en un segundo todo empeoró.
Yo sólo iba a tomar una ducha después de haber estado todo el día recorriendo el hotel, pero en cuanto abrí la puerta del baño estaba aquel chico completamente desnudo. Y aunque no era una mala vista, no pude evitar salir corriendo de allí.
Traté de decirme que no tenía que sentirme avergonzado de nada, porque sólo había sido un accidente, pero no podía dejar de querer que la tierra me tragara. Y ese sentimiento creció en cuanto él salió del baño.
—Uh, ya que has visto más de mí que nadie, creo que deberías saber mi nombre. Soy Harry —dijo, y no pude evitar sonrojarme, pero al menos pude dejar a un lado la vergüenza y decirle mi nombre.
Esa no fue la última vez que lo vi desnudo, aunque si la última por accidente.
[...]
No sabía cómo ni cuándo había pasado, pero nuestras pequeñas platicas se habían convertido en días enteros hablando y después en citas. Y debía admitir que todo se sentía tan irreal.
—¿Es demasiado pronto para decir que me gustas? —murmuré, acariciando su cabello.
Ambos nos encontrábamos acostados en la cama, sin hacer nada más que hablar ya que éramos demasiado perezosos como para salir de la habitación.
—No... de hecho, ¿quieres ser mi novio? —preguntó, y no pude evitar mirarlo sorprendido. ¿En verdad quería tener una relación conmigo? Debía de estar soñando.
No pude responder, pero en lugar de contestarle con palabras, me limité a besarlo.
Tal vez haber venido no había sido una mala idea después de todo.
[...]
Todo iba tan perfecto, demasiado para ser real. Pero el único problema era que ambos éramos sólo dos adolescentes con las hormonas alborotadas y durmiendo juntos en una habitación. Era obvio que algo pasaría con el tiempo. Aunque fue mucho antes de lo que imaginaba.
Todo había empezado con simples besos inocentes, pero terminaron siendo mucho más que eso. No recordaba en qué momento había pasado, pero ahora ninguno de los dos tenía ropa y podía sentir su erección rozando con la mía.
Cada centímetro de su piel era tan suave y firme, que no pude evitar besarla por completo. Pude sentir como su cuerpo temblaba mientras mordía y lamía sus muslos, y eso sólo hacía que fuera más allá. Separé sus mejillas para tener un completo acceso a su entrada, y en cuanto la vi, rosada y palpitando por atención, no pude evitar dejar un pequeño beso húmedo en ella, haciendo que Harry soltara un fuerte gemido.
Seguí metiendo y sacando mi lengua de su interior, llenándolo con mi lengua y dedos, y cuando creí que era suficiente, saqué mi cabeza de entre sus piernas para empezar a besar su cuello.
Presioné la punta de mi pene contra su entrada, pero antes de seguir lo miré, buscando cualquier indicio de que se arrepintiera de esto, pero en lugar de eso asintió, y eso fue suficiente para mí.
Comencé a adentrarme en él lentamente, teniendo miedo de lastimarlo, aunque de todas formas lo estaba haciendo. Podía ver como varias lágrimas se escapan de sus ojos mientras apretaba las sabanas en sus puños, y traté de calmarlo acariciando su cintura.
—Shh, relájate, bebé —susurré en su oído.
Pude sentir como su cuerpo se relajaba poco a poco, pero aún tenía una expresión de dolor en el rostro.
Harry era tan estrecho que tenía que usar todas mis fuerzas para no empezar a moverme dentro de él. Y parecieron años hasta que dijo que podía moverme.
Cuando comencé a hacerlo, sentí el mayor placer de mi vida al sentir sus paredes apretarse contra mí, haciendo querer venirme en ese momento, aunque no era mi culpa; era la primera vez que hacía esto y por ende nunca había sentido algo como eso.
Seguí saliendo y entrando de él, sintiendo como enterraba sus uñas en mi espalda mientras gemía mi nombre.
No quería que ese momento acabara nunca, pero la realidad era que sólo había tomado un par de minutos para que lo hiciera, aunque realmente no importaba, porque cada segundo había sido perfecto.
—¿Es muy pronto para decir que me estoy enamorando de ti? —murmuró, recostando su cabeza en mi pecho.
—No. No lo es, porque yo también lo estoy haciendo —admití.
Y aunque él sonrió para después besarme, desearía que mis palabras fueran mentira. Pero no lo eran. En verdad estaba empezando a quererlo y eso me aterraba.
[...]
Era extraño como antes lo más que quería era volver a casa, pero ahora la idea de dejar este hotel me aterraba, porque eso significaba también dejar a Harry. Y aunque llevábamos poco tiempo juntos, sentía como si él fuera una parte importante en mi vida.
Sabía que no debía de haberme encariñado tanto con él cuando me iría pronto, siendo específico, ese mismo día. Pero no podía hacer nada; Harry era tan perfecto que sería un idiota si no me enamoraba de él.
Nunca me había sentido tan cerca a alguien en mi vida, y la idea de dejarlo rompía mi corazón. Me negaba a creer que después de esto nunca lo volvería a ver, porque en verdad veía un futuro junto a él.
—¿A dónde vas? —preguntó Harry, entrando en la habitación justo cuando había acabado de empacar mis maletas.
Se suponía que tendría que ver a mi madre en el lobby en cuestión de minutos, pero ahora que él estaba aquí sabía que no sería así.
—Me voy a casa —murmuré, sin siquiera poder mirarlo directo a los ojos.
—Oh.
Eso fue lo único que dijo, pero a pesar de eso, alcancé a escuchar como su voz se quebraba.
Sabía que él no quería que me fuera, porque yo tampoco quería irme, pero no tenía otra opción; tenía toda una vida de vuelta en casa, y no podía simplemente dejarla, aunque tampoco podía dejarlo a él.
Ver cómo Harry luchaba por contener las lágrimas fue suficiente para que me diera cuenta que cometería un grave error si lo dejaba ir tan fácilmente.
Una idea vino a mi mente, y aunque era una medida desesperada y me traería problemas con mi madre, tenía que al menos intentarlo.
—Puedes venir conmigo, sé que suena impulsivo, pero... —Ni siquiera pude terminar cuando sus labios ya estaban sobre los míos.
No dude en responder el beso, tratando de transmitirle todo el amor que sentía por él a través de mis labios.
—Iré contigo —respondió, y no pude evitar fruncir el ceño; esto había sido mucho más fácil de lo que había esperado.
—¿En serio? ¿Por qué? —pregunté, y no era porque no quisiera que aceptara, al contrario, eso es lo que quería, pero me parecía extraño que hubiese aceptado con tanta facilidad.
—Lou... Antes de ti no sabía que era tener alguien. Nunca había sido importante para nadie, ni siquiera para mis padres, pero tú me demostraste que valgo mucho más de lo que creía. Realmente no tengo nada más aquí que a ti, y estoy dispuesto a dejarlo todo por ti.
No pude sentirme feliz y a la vez triste ante sus palabras; él era una persona increíble y me negaba a creer que era la única persona que se daba cuenta de eso.
—Eres perfecto, Harry; tan malditamente perfecto —admití, estrellando mis labios contra los suyos.
Pude sentir cómo sonreía en el beso, y eso hizo que supiera que había hecho la decisión correcta al haberle pedido irse conmigo.
No sabía si las cosas entre los dos funcionarían o qué pasaría en el futuro. Pero si sabía una cosa, era que esto sólo estaba empezando.
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Hay una segunda parte, btw.