Antes de conocer a Mía Hamilton, era casi imposible que sus vidas se juntaran ya que no tenían nada en común. Kate era una chica de una ciudad y familia pequeña; no tenía relación alguna con su madre biológica y guardaba un rencor enorme en su corazón. Ben, en cambio parecía tener la vida perfecta; una familia bien consolidada y millonaria, nunca le falto apoyo para nada, pero lo que más lo diferenciaba de ella era su gran capacidad de perdonar y ayudar a las demás personas.
Él vivió en el cielo; ella vivió en un infierno.
Él completamente feliz; ella completamente rota.
Él estudiaba Medicina; ella Artes.
Él no tenía intención de tener novia; ella tenía un novio maltratador.
Él amaba vivir; Ella estaba desilusionada de la vida.
Él ayudaba a la gente; y ella necesitaba con urgencia ser ayudada.
A pesar de ser completamente distintos, había una cosa en la que eran iguales: podían arriesgar su vida por sus amigos; y eso fue lo que los unió en primer lugar. Ayudando a su mejor amiga a encontrar su identidad, se encontraron entre ellos y formaron un vinculo maravilloso; un vinculo que poco a poco y sin que ellos se dieran cuenta, se fue convirtiendo en un amor único.