Narra Flash.
Como cada mañana, bueno ahora ultimo, el irritante ladrido del nuevo perro de mi vecino es quien me termina despertando. No saben cuanto odio a ese maldito perro. Pero este día, no sentí ni la más mínima amargura por el simple hecho de sentir a mi querida Twilight acostada a mi lado, teniéndome totalmente envuelto entre sus brazos. Se sentía tan reconfortante tenerla tan unida a mí y sentir una combinación de su delicioso perfume y el terrible olor a alcohol. Era simplemente perfecta.
Estiré mi cuerpo, Twilight lentamente abre sus hermosos ojos violeta.
-Buenos días. -Dije aún estando entre sus brazos. Ella mostró una leve sonrisa.
-Buenos días Flash. -Hizo un pequeño movimiento.
-¿Cómo dormiste?
-Como bebé acurrucada en los brazos de su madre. -Rió.
-Oye no, yo no soy mujer para que me digas mamá(? -Dije sarcástico.
-No, tú eres mi Papi chulo. -Volvió a cerrar sus ojos.
No evité reír un poco ante su comentario.
-Bueno, debo ir...
-¿Debes ir a la universidad? -Apareció en ella una expresión triste.
-Bueno... sí, debo ir... Pero... una falta no hace daño ¿no? -Me volví a relajar. -¿Sabes? Tenerte aquí, en mi habitación, de alguna forma me hace sentir un poco incómodo.
-¿Por qué lo dices? -Me preguntó confusa.
-Es que... si te das cuenta, mi habitación está repleta de pósters e imágenes de las Rainbooms, la mayoría son tuyas.
Twilight se incorporó y empezó a divisar todo lo que estaba a nuestro alrededor. Cada rincón había alguna que otra foto de ella.
-Tienes razón. -No dejaba de observar por todos lados. -Esta habitación parece más a un collage... Pero me gusta.
-¿En serio?... Me alegra. -Di un suspiro de alivio.
-Prácticamente, en tu habitación está toda mi vida artística. -Salió de mi cama. -Por ejemplo esta. -Señaló uno de mis posters junto con una sonrisa.
(Imagínen que Sunset también esta en la imagen :v)
-¿Qué hay de especial en esa? -Caminé hacia ella.
-Ese fue nuestros primer concierto en Manhattan. No sabes lo nerviosas que estábamos ese día. Pero finalmente terminó de maravilla. -Suspiró nostálgica. -Fueron grandes momentos que tuvimos juntas.
-Momentos inolvidable ¿no?
Ella asintió lentamente sin despegar su vista de aquel póster.
-Bueno, voy a ver si mi mamá ya despertó. -Caminé hacia la puerta.
Salí de mi habitación, camine por el pasillo, todo el lugar estaba en completo silencio, en ese momento supuse que mi mamá no estaba aquí arriba... Pero de pronto siento una presencia en el umbral de la puerta de la habitación de mi mamá, siento que mis vellos se erizan por el temor que me invadió por aquella sombra.
-Hasta que despiertas. -Aquella presencia que me asustó, era mi mamá que estaba apoyada sobre el umbral, con sus brazos cruzados. Llevaba el semblante bien serio.
-Eemm... Buenos días mamá. -La saludé con una sonrisa inocente.
-Ten. -Me extendió una muda de ropa que estaba doblada. -Llevale a la chica para que se lo ponga, lo acabe de comprar. Y vienes a mi baño para que te duches... Los espero abajo para el desayuno. -Sin más que decir, pasó a mi lado para luego acercarse a las escaleras y desaparecer. La información la estaba procesando en mi cabeza por unos cuantos segundos hasta que terminé reaccionando.
Volví a mi habitación aún confundido. Twilight seguía viendo cada detalle de ésta.
-Toma, para que te pongas. -Le extendí la muda y ella la recibió confusa.
-¿Y esto?
-Mi mamá lo acabo de comprar. Espero que te quede.
-¡Ella sabe que yo estoy aquí! -Exclamó, abriendo sus ojos peor que platos.
-Al parecer sí. -Sonreí de lado. -Bueno, yo voy ducharme al baño de mi mamá. Te espero abajo en el comedor. Si necesitas algo, no dudes en llamarme.
Ella asintió y yo terminé saliendo de mi habitación.
(...)
-Bien, ¿Quién es ella? -Mi mamá preguntó mientras yo me sentaba en la silla.
-Recuerdas a la familia Sparkle.
Se puso pensativa. -¿Te refieres a nuestros vecinos de Canterlot? -Yo asentí. -Sí, es muy obvio que los recuerde. Pero ¿Qué hay con ellos?
-Bueno, la chica, aparte de ser la líder de las Rinbooms, también era nuestra vecina, hija de la Sra. Velvet y el Sr. Night. -Le respondí como si nada.
-¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! -Mi mamá asombrada, también se sienta en la mesa. -Dices que aquella chica es la pequeña niña de anteojo y muy tímida que vivía al lado de nuestra casa allá en Canterlot.
-Exactamente. -Afirmé. -Y también líder de las Rainbooms. -Volví a repetir, parece que a esa parte no le tomó mucho caso.
-Y aparte es famosa. -Susurró. -El mundo si es pequeño, ¿no?
-Y ¿Cómo supiste que traje a una chica? -Le pregunté curioso.
Mi mamá alzó una de sus cejas. -Con gritos de la chica diciéndote
"duerme conmigo" ¿Quién no se levanta?
