Ojos Esmeralda.

By EsmeraldaPa

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Esmeralda Parker, 20 años. Los hombres de su vida: sus dos hermanos y papá. Consentida pero no malcriada. Ll... More

Capitulo 1.
Capitulo 2.
Capitulo 3.
Capitulo 4.
Capitulo 5.
Capitulo 6.
Capitulo 7.
Capitulo 8.
Capitulo 9.
Capitulo 10.
Capitulo 11.
Capitulo 12.
Capitulo 13.
Capitulo 14.
Capitulo 15.
Capitulo 16.
Capitulo 17.
Capitulo 18.
Capitulo 19.
Capitulo 20.
Capitulo 22.
Capitulo 23.
Capitulo 25.
Capitulo 26.
Capitulo 27.
Capitulo 28.
Capitulo 29.
Capitulo 30.
Capitulo 31.
Capitulo 32.
Capitulo 33.
Capitulo 34.
Capitulo 35.
Capitulo 36.
Capitulo 39.
Capitulo 40.
Capitulo 42.
Capitulo 43.
Capitulo 45.
Capitulo 46.
Capitulo 47.
Capitulo 48.
Capitulo 49.
Capitulo 50.
Capitulo 51.
Capitulo 52.
Capitulo 53.
Capitulo 54.
Capitulo 55. (1)
Capitulo 56.
Capitulo 57.
Capitulo 58.
Capitulo 59.
Capitulo 62.
Capitulo 63.
Capitulo 64.
Capitulo 65.
Capitulo 66.
Capitulo 67.
Capitulo 68.
Capitulo 69.
Capitulo 70.
Capitulo 71.
Capitulo 72.
Capitulo 73.
Capitulo 75.
Capitulo 76.
Capitulo 77.
Capitulo 78.
Capitulo 79.
Capitulo 82.
Capitulo 83.
Capitulo 84.
Capitulo 85.
Capitulo 88.
Capitulo 89.
Capitulo 90.
Capitulo 92.
Capitulo 93.
Capitulo 94.
Capitulo 96.
Capitulo 98.
Capitulo 100.
Capitulo 101.
Capitulo 102.
Capitulo 103.
Capitulo 104.
Capitulo 105.
Capitulo 106.
Capitulo 107.
Capitulo 108.
Extra.
Preguntas.
Extra II.
Extra III
Muy muy agradecida!!
😱😱😱😱
Hola esmeralderos

Capitulo 55 (2)

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By EsmeraldaPa


Pasa una mano por el cabello y suspira profundo. Me mira y por fin se digna a hablar.

-mi amor... mi ángel, tu sabes que yo no tengo un trabajo limpio, tengo enemigos por todos lados..- lo interrumpo porque un pensamiento absurdo pero que puede ser cierto llega a mi cabeza.

-fueron mis hermanos o mi papá? Dime la verdad Allan. Se muy bien que ustedes son enemigos- digo con horror, no se si quiero escuchar la respuesta, cierro los ojos con fuerza para escuchar lo que viene a continuación.

-no mi ángel, no son ellos- suelto el aire que habia retenido en mis pulmones.

Siento a Allan muy cerca de mi, abro los ojos y lo encuentro a unos centímetros. Toma mi cara entre sus manos y me hace mirarlo a los ojos.

-no te voy a decir que dejamos de ser enemigos, pero nos estamos ayudando mutuamente. No puedo hacerles daño porque eso te afectaría a ti y eso es lo que menos quiero, que tu sufras. Y ellos saben que no pueden hacerme nada porque entre tu y yo "hubo" una relación- cuando pronuncia el "hubo" lo dice con ironía.

-entonces quién fue? Por qué te dispararon Allan? Qué querían?- susurro.

-es un tipo, que esta enojado porque no deje que hiciera un negocio que ya estaba a punto de hacer. No me iban a matar solo querían asustarme; pero no lo lograron. No pasa nada mi ángel, no pueden matarme así de fácil- me suelto del agarre de Allan y tomo asiento en el cómodo mueble.

-esto no me gusta. No me gusta lo que tu haces, lo que Joel y Eduardo hacen, ni lo que mi papá hace. No me gusta esto para nada. Todo es peligro, enemigos y quien sabe que otras cosas peores- digo con rabia.

Allan se sienta a mi lado, me abraza y yo entierro mi cara en su pecho e inmediatamente las lagrimas de rabia e impotencia empiezan a salir.

