Narra Flash.
-¿Estás seguro que esta es la dirección? -Preguntó Fancy mientras estacionó su camioneta en una vereda. -No se puede ver casi nada, está muy oscuro. -Miraba a través de la ventana.
-Sí, aquí es. -Le respondí seguro mientras observaba el papel -Sólo debemos caminar unos cuantos metros para llegar al salón de fiestas. Sé que calle coger... Vamos chicos, bajemos. -Abrí la puerta.
Una vez que mis amigos y yo salimos del carro, los empecé a guiar hacia la fiesta. En realidad, ya he ido antes a ese salón y de tan sólo recordar aquella fiesta, me produce escalofríos.
Inicio del Flashback.
Mi mamá me obligó, literalmente, a que la acompañe a esta fiesta. En si, la fiesta es para viejitas que ya no pueden ni con su propia alma. Por desgracia mi mamá es muy amiga de la dueña de un asilo y hoy es el cumpleaños de una de las ancianitas y por tener un gran afecto hacia mamá, la terminó invitando.
-Mamá, ¿Por qué me odias tanto? -Le pregunté con algunas lágrimas queriendo escapar.
-Piojito, tienes dieciséis años para que aún tengas la intención de querer llorar. -Me dijo mientras me arreglaba mi corbata. Aparte de que me obligó a venir a aquella fiesta, también me obligó a vestirme de niño bueno, incluyendo mi cabello completamente caído gracias a una montaña de gel que mi mamá me lanzó. -Sólo te pido que te compartes como el niño lindo y bueno que eres. -Me terminó dando un beso en la frente.
-¡Mamá! -Pasé mi mano por mi frente limpiando el labial que mi mamá dejó en él. -Ya no estoy para besos en la frente.
-Para besos no, pero para llorar sí. -Se cruzó de brazos.
-Eso es diferente... Además, nunca te pedí a que me trajeras a esta fiesta de cumpleaños.
-Pero ¿Qué hay de malo? -Preguntó confusa.
-¡¿Qué hay de malo?!... Esto mamá. -Señalaba el salón donde había puras ancianas. -De tan sólo ver este panorama, se nota que esta fiesta será, no, es aburrida. Hubiera preferido quedarme en casa viendo televisión, estudiar o qué se yo, pero no venir a este lugar.
-Ay ya hijo. Baja los humos y ve a desearle feliz cumpleaños a la señora Lupe. -Me empezó a empujar a dirección hacia una señora que estaba sentada en un rincón junto a otras señoras más.
-No mamá, no. No me obligas a hacer esto. Te lo ruego. -Trataba de retenerme pero me era muy imposible, mi mamá era demasiado fuerte.
Cuando ya estaba al frente de aquella señora, yo me quedé quieto sin decir una palabra mientras mis ojos se movían a todos lados. Aquella anciana me miraba con ojos penetrantes que sí me daban miedo, pero lo que más me aterraba eran sus arrugas pronunciadas en todo su rostro.
-Hijo, ¿Qué estás esperando? -Mi mamá me dio un golpe en el hombro.
-Feliz... cumpleaños... señora. -Dije tímidamente.
La señora me quedó viendo durante un largo tiempo, eso ya me estaba poniendo nervioso. Iba a abrir mi boca para decir una palabras, pero me detuvo la sonrisa que empezó a aparecer en el rostro de la señora.
-Pero que lindo jovencito. -Comentó la anciana mientras me empezó a apretar mi mejilla con sus dedos. -Es tan suave su cara, es como el trasero de un bebé.
¿¡Qué?!
La señora me seguía agarrando mis mejillas mientras hacía pucheros. Luego, las demás viejitas siguieron su juego. Era yo, en medio de varias señoras manoseando mi rostro y manos. Mi mamá, solo gozaba de mi sufrimiento, se sentía importante al escuchar a las ancianas decir que tenía un lindo jovencito.
No sé, pero para mí, fue un poco traumante estar rodeado de puras señoras mayores que te trataban como bebé y te mostraban su dentadura chimuela además de sentir el olor a medicina.
Fin del Flashback.
-Aquí es. -Dije señalando el enorme edificio. -En el segundo piso es la fiesta.
Entramos al lugar y al llegar a la fiesta, habían muchas personas, la mayoría bailando y otros bebiendo, más parecía discoteca este lugar. Buscaba con la mirada a mi Twilight, pero la oscuridad y personas interponiendose en mi camino, me era imposible.
-¡¿Ven por ahí a una de las chicas?? -Preguntó en voz alta Fancy que estaba mirando por todos lados. La música estaba demasiado alta.
-¡NO! -Respondió Cheese con el mismo tono de voz.
