Antes de que empiecen con hueás "Riana" no es Rihanna. Osea es un personaje plagiado pero no es Rihanna de verdad iujhsdksa así que porfa no reclamen.
El capitulo se me hizo ultra largo asi que serán tres partes, pero no se asusten! Estoy escribiendo ahora y en cuanto lo termine (me falta poquito) subo la tercera parte y final ;)
Saludos y disfuten la lectura<3
Cuando la peluquera y la maquillista llegaron a las cinco en punto yo ya había dormido una siesta y me había duchado dos veces. Todos los músculos de mi cuerpo ardían, no me podía sentar sin sentir que algo se desgarraba en mis piernas y me dolían sitios que ni siquiera sabía que existían.
La chica que me arregló el cabello se llamaba Lauren y la del maquillaje Kate. Al comienzo no iba a dejar que Lauren me tocara un sólo pelo, me asustó horrores ver como vestía. Su camisa era naranja con motivos verdes de palomas que más parecían pepinillos con alas y traía una falda horrible de color púrpura que para nada combinaba con el resto de su tenida. No quise entablar una conversacion con ella.
Kate era más parecida a mi, brillaba con un vestido rosa pálido acompañado de unos geniales accesorios y unos tacones negros que me hacían querer asesinarla para quitárselos, pero me limité a preguntarle donde los había comprado. Me arrepentí al instante cuando me dijo su precio: eran tan baratos, pero aún así me gustó charlar con ella.
A las nueve en punto ya me encontraba lista y dispuesta para ir a los fatales premios. Aunque no quería aceptarlo Lauren y Kate habían hecho un extraordinario trabajo conmigo. Me puse un lindo vestido azul que había estado guardado en maleta por mucho tiempo, nunca lo había usado. Me lo había confeccionado una diseñadora de París que lamentablemente había muerto tiempo atrás, agradecí al cielo que su vida hubiese terminado después de acabar con mi vestido, que era tan necesario para una ocasión como esta. De adecuaba tan bien a mi cuerpo y era tan apretado que mi busto no tan grande se veía enorme.
Estaba dando los últimos retoques a mi vestuario cuando sentí que la puerta se abría. Obviamente era Liam.
Aún no estaba completamente satisfecha con mi cuerpo, pero si estaba convencida de que nadie iba a quitarme los ojos de encima esa noche y lo comprobé cuando aparecí en la sala y la cara de Liam cambió radicalmente.
—Te ves preciosa —me dijo y pude notar que decía la verdad. Sus grandes y hermosos ojos cafés recorrieron mi silueta por completo. Pude ver como tragaba saliva y su cara se ruborizaba un poco más de lo normal. Supuse que pasar de verme en pijamas y ropa deportiva todo el día a un vestido de fiesta, maquillaje y peinado lo había desconcertado un poco.
— ¿Nos vamos? —pregunté sonriendo, orgullosa de mi aspecto y que Liam lo notara.
—Si —balbuceó.
Llegar al recinto nos tomó poco más de diez minutos, y Liam no me quitó los ojos de encima nunca. Su actitud me confundía, no negaba que yo le gustaba pero tampoco hacía algo para acercarnos.
—No puedo acompañarte hasta allí, pero me quedaré cerca por si necesitas algo —me dijo y yo asentí. Comencé a ponerme nerviosa por la alfombra roja. Había pasado por ella miles de veces pero había pasado tanto tiempo desde que no lo hacía que se sentía un tanto raro.
Pero a la mierda.
Di un último suspiro y avancé sin temor. Había hecho el ridículo frente a la prensa mundial y ya no me preocupaba caerme o tropezar. Sentía que podía hacerlo todo.
Caminé por la alfombra y dejé el nerviosismo atrás, era un poco difícil ya que los constantes flashes de las cámaras me cegaban y sentía que mis piernas se sentían más pesadas y dolían, pero aún así sonreí a todos y di mis mejores poses, atrevidas pero no tanto. Seguí adelante sin ningún contratiempo, aunque sentía que mi corazón martilleaba fuerte contra mi pecho.
— ¡Hey Madison! —me llamó un tipo que me parecía conocido, asi que acudi—. ¡Te ves impresionante hoy!
— ¡Hey! —saludpe con mi mejor cara. Liam decía que era bueno interactuar co los medios ya que iba a sacar un nuevo álbum y era importante que no lo arruinara.
—Siempre tan hermosa y diferente ¿Cuál es tu secreto?
