Capítulo 34.

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"That girl... is mine."

Después de una larga y fría y ultima semana del mes de marzo, todo eran sonrisas, había terminado e viernes con un examen de biología que me había salido estupendamente, y eso siempre me ponía el humor por lo alto. 

Todo parecía estar en su cauce y cada persona que había en mi circulo de amistades, incluido Justin, iban a lo suyo, sin problemas y haciendo su vida. También yo. 

Marco y yo estábamos en su habitación jugando a un estúpido, pero divertido, juego de cartas. Después de clases habíamos venido a comer a su casa y ahora me encontraba dándole una paliza a las cartas. En realidad creo que me estaba dejando ganar, pero me gustaba enfadarle de todas formas. 

Por ahora las cosas con él iban bien, no me presionaba y eso me gustaba. Quiero decir, si quería intentar algo con él necesitaba mi tiempo, mi espacio y liberar mis sentimientos poco a poco, y él lo estaba haciendo genial, así que cada vez me sentía más a gusto con él. 

-¡¡Ehhh, estás haciendo trampas!! -le acusé, desbaratando sus cartas.

-¿Pero qué dices? -se echó a reír.

-¡Por eso me estaba dejando ganar, maldito tramposo! -le pegué.

Él no paraba de reír.

-Vale, vale pesada, me has pillado. Pero es que te estabas poniendo muy diva con esto de ganarme. -alzó una ceja con gracia.

-Peeeeerdona. -fingí sorpresa y la cara que había puesto nos obligó a reír de nuevo a los dos. Él me dio un pequeño abrazo y yo le di un beso pequeñito en la mejilla-. Será mejor que me vaya ya, tus padres estarán a punto de llegar y tengo que descansar si vamos a salir esta noche. 

-Vale. -asintió a reñadientes-. ¿Al final salimos todos?

-Eso creo. -le di un beso en los labios-. Te veo esta noche perdedor.

-Vale diva. -me reí. 


Llegué a casa en menos de quince minutos y me puse cómoda para echar una larga siesta de viernes, que por cierto eran mis favoritas. Mientras caía en el suelo divagué que podría ponerme esta noche para salir de fiesta a uno de los mejores clubs. Era uno que habían abierto nuevo y Lisa estaba loca por ir, así que ese era nuestro plan para el fin de semana. Y entre pensamientos y pensamientos me dormí. 

Una melodía molesta comenzó a sonar y a molestarme... pero no era mi alarma. Era... era... el puto móvil. 

-¿Sí? -descolgué con la vista nublada. 

-Hola mi amorrrrr. -un pito molesto proveniente de mi amiga Lisa sonó a través del movil.

-Qué quieres estúpida.

-Despertarte princesa. 

-Te odio. -me quejé.

-Te quiero reina mía.

-Lisa no te soporto, adiós.

-Pero qué dices, ¡espera! -carcajeaba-. Solo quería despertarte porque sé que siempre llegas tarde, es más ya llegas tarde, te queda una hora y media y todavía ni te habrás duchado.

-Pareces mi agenda. 

-Siempre a tu servicio. -se río y me contagió.

-Luego nos vemos, voy a ducharme, te quieeeeero

Love in New York. {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora