Deja de hacer llorar a mi cor...

By HolmesStrange1013

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¿Por qué me ilusionas, pero a la vez me matas nuevamente? Me iré con este dolor y con los recuerdos que me si... More

Prólogo
Comienzo
Empezando con el secreto
Lionel Messi
Guillermo: Mentiras piadosas
Nueva vida
Hablando con la Luna
Malas noticias
Reencuentro parte 2
La cita imprevista
No lloren, sólo soy un raro
¿Quién es la causa perdida? I
¿Quién es la causa perdida? II
El chisme resumido por Sergio Agüero
Inocencia interrumpida I
Inocencia interrumpida II
Inocencia Interrumpida III
Nuestros recuerdos de ayer durarán toda la vida.
Llegada a Miami
Lionel Messi: Bailando solo
No persistas, por favor
Una alma gemela que no estaba destinada a ser
Olor a menta en la persona equivocada

Reencuentro parte 1

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By HolmesStrange1013

Si algo odiaba Guillermo, era despertar temprano y sobre todo preparar una maleta de viaje, pero se lo merecía, anoche prefirió ver vídeos de terror que hacerle caso a Hirving así que se encontraba empacando algo de ropa para este fin de semana, Milán los esperaba y para qué negarlo estaba muy emocionado. Ya había ocupado una gran decisión y es que evitaría pensar más en Lionel Messi, así como recordarlo, ya tenía suficiente de sufrir. ¡Es un nuevo comienzo después de todo! Así que, con la pequeña maleta lista, no tardó en bajar al lobby para encontrarse con sus dos amigos, donde lo estaban esperando emocionados y aquella actitud positiva que traían se lo contagiaron por completo y era algo que él amaba de ellos.

Siempre lo ponían de buen humor.

El viaje en aquel autobús con dirección a Milán fue bastante entretenido, aunque empezó incomodo, le asignaron su lugar junto con el rector. Ni siquiera sabía de que hablar para no ser descortés hasta que prefirió mejor escuchar música –¿Vos que escucháis? – preguntó Scaloni un poco curioso, al notar que el rizado buscaba sus audífonos.

Oh, bueno... tengo ánimos de escuchar algo más mexicano... – expresó Guillermo un poco tímido. – ¿Quiere escuchar? Es cumbia, mis poderosos ángeles azules con mi Rayito Colombiano – Se estaba controlando para no reírse ante la expresión que hacía el director, y a pesar de eso aceptó un audífono y sin duda alguna, Memo reía cuando le pedía explicación de cada canción.

Desde suelta el listón de tu pelo hasta muchachita consentida. Scaloni no daba crédito a ese melodioso ritmo, algo tan mexicano que le causaba algo de gracia y claramente igual Guillermo – Vos tenés canciones algo... divertidas... no se como expresarlo para ser sincero –

– Solo tiene que gozarle profe y nada más, pa' eso son. Nunca faltan en las fiestas de México. – Dijo con algo de nostalgia y no paso desapercibido por el alfa argentino, que notó la mirada de su joven estudiante.

– ¿Extrañas mucho tu país? –

– Algo... Estuve un tiempo en Argentina y luego me vine pa'ca. Así que es inevitable, lo que daría por comer unos tacos y ver a mis amigos – Scaloni se sorprendió por esa información que alzó ambas cejas, curioso de seguir preguntándole se quedó en silencio unos segundos hasta que nuevamente Memo captó su atención – ¿Usted es de ahí? ¿Verdad? Mi pregunta es tonta, pero quiero confirmación del chisme jajaja –

Scaloni solo sonrió y trató de no reír un poco ante ese último comentario, mexicanos, sin duda alguna sus favoritos – Sí, de Santa Fe-argentina. ¿Vos que hacéis perdido en Argentina? ¿eh? –

– Nada de otro mundo, solo por motivos laborales de mis padres y ya... ahí terminé la preparatoria y decidí aventarme de este lado del charco. No me quejó, es bonito además me ha servido mucho. – Scaloni notó aquella mirada, tenía el mismo motivo que él, podía reconocerlo en donde fuera y es que puede apostar que dejo alguien ahí y simplemente aceptó este reto para aliviar su corazón.

El desamor podía destruir y en otras ocasiones, motivar. Una extraña combinación. Un viaje de ocho horas y donde Guillermo podía jurar que no sentía sus nalgas por estar tanto tiempo sentado, aunque la plática con el rector había sido interesante, le enseño algo de México y platicaron para conocerse un poco más, sorprendiéndose que apenas tenía unos treinta años, un alfa soltero y que desde la distancia apoyaba a su sobrino que tenía la misma edad que Memo.

– Oh ¿A qué se dedica su sobrino? –

– Él esta en Argentina, quiere ser futbolista y su sueño es estar en algún equipo de Europa, específicamente en el Aston Villa. –

– Nom'be... Me llevaré bien con su bendición, si no hubiera quedado aceptado aquí, me hubiera regresado a México pa' jugar con el América ¿Los conoce? Me llegó una oferta días de antes de postularme aquí. Jugaba como portero, era bueno, con toda la humildad del mundo – Scaloni estaba encantado con aquella actitud que traía Guillermo, simpático, divertido, gracioso y amable. Después de una pequeña siesta y parar en un restaurante al fin llegaron a Milán, todos estaban emocionados que al bajar del autobús ninguno dudo en juntarse con sus respectivos grupitos sociales. Piatek e Hirving abrazaron a su amigo para llevarlo hasta un pequeño puesto donde había algunos llaveros, claro, bajo la mirada de Scaloni, no mal entiendan, sabía a la perfección que esos tres estudiantes era sumamente traviesos estando juntos.

– Tienes la mirada en esos pibes ¿Todo bien? ¿debería preocuparme? – Dijo un profesor llamado Paula Sousa, un portugués que se quedó enamorado de Italia desde hace algunos años y sumando a su vocación, no dudó en aprovechar la oportunidad de trabajar en la universidad, una de las mejores en Salerno y claro, mejor amigo de Scaloni. – Te noté emocionado con el rizado... – expresó un poco preocupado. Scaloni solo lo miró unos segundos antes de irse con su maleta a la habitación del hotel y con una señal le pidió a Sousa que lo acompañara.

Piatek había notado la mirada del rector en su amigo y lo abrazó de forma sutil para jalarlo hasta el puesto de llaveros con ayuda de Hirving, fue extraño pero incomodo sumando el hecho que desde el autobús mostraba cierta atención hacia su mejor amigo así que soltó un suspiro corto e ignoró el hecho al perderlo de vista, por el contrario Guillermo yacía en su mundo tratando de escoger unos bonitos llaveros para sus amigos Andrés y Rafael Márquez hasta que una voz interrumpió los pensamientos del rizado.

– ¿Qué miras? – preguntó curioso Piatek mientras lo abrazaba por la cintura, de una manera cariñosa e Hirving abrazó el costado libre de su amigo, quedando en Moloch*

– Nada, estos llaveros para mis compas, el principito y Kaiser – Se limita a responder Guillermo, los tres se separaron para caminar hasta el hotel e ir directamente hasta su habitación, para suerte de Guillermo no tenía que compartir habitación, ser omega tenía sus ventajas, sobre todo cuando era de los escasos en el grupo de hoy. Fue un viaje largo, las horas le estaban pasando facturas así que se dio un baño largo y luego se fue a recostar a la cama solo con ropa interior por la pereza de vestirse además ¿La habitación era para él solito, cierto? Hasta que su celular sonó, un mensaje de su amigo.

Mensaje de texto:

No se te olvidé, mañana a las 8am en la recepción para ir a desayunar y luego al evento.

Hirving cara de Chucky

Guillermo solo envío un OK, antes de caer dormido profundamente olvidando por completo la alarma, mala suerte para nuestro mexicano.

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Lionel Messi estaba bajando del avión junto con Cristiano, que cargaba con cuidado al bebé mientras su alfa, recogía las maletas. Miraba a ese cachorro de forma simple, algo inquieto de tenerlo a su lado y es que aún no se acostumbraba de verlo – No estabas en mis planes, solo eso te puedo decir – susurró para sí mismo antes de que Messi llegara. El camino al hotel fue silencioso para ambos e incómodo, sabían que su relación estaba fracturada, pero por el ego de Ronaldo no soltaba a Messi y el argentino por el temor de que Mateo sufriera como él, por la falta paterna.

