Narra Flash.
-¿Tienes algún plan en mente? -Me preguntó Fancy en un susurro.
Los dos estábamos parados a unos pocos centímetros frente al guardia... Él nos miraba de reojo con mucho recelo, se notaba que me reconoció al instante en que me vio.
-No. -Le respondi con el mismo tono de voz. -Este hombre es muy exigente en su trabajo... Ni siquiera pude con él en el día de la convención.
-Hagamos un pequeño intento... Tal vez con mi labia podamos conseguir algo de información.
-Intentemos. Pero y si no...
-¡¿Qué tanto murmuran?! -La fuerte voz del guardia me interrumpió. -No sé que hacen ustedes aquí. Esta prohibido estar en este sector, ¡Larguense!
-Disculpe señor guardia. -Fancy se acercó a él. -Nos hemos dados cuenta que el concierto está demorando un poco, y nos preguntábamos si nos podía ayudar con algo de información, o ¿Qué problema está sucediendo?... Tal vez podamos ayudar.
El tipo empezó a reir a carcajadas.
-Y ustedes quienes son para tener el atrevimiento de hacer ese tipo de pregunta... Apenas son unos vendedores de churros. -Nos empezó a mirar de pies a cabeza. -Sigan con su trabajo y yo sigo con el mío de alejar a vendedores como ustedes... Y aparte no les incumbe el problema que tienen las Rainbooms.
-¡No somos vendedores de churros! -Mi amigo exclamó algo ofendido.
-Señor. -Replique. -Yo conozco a Twilight Sparkle, fuimos vecinos hace algunos años y quedamos en encontrarnos hoy.
-Ajá si. Y yo soy el príncipe de Roma. -Dijo sarcasticamente. -No te creo ninguna palabra. Crees que no te recuerdo.
-Al menos un príncipe de verdad tiene educación. -Dijo Fancy cruzados de brazos, desviando su mirada.
El señor fulminaba a mi amigo con su rostro de mil demonios.
-Le estoy diciendo la verdad. Twilight y yo nos conocemos... Al menos podría llamarla para probarle que no miento.
-No te creo... ¡Váyanse de aquí! -Nos gritó. Ya parecía que nos iba a golpear. -¡Interrumpen mi trabajo!
Este tipo sin duda me odia.
Ya nos íbamos a rendir y darnos la media vuelta para seguir con nuestro trabajo, porque en sí, estamos aquí adentro con la condición de vender el producto.
-¿Por qué lo gritos? -Una voz masculina nos detuvo. Aquella persona sin duda era Shining Armor, hermano de Twilight. Después de todo el también fue mi vecino.
Él parecía muy preocupado y a la vez enojado. Después de hacer la pregunta terminó al lado del guardia.
-Señor Armor. Estos tipos andan hechos los metidos y aquel mocoso de cabello desordenado. -Me señalaba con desagrado. -está diciendo que conoce a la señorita Sparkle.
Shining me empezó a mirar con una expresión de mucha seriedad.
-¿Quién eres tú para venir a decir que conoces a mi hermana? -Me preguntó con su ceño fruncido.
-No se si me recuerde, pero yo soy Flash Sentry, éramos vecinos en la ciudad de Canterlot. -Le dije con la esperanza de que me recuerde.
-¿Flash Sentry? -Se preguntó extrañado, apoyando su índice sobre su mentón. Quedó un buen rato tratando de recordarme. -Mmmm... ¡Claro! -Chasqueo sus dedos. -La familia que vivía al lado de mi casa. Los Sentry, ¿No?
-Exacto. -Asenti.
-Claro que te conozco... Como no recordar al niño que corría por todo el barrio mientras huía de su mamá que tenía la intención de pegarle con el látigo. -Dijo en tono burlón.
-Si... espera, ¡Qué! -Exclame avergonzado.
-Recuerdo muy bien ese día... gozaba de la risa al ver como le rogabas a tu mamá de que no te pegara. -Se empezó a reír a carcajadas. -Fue muy chistoso verte como actuabas como niña llorona jajajaja...
¿Por qué tengo la maldita desgracia de ser reconocido por mis actos más vergonzosos que he tenido? ;-; La vida me odia.
De eso logre escuchar unas pequeñas risitas que provenían de Fancy, yo lo empecé a fulminar con mi mirada, pero aún así no paraba de reír.
-¡No es gracioso! -Exclame enojado.
-Hubiera querido ver como le rogabas a tu mamá que no te pegara con el látigo. -Dijo entre risas.
-¿Qué podía hacer? Mi mamá era muy hábil con el látigo. No quería quedar marcado. -Me crucé de brazos. -Bueno, bueno. Olvidemos ese tema y volvamos a lo que vinimos... Shining. -Fijé mi mirada hacia él. -En realidad vinimos aquí para saber que esta ocurriendo... El concierto está demorando y muchos de los fans se están empezando a desesperar.
