"Never in a thousand years."
Como cualquier lunes, deprimido y agotador, empezaba otra vez la semana. Y yo, para no perder mi preciosa costumbre de aguantar unos minutos más en la cama, de nuevo llegaba tarde. Me perfumé rápidamente y salí de casa con prisa, despidiéndome de mi madre, que terminaba de arreglarse para irse también.
Viendo que no podría utilizar la limusina, ya que la usaría mamá, me subí a un taxi rápidamente y le indiqué donde tenía que llevarme. Suspiré alegre, al haber cogido algo de dinero para poder pagarle. Me dejó en la puerta de Constance, le pagué y me despedí con una educada sonrisa. Llegué corriendo a la entrada, y ya tenía mensajes de Lisa en el móvil diciéndome que llegaba muuuuy tarde. Vi como Marco baja las escaleras, así que supuse que él también había llegado tarde y ya no nos dejarían entrar a la primera clase. Al menos estaría con él.
-Hey. -le dije dulcemente, mientras caminaba hacia él.
-Hola. -me dijo.
-¿No te han dejado entrar? -le dije, después de darle un beso en la mejilla.
Nos sentamos en las escaleras de la entrada.
-Me he quedado dormido. -me reí.
A decir verdad, le notaba un poco más seco de lo normal, pero supuse que sería porque todavía estaba medio dormido.
-Voy a beber agua, ¿vienes? -le dije.
-Te espero aquí. -asentí.
Caminé hacia la fuente que había en el patio de atrás, siendo disimulada para que si algún profesor me viese no pensara que me había fugado o algo así.
Presioné el botón del agua y bebí, agradeciéndolo, ya que tenía la boca seca.
Mi móvil comenzó a sonar en el dobladillo de mi falda, era Lisa, ¿me llamaba estando en clase?
-Maldita tardona que eres. -espetó, en un murmuro.
Comencé a reírme.
-¡He tenido que coger un taxi! -me justifique.
-Esta no te la perdono en la vida, no sabes lo mal que lo estoy pasando. -bromeaba, con voz afligida.
-¿Estás en clase? -me reía.
-Que va, he salido un rato al baño sino quería que me echaran por dormirme tío, que puto tostón.
Literalmente me meaba.
-Liss te dejo, estoy con Marco, nos vemos en un rato.
-Zorra. -es lo ultimo que oí.
Volví a las escaleras donde se hallaba un Marco desinteresado mirando su móvil. Me senté a su lado, a esperas de que sacara algún tipo de conversación e incluso me empecé a poner incomoda, pero él no hablaba nada.
-¿Te pasa algo? -le miré.
Él me miró fijamente durante unos segundos.
-¿Te besaste con Justin en la fiesta de sus padres?
Joder, tragué saliva.
¿Como demonios se había enterado? creo que esa era un pregunta fácil.
Agaché unos segundos la mirada.
-Él me besó. -mojé mis labios-. Sabes que no le soporto, eso no fue nada. -le dije, normalmente.
-¿Por qué no me lo dijiste?