Al llegar al hotel, se registraron y se fueron a la habitación, todo estaba en silencio – Vos podéis irte a comer o algo, yo me quedó con el nene. Me gustaría un momento a solas – comentó Messi sin siquiera verlo, solo escuchó como la puerta se abría y cerraba, al fin, ya se había acostumbrado a la ausencia de su pareja desde hace mucho así que estar junto a él, simplemente lo ponía del malhumor.

Mateo solo miraba a su padre con leves pucheros provocando ternura en el alfa – Jamás me cansaré de vos, eres mío, mío nene – dijo en un tono cariñoso y empezó a llenarlo de besitos suaves por todo el rostro.

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– ¡Muy bien Pibes! Es hora de ir a desayunar, después nos iremos al evento. – Scaloni miraba a todos sus alumnos emocionado ante esto, miró su celular, estaban a tiempo y tal vez le sobraría algo de tiempo para conocer la ciudad con los chicos – No se separaren, que ya está por venir el autobús – La espera no fue tan larga como pensaban y dos autobuses llegaron en su búsqueda, todo iba bien hasta que Scaloni notó la ausencia de uno de sus alumnos, en especifico de Guillermo Ochoa – Hirving, Piatek ¿Vos sabéis donde anda Guillermo? Ya estamos por partir –

– Buena pregunta profe... ¡Demonios! Me olvidé de Memito por la emoción – Dijo Lozano con una gran culpa y siendo regañado por la mirada de ambos alfas, del rector y de su mejor amigo que sacó su celular para marcarle a Memo pero sin éxito – No responde... de seguro se durmió –

Scaloni soltó un largo suspiro y volvió a mirar su reloj, ya era tarde pero no podía dejarlo solo en el hotel así que se acercó a Sousa para pedirle que lo esperen por unos minutos – Iré por Guillermo, al parecer se durmió – Paulo no pudo evitar reírse ante ello pero accedió y Scaloni se fue corriendo hasta la habitación del mexicano, sentía que era un camino largo pero era más bien la desesperación de que el itinerario se estaba atrasando; Guillermo despertó de golpe por el ruido de la puerta, se cubrió su rostro con la sabana y nuevamente la puerta sonó pero con un poco más de fuerza así que se levantó de malhumor y abrió la puerta de golpe sin importarle solo estar con ropa interior, pensando que era Hirving.

Scaloni miró por unos segundos de arriba hacia abajo a Guillermo para poder desviar su mirada de golpe, con las mejillas sonrojadas – Alístate, vos faltas nadas más para irnos – Y fue así como Guillermo despertó de golpe y al notar que era el rector, cerró la puerta de golpe.

– ¡YA BAJO! ¡PERDÓN! ¡PERDÓN! – Gritaba Memo apenado.

– Te veo abajo – Fue lo único que dijo el argentino antes de bajar nuevamente hasta la recepción sin decir nada más.

Guillermo se encontraba impaciente mientras esperaba el ascensor y una vez que las puertas del ascensor se abrieron, en ese momento preciso Messi salió de la habitación enojado tras discutir con Ronaldo nuevamente, soltó un largo suspiro mientras miraba el suelo como si fuera lo más emocionante del mundo – Joder con él, siempre es lo mismo – Susurró para sí mismo. Olvidó todo ese mal momento al escuchar como el ascensor abría sus puertas que, al dirigir su mirada, su corazón quedó paralizado por unos segundos al notar aquella cabellera rizada que podría reconocer en cualquier parte del mundo y su corazón poco a poco volvía a latir, aunque de manera lenta, sus ojos se iban humedeciendo por la emoción de mirarlo y su respiración se fue agitando poco a poco. Empezó a correr para alcanzarlo, pero fue tarde, solo lo vio entrar y sacar su gorra de las poderosas águilas del América. ¡Ni siquiera se había volteado! Y su garganta no se atrevía a decir nada, absolutamente nada.