-lo siento mi ángel; perdónanos. No sabíamos que tu ibas a llegar a nuestras vidas para hacernos feliz. Si lo hubiésemos sabido créeme que no estuviéramos metidos en esto-

-todo esto me asusta AL, me da miedo que les llegue a pasar algo-

Los brazos de Allan me aprietan mas y se lo agradezco ya que me hacen sentir segura.

-sshh tranquila mi ángel. Nosotros te protegemos y aunque no lo creas entre nosotros tambien nos protegemos- acaricia mi cabeza con una de sus manos y la otra mi espalda. Me acomoda fácilmente en su regazo como si yo no pesara nada.

-desde la noche que me entere lo que en realidad hacían los hombres de vida fue muy duro para mi. Siempre critique a ese tipo de personas, y justo las personas que me rodean son mafiosos. Dure días sin hablarles pero luego lo que sucedió con la señora Blanca me hizo pensar y recapacitar- hablo con la voz ronca.

-Llegue a querer irme lejos y no decirles a donde iba porque no quería estar con ellos, pero.. cómo me iba a sentir al saber que mis hermanos y mi papá no duermen tranquilos porque no saben donde estoy? O peor aun, que uno de ellos se enferme y yo no este a su lado? Y lo peor de lo peor, que si a alguno no lo volviera a ver porque lo han matado sin yo volver a decirle que le quiero?- sigo contándole mis miedos.

-Les perdone, lo asimile, y se que tengo que aprender a vivir con ello, no te miento para mi es muy difícil, saber que les pueda llegar a pasar algo me vuelve loca. Lo mismo pasa contigo, cuando me contaste que eres mafioso dude un poco de ti, no sabía si era seguro estar contigo y si Lucas y yo corríamos peligro; pero que mas daba, un mafioso mas a mi vida, que podría pasar? Decidí arriesgarme y mira donde estoy, abrazada por el hombre mas temido y peligroso del país... No sabia si podía contarte lo que son los hombres de mi vida, decidí que después de que los conocieras y vieras que son buenas personas te contaría. Pero ya viste que paso. No me gustan las armas, las drogas, el peligro, los secuestros, los asesinatos, le huyo a la violencia por eso no pregunto ni quiero saber que hacen porque se que a parte de dolerme no querré volver a estar con ustedes- me sincero.

-Me aterra la idea de quedarme sin los hombres de mi vida y tu incluido... Cómo podremos hacer nuestras propias familias corriendo el riesgo de que algún día pueda sucederles algo por uno de sus enemigos; no se que pensar de todo esto. Aveces solo lo dejo pasar y no pensar tanto en el futuro pero es inevitable. No se que pasará AL- lloro mis miedos, mi angustia y el amor de mi vida solo me escucha y me sigue acariciando.

Me deja desahogarme sin interrumpir. De vez en cuando deja un beso en mi frente.

Cuando me tranquilizo y estoy a punto de quedarme dormida Allan se levanta conmigo en brazos y camina no se hacia donde, entramos a una habitación enorme y me deja sentada encima de una cama blandita, quiero acostarme así como estoy pero Allan me lo impide.

-te voy a quitar esto y ponerte algo cómodo para que puedas descansar- me quita los tacones y los deja a un lado.

-como pueden aguantar esto? - pregunta con preocupación, sonrío medio dormida.

-y eso que no viste los que Natalia quería que la pobre de Giselle usara- me ofrece su mano y la tomo para ayudarme a poner de pie y caminar hasta lo que creo que es la puerta del baño, pero me equivoco.

El vestier de Allan parece una tienda de ropa, calzado, y relojería de hombre. Toma un suéter de uno de los cajones y luego se para detrás mio, pasa mi cabello suelto a mi hombro derecho y toma la evilla de la cremallera para deslizarla hacia bajo, y es ahí cuando recuerdo que no llevo sostén.

-espera Allan. No puedes verme, estoy sin sostén- digo toda ruborizada y mordiendo mi labio superior.

-y?- pregunta como si nada.

-y? Y... Que no puedes verme- asoma su cabeza por mi hombro y yo evito mirarlo.

-ya he hecho algo mas que verlas. No tienes de que preocuparte o avergonzarte. A parte me encanta el lunar que tienes en la de la izquierda- me ruborizo mas por su comentario descarado; no pensé que esa vez me había mirado tan detalladamente como para darse cuenta del lunar.

Esto es vergonzoso. Deja un beso en mi cuello lo que me produce un escalofrío y eriza mi piel. Sonríe con sus labios pegados aun en mi cuello.

