Love in New York. {Justin Bie...

By StratfordJustin

59.5K 3K 501

. More

Love in New York - [Sinopsis]
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.

Capítulo 34.

1.1K 71 27
By StratfordJustin


"That girl... is mine."

Después de una larga y fría y ultima semana del mes de marzo, todo eran sonrisas, había terminado e viernes con un examen de biología que me había salido estupendamente, y eso siempre me ponía el humor por lo alto. 

Todo parecía estar en su cauce y cada persona que había en mi circulo de amistades, incluido Justin, iban a lo suyo, sin problemas y haciendo su vida. También yo. 

Marco y yo estábamos en su habitación jugando a un estúpido, pero divertido, juego de cartas. Después de clases habíamos venido a comer a su casa y ahora me encontraba dándole una paliza a las cartas. En realidad creo que me estaba dejando ganar, pero me gustaba enfadarle de todas formas. 

Por ahora las cosas con él iban bien, no me presionaba y eso me gustaba. Quiero decir, si quería intentar algo con él necesitaba mi tiempo, mi espacio y liberar mis sentimientos poco a poco, y él lo estaba haciendo genial, así que cada vez me sentía más a gusto con él. 

-¡¡Ehhh, estás haciendo trampas!! -le acusé, desbaratando sus cartas.

-¿Pero qué dices? -se echó a reír.

-¡Por eso me estaba dejando ganar, maldito tramposo! -le pegué.

Él no paraba de reír.

-Vale, vale pesada, me has pillado. Pero es que te estabas poniendo muy diva con esto de ganarme. -alzó una ceja con gracia.

-Peeeeerdona. -fingí sorpresa y la cara que había puesto nos obligó a reír de nuevo a los dos. Él me dio un pequeño abrazo y yo le di un beso pequeñito en la mejilla-. Será mejor que me vaya ya, tus padres estarán a punto de llegar y tengo que descansar si vamos a salir esta noche. 

-Vale. -asintió a reñadientes-. ¿Al final salimos todos?

-Eso creo. -le di un beso en los labios-. Te veo esta noche perdedor.

-Vale diva. -me reí. 


Llegué a casa en menos de quince minutos y me puse cómoda para echar una larga siesta de viernes, que por cierto eran mis favoritas. Mientras caía en el suelo divagué que podría ponerme esta noche para salir de fiesta a uno de los mejores clubs. Era uno que habían abierto nuevo y Lisa estaba loca por ir, así que ese era nuestro plan para el fin de semana. Y entre pensamientos y pensamientos me dormí. 

Una melodía molesta comenzó a sonar y a molestarme... pero no era mi alarma. Era... era... el puto móvil. 

-¿Sí? -descolgué con la vista nublada. 

-Hola mi amorrrrr. -un pito molesto proveniente de mi amiga Lisa sonó a través del movil.

-Qué quieres estúpida.

-Despertarte princesa. 

-Te odio. -me quejé.

-Te quiero reina mía.

-Lisa no te soporto, adiós.

-Pero qué dices, ¡espera! -carcajeaba-. Solo quería despertarte porque sé que siempre llegas tarde, es más ya llegas tarde, te queda una hora y media y todavía ni te habrás duchado.

-Pareces mi agenda. 

-Siempre a tu servicio. -se río y me contagió.

-Luego nos vemos, voy a ducharme, te quieeeeero

-Vale, y yo a tiiiiii. -mandó un beso. 

Me destapé y salí del calentito de mi adorada cama. Ahora mismo no me apetecía absolutamente nada salir, me hubiera quedado durmiendo, pero en fin, cuando me duchara se me pasaría este sueño.

Usé mis jabones favoritas de flores y frutas del bosque porque me encantaban el olor que dejaban y me di una ducha no demasiado larga, pero sí relajante. Pensé mientras tanto que outfit podría ponerme esta noche y me decanté por un top ajustado y en color bronce, una falda larga y ajustada del mismo tono y unos tacones finos. Me alisé el pelo y escogí una chaqueta abrigada para no pasar demasiado frío. 