Yo me encogí avergonzado mientras me rascaba mi nuca.
-Por si acaso no hice nada. -Me apresuré en decir.
-Y sé que no lo hiciste, mi piojito no es el tipo de hombre que se aprovecha de la situación para hacer de las suyas. -Me dijo seria. -¡Ah! Y ultima vez que faltas a la universidad. -Me advirtió. -Sabes que no me gusta que faltes a las clases, sólo por esta vez te la dejo pasar ¿ok?
-Esta bien, mamá.
Pasos lentos se empiezan a escuchar por las escaleras.
-Buenos día, Sra. Sentry. -Twilight la saludó nerviosa. El conjunto que mi mamá consiguió le quedo perfecto.
-Buenos días, querida. Ven, sientate, el desayuno ya está listo. -Hizo una seña dando a entender que se siente.
Twilight asintió e hizo caso a lo que dijo mamá.
Durante todo el desayuno, estaba el infaltable silencio incómodo. Twilight me miraba de reojo y yo a ella. Luego de unos minutos, yo terminó.
-Hijo, ahora que ya acabaste con tu desayuno. -Mi mamá se puso de pie. -Me puedes ayudar con unos encargos.
-Eemm... Claro. -Miré a Twilight que puso una cara de preocupación. Ella también había acabó con su desayuno. -Mi mamá me terminó dando una pequeña lista. -Twilight, ¿vienes conmigo?
Ella me miró para luego hacerlo con mi mamá.
-Bueno, prefiero ayudar a tu mamá con los trastes. -Sonrió para luego ponerse de pie y empezar a recogerlos.
-No Twilight, no es necesario. -Repuso mamá. -Eres nuestra invitada. Puedes acompañar a Flash.
-Insisto, me sentiría mucho mejor en ayudarla.
-Si es así, pues está bien. -Mi mamá se encogió de hombros.
-Bien, vuelvo en unos minutos. -Salí de mi casa a realizar mi encargo.
Narra Twilight.
Flash se terminó yendo, yo empecé a hacer lo mío. La mamá de Flash le hacía limpieza a la mesa. Los platos no eran muchos de lavar, así que al cabo de unos minutos, terminé de lavarlos.
Salí de la cocina, la mamá de Flash estaba sentada en la sala.
-Sra. Muchas gracias por la ropa y por el desayuno. -Estaba un tanto nerviosa estar cerca de ella. -Y también le pido disculpas si llegué a molestarla con mi comportamiento en la noche de ayer. -Me rascaba mi nuca. -Espero no serle una molestia.
-No te preocupes, querida Twilight. -Me sonrió.
Esas palabras suenan mucho a Rarity.
-Tengo curiosidad de algo. -Me senté al lado de ella.
-Dime, respondo a cualquier pregunta.
-Flash ya le ha de haber contado que yo era su vecina. -Ella asintió. -Bueno, cuando ustedes vivían en Canterlot, cada día llamaba a su hijo piojito. Siempre he tratado de ver algo semejante entre Flash y el insecto, pero hasta ahora no he logrado ningún resultado. Usted me podría decir por qué lo llama así.
Ella sonrió se lado. -Me casé con el padre de Flash siendo muy joven y muy enamorada. Sin duda éramos la pareja ideal y nuestra felicidad aumentó por completo cuando nos enteramos que tendríamos un hijo. Estábamos muy ansiosos por la llegada de Flash... Pero, -Dio un suspiro para quedar en silencio por unos segundos. -Cuando tenía siete meses de embarazo, mi esposo muere en un accidente automovilístico. Todo en mí, se derrumbo por completo. Debido a la noticia y la reacción que me dio al momento de escuchar aquello, Flash se me adelanto... De los diez niños que nacieron ese mismo día, mi hijo fue el más pequeño y débil de todos. Los doctores no veían esperanzas en él, estuvo casi un mes en una incubadora, ni siquiera me dejaban tenerlo entre mis brazos. La reciente pérdida de mi esposo y mi hijo al borde de la muerte, me tenía totalmente desconcertada. Al final mi hijo salio del peligro, luego de un mes al fin lo pude cargar. Y al tenerlo en mis brazos y verlo tan frágil, pequeño e indefenso, enseguida lo comparé con un piojo. Es raro que una madre compare a su hijo con un animal, -Movia sus manos de un lado a otro. -pero a mí me pasó y desde ese entonces llamo a mi hijo piojito... Le prometí a mi esposo hacer de Flash un hombre de bien.
-Y lo está logrando. -Añadí.
-Podré estar segura cuando Flash terminé con sus estudios. Y confío en que si lo va a hacer. -Agachó su cabeza. -Criar a Flash sin un padre, fue muy complicado, más aun cuando mi hijo era un niño problema. -Sonrió. -Pero a pesar de todo, me siento muy orgullosa de él... Es mi piojito y lo amo con toda mi alma. A pesar de que lo enoja que lo llame así.
-Pero aún así él la ama. Es su madre y como hijo, hace todo lo posible por hacerla sentir orgullosa. -Le mostré una sonrisa.
-¿Sabes? Flash siempre me decía que te iba a traer para presentarte y mostrarme que los sueños más deseados sí se cumplen... Y pues, aquí estás. Finalmente cumplió su sueño de conocerte... Cambiando de tema, cuentame de tus padres, después de que salimos de Canterlot, nunca más los he vuelto a ver...