•Narra Esmeralda•
-Señorita usted se va con nosotros- el oficial se acerca a mi para esposarme.
-No, no señor yo no hice nada- retrocedo para alejarme de él.
-Usted mato a este hombre, es una asesina- Me acusa sin piedad, como si yo fuese el ser mas asqueroso del mundo.
-No, yo no lo mate- me defiendo ante su acusación.
-Eres una asesina, asesina..-
Miro al oficial que me señala con su dedo y no deja de llamarme asesina.
El tipo al que golpee esta en el suelo y hay un charco de sangre al rededor de su cabeza.
Asesina... Asesina.. Asesina se repite en mi cabeza una y otra vez.
Niego con mi cabeza, eso no es cierto. Yo no lo mate.
Miro la cara del hombre y me quedo paralizada cuando veo que es Allan el que esta tirado en el suelo sin vida.
Qué? Cómo? En que momento?
-No.. No.. Yo no lo mate- susurro y jalo mi cabello con tanta fuerza que tengo mechones de éste en los puños de mi mano, horrorizada los dejo caer al suelo.
Asesina.. Asesina.. Asesina...
el policía sigue acusándome. Niego repetidas veces con mi cabeza.
Asesina.. asesina...
-NOOO YO NO LO MATE! YO NO SOY UNA ASESINA- grito a todo pulmón.
-AL! AL! ALLAN!!!- le llamo a gritos para que me conteste.
"Mi ángel. Mi ángel. Esmeralda. Aquí estoy" Escucho su voz pero no lo veo.
Ahora todo es oscuridad...
Despierto de golpe y quedo sentada en la cama.
Mi corazón esta acelerado igual que mi respiración, me siento fría y sudada.
Mi cara esta empadada de lagrimas.
Allan esta sentado a mi lado y me abraza inmediatamente.
-tranquila mi amor. Aquí estoy, contigo. Tu no eres una asesina. No pasa nada. Solo fue una pesadilla- trata de tranquilazarme mientras me abraza fuerte y acaricia mi espalda.
-yo no lo mate AL. Yo no soy una asesina- lloro y me aferro a su cuello con mucha fuerza que creo que lo estoy ahorcando pero él no se queja.
-no mi ángel tu no lo mataste. Tu no eres una asesina. Tranquila todo esta bien- Allan me carga y me acomoda de forma que estoy sentada a horcajadas encima de él sin desprenderme de su cuello.
Su espalda esta apoyada en varias almohadas y nos quedamos en esa posición por un rato mientras mi respiración y mi corazón toman un ritmo normal.
Estamos cómodos, Allan acaricia mis muslos que estan al descubierto por la camiseta que se ha alzado por mi posición, luego acaricia mis brazos, espalda, cabeza y cara.
De a ratos mete su cara en mi cuello por unos minutos, luego deja un beso y la saca.
No se cuanto tiempo ha pasado pero las caricias de mi hombre han conseguido tranquilizarme.
-eras tu AL. Te habia matado a ti. Y el policía me acusaba de asesina- susurro en su hombro y aflojo mi agarre de su cuello.
-solo fue una pesadilla mi ángel. Mira aquí estoy contigo y el tipo al que golpeaste ya esta despierto contestando unas preguntas que Frank y Jace le estan haciendo-
-creo que no estaré tranquila hasta que vea con mis propios ojos que el hombre esta vivo-
-ya lo veremos. Tranquila. Vamos a acomodarnos y vuelve a dormir, si?- intento bajarme de su regazo pero no me deja.
Se estira en la cama y me deja encima de él, apoyo mi cabeza en su pecho desnudo y él rodea mi cintura con sus fuertes brazos. Enredamos nuestras piernas y Allan nos cubre con la sabana.
Luego de unos minutos de caricias y besos por parte de Allan, logro volver a dormir y esta vez sin pesadillas.
Despierto todavía encima de Allan, mi cuello duele por la posición en que dormí.
Me muevo con cuidado para no despertar al hombre que tengo debajo de mi pero aprieta su agarre en mi cintura.
-a donde vas?- alzo mi cabeza para verlo, sigue con los ojos cerrados.
-AL, tengo que ir al baño, se hace tarde y quiero ir a ver a papá- suspira profundo y me suelta, bajo de la cama y corro al baño, cepillo mis dientes, me despojo de lo que llevo encima y entro a la ducha.
Cierro mis ojos y dejo que el agua caiga en mi cabeza, cara y corra por el resto de mi cuerpo; mis músculos se relajan con la lluvia de agua artificial y lo agradezco.