— ¡No hay ningún secreto! —reí—. La verdad es que uso lo que me gusta y trato de sobresalir aunque vaya contra la corriente. Eso es bueno ¿no crees?
— ¡Por supuesto! —respondió—. Es exactamente lo que yo hago.
Oh si, seguro.
—Lamentablemente no cantarás esta noche, pero si Gina Sims. Nos han llegado rumores de que podría haber una colaboración entre ustedes.
—Son solo rumores, por el momento —sonreí sínicamente. ¿Cómo diablos se habían enterado? Aun prefería morir que colaborar con ella.
—En tres años de carrera no se te ha visto en muchas premiaciones o con otras estrellas ¡dinos que pasa chica! —dijo con un notado acento español.
—Solo soy un poco tímida ¡chico! —Bromeé pero él no se rió, lo que me hizo sentir incomoda—. Me cuesta un poco relacionarme con los demás y más aún si son personas que antes veía por televisión.
—Bueno Madison, espero que dejes esa timidez de lado. Me alegro mucho de verte visto hoy. ¡Hola Gina! —gritó prácticamente huyendo de mi para correr como perro faldero detrás de mi antagonista. Rodé los ojos tratando de que nadie me viera y me quedé parada de brazos cruzados tratando de oír que se traía aquella perra entre manos.
—Ella es tan perfecta —me estremecí al oír una voz conocida cerca de mí. Me giré colérica, él sabía perfectamente que yo no toleraba a Gina Sims.
— ¿Qué estás haciendo aquí, Harry?
—Conseguí un trabajo extra ¿no es obvio?
— ¿No te quedó claro que si te acercas nuevamente a mi pones más pruebas en tu contra? Te acusaré por acoso.
—Ya te dije que no me importa —respondió y disparó su cámara contra mí.
— ¡Basta! —grité despacio. Si llamaba la atención de alguien estaría perdida—. ¡Te dije que no me tomaras mas fotografías!
—Dijiste que los amigos no negociaban a cuesta de ellos mismos. Ya no somos amigos, Madison —me corrigió.
Idiota, me había derrotado en mi propio juego.
—Sigue así y verás lo que te sucederá, imbécil —escupí y me alejé de ahí.
Minutos después ya me encontraba sentada en mi puesto ubicado en primera fila al lado de Riana, la famosa cantante afroamericana. Ella era demasiado buena en lo que hacía y también demasiado hermosa. Su piel lucia igual de suave y morena que en televisión. Muchas veces había deseado tener la piel un poco más oscura para parecerme a ella, pero la genética no estaba de mi lado.
— ¡Hey! —me saludó en cuanto me senté a su lado—. ¡Te ves increíble mujer!
— ¡Lo sé! —contesté con la misma confianza con la que ella me habló—. Tú luces impresionante también.
—Lo sé —rió—. ¿Una selfie?
—Por supuesto —acepté encantada.
—La subiré yo si no te molesta —dijo.
—Para nada —respondí. La sola idea de que etiquetara en una de sus fotos me hizo querer saltar de la euforia. Riana seguía siendo la reina de las redes sociales y una selfie con ella me haría ganar miles de seguidores.
Los premios comenzaron e hicimos silencio. La primera presentación sería la de Gina Sims. En cuanto apareció rodé los ojos. Ella quería parecer tan inocente y buena sobre el escenario vistiendo tan elegante y conservadora cuando seguramente era peor que todas nosotras juntas.
—La odio —dijo Riana por lo bajo y me esforcé por analizar en mi mente lo que había dicho, seguramente había oído mal—. Supe que vas a colaborar con ella, no deberías hacerlo.
—No voy a colaborar con ella —susurré también—. ¿Por qué la odias?
—Porque es un ejemplo —hizo una cara de asco bastante graciosa—. Mírala allí pretendiendo ser perfecta para todos, es solo una máscara. Odio a la gente falsa.
—La odio también —confesé bajito esperando que nadie me oyera.
—Choca eso cinco hermana —dijo ella y yo reí. Al fin había encontrado a mi alma gemela.
Los premios no se hicieron largos y menos incómodos en la compañía de Riana. Nos reímos, chismorreamos y cantamos a coro los éxitos de todos los artistas que subían al escenario.
— ¿Irás al after party? —me preguntó cuando ya todos se levantaban para irse—. Yo lo organicé.
—No lo sé —dudé—. Realmente no estaba en mis planes. No sé si mi manager lo apruebe.
—Vamoscon el entonces —me tomó del brazo—. Nadie le dice que no a Riana.