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Quizá lo siguiente que haría Alessia sería asqueroso, pero a ella realmente poco le importaba, por lo que sin pensárselo sacó su lengua y babeo la mano de la persona que aún le mantenía sujeta, tan rápido como hizo aquello la persona le dejó mientras hacía sonidos de asco y limpiaba su mano con su ropa.
—¡Casi me matas del susto, Malfoy! —gritó-susurró en cuanto giró a ver al platinado el cual seguía limpiando su mano con una mueca de asco.
—Lo lamento. ¿Era necesario lamer mi mano? —la chica asintió rápidamente, no se arrepentí en nada.
—¿Qué querías decirme? Espero que sea bueno como para casi matarme.
—Solo quise preguntar algo que me tiene intrigado —sonrió de lado antes de bajar aún más la voz solamente para que la chica pudiera escucharlo—. ¿Tienes algo con San Potter?
La pregunta tomó totalmente desprevenida a la pelirroja que sintió sus mejillas arder por tal pregunta, negó repetidas veces con la cabeza antes de poder formular alguna respuesta.
—¡Claro que no! —decía la verdad, lo único que sentía hacia Harry era admiración siendo que era de los personajes que siempre amo y ahora había dejado de ser solo un personaje.
—Está bien —aquello no convenció al platinado que extrañamente había sentido que entre la pelirroja y San Potter había algo, como una chispa, pero decidió dejarlo a un lado—. ¿Qué piensas del torneo? Yo... —el chico comenzó a hablar sobre cómo le hubiera gustado participar, pero no estaba al tanto de que la chica había dejado de prestarle atención y solo le miraba con una sonrisa feliz de ver aquella faceta de Draco, una que desconocía siendo que en lo que ella había leído mostraban más a un Draco malcriado.
—Draco —interrumpió al chico—. ¿Puedes prometerme algo? —el chico dudó varios segundos, pero tras ver directamente los azulados ojos de la chica asintió—. Promete que confiarás en mí, sin importar lo que pase siempre estaré para ti.
Aquellas palabras tomaron desprevenido al chico que sintió que el aire le faltaba siendo que por unos segundos había dejado de respirar y por primera vez sintió que le importaba a alguien además de su madre, supo que aquella Weasley era distinta y que ella podría ser su primera amistad sincera.
—Lo prometo.
—Gracias —la pelirroja sonrió ampliamente quizá aquella era de las pocas veces en la que se veía a la chica sonreír tan abiertamente siendo que cada que sonreía lo hacía solo mostrando una pequeña mueca—. Vamos, debemos desayunar —sabiendo que no podían llegar al mismo tiempo el platinado espero a que la chica Gryffindor entrara para minutos después él poder entrar al gran comedor.
Alessia se caminó hasta la mesa de los leones y se sentó justo a un lado de Hermione la cual desde antes de que la chica tomara asiento ya le miraba, lo cual ponía nerviosa a la pelirroja siendo que la castaña tenía una mirada demasiado penetrante y deductiva, como si con solo una mirada supiera los secretos de todos.
—Hola.
—¿En dónde estabas? —Hermione siguió mirándola.
—Fui a buscarte, pero al no encontrarte regresé —intentó no darle importancia mientras servía jugo de naranja en su vaso siendo que ya había desayunado.
El desayuno transcurrió en total calma, hasta que Dumbledore dio el importante aviso de que gracias a la elección de los competidores del torneo las clases se suspenderían provocando la alegría de muchos y el desgano de otros, entre estas personas Hermione y la mayoría de Ravenclaw.
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A pesar de que tuvieran tiempo libre para descansar de las clases Alessia aprovechó su tiempo para intentar ponerse al corriente con todas las materias que no había cursado con anterioridad, gracias a la ayuda de algunos profesores había podido avanzar más de lo que hubiera imaginado, Hermione también fue de ayuda explicándole en más de una ocasión hechizos que la chica Weasley desconocía o simplemente no comprendía los movimientos que debía realizar, en todo momento la castaña tenía la mirada de cierto chico búlgaro puesta en ella, por lo que la pelirroja se escapó en un descuido de Hermione dejando a la chica con el estudiante de otra escuela.
La lluvia había llegado sorprendiendo a todos siendo que había estado el sol a todo lo que daba en la mañana, Alessia corría al igual que muchos en busca de no mojarse, pero para la de ojos azules fue totalmente inútil siendo que tanto su uniforme como su cabello ya estaban empapados gracias a la lluvia. Entró tan rápido como le fue posible al gran comedor el cual se encontraba repleto de estudiantes que rodeaban el cáliz de fuego azul justo en medio de la habitación con gradas a su alrededor, varios estudiantes de las tres escuelas colocaban dentro del cáliz los papeles con sus respectivos nombres.
—Hola.
—¡Por Merlín! —Hermione estuvo por tirar su libro tras ser asustada por la chica.
—Lo siento —se disculpó, pero en sus labios había una pequeña sonrisa traviesa la misma que Hermione veía en los gemelos Weasley cuando estos hacían alguna travesura—. ¿Cómo te ha ido con Viktor? —ante la mención del chico las mejillas de la castaña se encendieron.