Sigo unos minutos mas en esta posición, hasta que siento unas grandes manos rodear mi cintura por detrás y acariciar mi vientre, mi cuerpo se eriza y mi piel se calienta con su tacto.
-que haces AL?- abro los ojos pero no puedo verlo ya que esta detrás mio.
-tomando un baño contigo- deja besos en mis hombros y mi cuello y no puedo evitar soltar un gemido. Sus manos no están quietas y recorren mi vientre y mas abajo aún.
-te amo mi ángel- susurra en mi oreja y esto provoca en mi un escalofrío de la cabeza a los pies.
El ambiente dentro de la ducha sube, agradezco no ser tan despistada y tomarme las pastillas puntual y visitar regularmente a mi doctora.
-Rápido AL. Ya son las nueve, papá debe estar esperándonos- estoy lista esperando a que Allan termine de tomar sus cosas, revisar su arma, meter cosas que para mi son innecesarias en sus bolsillos.
Al terminar, se acerca a mi que estoy parada de brazos cruzados frente a la ventana del cuarto, viendo el lago.
-ya podemos irnos- susurra entre mis labios, deja un corto beso para luego tomarme de la mano y salir.
-qué?- estamos en su carro camino a mi casa pero a cada rato se voltea a verme y sonríe.
-nada- responde, toma el volante con ambas manos, suspira profundo y le sale esa sonrisa que me vuelve loca.
Vuelve a mirarme.
-YA AL! Deja de mirarme así!- le grito y me quejo porque en serio ya me ha puesto roja como un tomate.
-por que te pones roja?- sigue molestándome.
-ya basta Allan. Me tienes incomoda- cada vez que me mira me ruborizo al recordar lo que sucedió en la ducha.
Esta vez me mira y ríe. Le golpeo en el brazo con mi puño cerrado.
-no volveré a dormir una noche mas en tu casa y menos bañarme contigo- me pongo en plan furiosa y me cruzo de brazos, soltando su mano que estaba entrelazada con la mía.
-NO! Ya no voy a molestarte mas. Lo juro. Pero no dejes de dormir en nuestra casa. Y menos no bañarte conmigo. Por favor mi ángel- me mira con carita de bebe regañado, pero yo me hago la dura.
-vamos mi ángel, por favor. Perdón, si? Me perdonas?- sigue con su carita; intenta tomar mi mano y volver a entrelazarla.
Suspiro profundo, es imposible estar molesta con este hombre.
-esta bien. Pero como sigas en ese plan ya veras!- le amenazo.
Sonríe y aprovecha el semáforo en rojo para robarme un beso.
-es que me encanta cuando te ruborizas- dice con su sonrisa picara.
Al rato llegamos a casa, bajo corriendo del carro para entrar. Tropiezo con algo duro.
-Auch!- me sostienen unos brazos grandes.
-estas bien niña?-
-si Frank, lo siento no te vi. Hola Frank!- le saludo con una sonrisa.
-hola niña Esme-
-donde esta papá?- pregunto.
-en su oficina- ruedo los ojos.
-que no puede estar descansando por un día?- Frank ríe y yo voy enojada a la oficina de papá.
Allan no se donde esta, debe estar ahora con Frank. La puerta de la oficina esta abierta, entro y encuentro a papá sentado detras de su escritorio.
-en serio Antonio Parker? Que haces aquí? Vamos a tu habitación!- le regaño mientras me acerco a él y dejo un beso en su mejilla.
-estoy bien mi niña-
-no me interesa. Vamos arriba, tienes que reposar. Levántate-
-pero hija.. Tengo cosas que hacer- se queja.
-no importa. Ya habrá tiempo para hacerlas- lo tomo del brazo bueno y lo hago levantar.
-vamos papi, camina-
-pero mira estoy bien- lo jalo mientras vamos por el pasillo.
-no, papá no estas bien. Vamos a tu habitación, tienes que descansar- pasamos al vestibulo y ahí estan, Frank, Allan, y mis hermanos. Evito mirar al segundo.
-hola viejo!- Joel se acerca y saluda a papá, luego de inspeccionarlo se acerca a mi.
-hola princesa- deja un beso en mi frente.
Luego Eduardo hace lo mismo.
Mi mirada se cruza con la que he estado evitando y me sonríe complice para enseguida ponerme roja y voltear la mirada.
-juro que estoy bien. No es necesario pasar todo el día en cama- se queja con los muchachos para que ellos lo salven de mi.