Estabamos en la cola vip, del que se supone que era el club más famoso actualmente de Nueva York. Justin estaba más adelantado que todos nosotros mientras tenía una charla intensa con el portero. Tras unas cuantas frases, el portero le abrió la puerta y todos pasamos rapidamente.

-Bianca, le he dicho que si nos dejaba pasar luego te ibas con él un rato a solas. -dijo mientras se ponia a mí lado.

-¿Qué? ¡Pero tú eres gilipollas! -le cogí del brazo.

-Tranquila, el tío no se hubiera conformado solo contigo. -me sonrío-. Será una noche divertida.

Seguro, pensé. 

Después le miré mal. 

Resultaba hasta incomodo hablar con él de vez en cuando, desde que pasó aquello, a penas nos dirigíamos la palabra, cada uno iba a su bola, y eso me gustaba. 

El ambiente era cargado ahí dentro, y no esperaba menos. El sitio merecía toda la fama que tenía: era exclusivo, elegante y explosivo. Estaba lleno de gente, la musica era estupenda y el diseño y la distribución eran excelentes. 

Comenzamos sentándonos en una zona más tranquila para pedir algunas copas.

Nos sentamos todos alrededor de una mesa redonda y de cristal fino, en menos de un par de minutos ya nos habían atendido y dejaron nuestras bebidas sobre la mesa. Todos los que estábamos allí entablábamos una conversación tranquila y espontanea, ya que en esta zona se podía hablar perfectamente sin que la música te molestara. 

En un momento determinado mi móvil comenzó a sonar llamando la atención de todos, ya que se me había olvidado ponerlo en vibración. 

-Es Marco. -dije, avisando a Lisa mientras me levantaba para tener una conversación más privada con él. A su vez, Justin me miró sin expresión alguna, bebiendo de su copa. 

Me alejé de allí y contesté. 

-¿Hey, qué pasa? ¿Donde estás? -cuestioné.

-Bianca no voy a poder ir, he discutido con mi padre y bueno... ya sabes como es.

-Pero, ¿en serio? -me sorprendía que a estas edad todavía tenía que tener discusiones de ese tipo con su padre-. ¿No puedes hacer nada?

-No, no puedo. Mejor nos vemos mañana, ¿vale? -suspiró-. Pasatelo bien, y ten cuidado. 

-Esta bien, descansa. 


Colgué un segundo después algo disgustada... pero supongo que no podía hacer nada, así que regresé a la mesa con todos.

Me senté con algunas miradas sobre mí.

-¿Qué pasa? -me preguntó Lisa.

-Marco no va a venir, eso es todo. -dije, simplemente. 

-Uhh, a alguien le ha fallado su cita. -bromeó, haciendo a Justin y a los demás reír. 

Rodé los ojos sin querer aportar ningún comentario estúpido a esta conversación y me bebí de una sola vez lo que quedaba en mi copa. 

En la tercera ronda Lisa y yo ya nos habíamos levantado de aquellos cómodos asientos para ir a demostrar a la pista quienes eran las reinas de Manhattan. 

La canción que estaba sonando era una mezcla de r&b y ragga, no sabía muy bien cual de los dos estilos, pero me daba igual. 

Lisa pegó su cuerpo a mi espalda desde atrás y comenzamos a mover nuestros cuerpo sincronizados al ritmo de la música, moviendo muy bien las caderas de un lado hacia otro, bajando y subiendo y alzando nuestros brazos a su vez. Nos reíamos cuando nos mirábamos y veíamos la cantidad de tíos que nos estaban mirando embobados. 

Justin nos observaba desde la barra, era tan atractivo que hasta me fastidiaba. Comencé a deslizar hacia abajo mi cuerpo, sincronizando con mis piernas, de forma sexy, hasta que acabó la canción y fuimos de nuevo a por otra copa. 

Estaba a punto de llegar a la mesa cuando Justin tropezó torpemente conmigo. 