-¡Flash! -Escuché a alguien llamándome a mis espaldas.
Di media vuelta y la persona quien me llamaba era Sunset.
-Creí que no llegarías. -Sunset ya estaba al frente mío. -Siganme, por acá están las demás reunidas.
Los chicos pusieron una enorme sonrisa al saber que en menos de unos minutos se encontrarían frente a frente con las Rainbooms.
Llegamos a un rincón donde había una enorme mesa redonda, ahí estaban ellas, incluyendo mi Twilight, tan hermosa era con su vestimenta de rockera. Ella sólo me miraba mientas mostraba una sonrisa.
-Hola. -Saludé a todas.
-Hola Flash. -Me saludaron todas al unísono.
-¡Siéntense chicos! -Exclamó Pinkie mirando a mis amigos.
Todos nos sentamos en los puestos vacíos, por desagracia me tocó estar lejos de mi Twililght y al lado de Sunset.
-Ah, les presento. El es Soarin, Fancy, Cheese, Big y Caramel. -Señalaba a cada uno mientras los nombraba.
-Mucho gusto, Caramel. -Dijo Applejack que estaba a su lado.
-El gusto... es mío. -Dijo Caramel con su vista pérdida en el rostro de ella. -Es mi sueño hecho realidad. -Mostró una sonrisa temblorosa.
Applejack solo sonrió ante la expresión del chico camperino.
-¡Yo te recuerdo! -Pinkie le gritó a Cheese con una sonrisa de oreja a oreja. -Tú eres el chico que me pidió que nos tomáramos varias fotos en la convención.
-¡¿E-en serio?! ¿M-me recuerdas? -Dijo entrecortado, se notaba que quería explotar de la felicidad.
-¡Sipi! Es difícil de olvidar al chico que me asfixiaba con un fuerte abrazo.
-Jejeje... Lo siento, fue la emoción. -Dijo avergonzado.
-No te preocupes, yo también soy así ¿Cierto chicas?
-Sí. -Afirmó Fluttershy. -Casi todo el tiempo lo hace. Hasta ya me he acostumbrado.
-Yo también entiendo que es tener un amigo imperativo. -Añadió Big mirando a Fluttershy. Ella sonreía tímidamente. -Por cierto, me gusta como cantas, eres mi favorita.
-¿En serio? Pues gracias. -Dijo completamente sonrojada.
Todos mis amigos empezaron a entablar una conversación con sus ídolas, disfrutaban de aquella charla, cada uno tenia una enorme sonrisa en sus rostros. Bueno, Soarin solo pasaba mirando a Rainbow de manera acosadora.
-¿Puedes dejar de mirarme de esa forma? -Rainbow le dijo a Soarin con su ceño fruncido. -Me incómodas.
-¿Ah? ¿Cómo? ¿Qué? L-lo siento, solo que eres una diosa y me termino perdiendo en tus hermosos y brillantes ojos magenta que iluminan mi ser. -Le dijo con voz de poeta. Ok, eso es raro en él.
-Eehh... Gracias, supongo. -Le dijo extrañada. -Mejor deja la cursileria a un lado y hablame de algo más interesante ¿Si?
-Ah ok, está bien. Eemm... ¿Fútbol? Es mi deporte favorito. -Se encogió de hombros.
-Eso si me interesa, el fútbol también es mi deporte favorito. -Se acomodó para empezar a escuchar a mi amigo.
Los dos empezaron a hablar de deportes, algo que claramente tenían en común. En el caso de Fancy y Rarity, pues ellos con su típico tema de conversación, ya saben, moda y estilo... En conclusión, todos se divertían mientras que yo, escuchando a Sunset hablandome de no sé que cosa, ya que solo tenia mi mirada y concentración hacia Twilight, que lo único que hacía era estar mirando su vaso de cerveza, que desde que se lo dieron, no tomó ni un sorbo, solo lo estaba observando con una semblante muy serio.
-¡Flash! -La voz se Sunset termina desviando mi mirada hacia ella.
-¿Sí?
-Qué tal si vamos a ver algo de comer, me empezó a dar un poco de hambre. -Agarró mi mano que estaba sobre la mesa. Twilight miró aquello de reojo.
-Eehh... Está bien. -Asentí.
Los dos nos paramos de nuestras sillas para luego dirigirnos a una larga mesa llena de comida. En realidad yo no tenía hambre, no con este estado, se suponía que debería estar con Twilight pero... No sé... no sé que me impide acercarme a ella. ¿Será Sunset que sólo pasa pegada a mi lado o simplemente es miedo? Pero ¿Miedo de qué?...