-si lo necesitas. Vamos, arriba- le sigo jalando y él mira a los chicos para que le ayuden.
-princesa, él ya esta bien. No es necesario que lo encierres en su habitación. Ya el doctor lo vio-
-tu no te metas Joel. Papá tiene que tomar reposo y eso es lo que va a hacer. Ustedes pueden encargarse de eso que hacen- digo restándole importancia y empujando a papá hacia las escaleras.
Los chicos se ríen de él.
Logro llevarlo y hacerlo acostar en su cama, le quito los zapatos y hago que deje su arma a un lado.
-me parece absurdo que carguen con eso mientras están en la casa- me quejo mientras acomodo unas almohadas debajo de su cabeza.
-hija..- lo interrumpo.
-si ya se.. "Es necesario por nuestra seguridad"- lo digo imitando voz de hombre. Se ríe de mi.
-ven acuéstate a mi lado- hago lo que me pide y lo abrazo con cuidado de no tocar su herida.
-cuéntame una cosa mi niña-
-dime pa'?- me apoyo en mi brazo para poder verlo a la cara.
-que pasa entre tu y Axel?- Dios, no puede ser cierto.
Papá se dio cuenta que algo pasa entre Allan y yo. Lo miro y luego bajo la mirada.
-papi.. Yo.. No quiero decepcionarte. Te quiero un montón y lo sabes- toma mi cara con su mano y me hace mirarlo.
-hija, tu nunca me decepcionarías, jamás. Siempre he estado orgulloso de ti. Cuéntame que pasa?- suspiro y vuelvo a bajar mi mirada. Es difícil ocultarle la verdad, pero tambien es difícil contársela sin que se moleste.
-papi, recuerdas cuando organizaron mi secuestro y Allan me retuvo en su casa por un tiempo?-
-si-
-bueno, en esos días.. Peleaba mucho con él. No quería ni verlo. Fui grosera con él y le llevaba la contraria en muchas cosas. Discutimos varias veces muy fuerte, pero fue necesario papá. Teníamos que sacar toda esa rabia que llevábamos dentro por todo lo que había pasado-
-aja..- me insta para que siga contándole.
-cuando se metieron a su casa y le hirieron mientras escapábamos, me asuste mucho. No sabia que hacer. Reaccione y salimos de ahí, no se de donde saque valentía para hacer todo lo que hice. Sinceramente, me dio miedo perder a Allan. Verlo así como estaba de débil, me hizo recapacitar- me siento en la cama con las piernas cruzadas mirándolo.
-cuando lo vi ya recuperado, me alivie. Me sentí culpable por todo lo que estaba pasando, y él solo estaba protegiéndome. No pude seguir negándome a mi misma que no sentía nada por él- alzo mi vista de mis manos para posarla en papá que me mira serio.
-estas molesto conmigo?- susurro con miedo a su respuesta.
-le amas?- su pregunta me quita la respiración por un segundo, cierro los ojos con fuerza y asiento con la cabeza.
-si.. Si le amo, papá- digo con miedo a su reacción.
Se queda en silencio, y eso me preocupa. Me tiro en la cama a su lado y tapo mi cara con una almohada.
Me preocupa que se moleste conmigo, no quiero que se sienta decepcionado de mi.
Tanto tiempo siendo la niña de sus ojos y ahora dejar de serlo porque acabo de reconocerle que amo a su enemigo numero uno.
Quitan la almohada de mi cara, pero yo no quiero abrir los ojos porque se que las lagrimas van a caer sin poder evitarlo.
-mi niña.. Mi niña. Esme, mira me- me llama.
Abro los ojos y lo encuentro enfrente mio mirándome con.. Cariño? Ternura? Amor? Las lagrimas caen sin poder evitarlo.
-papi yo no quiero decepcionarte, yo quiero seguir siendo tu niña. Perdóname por haberme enamorado de tu enemigo. Por favor- lloro desconsoladamente y él me abraza inmediatamente.
-no digas eso mi niña. Tu siempre serás la niña de mis ojos, nunca me voy a sentir decepcionado de ti. No pienses eso. Yo siempre voy a quererte aunque te enamores del hombre mas idiota; siempre y cuando tu estés feliz yo lo estaré. Te quiero mi niña- besa mi cabeza.
-yo no se cómo paso papi. Pero me enamore de Allan- hablo ya mas tranquila.