Guillermo apretó aquel botón para ir al lobby mientras maldecía al notar su reflejo, solo tuvo tiempo para darse un baño rápido, ponerse perfume y desodorante para luego vestir su camisa negra que le quedaba algo ajustada con un pantalón de mezclilla del mismo color. Su gorra prefirió colocarlo al revés, tratando de esconder sus rizos ya que no tuvo tiempo de peinarlos; Messi no pensó dos veces en bajar por las escaleras hasta la recepción, para su mala suerte no lo encontraba. Se acercaba a todos para ver su rostro, pero era en vano, temía haberlo perdido, aunque un alfa mayor paso frente a él con una expresión seria e iba a ignorarlo hasta que dijo ese nombre, ese nombre que le movía todo su mundo por completo – Vos apurad, Guillermo, todos andan ya en el autobús – Una gran molestia llegó a Lionel al notar como lo tomaba de la mano para guiarlo, notó como lo cuidaba y eso no ayudó en nada. Trató de alcanzarlo hasta que Piatek lo reconoció por una de las fotografías que le había enseñado Guillermo, apenas notó que se subió al autobús lo abrazó para jalarlo para que tomara asiendo junto a él y tener su atención por completo.

Lionel solo sintió la mirada de ese extraño aumentando más su malhumor – ¡Maldición! – dijo.

Guillermo ni se percató de aquella presencia, inclusive le agradeció a Lionel Scaloni de forma mental por intervenir sin siquiera saberlo, aunque tenían un gran problema ¿Cómo harían para que no se reencontraran de regreso? – Tek... me esta llevando la verga – expresó algo apenado y con la mirada en el suelo el mexicano alarmando al polaco.

– ¿Ha pasado algo? –

– Si wey, pensando que era Hirving quién andaba tocando mi puerta como desquiciando la abrí de golpe y estaba en calzones – Se acercó al oído de su amigo para hablar más bajito, ya que tenía la vergüenza en toda la cara – Pero resulta que era el profe Scaloni... WEY, me vio en bóxer ¿Cómo vergas le voy a mirar ahora? Pinche cabrón, no te reías – Para el polaco eso fue divertido que le importó un carajo las amenazas de su amigo, pero atrajo la atención de los dos profesores y Sousa solo giró su rostro hacia al argentino con una de sus cejas alzadas, mirándole para sacarle el chisme completo.

Y Scaloni, no soltó el chisme

Fueron a desayunar en un bonito restaurante, donde las pizzas era diferentes al resto del mundo y tuvieron que explicarles a los alumnos extranjeros como se debía comer para evitar generar alguna ofensa a los locales italianos. Después de un rato todos se movieron ya caminando al centro de la ciudad, para dirigirse al famoso Quadrilatero della moda, donde quedaron asombrados, aunque Guillermo no era tan fan de ello lo disfruto bastante sobre todo aquellas ropas oscuras, había preferido sentarse en la tercera fila lejos de su profesor por lo ocurrido de la mañana. Hirving solo lo molestaba un poco – Ya notó lo buenote que estas wey, ya estas, el colegio es tuyo – Recibió un zape por chistoso.

Por otro lado, Piatek aún estaba pensando la forma en que como podría evitar que Messi se viera con su amigo, no podía pedirle que cambiaran de habitación por obvias razones así que se levantó para ir al baño y se encerró en uno de los cubículos para poder pensar – ¿Cómo rayos le haré? Y para joderla, en el mismo hotel está... – dijo para sí mismo, soltó un bufido mientras se cruzaba de brazos – Tal vez cambiar de habitación... No, somos alfa Hirving y yo, nos meteremos en muchos problemas – No se percató que cierto profesor había ido en su búsqueda al notar su larga ausencia – Maldición, Guille no debe verlo por nada... – Scaloni se retiró, aunque se quedó fuera del baño, con las manos en los bolsillos en espera de su alumno.