-eres hermosa mi ángel. Para mi eres mas que hermosa, mas que perfecta. Eres MI ANGEL DE OJOS ESMERALDA- esto ultimo lo dice con determinación y orgullo.

Se que mi cara es un asco, mis ojos hinchados por estar llorando y el maquillaje corrido.
Me giro y lo miro para luego besarlo despacio, sin prisas. Me detengo y apoyo mi frente en su mentón que es hasta donde llego.

-debo estar horrorosa, con el maquillaje corrido- me burlo de mi misma.

-horrorosa no estas pero si tienes el maquillaje corrido- sonrío por su comentario y por el movimiento que hizo mi cabeza cuando habla.

-ven vamos a lavarte la cara- me guía hasta llegar al ahora si, baño.

Me hace sentar en un pequeño sillón, para que alguien querría un sillón en el baño? Le hago la pregunta.

-para sentarme a verte cuando estés bañando te- esta parado enfrente del mesón del baño con un algodón en mano y una crema.

-estas loco AL- ruborizada muevo mi cabeza de un lado a otro en gesto de negación.

-tu me vuelves loco- se acerca a mi, se agacha hasta estar a mi altura y toma mi cara por el mentón para pasar muy delicadamente el algodón por todo el rostro quitando el maquillaje.

-Allan no soy de papel, no me voy a romper o arrugar- me quejo por tanta delicadeza.

-shhh deja de hablar mujer- me quedo callada y espero a que termine con su tarea.

Lo miro mientras limpia mi cara, se ve tan tierno y se que estoy perdidamente enamorada de él, sus atenciones y su forma de cuidarme me hacen sentir única y especial.

Me pasa un cepillo de dientes nuevo y me paro frente al lavamanos para hacer mi higiene bucal; mientras él toma asiento en el sillón donde yo estaba.

-que haces?- le pregunto viéndolo desde el espejo que tengo en frente.

-viéndote- responde como si nada.

Ruedo los ojos y me cepillo los dientes, lavo mi cara; cuando me seco y dejo la toalla a un lado, lo miro.

-puedo tener un momento de provacidad? Necesito orinar- se cruza de brazos.

-puedes hacerlo- alzo una ceja y me cruzo de brazos igual que él.

-Allan sal del baño. Necesito privacidad. Fuera!- lo corro del baño, resopla y se levanta con los brazos a los lados.

-me iré, te daré privacidad. Pero te prohibo quitarte el vestido sino no me iré-

-esta bien Allan, pero ya sal que no puedo aguantar- apenas cierra la puerta hago mis necesidades y salgo del baño.

Lo encuentro en el vestier sin camisa, sin zapatos ni medias, solo lleva el pantalón puesto y como siempre el arma en la pretina del pantalón en la parte de atrás.

Esta de espaldas, me tomo mi tiempo admirando sus brazos, hombros, espalda y el hermoso tatuaje que tiene entre los omóplatos.

-te gusta lo que ves?- cómo se dio cuenta que lo estaba mirando si ni siquiera hice algún ruido y él no se ha movido?

-me gusta, y mucho. Es un tatuaje hermoso, supieron hacerlo muy bien- me acerco despacio a él al mismo momento en que da la vuelta para mirarme.

-solo te gusta el tatuaje? Yo no?- dice seriamente.

Me detengo hasta quedar parada frente a él. No se si ya lo he dicho pero Allan sin camisa es intimidante, su altura lo hace ver imponente, un cuerpo fuerte, tonificado y bien trabajado te hace sentir diminuta frente a él, esta vez no lo pienso tanto y paso las yemas de mis dedos por su abdomen, suspira profundo y sonríe.

-si, me gusta el tatuaje pero.. Tu? Tu me encantas. A ti? Te amo mas de lo que algún día pude haberme imaginado amar a alguien- le digo mientras nos miramos fijamente, mis dedos siguen acariciando su pecho, llevo mis manos a sus hombros, Allan esta ido y por un momento creo que he dicho algo mal; y para remediarlo me apoyo en sus hombros y me paro en la punta de mis pies para dejar varios besos en sus deliciosos labios.

-me has dejado sin palabras mi ángel. Yo.. No.. Nunca nadie me había hablado, tratado ni hacerme sentir lo que tu haces- sonreímos como un par de tontos.