-Puedes quitarte del medio -le exigí-. estaba tratando de ignorarte.

-Encima mentirosa... -rozó su barbilla con gracia-. Pues para tratar de ignorarme no dejabas de mirarme. -alzó las cejas, insinuante.

-Porque me pareces detestable, y arrogante y egocéntrico y...

Me interrumpió. 

-En cambio tú estás preciosa -su mirada atravesó mis ojos, me miraba profundamente-. Hoy estás increíble. -una sonrisa quería escapar enormemente de mi rostro. Él estaba siendo demasiado coqueto. Me atrapaba cuando me miraba de esa forma tan intensa. 

-¿En serio? -musité, agachando la mirada.

-Sí. -me miró, con una sonrisa distinta-. Y ¿sabes qué? cada uno de los tíos que hay aquí caería rendido a tus pies en este mismo momento. -se acercó a mi, rozó mi mejilla con su mano-. En cambio yo, que sé como eres... para mí no dejas de ser la misma niñata estúpida de siempre.

Me miró una ultima vez fijamente, yo apretaba la mandíbula, y él se marchó.

Me quedé plasmada y plantada allí en medio, hasta que Lisa tiró de mí hacia la barra. 

-¿Qué te ha dicho?

-Yo que sé. -estaba aturdida y agobiada y harta de él-. No dice más que estupideces y estoy harta de caer en todo lo que dice, de escucharle y de mirarle y de todo. 

-Bianca...

-No, es que tú no me entiendes, es que...

-Te gusta Justin. Bianca, te gusta porque es un creído y un poco capullo, y te gusta la idea de que pudiendo tener a mil, vaya detrás de ti. -me dijo Lisa. 

Me quedé pensando en que tenía toda la razón.

-No me gusta, ¿vale? no me gusta. -le di un buen trago al tequila-. No me puede gustar...

No podía simplemente darle esa importancia, él no me podía gustar. Pero es que yo simplemente me volvía una tonta sin mentalidad cuando él me hablaba de aquella forma, cuando me miraba como si solo existiésemos nosotros dos en el mundo. 


Narra Justin.

Me levanté de allí cuando Ryan y Becca se estaban poniendo cariñosos y a mí no me apetecía aguantarlos. 

Una hora después y varias copas demás todavía seguía tocado con el baile de Bianca, la muy estúpida se había propuesto amargarme la existencia vistiendo, bailando, moviendo y mirándome así. 

Me apoyé en la barra viendo como el ambiente cada vez era más apagado, ya que eran cerca de las cinco de la mañana. Lisa y Bianca seguían bailando y riendo en la pista. 

-¿Quien es esa chica explosiva? -me preguntó un tío que había a mi lado, señalando a Bianca. 

Al instante rodé los ojos. Qué fe tenía. 

- Esa chica... -la señalé-. es mía.

Él asintió levantando las manos y se fue de allí. Perfecto; las cosas claras. 

No me extrañaba que la hubiera definido como "Chica explosiva", ni siquiera podía decir que ella esta noche estaba increíble porque, sinceramente, ella siempre estaba increíble. 

Ella es un misterio de seda, un ruido en mitad de la noche, un escándalo de tejados no apto para propensos a marearse en las alturas.   

Ella era alguien con algo especial, al menos para mí. Y supongo que para todo el que la viese. 

Un rato después todos salíamos de allí, ya era hora de irse, supongo. 

Ryan se fue con Becca, por separado. Lisa y Bianca iban a su bola, andando por la calle, así que yo cogí mi coche, que estaba aparcado detrás del pub. 


Narra Bianca.

Nos reíamos por todo, había sido una autentica noche divertida. 

-¡Ojala hubiera venido Lucca! -exclamó, haciéndome reír de nuevo. 

-¿Por qué no se lo has dicho, tonta?

Nos dispusimos a cruzar un paso de cebra cuando un coche con las luces largas encendida paró a dos centímetros de nosotras, haciéndonos gritar. 

-¿¡Pero qué coño haces!? -grité. 