¿Saben qué? Esta fiesta está aburrida, yo estoy aburrido y Twilight también. Lo siento Sunset pero quiero estar con mi ídola. A ella es con quien quiero estar en realidad.
Aproveché el momento donde Sunset se puso a conversar con un fanático suyo. El chico le pidió su autógrafo. Fue ahí cuando di media vuelta y volví a la mesa. Twilight alzó su mirada, parecía confundida, se supone que debo estar con Sunset, no acercándome a ella. Pude estar muy seguro que en mi rostro llevaba una expresión seria y decidía, algo que no es muy común en mí. Llegué hacia ella y finalmente le agarré su muñeca.
-¿Qué sucede? -Me preguntó sería. Ninguno de los chicos se daban cuenta de lo que estaba sucediendo, cada uno estaba en lo suyo.
-Esta fiesta está de la mierda y aparte me trae feos recuerdos. Vámonos, yo sé a donde llevarte y te puedo asegurar que hay comida de la que te gusta. -Le guiñe mi ojo derecho.
En ella, empezó a aparecer una enorme sonrisa y en segundos, ya estaba de pie.
-Entonces vamonos. Muero de hambre.
-La comida es life.
Con mi Twilight a mi lado, mi ganas de comer apareció. Los dos salimos de la fiesta tomados de la mano mientas corríamos como que si estuviéramos escapando de algo. Ya habíamos corrido algunas cuadras cuando nos empezamos a cansar y terminamos deteniéndonos.
-Y bien. ¿Dónde me piensas llevar? -Me preguntó agitada.
-¿Recuerdas que te prometí llevarte a comer tacos? -Ella asintió contenta. -Bien, andando.
-Pero es casi media noche, no creo que este abierto a esta hora. -Repusó.
-Está abierto, aquel bar queda abierto hasta altas horas de la noche. -Volví a agarrar su mano.
-¿Está lejos? -Preguntó mientras apretaba con más fuerza mi mano.
-Mmm... -Apoyé mi índice sobre mí barbilla. -Un poco, pero si caminamos con prisa, llegaremos en menos de quince minutos.
Caminábamos en medio de la oscuridad, apenas algunos postes de luz nos brindaban un poco se claridad. Pero eso era lo de menos, estar con ella me hacía sentir bien y sabía que ella se sentía protegida conmigo. Hubo momentos donde nuestras miradas se cruzaban y pues ante eso, era imposible no soltar una pequeña risa.
Llegamos, como dije, el bar estaba abierto. No había nadie, solo estaba el vendedor. Pedimos nuestros tacos; Twilight, con su gran apetito, terminó pidiendo dos y pues yo no me quise quedar atrás, también pedí dos... Nos sentamos en una mesa que estaba a un extremo y buen provecho. Comíamos peor que bestias, suena feo y absurdo pero era la verdad, hasta el vendedor nos miraba como bichos raros. Somos tal para cual.
-Twilight, tienes salsa verde. -Limpié la mancha que estaba al lado de sus labios con mi pulgar.
-Gracias. -Dijo un poco avergonzada. -¿Sabes? Esto es delicioso. -Dijo mirando al taco que llevaba en sus manos. -La hamburguesa y esto, es lo más delicioso que he probado en esta ciudad, o mejor dicho, lo mejor que he probado en toda mi vida y no estoy exagerando.
-Me alegra, yo también puedo decir lo mismo de esto. -Le di un mordisco al taco.
Terminamos de comer y decidimos caminar por las oscuras calles de la ciudad Crystal. Estábamos los dos solos, conversando de lo primero que se nos ocurría decir. Hasta que no sé cómo y cuándo llegamos al tema del momento donde me llevé a Sunset por equivocación.
-Fue una equivocación. -Dije apenado. Los dos nos detuvimos. -A ti era quien pensaba "secuestrar", pero debido a mi estupidez, las cosas fueron muy diferentes. Lo siento Twilight. Deseaba mucho estar contigo después de su presentación. -La miré a los ojos. -Me siento un poco culpable.
-¿Culpable por qué? -Me miró fijamente.
-Por haberte ignorado en la fiesta. Bien pude dejar a Sunset desde un principio, pero no sé... estaba ¿confundido? Solo hacía lo que Sunset me decía; bueno, ni siquiera escuchaba lo que me contaba por estar...
Fui interrumpido al sentir los labios de Twilight junto a los míos. Pues sí, ella me estaba besando, ni siquiera me dejó terminar lo que le estaba diciendo... Esto no me lo esperaba, se suponía que yo algún día haría eso, siempre he soñado con robarle un beso. Pero como siempre, Twilight se termina adelantando.