—Solo hemos hablado de algunos libros —sonrió apenada, se mantuvieron en silencio hasta que Hermione volvió a hablar—. Has mentido en el desayuno, no estabas buscándome —Alessia le miró sin entender hasta que recordó a cierto platinado, Hermione los había visto.
—Es un secreto —Hermione asintió.
—¿Qué secreto? —ambas chicas estuvieron por gritar del susto, pero al ver a los gemelos detrás suyo contuvieron aquellos gritos.
—Nada, Fred.
—¿Qué no quieres que sepamos, hermanita? —esta vez habló George.
—Nada. A menos de que quieran decir lo que traman —contraataco la chica.
—Ni siquiera sabes si en verdad tramamos algo —los gemelos miraron a su hermana retándola con la simple mirada.
—Intentan participar en el torneo, no importa cuantos hechizos utilicen, no importa si utilizarán una poción, no lograran entrar al torneo. La línea alrededor del cáliz señaló la línea que sobresalía—. La dibujó Dumbledore y si no tienen la edad suficiente no pueden entrar —los gemelos estaban que no se creían que la pequeña pelirroja supiera más de lo que ellos sabían.
—¿C-cómo lo sabes? —hablaron al mismo tiempo, la chica solo se encogió de hombros.
—A pesar de lo que dijo, ¿Aún lo harán, cierto? —los gemelos asintieron parándose al mismo tiempo y caminaron hasta quedar a la vista de todos.
—¿Listo, Fred? —del bolsillo de su pantalón sacó un frasco.
—Listo, George —al igual que George sacó un frasco del bolsillo de su pantalón, los dos pelirrojos entrelazaron sus brazos.
—Hasta el fondo —los dos al mismo tiempo tomaron el contenido de ambos frascos y brincaron quedando del otro lado de la línea que rodeaba al cáliz, el lugar se llenó de aplausos y gritos felicitando a los gemelos.
—Uno —Alessia comenzó a contar mientras movía sus pies totalmente divertida—. Dos —miró a sus hermanos celebrar—. Tres —tan pronto como dejó de contar los dos pelirrojos salieron disparados convertidos en dos ancianos—. Se los advertimos —Hermione asintió mientras reía al ver a los gemelos pelear con aquellas apariencias.
Todos guardaron silencio en cuanto Cedric entró al lugar al igual que la pelirroja mojado de pies a cabeza siendo empujado por sus amigos, el castaño se acercó riendo al cáliz y colocó en él un trozo de pergamino que contenía su nombre.
—Alessia —Cedric sonrió al verla sentada, se acercó a ella, pero no esperaba que la pelirroja se levantara y caminara hasta él—. ¿Ocurre algo? —la chica le miraba con una sonrisa, pero sus ojos no demostraban su característico brillo. Alessia no había podido evitar pensar en la muerte del chico al verlo introducir su nombre en el cáliz.
—Solo promete que si quedas seleccionado serás cuidadoso —aquello tomó al chico desprevenido y sus mejillas se tornaron rosadas por la preocupación de la chica, cosa que no pasó desapercibida por las personas que los miraban.
—Lo prometo, estaré bien —aquello solo hizo que la chica sintiera una punzada en el corazón, "estaré bien" ella realmente quería creer en ello, pero simplemente no podía siendo que sabía lo que ocurriría en la tercera prueba del torneo.
—Anda, te están esperando —la chica miró a los amigos del tejón que les estaban mirando.
—Nos vemos luego.
Con aquellas palabras el chico hufflepuff se alejó de la pelirroja para reunirse de nuevo con sus amigos, los cuales no tardaron en molestarlo con la leona. Alessia regresó con Hermione la cual ahora estaba acompañada de Ron y de Harry
—Hola —Alessia saludó a los recién llegados.
—Hola, les —la chica se sorprendió un poco por el diminutivo de su nombre que Ron había utilizado, nunca le había llamado de aquella manera y aunque no pareciera la gran cosa significó mucho para la chica.
—Hola, Harry —saludó al chico que seguía en su mundo—. ¿Te encuentras bien? —frunció el ceño al notar que este se encontraba serio.
—Lo estoy, deja de preguntarme eso —la manera en que le había contestado a Alessia no solo había sorprendido a la pelirroja, sino que también a sus amigos. Alessia se sintió pequeña de nuevo, pero una pequeña voz le hizo mostrarse firme y no dejarse sentir mal frente al de anteojos.
—Eres un idiota —la mirada que la chica le había dado a Harry hizo que el chico se diera cuenta de su error y hasta podía decir que le había dado miedo, Ron también sintió miedo al ver la expresión de Alessia y solo conocía a una persona con la misma expresión, su madre. Alessia dio media vuelta y salió del gran comedor sin importarle que estuviera lloviendo, su humor se esfumo gracias a cierto chico de cicatriz de rayo.
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Bueno, bueno es reconfortante volver a escribir y con las buenas nuevas de que la historia fue inscrita a los Wattys y que además he corregido el booktráiler de la historia por lo que si gustan verlo ya está en el apartado de "Tráiler".
Editado
Pelirroja W