Una gran duda nació en él y con la mirada perdida en aquella pasarela soltó un suspiro ¿Quién esa misteriosa persona que no podía ver a Guillermo? Sabía que jugaba con fuego, pero desde que lo vio por primera vez no pudo evitar admirar la belleza que tenía ni mucho menos esa personalidad junto con el carácter. Se sintió un poco mal por ser el director del colegio, pero cayó rendido en sus rizos; el evento terminó así que fueron el primer colegio en salir, empezaría otra sesión, pero sería exclusivo para las grandes casas de moda de talla internacional.

– Disfrutemos la ciudad chicos, pueden recorrerla y nos vemos aquí a las 8:00pm. Puntuales ¿Quedó claro Guillermo? – No pudo evitar sentir algo de ternura al ver como el mexicano se encogía de hombros apenado por lo ocurrido y solo dijo un tímido sí para alejarse rápidamente del grupo siendo acompañado por sus fieles amigos.

Fueron rápidamente a la estación del tren para ir visitar, aunque sea el famoso Lago Di Como, el lugar más popular de Milán, el más conocido y bonito de Italia ya que estaba en una zona que rebosa glamur ya que celebridades como George Cloney tiene una mansión en esa zona. – ¡Les digo que es hermoso! Vale la pena ir, se que tal vez no podamos visitar otros lugares por el tiempo... pero si no les gusta, les juro que les compró el almuerzo toda la semana – Y claro que no se cumplió, Hirving y Piatek quedaron asombrados al ver aquella belleza natural.

Aquella belleza natural que era acompañado por aquellos barrios que conectaban con pequeños puentes, el lago era hermoso y ver como las nubes se unían creando un bonito atardecer hizo valer toda la espera del mundo. – ¡Tenías razón Memito! – se sentían como tres niños pequeños disfrutando de ese paseo, corriendo por aquellos puentes y tomándose miles de fotos. Algunos locales miraban con una sonrisa como jugaban entre ellos, claro que el español marcado de ambos mexicanos les hizo unirse a su juego. Fueron a varios puestos callejeros a degustar la comida italiana –É molto buono (Es muy rico) –

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Los tres estaban siendo regañados por Sousa y Scaloni por haber llegado tarde, no se percataron así que tuvieron que esperarlo e irse caminando todos por perder el autobús del centro de Milán al hotel, Piatek reía después de los regaños; Messi se encontraba en espera de Guillermo que aun lo seguía enloqueciendo, al verlo su lobo interior se regocijaba de felicidad y aun causaba una gran llamarada en él junto con una tormenta de sentimientos donde lo iban alterando mucho. Estuvo dando vueltas por el jardín del hotel hasta donde se detuvo cerca de la entrada principal justamente cuando sus ojos notaron esa presencia, aquella sonrisa con esos bonitos labios rozados y ese brillo que cargaba ¡Diablos! Esa ropa resaltaba su cuerpo que empezaba a tornarse con más músculos, una señal que le estaba invirtiendo adecuadamente al gimnasio e iba acercarse sin importarle nada más pero un aroma se presentó junto a él, uno fuerte, un aroma dulce y afrutado, que poco a poco se transformaba a una fragancia más dulce hasta convertirse en vino con toques florales de jazmín.

Sintió una punzada fuerte al ver como el dueño de aquel aroma ponía su brazo sobre los hombros de Guillermo y fue la oportunidad perfecta para que el polaco mal mirara a Messi, una guerra de miradas que no pasó desapercibido por Scaloni – Vos preparar maletas, te cambiaras – Aquello tomo por sorpresa a Guillermo – Irás a mi habitación y yo la tuya, si te duermes, estas más cerca de la recepción – se limitó a decirle y Sousa solo los seguía regañando.

Lionel Messi veía todo con enojo y maldiciendo todo – Maldición... ese pibe organizo todo – Le era doloroso tenerlo cerca, pero a la vez tan lejos que rezaba para verlo, hablar con él y tener su perdón. – Por favor... déjame verlo... – susurró al ver su silueta caminar hasta el ascensor, sus piernas temblaban y todo el valor se fue al sentir la mirada de aquel chico.

Sería una noche muy larga.

Moloch: expresión proveniente del maya muy utilizada en la Península de Yucatán que significa "juntarse"

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