Allan pasa sus brazos por mi cintura para acercarme a él y besarme pero decido dar la vuelta y mostrarle mi espalda. Se que esto es una insinuación por parte mía, pero no me importa, se que puede pasar y sinceramente quiero que pase.

-dijiste que querías quitarlo. Adelante, por mas hermoso que este ya me fastidie de llevarlo encima- hablo como quien no quiere la cosa.

-con mucho gusto- desliza lentamente la cremallera y lo dejo hacer, el vestido cae sobre mis pies amontonado.

Allan llena de besos mi cuello, hombros y espalda. Mi piel erizada y ruborizada quiere que siga. Y yo quiero que bese todo mi cuerpo como aquella vez.

No se si por desearlo me convierta en una desvergonzada pero desecho esa idea y me dejo consentir. Luego de un rato se detiene y me quejo. Volteo a ver porque se ha detenido, ha tomado nuevamente el suéter y camina hacia mi para ponérmelo, sus ojos me recorren de arriba a bajo y me ruborizo mas, aparto mi mirada de la de él y la poso en el suelo mirando mis pies.

A mi campo de visión se asoman otro par de pies, toman mi cara por la barbilla y delicadamente me hacen alzar la cabeza.

-eres mas hermosa cuando estas ruborizada completamente. Que pasa?- Allan se da cuenta de mi inquietud, solo quiero que las cosas pasen sin necesidad de perdirlo, me da vergüenza decirle que quiero estar con él.

-nada- contesto como si nada.

-mi ángel, dime que pasa?- muerdo mi labio inferior y pienso tanto en pedirle lo que quiero. Se da cuenta y sonríe pícaramente.

-quieres que te ponga el suéter?- niego con la cabeza pero no se si percibió mi gesto pues lo hice con poco movimiento.

-mi ángel tendrás que pedirme lo que quieres. No te dejare en paz hasta que lo hagas. Dime que quieres?- me mira juguetonamente, su sonrisa es amplia y se que él sabe que muero de la vergüenza pero se hace el desentendido.

Decido tomar valentia, suspiro y le miro.

-quiero.. AL.. Yo.. Yo quiero estar contigo- susurro por fin. Me mira con ternura.

-ya estas conmigo..- me molesta.

-AL!- me quejo por su falta de compasión.

Él ríe y toma mi cara entre sus manos, dejando caer el suéter al piso. Se que estoy mas roja que un tomate, nunca en mi vida había pasado por un momento tan vergonzoso.

-mira me mi ángel... Esme.. Mira me- al principio no quiero hacerlo pero termino haciéndolo.

Su mirada es tierna, y a la vez orgullosa, me encanta porque su forma de mirarme es única, es como si estuviese viendo un verdadero ángel, tan hermoso y valioso.

-no tienes que sentir vergüenza por pedir algo que quieres. Esto es entre tu y yo nada mas y como tal debe haber tanta confianza y dejar la vergüenza a un lado. Nunca pienses que no quiero estar contigo y hacerte el amor; porque si por mi fuera te mantendría amarrada a mi todo el tiempo. Soy el hombre mas feliz, dichoso y afortunado por poder ser el único en tu vida. Y así será siempre porque no permitiré que nadie mas este contigo. Te amo- me besa suave para luego pasar a ser apasionado y profundo.

Mis brazos estan enredados en su cuello y sus manos viajan por mis pechos, cintura, abdomen, por todo mi cuerpo hasta llegar a mis muslos y subirlos para enredar mis piernas en su cintura. Apoyo mi frente en la suya, ahora estoy mas alta que él y soy yo la que lo mira desde arriba.

-creíste en serio que te iba a poner ese suéter?- sonrío por su comentario.

Sus ojos están tan azules parecen un par de zafiros tan auténticos y únicos. Y solo son míos.
Beso sus párpados, frente, nariz, mejillas, mentón y labios; los labios de Allan dejan los míos para bajar por mi cuello y me doy cuenta que esta dulce tortura apenas empieza.

Mi hombre camina hasta el cuarto y con mucho cuidado y sin despegar sus labios de mi clavícula me deja sobre la cama. Esta encima mio pero su cuerpo no me aplasta, mueve su mano y la lleva hasta su espalda para tomar su arma y dejarla en la mesita que esta al lado de la cama.

Sus besos bajan hasta mi pecho, suspiro profundo y gimo su nombre.
Se muy bien que esta noche estaremos mas unidos de lo que estamos, no solo por lo que estamos haciendo sino porque pude contarle a Allan mis miedos de seguir una vida rodeada de mafiosos.

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