CAPÍTULO I : «Transformación total».
Observo el techo de mi habitación pensativa. ¿Qué cosa productiva puedo hacer hoy?, todas mis tareas las tengo terminadas desde el viernes así que debo aprovechar mi domingo al máximo. Considerando que el sábado me la pasé durmiendo todo el día.
Podría ver una serie, The Walking Dead es una buena candidata para una maratón. Justo cuando creo que me he decidido recuerdo que me suspendieron la cuenta de Netflix por falta de pagos.
Ugh, maldita pobreza.
Los engranajes en mi cabeza se ponen en marcha y una idea perfecta llega a mi .Puedo subir a la azotea del edificio y tirarle globos con agua a todo aquel que pase. Sobre todo a aquellas parejas acarameladas.
Oh sí, eso suena bien.
De un salto me levanto de mi cama y abro el último cajón de mi velador. Justo en el fondo encuentro mi paquete con globos de agua y sonrío divertida. Corro al baño y comienzo a llenar mis proyectiles. Lleno un balde con un poco de agua y en él coloco mis globos. Una vez que junto veinte me doy por satisfecha.
Tomo el balde del asa y bajo las escaleras dando pequeños saltitos. Justo cuando estoy a punto de tomar la perilla de la puerta principal, una voz maligna salida del inframundo me detiene.
— ¿A dónde crees que vas? —pregunta mi madre de brazos cruzados.
Maldigo en voz baja y me doy la vuelta dibujando una sonrisa inocente en mi rostro — ¿Yo?, a regar las plantas.
Mi mamá eleva una ceja — ¿Y los globos de agua para qué los necesitas?.
— Ah, es que regar las plantas es aburrido por lo que ahora está de moda usar globos de agua.Ya sabes, ayudas al medio ambiente y te diviertes. Obama lo aprueba.
Mi madre se me acerca y me quita mi balde — La última vez que te dejé salir con globos de agua terminaste en la comisaría de Florida. No cometeré el mismo error dos veces.
Ella camina hasta el lavabo y empieza a reventar mis globos.
— ¡NO!, ¡MIS BEBÉS!, ¡LOS ESTÁS MATANDO!, ¡ASESINA! — grito de forma exagerada al ver como mi trabajo se va por el caño. Literalmente.
— Mackenzie, ya estás grande para hacer estas cosas. ¿Cuándo es que vas a madurar?.
Me desplomo bruscamente en el sofá y suspiro — Maduraré cuando a Voldemort le salga nariz, madre.
Ella bufa frustrada — Ya ni sé para qué te pregunto — toma un trapo y se seca las manos. Hecho esto se sienta en el sillón frente a mi.
Noto que comienza a jugar con sus dedos nerviosa. Frunzo el ceño y me enderezo en mi sitio.
— ¿Qué pasa?.
Mi madre permanece callada por varios minutos y eso empieza a preocuparme. Por lo intranquila que se ve deduzco lo que sea que me vaya a decir no me va a gustar.
— Mamá...
— Bien, no hay forma suave para decirte esto así que seré directa. Te irás a vivir con tu papá, Mackenzie.
Suelto una risa incrédula — Sí, claro.
— Hablo en serio, hija.
Yo niego con la cabeza —No, de ninguna forma.
Mi mamá suspira cansada —No te estoy consultando, te estoy informando.
Exaltada me pongo de pie — ¿Me puedes explicar por qué diablos debo irme con él ? — soy consciente de que he levantado mucho la voz pero no me importa. No quiero irme a vivir con mi padre
— Mackenzie , me despidieron del trabajo y ya no puedo solventar todos los gastos. Tu papá se ofreció a cuidarte mientras que yo encuentro un nuevo empleo.
— Pero, mamá, debe haber otra solución — llevo una mano a mi cabeza pensativa — ¡Ya sé!, ¡vendo uno de mis riñones y listo!. No es como que lo necesite mucho y así ganaremos dinero y ayudaremos a alguien más. Dios, soy una genio.
La verdad es que la relación con mi padre no es tan mala. Él y mi mamá se divorciaron hace cuatro años y siendo completamente objetiva, fue la mejor decisión que pudieron haber tomado. Recuerdo que mi padre casi nunca paraba en casa y las pocas veces en la que estaba se la pasaba discutiendo con mamá.
¿Entonces cuál es el problema?. Pues, por decisión del juez, la custodia de los hijos debía ser dividida por lo que mi padre se mudó a Nueva Jersey y se llevó a mi hermano con él. Así fue como me separaron de mi mejor amigo.
¿Y qué es lo más triste?, que el contacto con mi padre y con mi hermano es casi nulo. Casi nunca llaman y eso ha provocado en mi un sentimiento de resentimiento hacia ellos. Por eso es que no quiero vivir con ellos.
— No, Mackenzie, no venderás tus órganos — hace una pequeña pausa — además , tu hermano debe extrañarte. Podrán ponerse al día y todo.
— ¿Ese engendro de satanás ? — mi madre hace una mueca de desaprobación cuando digo aquello. Cierto, ella es quien lo engendró así que la acabo de comparar con el diablo. Ups — digo , mi querido hermano, no hacía otra cosa que volverme la vida imposible . Además ese ingrato nunca me llama. Prácticamente se ha olvidado de mi.
— Sus razones tendrá — ruedo los ojos. Mi madre siempre busca una forma de justificar los fallos de Christian — Ustedes eran inseparables, jugaban juntos y hasta se vestían con la misma ropa — me señala — y tal parece que esa costumbre no se te ha quitado.