-Bueno. -Dio un largo suspiro. -La persona quien se encarga de las máquinas para dar el sonido y el efecto al concierto no aparece. Y sin él no podemos empezar el show, todo está apagado en el estudio. Y ni siquiera hay alguien que pueda manejar las computadoras.
-Eso si es un grave problema. -Dijo Fancy apenado. -Pero... Tú puedes ayudar. -Me dijo.
-¿Yo?
-No, yo. -Dijo sarcástico. -Claro que tú, estás estudiando informática, ya saben, cosas de computadoras que no entiendo muy bien... Pero podrías ayudar en eso, por lo que he escuchado eres muy bueno con tu materia.
-No sé si podré hacerlo. -Dije, rascándo mi nuca. -Y si llegó a hacer un relajo... No creo que...
-Por favor Flash. -Me rogó Shining. -Necesitamos a alguien que nos ayude. Obviamente te pagaremos.
-Pero y si...
-Hazlo por Twilight.
-Esta bien. -Asentí sin pensarlo dos veces. Hago cualquier cosa con tal de hacer feliz a mi Twilight. Sólo por ella.
-¡Excelente! -Exclamó contento. -Hagazlo pasar. -Le ordenó al guardia. Y con una mueca de desagrado y rabia, sacó parte de la cinta para luego permitirnos pasar. Fancy y yo no evitamos mostrarle una sonrisa triunfante mientras él se moría de ganas de echarnos a patadas, pero le era imposible hacer eso.
El mal siempre triunfa. \._./
Seguimos a Shining por un largo pasillo, a unos pocos metros había un pequeño grupo de chicas, ellas eran las Rainbooms. Pero parecían muy inquietas y preocupadas. Hasta Pinkie estaba así, ósea ¡Pinkie!
-¡Oh por Dios! Ahí está mi Rarity -Exclamó mi amigo muy emocionado. -¡No lo puedo creer!
Su grito de niña pequeña hizo llamar la atención de las chicas, todas sus miradas se posaron sobre nosotros.
-¡Flash! -Exclamó mi Twilight sorprendida mientras se acercaba a mí a paso rápido. -¿Qué haces aquí?
-Pues...
-Él nos ayudará con el concierto. -Intervino Shining.
-¿En serio? -Twilight parecía muy asombrada. -Tú te encargarás de las computadoras. -Dijo con su hermosa sonrisa que me enloquece.
Yo asenti lentamente con una sonrisa temblorosa.
Los dos nos quedamos una largo rato cruzando miradas. Sin duda estábamos en un momento donde sólo éramos Twilight y yo.
-Eeehhh... Lamento arruinar su momento. -La voz de Rainbow Dash nos aleja de nuestro mundo. -Pero tenemos un espectáculo que dar ahora que ya encontramos a alguien que se encargará del estudio.
-Es verdad. -Intervino Sunset. -Hay fans que nos están esperando.
-Ok, Sigueme. -Me dijo Shining haciendo un ademán.
-Gracias. -Me dijo Twilight muy contenta. -Nos vemos después del concierto. -Terminó yéndose junto con las demás.
-Fancy. -Chasquee los dedos sacando a mi amigo de su mirada perdida en Rarity. Desde que la vio por primera vez no pudo sacarle un ojo de encima, se pasó todo el tiempo contemplandola.
-A mi me paso lo mismo cuando vi de frente a Twilight por primera vez. -Le dije mostrándole una sonrisa de lado.
-Ahora te entiendo, pendejo. -Fancy meneaba su cabeza.
Shining ya estaba a unos metros lejos de nosotros, así que los dos nos dispusimos a seguirlo.
Llegamos a un cuarto donde había varias computadores y máquinas de sonido e iluminación, al frente de todo eso había varias pantallas, unas más grandes que otras y en ellas se podía apreciar la tarima donde se presentarán las Rainbooms en todos los ángulos. Eso me servirá para guiarme y poder hacer mi trabajo.
-¿Seguro que lo puedes hacer? -Preguntó Shining. Aun se podía notar la duda que no lo dejaba del todo tranquilo.
-Claro. -Afirme. -Por algo me llaman el papi chulo de la tecnología. -Apoyé mis manos sobre mi cintura.
Shining y Fancy me miraban peor que bicho raro.
-Mejor olviden lo que acabe de decir. -Dije muy avergonzado, acercándome a la silla que estaba frente a un escritorio con un sin número de máquinas y teclas.
Los dos se quedaron parados detrás mío mientras yo empecé a prender los aparatos tecnológicos.
Aplaste unas cuantas teclas y logre prender los reflectores del escenario. Por las pantalla pude ver que las chicas ya estaban paradas frente al público. Presione varias teclas y con un micrófono que estába frente mío les di el aviso a las chicas de que podían empezar con su espectáculo. Y en unos segundos ellas ya estaban cantando y yo seguía con mi trabajo.
Esto era pan comido y el papi chulo de la tecnología salvo a mi Twilight de que no realizará su concierto.