-te entiendo mi niña. Uno no elige de quien enamorarse. Simplemente pasa y cuando te das cuenta no puedes evitarlo. Así me paso con tu mamá. Después que me enamore de ella, quise evitarla a toda costa, pero no pude. Algo muy fuerte nos unía y por mas que intentáramos no podíamos alejarnos uno del otro- sonrío al imaginarme a mis padres sufriendo por amor.
-O sea que ahora están juntos?- asiento con la cabeza ya mas calmada y sin lagrimas.
-yo quería contarte hace rato, pero no me atrevia, o pasaba algo. Total es que no pude contarte. Tenia miedo a tu reacción. Y sobre todo la de los chicos-
-no te preocupes mi niña. Solo quiero saber si las intenciones de Axel son buenas. Él es un tipo rudo, peligroso, no tiene sentimientos; y se me hace muy difícil creer que pueda tratarte bien. Porque te juro que si ese tipo llega a hacerte sufrir, lo mato-
-Allan me ha demostrado ser un buen hombre. Nunca me ha hecho algo que yo no quiera. Nunca ha sido violento, varias veces yo lo golpee y él nunca hizo ademan de golpearme, ni siquiera gritarme. Yo le he hecho sufrir mas que él a mi. Se que me ama, me lo demuestra con sus hechos. Es muy cariñoso y amable conmigo. No me cuenta de su trabajo porque yo no quiero saber. Se que es peligroso, y que la gente le teme. Pero te juro que si tan solo vieras ese Allan que es conmigo, te darías cuenta que es una buena persona- deja un beso en mi frente.
-Axel va a tener muy difícil la tarea de convencerme a mi y a tus hermanos para que dejemos que salgas con él-
-papi, no sean tan duros con AL!- me quejo.
-AL?- pregunta alzando una ceja.
-oh oh. Olvida que dije eso papi. Allan me va a matar- río por la cara de papá.
-él te deja decirle AL? De donde sacaste ese apodo?- dice con burla.
-no se...- río.
- solo lo invente. Al principio no me dejaba decirle así, pero luego acepto siempre y cuando solo lo diga cuando estemos solos-
-interesante- dice pensativo.
-papi..- lo llamo después de un rato.
-dime mi niña-
-AL quiere.. Perdón! Allan quiere que nos casemos-
-QUÉ?!- creo que he quedado sorda.
-papi, cálmate por favor- río por su reacción.
-ese idiota no me va a quitar a mi niña así de rápido. Primero tengo que hacerlo sufrir y ponerle muchas pruebas. Después que las pase ya veremos. Pero por ahora NO HAY matrimonio- recalca la negación.
-si señor. Ya entendi. Voy a ir a buscar tu almuerzo y ya regreso- dejo un beso en su mejilla y salgo del cuarto para ir a la cocina.
Cuando regreso, papá no esta por ni un lado. Bajo a buscarlo y lo encuentro en su oficina sentado con los muchachos.
Me cruzo de brazos y lo miro fijamente.
-mi niña..- me mira y sonríe inocente.
El resto de los presentes muerden sus labios para no reír.
-Antonio Parker, que haces fuera de tu cama?- lo regaño.
-hija por favor.. Estoy aburrido en mi cuarto, me hace sentir enfermo. Te prometo que de la oficina no saldré, si?-
-esta bien. Entonces pasen a la mesa a almorzar- Eduardo, Joel, y Frank salen de la oficina primero.
-yo me voy. Es bueno verte sano Antonio- se despide Allan. Papá lo mira y lo retiene tomándolo por el brazo.
-no, como se te ocurre. Quédate a almorzar "AL"- pronuncia el apodo de Allan con burla pero de forma seria.
Abro los ojos como platos. Allan me mira entrecerrando los ojos.
-PAPÁ!- le regaño.
-si este tipo quiere ser tu novio, tendrá que luchar por ti- sonríe y palmea la espalda de Allan. Mi hombre y yo nos miramos asombrados.
-no la tendrás fácil Axel- le amenaza papá.
-papi por favor- golpeo mi frente con la palma de mi mano.
Ríe a carcajadas y sale. Allan me mira y se acerca peligrosamente y yo sonrío inocente, me acorrala contra la pared que esta al lado de la puerta que sigue abierta.
-con que AL..- No me ha tocado pero su cercanía acelera mi corazón.
-se me salio- hago un puchero con los labios y él enseguida los mira. Acerca sus labios a los míos.
-ESME! AXEL!- grita Eduardo y lo empujo rápidamente asustada de que nos vean.