Veo la cara de desagrado de mi madre al ver lo que llevo puesto. Sí, mi forma de vestir es algo descuidada y un tanto masculina pero es como me siento más cómoda. A mi madre no le gusta porque ella siempre ha querido verme vestida como una barbie.
Nunca he sido muy fan de las faldas y el maquillaje, mi apariencia nunca fue mi prioridad. Mi guardarropa consta de pantalones anchos , camisetas holgadas , gorras y mis zapatillas de guerra, mis adoradas vans . ¿ Qué más puedo necesitar?m la comodidad siempre va primero.
La única vez que hice algo para complacer a mi madre fue hace dos meses. Ella quería que mi cabello fuera rubio, tal y como el de ella, así que me lo teñí para alegrarla un poco. Maldigo el día en el que cometí semejante estupidez.
Cada vez que me veo al espejo me arrepiento de aquella decisión.
— Mamá, creí que habíamos sepultado este jodido tema de conversación hace meses — la tomo de los hombros — ¿acaso la comodidad es un delito?.
— No, no lo es. Pero eso no significa que vas a andar por ahí vistiendo como vagabunda. Eres una chica, no un pandillero. ¿Acaso crees que me gusta verte así?, debes cambiar tu actitud y con ello tu forma de vestir.
— ¡AHHH! — grito ya cansada de que me diga lo mismo — ¡Siempre es lo mismo!, no seguiré con esta estúpida plática. ¡ESTOY HARTA!.
Comienzo a subir las escaleras con dirección a mi guarida a prueba de madres controladoras , mortífagos y dementores. No hay forma de que me quede aquí a escuchar sus críticas. Suficiente tengo con las chicas de la escuela. Justo cuando piso el primer escalón, las palabras de mi madre me detienen.
— Prepara tus maletas, Mackenzie —suelta un pequeño suspiro — viajarás a Nueva Jersey mañana por la mañana.
Apenas dice esto, me giro lista para gritarle todo lo que me fastidia de esta decisión, pero me detengo en el preciso instante en el que veo como su cuerpo se curva y empieza a sollozar. La ira que tenía en mi cuerpo rápidamente muta a tristeza. Sin pensarlo dos veces, corro hacia ella y la envuelvo en mis brazos. Ella llora con más fuerza así que no hago mas que acariciar su rubia melena.
Quizás estoy siendo muy dura con ella. Esto también debe ser difícil para ella. Hemos estado juntas cuatro años, solo las dos contra el mundo y ahora tener que separarnos es una complicada decisión.
— ¿ Enserio quieres esto ? — le susurro al oído.
— Quisiera que no pasara pero es lo mejor por ahora — suspira melancólica — pero te prometo que volveremos a estar juntas.
Lloro en silencio y la abrazo con más fuerza — Pues en ese caso, contaré los días con ansias.
(...)
Luego de un momento sentimental con mi madre y un mar de lágrimas durante nuestro último adiós, tomo mis maletas y me enrumbo en un taxi a la estación de tren. Mi madre insistió en que viajara en avión pero me negué debido a tres razones.
UNO: Gastaría menos dinero en dos viajes en tren que en uno en avión.
DOS: Puedo visitar a mis alocadas primas por unos días.
TRES: No habrá riesgo de que muera al estilo "Destino final" .Porque no recuerdo que hayan muerto en un tren, ¿o sí?.
Luego de un interminable primer viaje de dos horas, en el que me la pasé leyendo fanfics en Wattpad, llego a la estación. Ni bien salgo del tren logro divisar a mis dos alocadas primas. No porque las haya reconocido sino que están elevando una enorme pancarta que reza : "PRIMA, NO TAN SENSUAL COMO NOSOTRAS, MACKENZIE STUART".
— ¡Laura!, ¡Sofia! — ambas al verme corren como locas y me envuelven en un gran abrazo que por poco y me destroza las costillas — chicas ... necesito...aire.
Ellas me sueltan y ríen emocionadas. Ruedo los ojos divertida, cómo extrañé a estas dos.
— ¡Mackenzie!, ¡cuánto tiempo sin verte! - dice Laura mientras me despoja de mi equipaje.
— Lo mismo digo, chicas— hago una pausa y las observo con detenimiento. Se ven radiantes y sin temor a equivocarme puedo afirmar que me veo como un saco de papas al lado de ellas — ¡se ven preciosas!, no me imagino a cuantos chicos tendrán a sus pies.
Laura y Sofía sonríen orgullosas. Sé que a ellas si les importa como es que se ven por lo que cada cumplido ayuda. Yo por mi lado, soy indiferente a mi aspecto.
Soy feliz siendo un sexy saco de papas.
Sofía me mira y se rasca la barbilla pensativa. Laura la mira y esta le sonríe cómplice. Se quedan en ese plan como por tres minutos. ¿Qué diablos están maquinando?.
— ¿ Y qué haremos estos dos días que estaré por aquí ? — pregunto para romper el silencio.
En sus rostros se forman sonrisas idénticas a la del gato de "Alicia en el país de las maravillas" y es allí cuando me doy cuenta que acabo de cometer el más grande error al haber venido.
— ¡TRANSFORMACIÓN TOTAL! — gritan al unísono ocasionando que todas las personas a nuestro alrededor nos miren como si hubiéramos perdido la cabeza.
Gokú, a ti te encomiendo mi pobre alma.
N/A: Mackenzie Stuart en multimedia.