Las luces del coche se apagaron, desvelándome a Justin.

 ¿Por qué, incluso, me sorprendía? 

El muy descarado sonrío de lado, y me guiñó un ojo. Así que yo, siendo igual de descarada que él, saqué mis llaves de casa, y se las mostré; él frunció el ceño, sin entenderme. En menos de un segundo había apretado una de las llaves contra el capó de su coche, rayandolo en varias direcciones con fuerza. Sonaba el impacto de la llave contra la chapa, y quedó perfectamente decorada.

Justin salió al instante hecho una furia, totalmente enfadado. Me cogió de los brazos y me apoyó con brusquedad sobre el coche. Su rostro parecía una piedra de tanto apretar la mandíbula. Se apoyó contra a mí, pegando nuestro cuerpos, dejándome helada. 

-Si estabas buscando tocarme los cojones, lo has conseguido. 

-Lo pretendía, no te lo voy a negar. -le susurré, con chulería. Sonreí al final. 

Él me miró con suspicacia, quería aparentar que era como un león enfadado, pero en realidad no lo estaba tanto. 

Comenzó a presionarse mucho más contra mí, y sentí que me faltaba el aire, pero no me aparté, esta vez no le dejaría obtener la victoria tan fácilmente. Me acerqué más hacia él, y susurré en su oreja:

-Si quieres podemos estar así toda la noche... 

-No podrías aguantar tanto. -refunfuñó. 

Y finalmente se levantó de encima de mí. Había ganado. 

-¿Lo vas a pagar? -me preguntó, yo miré el gran arañazo que tenía el capó. 

-Ten fe. -le vacilé, por supuesto que no lo iba a pagar. 

Él se dio la vuelta, y yo tenía que detenerle, tenía que quitarme algunas dudas.

Le agarré la manga de la camisa y él me miró sin girarse, sorprendido. A mí, por una vez, también me sorprendió ser yo quién iba tras él.

-Solo... solo quiero saber una cosa. -musité. Él se dio la vuelta, lentamente, y me miró. 

-Qué, a ver.

-En realidad solo es una pregunta.

-Lo que sea, sueltalo.

-¿Por qué me dijiste eso en mi cumpleaños, en la azotea? ¿Por qué me besaste... si luego te ibas a ir a liar con Amanda?

Ese toque de luz nos hacía vernos perfectamente a los ojos. No sé que había más en nuestras miradas, si desafío o algún otro sentimiento escondido bajo llave... el caso es que no dejábamos de mirarnos como si pudiéramos superarnos el uno al otro. Como si él fuera mejor que yo, y yo fuera mejor que él. Al menos eso es lo que yo intentaba aparentar, y él es lo que parecía. Sin embargo en mi interior me sentía llena de remordimientos.

-Porque... se me da muy bien fingir, ¿sabes?

El corazón me dio un vuelco. 

-Sí, ya, ya lo veo... -me froté el pelo, impactada por sus palabras y intentado actuar como si no me importaran-. Pues te voy a pedir una cosa, nunca más vuelvas a llenarme la cabeza con tu palabrerio, ni a besarme.

-¿Y eso a qué viene?

-A que no quiero más mentiras, y tú finges demasiado bien, así que hazle tus actuaciones a quién se las crea, no a mí.

-Perfecto, tampoco tenía mucho más interés.

-Pues eso, perfecto.

_______________________

Que queréis que pase ahora... ¿un viajecito? ¿a donde? ... ¿escenas más intimas? Uhhh, decirme qué queréis y comentar!!!!









Continue Reading

You'll Also Like

56.4K 3.2K 9
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suc...
262K 21K 48
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
265K 25.9K 67
Freen, una CEO de renombre, se ve atrapada en una red de decisiones impuestas por su familia. Obligada a casarse con Rebecca, una joven que llegó a s...
90.2K 11.9K 50
Elladora Black es la hija menor de Orion y Walburga criada para ser una sangre pura perfecta, sin embargo no es lo que planearon. Narcisista, egoíst...